domingo, 24 de octubre de 2021

Venezuela puede convertirse en un paraíso para la inversión real

En la actualidad y a nivel mundial, existe una gran cantidad de capitales ociosos de origen lícito, pues sus propietarios han perdido el rumbo y “viajan sin los instrumentos de navegación adecuados, como eran el sextante y la brújula del pasado o el GPS actual” –metáfora– y algunos están buscando, qué hacer con su dinero, puesto que hacen apuestas que tienen riesgos evidentes, tales como son las volátiles criptomonedas o peor aún, la ocultación de sus fondos en la banca offshore de los paraísos fiscales, porque después de 50 años desde el repudio de los acuerdos de Bretton Woods en 1971 por Mr. Nixon, debido a la eliminación del patrón oro, al uso del dinero fiat, al keynesianismo y a la pandemia Covid-19 reciente, la liquidez monetaria y la deuda global se han disparado hasta cifras astronómicas y el dinero ha ido a parar en su mayoría a manos de algunos pocos, y en opinión de varios analistas reconocidos, se avecina una recesión mundial apocalíptica, peor que la ocurrida en 1929 –la gran recesión del siglo XX, después de la euforia de los locos años 20–.

Un inversor en economía, es la persona que renuncia al gasto del dinero en el presente, para colocarlo en algún tipo de negocio, con la esperanza de obtener una rentabilidad en el futuro, preservando y aumentando el capital invertido.

Para poder invertir en cualquier negocio, se requiere poseer el dinero o capital, que cuando es de origen honesto se obtiene como producto del trabajo y del ahorro o, por otra parte, mediante la solicitud de dinero prestado.

Existen dos tipos de inversores: los inversores reales que son los productores, quienes invierten su dinero en negocios estables, con riesgos relativamente bajos, se preocupan por la calidad de los productos o servicios que se generan con su inversión, obtienen rentabilidades razonables que generalmente involucra medianos y largos plazos para lograr un retorno de lo invertido, siendo que de esta forma se debería generar empleo sustentable y bien remunerado, estabilidad, paz, prosperidad, bienestar y crecimiento del PIB para las naciones –caso de Mr. Bill Gates–.

Por otra parte, existen los supuestos “inversores” especulativos, que más que inversores son especuladores, quienes en la mayoría de los casos utilizan solo dinero prestado o algún dinero propio pero en bajas proporciones –apalancamiento que podría ser de 1 propio vs 100 o más tomados a crédito–, buscando obtener ganancias en el corto plazo, producto de la fluctuación de los precios y de las tasas de cambio –comprando barato y vendiendo caro–, corriendo riesgos de quebrar junto con sus prestamistas y los países donde operan y sin que les interese saber cómo se produce la ganancia, ni los daños colaterales que puedan causar con sus praxis, siendo que, ese tipo de inversiones son en su mayoría estériles aunque no inocuas, pues no producen ningún tipo de bien, servicio o beneficio a los países –caso de Mr. George Soros–.

Las crisis económicas cíclicas que ocurren a nivel global, son en su mayoría producto de: expansiones exponenciales de liquidez, malas prácticas crediticias e inversiones especulativas y por esa razón, ese tipo de inversiones no son las que necesita Venezuela actualmente para recuperarse de su crisis, puesto que ya ha estado expuesta por casi medio siglo, a la praxis que algunos llamaron eufemísticamente rentismo, cuya escalada se inició desde finales de 1974, cuando se destapó la caja de Pandora en el país, al eliminar el bolívar oro, lo que permitió implantar una teoría económica fracasada llamada keynesianismo, donde se promueve la generación de dinero fiduciario –físico o digital– por parte del banco central, sin respaldo y sin límites, para financiar el gasto fiscal, promover el populismo y permitir el apalancamiento a los especuladores, quienes usaban a través de instrumentos crediticios el dinero de los depositantes, para adquirir divisas que enviaban a bancos del exterior, produciendo inflación y devaluación de la moneda nacional de manera recurrente, con lo cual licuaban sus deudas y obtenían grandes beneficios, arruinando así al país y a sus ciudadanos.

Una vez entendida la causa real de la crisis nacional que es de origen monetario y financiero, ahora estamos en condiciones de dar un giro de 180 grados a la economía nacional y corregir los paradigmas políticos y económicos errados, que tanto daño y sufrimiento le han causado a los ciudadanos, para hacer que el país se convierta en un polo de atracción sostenible para los inversores de le economía real, que son los productores de la riqueza.

Para que este sueño se convierta en realidad y no sea otra pesadilla más, en vista de que los inversores reales son entes racionales que buscan hacer negocios serios, estables y rentables, se requieren una serie de reglas y condiciones de inversión, tales como son entre otras las siguientes:

Existencia de una moneda nacional fuerte, estable y confiable, que permita conservar el valor del dinero, para controlar la inflación, de modo que los ciudadanos puedan trabajar y ahorrar y que ese ahorro se convierta en inversión productiva –este objetivo se puede lograr así: respaldando y redimiendo al nuevo bolívar con oro, eliminado el uso de la reserva fraccionaria, manteniendo la base monetaria igual a la liquidez monetaria, colocando un encaje legal del 100 % a los depósitos a la vista y por último, regulando y optimizando el otorgamiento de créditos en bolívares y/o divisas, para aquellos inversores reales confirmados que lo requieran, que deben basarse solo en captaciones de depósitos a plazo fijo, los cuales deben ser bien remunerados, para que haya una relación ganar-ganar entre depositantes, bancos y prestatarios–.

Libertad de cambios, circulación y transacciones, dentro del territorio nacional, con cualquier tipo de divisa que traigan los inversionistas de cualquier parte del mundo, donde el gobierno y las entidades financieras permitan la implementación y la oferta de todo tipo de instrumentos activos y pasivos eficientes para sus clientes, para que se sienta el aporte y el soporte de una banca seria y ética, que reconoce, conoce y apoya a sus clientes y que no esté pendiente de ver como se apropia del dinero ajeno para mandarlo convertido en divisas al exterior, tal como ocurría en el pasado, defraudando la confianza de los depositantes, que entregan sus fondos en custodia, lo que no implica la entrega de la propiedad del dinero a los custodios.

Como los factores de producción son: tierra – recursos naturales –, trabajo, capital, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial, teniendo en cuenta que en el país hay recursos naturales y oferta de trabajo en abundancia, se debe promover y preferir a los inversores que aporten su experiencia –know how–, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial, por encima del capital, que, aunque también es importante, no es suficiente por sí solo para que las inversiones sean exitosas y sostenibles –favor leer sobre la ley de los rendimientos marginales decrecientes–.

Debido a que las inversiones reales son de mediano y largo plazo, en necesario y fundamental que existan: estabilidad democrática y política, estabilidad cambiaria, seguridad jurídica y seguridad personal, para todos los ciudadanos nacionales y extranjeros sin excepción.

El buen funcionamiento de las infraestructuras de transporte, de telecomunicaciones y los demás servicios públicos son también de vital importancia y teniendo en cuenta que el estado no se ha caracterizado por ser un buen administrador de las empresas públicas, sería prudente que algunos o todos esos servicios fueran ofrecidos mediante licitaciones transparentes en concesión a inversores internacionales de reconocida experiencia, solvencia, trayectoria y credibilidad, para que ellos hagan las inversiones, reestructuraciones y mejoras requeridas y que en vez de ser una carga financiera para el gobierno nacional, estatal o municipal, se conviertan en fuentes de ingresos seguras, tales como son regalías, rentas, dividendos e impuestos, que sirvan para remunerar adecuadamente al resto de empleados públicos y permitan ofrecer ingresos razonables al personal pensionado, en vez de utilizar la emisión de dinero sin valor por parte del banco central, lo que termina arruinando al país. Este cambio de política económica es una forma para recuperar el salario real del trabajador venezolano y promover el retorno de los migrantes.

Espero que estas cortas pero profundas reflexiones hechas de buena fe, sean de utilidad y se puedan poner en práctica, porque Venezuela debe renacer como el ave fénix, pues el país tiene un gran potencial para ser un paraíso orientado a la inversión real, privada, honesta, nacional e internacional, siempre que se cree y se mantenga el ambiente propicio para atraer y conservar los capitales e inversores honestos y capaces, tal como lo han hecho motu propio recientemente un grupo de ciudadanos de origen chino, que no han dudado en venir e invertir sus activos dinerarios en divisas, comprando muchos negocios quebrados y abriendo inicialmente quincallas, donde venden diversos tipos de productos nacionales e importados a precios razonables, evitando oligopolios, monopolios y especulaciones, siendo que gran parte de las divisas de origen lícito que circulan hoy en la economía nacional, son producto de estas inversiones en la economía real de Venezuela.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 24 de octubre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 19 de octubre del 2021 y está en el enlace: Venezuela puede convertirse en un paraíso para la inversión real

domingo, 17 de octubre de 2021

Corruptos especuladores delincuentes financieros y paraísos fiscales

Muchos ciudadanos pensantes e inteligentes se plantean preguntas lógicas –aunque algunas veces sean un poco ingenuas– tales como son:

¿Cuándo se jodió un país en particular?

¿Por qué las economías van de mal a peor?

¿Cuál es la causa de las migraciones no deseadas a nivel global?

¿Por qué protestan los ciudadanos comunes en su país de origen?

¿Por qué existen países inmensamente ricos, con ciudadanos inmensamente pobres?

¿Cómo se sostienen en el exterior políticos y exfuncionarios públicos, quienes no trabajan y tampoco son ricos de cuna?

¿Por qué existe tanta inequidad, pobreza y miseria, con todos los avances económicos, científicos, tecnológicos y estando en pleno siglo XXI?

¿Por qué periódicamente algunos bancos se declaran en quiebra, pero sus dueños quedan inmensamente ricos, viviendo como reyes en el exterior?


Para tratar de responder estas preguntas, de la manera más: filosófica, clara, equilibrada, honesta, concisa y precisa posible, es necesario saber y entender que, tres de las dimensiones más importantes del pensamiento humano son: la política, la economía y la comunicación, que infortunadamente se han distorsionado, por desviaciones y aberraciones tales como son: la corrupción, la especulación y la manipulación de la información respectivamente, puesto que una gran cantidad de supuestos: políticos, expertos en economía, banqueros, comunicadores sociales, mandatarios, intelectuales, académicos y empresarios de maletín, han coludido en una especie de cofradía, para crear mecanismos que sirven para manipular, engañar, estafar y expoliar a las naciones y a sus ciudadanos, mediante el desvío de fondos públicos o de particulares, sin que existan consecuencias legales y/o penales por sus actos, que son carentes de ética.

Dentro de los mecanismos de estafa y expoliación citados en al párrafo anterior, hay algunos entes creados para tales fines, donde se destacan los paraísos fiscales, las empresas de fachada y la banca offshore, que son temas puestos de moda actualmente, a raíz de la publicación llamada los Pandora papers, que es la continuación y el complemento de los Panamá papers, gracias a la investigación de un grupo internacional de periodistas, que se dedican a realizar el trabajo para lo cual fueron formados, en vez de hacer lo de otros vividores, que utilizan su inteligencia, talento y conocimiento, para convertirse en publicistas, promotores y alcahuetas de todo tipo de farsantes, estafadores y delincuentes, no solo a nivel local sino también global.

Quizás de manera trivial, algunos ciudadanos de las naciones democráticas del mundo, piensan que, solo haciendo cambios de seudo dirigentes políticos por otros de igual o de peor calaña –pues en algunos casos son pelmazos, incapaces, impuestos y financiados, por grupos de poder interesados en manejar a títeres, para lograr sus propósitos– los problemas de los países van a desaparecer como por arte de magia, sin entender que mientras no se corrijan las causas profundas de las crisis que son: corrupción, especulación, delincuencia financiera y manipulación de la información, que están impresos en el ADN de ciertos líderes –o quizás seudo líderes– cualquier cambio de actores políticos sin cambio de las prácticas erradas, continuará siendo más de lo mismo, es decir “se tendrá el mismo perro con diferente collar, pero con las mismas pulgas, garrapatas y otros parásitos internos y externos” –metáfora–.

Al revisar los hallazgos expuestos en los informes de los Pandora papers, podemos ver que, aunque a fecha 09 de septiembre de 2021, no se ha publicado la lista completa de todas las personas influyentes involucradas –reyes, presidentes, expresidentes, funcionarios públicos, políticos, empresarios, deportistas, artistas e intelectuales– que tienen cuentas y empresas fantasmas en los paraísos fiscales, aparecen preliminarmente entre otros, los presidentes actuales de Chile, Ecuador o República Dominicana y los expresidentes de Argentina –Mauricio Macri, receptor del crédito del FMI por cerca de 50 mil millones de dólares en 2018—y algunos expresidentes de Colombia, siendo que para ese país se menciona al Sr. César Gaviria, quien también fue secretario general de la OEA, muy recordado en Venezuela, desde cuando estuvo junto con Mr. Jimmy Carter, avalando los resultados del referendo revocatorio presidencial del 15 de agosto de 2004.

En dichas publicaciones, también aparece otro expresidente colombiano llamado don Andrés Pastrana –quien promovía hasta hace poco: invasiones, bombardeos y bloqueos contra Venezuela– que también apareció en una lista de pasajeros del avión donde viajaban los invitados a la isla –Little Saint James Island, ubicada en las Islas Vírgenes de Estados Unidos– propiedad del magnate financiero Mr. Jeffrey Epstein, quien fue un depredador sexual, condenado por tráfico de menores y encontrado muerto en prisión por supuesto suicidio, quien también trató de corromper a través de sus “servicios especiales para gente non sancta”, a muchos políticos, intelectuales, académicos y empresarios, tales como fueron: Mr. Trump, Mr. Clinton, Mr. Gates y al mismísimo príncipe Andrés de Inglaterra, entre otros personajes famosos.

Un paraíso fiscal es una nación o territorio, como por ejemplo: Panamá, Aruba, Curazao, Barbados, Bermuda, Jamaica, Andorra, Islas Caimán, Suiza y hasta el estado de Delaware en EEUU, entre otros muchos, donde los impuestos son nulos o muy bajos, para ciudadanos extranjeros no residentes y donde existe el secreto bancario, para que se puedan constituir fácilmente, a bajo costo y muy rápidamente empresas de maletín, que solo existen en papel y por lo tanto, no producen nada en la gran mayoría de los casos, cuyos propietarios son anónimos y que sirven para hacer transacciones financieras o comerciales y manejar altas sumas de dinero, ya sea de origen legal u opaco.

Poseer cuentas bancarias o empresas ficticias de fachada en esos lugares caracterizados por su opacidad, aunque no es considerado ilegal, si pudiera considerarse inmoral en algunos casos, puesto que los objetivos fundamentales de esos lugares, son evadir impuestos en las naciones originarias de los ciudadanos involucrados, hacer legitimación de capitales o lavado de dinero y en el peor de los casos, tratar de ocultar el dinero mal habido, producto de pagos para el financiamiento de campañas políticas, coimas y sobornos a líderes políticos y otros funcionarios públicos corruptos, que podría ser el caso de algunos de los personajes mencionados en este nuevo escándalo y que deberían ser investigados por los entes pertinentes en sus países originarios, para determinar su inocencia o culpabilidad.

Por otra parte, los paraísos fiscales funcionan como un agujero negro, que absorbe un alto porcentaje de la riqueza mundial y que, al estar oculta y represada, en nada contribuye al incremento de la producción y del PIB mundial, lo que implica también que afecta la generación de inversión real y el incremento de la oferta laboral en los países que tanto requieren de la inversión de esos fondos en actividades productivas, para estabilizar sus economías, hacer crecer, tributar y generar progreso en los países de origen de los capitales ocultados.

En mi opinión, lo peor de los paraísos fiscales es que sirvan para ocultar el dinero mal habido y alcahuetear a líderes empresariales, financieros o políticos, que deberían ser paradigmas de transparencia, rectitud y pulcritud en el manejo de los fondos ajenos públicos o privados, que es lo que venden a sus seguidores en las campañas políticas y por esa razón, después de cada mal gobierno, las naciones quedan más jodidas, endeudadas y arruinadas, con el riesgo de que en el futuro, los gobiernos de los paraísos fiscales –que son naciones o territorios parasitarios en su mayoría– decidan por decreto confiscar los fondos de los supuestos inversores de maletín, de tal forma que cuando vayan a buscar sus haberes les salgan con la trivial excusa de que “se los comió el coco” o con la justificación de que “ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón”.

Por otra parte, también es posible que los banqueros offshore “se vayan con la cabuya en la pata”, tal como ocurrió en el pasado con los fondos depositados en el Stanford Bank de Antigua o en los bancos de Chipre con el dinero de los rusos, por citar solo dos casos recientes y esta es una de las razones fundamentales por lo cual los bancos nacionales y los gobiernos sensatos, deben permitir, promover y facilitar, que los ciudadanos manejen sus cuentas en divisas de manera honesta y transparente en el territorio nacional, para que los depositantes, ahorristas e inversores honestos –quienes no tienen nada que ocultar– no tengan la excusa de verse obligados a enviar sus capitales al exterior, donde puedan ser robados por delincuentes financieros internacionales, quienes no aguantan dos pedidas para apropiarse indebidamente de los fondos o activos que reciben en custodia, con cualquier tipo de pretexto, como ha ocurrido con algunos activos de Venezuela mantenidos en el exterior.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 17 de octubre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 12 de octubre del 2021 y está en el enlace: Corruptos especuladores delincuentes financieros y paraísos fiscales

domingo, 10 de octubre de 2021

Aportes de China

Las artes y ciencias del pueblo chino tienen un origen milenario y desde tiempos muy remotos, los chinos han legado a la humanidad inventos tan importantes, tales como son entre otros: el papel, el dinero en forma de billetes, el ábaco –primer mecanismo computador analógico conocido–, la brújula, la pólvora, los fuegos artificiales, las armas de fuego, el acero, la acupuntura y la imprenta, que varios siglos más tarde, fue perfeccionada por el alemán Johannes Gutenberg, a quien erradamente se le atribuye su invención.



Con el transcurrir del tiempo, los chinos por ser descendientes de grandes constructores del pasado –pues fueron los creadores de la gran muralla china– han participado en proyectos de construcción de infraestructura a nivel mundial, muy complejos y de gran envergadura, tal como fue el ferrocarril transcontinental de los Estados Unidos de América, construido en la década de 1860, con el apoyo del presidente Abraham Lincoln, donde miles de obreros chinos participaron en la instalación de las vías férreas, destacándose en la excavación de túneles en la roca viva, para atravesar la cordillera de las montañas rocosas, usando las manos, el pico, la pala y algunos nuevos explosivos de nitroglicerina –que eran muy peligrosos por su gran volatilidad, tal como fue el invento de Alfred Nobel llamado la dinamita– y trabajando en invierno con temperaturas bajo cero, lo que permitió conectar por ferrocarril el Este con el Oeste en ese inmenso país del Norte, siendo este el mayor logro de la ingeniería norteamericana en el siglo XIX y muchos de los chino-americanos que viven en el estado de California actualmente, son descendientes de los obreros de la construcción del ferrocarril transcontinental.

Los trabajadores chinos también participaron en la construcción del ferrocarril interoceánico de Panamá, en un ambiente caluroso e insalubre, con muchos pantanos, humedad, lluvias, plaga de mosquitos, disentería, paludismo y fiebre amarilla, siendo esa obra ferroviaria de gran utilidad para la movilización de personas y el comercio mundial antes, durante y después de la construcción del canal de Panamá a comienzos del siglo XX.

Más recientemente, un gran logro de la ingeniería del pueblo chino, ha sido la construcción de la represa de las tres gargantas en el río Yangtsé –que es el mayor río de la China y del continente asiático– cuya altura es de 185 metros y su longitud de corona es de 2.335 metros, lo que evita las inundaciones aguas abajo del pasado y también suministra una capacidad instalada para producir hidroelectricidad por 22.500 Megavatios, siendo esta instalación la mayor hidroeléctrica del mundo y hasta esta fecha, es la obra de ingeniería más grande en esa nación.

A raíz del fracaso en Colombia de la construcción de la represa de Hidroituango en el departamento de Antioquia, por malas praxis administrativas y de ingeniería, donde se ha represado el rio Cauca –que es el segundo río más grande del país, después del río Magdalena– pero han colapsado los túneles por donde se alimentan las turbinas de generación de electricidad y para corregir el entuerto, se ha procedido a contactar con empresas de ingeniería china, que tuvieron bajo su responsabilidad la construcción de la represa de las tres gargantas y por tanto, tienen la experiencia adecuada para estudiar y resolver ese grave problema de ingeniería hidráulica.

Adicionalmente, existe en la actualidad un proyecto chino de gran envergadura a nivel global, iniciado en el año 2013 por el presidente Xi Jinping, llamado "un cinturón, una ruta" o proyecto del siglo, que emula y supera con creces a la antigua ruta de la seda y que proyecta construir una red de infraestructuras que incluye: autopistas, ferrovías, puertos, aeropuertos y redes de telecomunicaciones, que abarca 70 países, facilitando la movilidad internacional y el libre comercio mundial, siendo el proyecto de infraestructura más grande del mundo a fecha de hoy.

Una empresa pionera en tecnología 5G –comunicaciones móviles de quinta generación– fue la empresa de telecomunicaciones sueca Ericsson, pero junto con esa organización empresarial, la compañía china Huawei ha hecho grandes investigaciones, inversiones y avances en tecnología 5G, técnica que utiliza radiofrecuencias superiores a las de la tecnología 4G –que es la utilizada actualmente para la comunicación por telefonía celular– y con ese aumento de frecuencia de radio y disminución de longitud de onda, se aumentan los anchos de banda y se logran mayores velocidades, menores latencias o tiempos de respuesta, se puede tener mayor cantidad y variedad de dispositivos “inteligentes” conectados remotamente, lo cual hará que haya un cambio muy importante de paradigmas tecnológicos en el corto plazo, que permitirá mayor cantidad de comunicaciones en tiempo real e implantación de la internet de las cosas –IoT–, que facilitará conectar y controlar con el uso de internet: vehículos autónomos, diversos dispositivos de la industria, el comercio y el hogar, como son: sistemas digitales de control, computadores, neveras, cocinas, lavadoras, hornos, cámaras, etc, y así se facilitarán y mejorarán las actividades tanto empresariales como hogareñas del futuro próximo, mediante el uso de la Inteligencia Artificial.

Debido al crecimiento indetenible de China, que se ha convertido actualmente en la fábrica del mundo y en la segunda economía a nivel global, el gobierno de Mr. Trump le declaró una guerra comercial irracional a ese país, en vez de corregir las prácticas heredadas del pasado, de ponerle el palo a la rueda de la economía y el avance de otros países, paradigma que deberá ser cambiado por Mr. Biden, que es un anciano sabio, quien como verdadero estadista, junto a la elegante, inteligente, eficiente y bella vicepresidente de EEUU Mrs. Harris, deberán apostar por las buenas relaciones internacionales y las prácticas pacíficas de cooperación global, en vez de promover: odios, divisiones, enfrentamientos y belicismos peligrosos y estériles para la humanidad, que no conducen a nada positivo.

Con relación a Venezuela –que es una nación con mayoría de ciudadanos con mentalidad cosmopolita– donde desde los primeros años de la fundación de la República, se aprecia, respeta y apoya al inmigrante, independientemente del país de origen, los inmigrantes chinos que hace algunos años se instalaron en el país, crearon principalmente restaurantes de comida china o abastos, pero en la actualidad esos restaurantes han evolucionado y se han convertido en quincallas, donde se encuentra gran variedad de productos alimenticios secos y otros rubros que van desde artículos de ferretería, hasta llantas y baterías para vehículos, pero lo más interesante es que a raíz de la crisis nacional actual, ha llegado mayor inmigración de inversores chinos al país, que aportan capital con divisas en efectivo y les compran los negocios quebrados a sus dueños anteriores, como son: librerías, abastos, ventas de ropa o de calzado, etc, les pagan en divisas a sus dueños y muy rápidamente remodelan, reacondicionan, surten de diversos productos nacionales e importados los negocios y contratan a personal venezolano, siendo estas acciones en parte, el origen de la gran cantidad de moneda extranjera honesta que circula libremente en el país, lo cual, en mi opinión, es altamente beneficioso para la nación, porque genera empleo con salarios dolarizados, incrementa la oferta de productos con precios más bajos –de acuerdo a la sabiduría comercial china de obtener un mayor beneficio, al vender más cantidad, pero con menor precio–, disminuye los monopolios y los oligopolios, puesto que otros ciudadanos nacionales y extranjeros también se animan a invertir sus divisas en el país, haciendo crecer la economía, en vez de enviarlas al exterior, para que sean robadas por delincuentes financieros internacionales, tal como ocurría en el pasado con el dinero de: gente honesta y también de corruptos o especuladores, que saquearon la nación y algunos de ellos huyeron, aunque todos los ciudadanos fueron colocados en el mismo saco y varios de ellos resultaron estafados por vividores, con la justificación y la excusa de los bloqueos a Venezuela.

Reflexión final: en opinión de algunos expertos, para reconstruir la nación es necesario pedir créditos a organismos internacionales como son el FMI, el Banco Mundial o el BID, pero en mi opinión y teniendo en cuenta la existencia de tantos pillos y especuladores, que quieran disponer del dinero de los préstamos a la República sin realizar ninguna obra, es preferible apostar por la inversión directa de empresas que aporten su propio capital –que por cierto es muy abundante actualmente– y preferiblemente invitar a participar en licitación como concesionarias, a empresas serias que traigan su: know-how, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial, donde para el caso de las telefónicas, para migrar de 4G a la tecnología 5G, se podrían invitar –solo citar a dos de las mencionadas en este artículo, que son pioneras en 5G– a Ericsson o Huawei, sin que esto implique que no puedan participar otras empresas de telecomunicaciones reconocidas a nivel mundial, que estén interesadas en estos proyectos de inversión.

Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 10 de octubre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 05 de octubre del 2021 y está en el enlace: Aportes de China

viernes, 8 de octubre de 2021

Encaje legal

El banco central de una nación, es un ente financiero especial e independiente, cuyas funciones son: crear el dinero de curso legal del país –llamado la base monetaria– de manera exclusiva y excluyente, generar las estadísticas económicas de la república, mantener la estabilidad de los precios y conservar el valor tanto interno como externo de la moneda nacional, para lo cual utiliza instrumentos de política monetaria y cambiaria, tales como son: el encaje legal, las operaciones de mercado abierto, el redescuento, la fijación de las tasas de interés y de tipos de cambio, entre otras herramientas financieras.


Los bancos comerciales son entidades financieras, cuyas funciones fundamentales son básicamente dos: servir como entes procesadores de pagos y realizar actividades de intermediación financiera.

Para realizar las actividades de intermediación financiera, las entidades bancarias reciben depósitos que pueden ser de dos tipos: los depósitos a la vista, donde los fondos tienen disponibilidad inmediata y se manejan con instrumentos financieros llamados cuentas corrientes y cuentas de ahorro y el cliente puede retirar, transferir, pagar o disponer de sus fondos parcial o totalmente, en cualquier momento y por otra parte, los depósitos a plazo fijo, donde el cliente le presta un monto en dinero al banco por un tiempo determinado, por lo cual obtiene tasas de interés nominal que son mayores que las pagadas por los depósitos a la vista, para los cuales, en algunos casos –como son las cuentas corrientes– el interés nominal es del 0%, es decir, son fondos gratuitos para el banco, con el uso de las cuentas corrientes no remuneradas.

Los fondos recibidos en depósito por los bancos son utilizados para otorgar créditos –intermediación financiera– o para hacer inversiones en instrumentos financieros –acciones, bonos de deuda, letras del tesoro, etc–, pero debido a que los créditos otorgados tienen en su mayoría plazos mayores a 30 días, se puede presentar una especie de descalce financiero de plazos, puesto que los depósitos a la vista –que son la mayoría– deben tener disponibilidad inmediata y si los fondos captados por la banca fueran prestados o invertidos en su totalidad, pudiera ser que no hubiera disponibilidad de fondos, cuando los clientes quieran hacer uso de los mismos, siendo esa la razón principal por la que los bancos centrales establecen un coeficiente de caja –también llamado encaje legal– que es un porcentaje de las captaciones que los bancos deben mantener líquidos en reserva, ya sea en sus bóvedas o en las del banco central preferiblemente, para garantizar una liquidez parcial de la institución, que garantice cierta disponibilidad a los clientes.

Mediante el uso del encaje legal, si por ejemplo este fuera establecido en 10% para un país, eso significa que si la base monetaria total fuera de 100 dólares y un banco recibe un depósito real de esos 100 dólares de un cliente, puede prestarle 90 dólares a otro cliente, lo cual implica que ahora habría una liquidez monetaria total en el mercado de 190 dólares –los 100 dólares originales que depositó el cliente, más los 90 dólares que se otorgaron por el crédito a otro cliente y que se abonan contablemente en su cuenta– y de esta manera, al seguir moviéndose el dinero crediticio por el sistema financiero, mediante el proceso depósitos-créditos, se produce una multiplicación monetaria, que conduce a una expansión de liquidez, que puede generar inflación y por ende, pérdida del valor del dinero. Por esa es la razón, en las estadísticas de los agregados monetarios de los bancos centrales aparece un monto llamado base monetaria –que es el dinero producido por el banco central, que debería ser el único ente que puede generar dinero– y otro monto llamado liquidez monetaria, que contiene además de la base monetaria, el dinero crediticio que se generó por el uso de la reserva fraccionaria.

La práctica de hacer uso de los depósitos a la vista para otorgar préstamos tiene ciertos riesgos, puesto que conduce a la aparición de una figura llamada reserva fraccionaria, que implica que los bancos multiplican los montos depositados, pues el depositante original cree que tiene la totalidad de sus depósitos en custodia y quien recibe el crédito, también cree que puede disponer de un dinero que realmente no existe, de modo que si el depositante original junto con el cliente prestatario, fueran a buscar sus fondos simultáneamente, habría un descalce de fondos y no habría disponibilidad para satisfacer a los dos clientes al mismo tiempo y por eso ocurrió el crack bancario de 1929 en EEUU, que produjo la gran depresión de los años 30 del siglo pasado o más recientemente, ocurrió el caso de los corralitos argentinos, entre otros casos de quiebras financieras, donde los bancos centrales debieron convertirse en prestamistas de última instancia, para salvar bancos quebrados, mediante la producción de dinero adicional, donde los depositantes ven afectado su patrimonio por efectos de la inflación subyacente, que destruye la capacidad de compra del dinero que les costó tiempo, trabajo, esfuerzo y privación del consumo para poder ahorrar, en previsión de la incertidumbre del futuro.

El uso y costumbre actual en países de la zona euro es manejar un encaje legal cercano al 0%, en otros países con economías avanzadas se maneja un coeficiente de caja menor al 10 % y en países con inestabilidades económicas como son los latinoamericanos, hay encajes superiores al 15 % y esas praxis financieras junto al relajamiento del crédito, son una de las causas de las crisis económicas cíclicas y de quiebras de bancos y economías a nivel global.

Para el caso particular de Venezuela, según los datos disponibles del BCV, desde 1960 y hasta septiembre 2018 el encaje legal ordinario promedio fue de 18,5%, entre octubre 2018 y enero 2019 fue del 31%, entre febrero 2019 y marzo 2020 fue de 57%, a partir de abril del 2020 fue del 93%, a partir de enero de 2021 el encaje fue de 85% para depósitos en moneda nacional y del 31% para depósitos en divisas, aunque no tengo más información actualizada al respecto, sobre otros cambios al encaje legal.

En mi opinión, la política del BCV de incrementar a partir del año 2018 el encaje legal para controlar la expansión monetaria generada por el dinero crediticio, que a la vez produce aumento de la oferta monetaria y por ende inflación y aumento de los tipos de cambio, aunque es totalmente correcta, no ha dado los frutos esperados, porque junto con esa política restrictiva del encaje y del crédito, era necesario que hubiera una contracción del gasto fiscal, puesto que se obliga al BCV a financiar el déficit fiscal con producción de base monetaria en cantidades exponenciales.

Para que no se diga en el futuro que nadie sugirió, cuales acciones mínimas adicionales deberían tomarse para estabilizar la economía venezolana, junto con la próxima reconversión monetaria que empieza en octubre de 2021 y siendo reiterativo –pues lo he escrito en otros artículos de opinión– a continuación, indicaré algunas acciones básicas complementarias, de acuerdo con mi visión y opinión sobre estos temas:

Respaldar y redimir al nuevo signo monetario venezolano con oro.

Permitir la libre circulación de divisas y la completa bancarización de las monedas extranjeras, con una oferta de todo tipo de productos y servicios financieros en la banca nacional.

Mantener un encaje legal del 100% para los depósitos a la vista, tanto en moneda nacional como extranjera.

Eliminar el uso de la reserva fraccionaria, de modo que solo sea el BCV quien genere dinero nacional de curso legal y donde la base monetaria sea igual a la liquidez monetaria en cualquier tipo de moneda.

Otorgar créditos solo con base en depósitos a plazo fijo, donde se cobren y se paguen tasas reales positivas y competitivas a los clientes, que sirvan para promover el ahorro y la inversión real productiva, que debe ser manejada con eficiencia y eficacia.

Privatizar o preferiblemente entregar en concesión mediante licitaciones a inversores privados internacionales y/o nacionales, que aporten capital –muy abundante actualmente– y que tengan experiencia y credibilidad demostradas en el manejo de empresas públicas de servicios, tales como son: telefonía, electricidad, hidrológicas, gas y otros entes empresariales de carácter público, que no sean autosustentables, para que se encarguen de optimizarlos y le puedan quitar la carga al estado de estar produciendo un dinero sin valor en cantidades exponenciales, para pagar burocracia improductiva, que es una de las causas de la ruina nacional, pero para que también se produzcan servicios o bienes de excelente calidad, junto con impuestos, dividendos y regalías, que buena falta le hacen al país, que tiene a su principal industria –que es la petrolera– viviendo su peor momento histórico.

Reflexión final: si los entes responsables de la educación nacional, aún no están completamente listos para volver a clases presenciales de manera segura, por efectos de la pandemia o, por otra parte, si la reconversión monetaria no estuviera 100% preparada, para ser implantados a partir de octubre de 2021, no estaría de más, que se evaluara la posibilidad de posponer esas acciones, hasta que se puedan ejecutar sin correr ningún tipo de riesgo –eso sí: sin prisa, pero sin pausa–.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: viernes, 08 de octubre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 28 de septiembre del 2021 y está en el enlace: Encaje legal

domingo, 3 de octubre de 2021

Plan de contingencia

La gestión de riesgos es una actividad que permite: identificar, analizar, cuantificar la probabilidad de ocurrencia y el posible impacto producido, por efectos de eventos adversos, a que pueda estar sometido un ente, tal como puede ser: la humanidad, un país, una organización, una comunidad, un proyecto o una persona en particular, para buscar e implantar soluciones eficaces, que sirvan como: prevención, corrección, mitigación y/o recuperación, de los problemas derivados por cualquier situación sobrevenida fortuitamente.


En principio, se podría considerar el riesgo, como una función dependiente de dos variables que son, el tipo de amenaza y la vulnerabilidad que representa esa amenaza para el ente en cuestión y por supuesto que, dependiendo de la magnitud y de la complejidad del ente estudiado y sus procesos, pueden existir cientos de amenazas y por lo tanto, a los efectos de este artículo, me enfocaré solo en algunos como son las organizaciones empresariales y dentro de ellas, específicamente analizaré solo el área de sistemas de información, que es la disciplina de mi especialidad.

Dentro del mundo de los sistemas de información, podemos encontrar diversas divisiones tales como son: la infraestructura tecnológica, las telecomunicaciones, el firmware y el software, siendo que dentro de esta última división podemos distinguir entre software: ambiental –sistemas operativos, manejadores de bases de datos, antivirus, lenguajes de programación–; de productividad –Word, Excel, Power Point– y las aplicaciones –que pueden ser entre otras: crédito, pedidos, inventarios, despacho, facturación, cobranzas, cuentas por pagar, nómina, contabilidad, etc– que dependen del tipo de servicio o de producto que genere la institución empresarial y estas aplicaciones son quienes aportan la inteligencia –reglas de la empresa– en forma de funcionalidades digitalizadas, para efectuar las diversas operaciones del núcleo del negocio.

El ciclo de vida de un sistema de información se puede dividir en 7 fases que son: definición, análisis, diseño, construcción, pruebas, implantación y post implantación, siendo que desde la primera fase de definición, es necesario comenzar la actividad de gestión de riesgos, puesto que uno de los productos entregables para cada sistema informático que se implante en una organización, es el plan de contingencia, que le permitirá a la compañía mantener la continuidad del negocio, ante la presencia de cualquier evento adverso que le pueda ocurrir durante la operación normal y además recuperarse de la manera más rápida y menos traumática posible.

Debido a las diversas amenazas a las que puede estar sometido el funcionamiento de un sistema, para poder: identificar, analizar, cuantificar y considerar las vulnerabilidades de mayor importancia, con el propósito de crear planes de contingencia adecuados –planes B–, es normal que el equipo del proyecto –compuesto por técnicos y usuarios– haga preliminarmente una tormenta de ideas, donde en una matriz bidimensional, en la primera columna de cada fila se indique una amenaza posible y a continuación, en las siguientes columnas se coloque una calificación de la vulnerabilidad a la que está expuesto el ente empresarial, mediante una probabilidad de ocurrencia del evento adverso y su porcentaje de impacto sobre el negocio, pero debido a que es posible que la lista de amenazas sea muy extensa y como los recursos son siempre limitados, se deben priorizar las amenazas a considerar, basados en los porcentajes de ocurrencia y en el impacto de la vulnerabilidad sobre la empresa, para lograr obtener planes de contingencia realistas, eficaces, eficientes y óptimos de ser posible, dependiendo de cada situación particular.

Dentro de la lista de vulnerabilidades encontradas por el equipo de proyecto, es normal que aparezcan algunas debidas a fenómenos tales como: caídas de meteoritos, tormentas solares, interferencias magnéticas, terremotos, tempestades, inundaciones, tsunamis, derrumbes de estructuras, incendios, fallas de electricidad o telecomunicaciones, fallas de servidores, daños en bases de datos, fallas del control de calidad de nuevas versiones de software ambiental o de aplicaciones, obsolescencia de infraestructura o de sistemas, guerras, sabotajes, falta de personal adecuado, inconsistencia en el código fuente, falta de documentación actualizada, etc.

Una vez determinada con la alta gerencia, cuáles son las amenazas priorizadas para los que deben prepararse los planes de contingencia, es necesario asignar los recursos humanos, físicos y financieros adecuados, para poder continuar junto al desarrollo del sistema, con las fases subsiguientes del plan B, donde es muy importante que los protocolos de contingencia establecidos sean: probados, documentados, conocidos por los usuarios, actualizados y que periódicamente se hagan simulaciones con líderes responsables y capacitados, para garantizar que dichos planes funcionan correctamente y no son solo letra muerta.

Dependiendo de los recursos económicos asignados y del tipo de contingencia presentado, tales planes de contingencia pudieran ser muy sofisticados e incluir instalaciones redundantes en paralelo, ubicadas en sitios remotos geográficamente, con servidores tipo espejo, donde se mantiene toda la información duplicada y sincronizada en tiempo real, lo que puede garantizar un servicio cercano al 100%, para que las fallas sean incluso imperceptibles para los usuarios, pero también es necesario considerar que para cuando toda la tecnología digital falla –situación que puede ocurrir con más frecuencia de lo que nos podemos imaginar– junto con los procesos automatizados se deben tener procedimientos manuales redundantes, funcionales, eficientes y confiables, que permitan mantener las operaciones del negocio, bajo las condiciones más adversas y por largos períodos de ser necesario, mientras se pueden solucionar las causas de las posibles fallas sobrevenidas y regresar a la normalidad.

Aunque los planes de contingencia son buenas prácticas profesionales en sistemas automatizados, debido a los costos que representa la redundancia de sistemas y procesos alternos, es difícil encontrar instituciones, donde estén implantados y actualizados a conciencia dichos planes de contingencia, excepto quizás en las grandes corporaciones de tecnología del tipo Microsoft o Google, quienes invierten gran cantidad de sus recursos, para mantener su funcionamiento en niveles cercanos al 100% o recuperar sus servicios en corto tiempo, teniendo interrupciones mínimas, para evitar la posibilidad de “apocalipsis informáticos” (metáfora), pero no es bueno despreciar u olvidar la importancia de los sistemas analógicos y de los procesos manuales alternativos, por si hay que echar mano de algunos de ellos en momentos de crisis.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 03 de octubre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 21 de septiembre del 2021 y está en el enlace: Plan de contingencia