miércoles, 28 de diciembre de 2022

El estado profundo

En vista del fracaso inexplicable de los gobiernos del mundo, donde a pesar de la existencia de todo tipo de riquezas tanto físicas como intelectuales y al avance en las ciencias y las artes, la mayoría de las personas son cada vez más pobres y tienen peores condiciones de vida, los seres racionales nos preguntamos por las causas que producen esos efectos perversos indeseados y entonces sospechamos que existe algún tipo de poder maligno global que se mantiene en la oscuridad –el estado profundo– que se impone y domina a los poderes regionales visibles, donde en muchos casos los representantes y los gobernantes financiados e impuestos por ese superpoder a las naciones, no son los ciudadanos más capaces y apropiados para ocupar los cargos públicos y por otra parte, dichos seudo líderes muestran total insensibilidad por los problemas que afectan a los ciudadanos, que dicen representar.

Como una alegoría del estado profundo, existe una serie satírica de televisión llamada los Simpson, donde un anciano: decrépito, egoísta, enfermo, amargado y avaro, que posee un insaciable deseo por aumentar su propia fortuna y poder a costa de la desgracia ajena, quien es llamado el señor Burns, que es el dueño de la central nuclear de Springfield y para lograr sus objetivos coloca a un pelmazo llamado Homero Simpson, quien es: perezoso, tramposo, grosero, incompetente, torpe, vago y descuidado, como el encargado de manejar la central nuclear productora de la electricidad que alimenta la ciudad donde viven los Simpson.

Aunque no lo creamos, existe una élite económica global que se ha apropiado de los destinos del mundo y en nombre de la democracia, la libertad y los derechos humanos –que solo son un disfraz, para engañar a los ingenuos– hacen parte de una especie de olimpo, que han coludido entre ellos para escoger e imponer a los políticos de conveniencia, quienes dan la cara a los ciudadanos, pero realmente cumplen ordenes de quienes los han financiado y colocado en el poder.

Esa es una de las razones por las cuales vemos que naciones otrora poderosas como era Estados unidos, tiene un conjunto de problemas que sus gobernantes no han podido resolver, tales como son entre otros: drogadicción, violencia, delincuencia, pobreza, indigencia, inflación, desindustrialización y especulación financiera, pero a pesar de estos problemas tan críticos para el bienestar de sus habitantes, sus gobernantes prefieren dedicar su energía y su capital financiero para sostener guerras en diversas partes del mundo, a solicitud del estado profundo.

Algo similar a lo que ocurre con los políticos de EE. UU sucede con los políticos de Europa, donde se han tomado medidas irracionales que han producido una crisis energética, económica y humanitaria, por estar escuchando cantos de sirena de manipuladores políticos, de tal forma que en este invierno de 2022 los habitantes de dichas latitudes sufrirán los rigores del frio y el retroceso industrial, a tal punto que han tenido que reactivar las centrales termoeléctricas que funcionan con carbón, para medio suplir el consumo de energía.

En el foro económico mundial de Davos correspondiente al 2022, uno de los miembros del estado profundo, indicaba que tanto China como Rusia representaban un peligro para la humanidad y que no era conveniente llegar a ningún tipo de acuerdo con esas naciones, lo que a todas luces es una irracionalidad, pues el mundo necesita: diálogo, negociación, conciliación, unión, cooperación, diplomacia y paz en vez de confrontaciones y guerras, para lograr ofrecerle: estabilidad, seguridad, bienestar y prosperidad a los habitantes del planeta.

Si estos manejos políticos y económicos ocurren en las naciones más avanzadas del mundo como EE. UU y Europa, Latinoamérica no escapa de esas situaciones y así es como se observan algunos casos como los de Pedro Castillo o un invento fracasado llamado gobiernos interinos entre otros, donde algunos se rasgan las vestiduras defendiendo a actores políticos defenestrados por incompetentes.

Adicionalmente, en estos tiempos tormentosos se nota la ausencia de verdaderos estadistas que sean líderes mundiales sabios y sensatos, pues infortunadamente el estado profundo que es el poder detrás del poder, prefiere imponer a quienes cumplan con sus órdenes y favorezcan sus negocios –comediantes, humoristas, cuenta cuentos, demagogos, payasos, desorientados, corruptos, delincuentes, etc.– cuyas gestiones no favorecen precisamente a las naciones del globo, sino a los especuladores que juegan al monopolio, pues ya se han apropiado del dinero y de los activos del mundo.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 28
 de diciembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 27 de diciembre del 2022 y está en el enlace: El estado profundo

miércoles, 21 de diciembre de 2022

De aquellos polvos vienen estos lodos

Debido a las expansiones exponenciales de liquidez monetaria ocurridas en Venezuela desde 1975 y hasta la fecha, se le fueron agregando ceros a la moneda nacional, lo que produjo la pérdida de su valor por inflación y desde el año 2008, se comenzó a eliminar ceros cada cierto tiempo al bolívar a medida que iban creciendo los montos, cambiando los nombres por bolívar fuerte o bolívar soberano; pero a partir del 1 de octubre de 2021 y después de haber eliminado un total de 14 ceros al bolívar original, se implantó el bolívar actual llamado bolívar digital y el tipo de cambio inicial para la fecha de su implantación era de 4,18 bs/dólar, siendo que para el 16 de diciembre de 2022 –cuando escribo este artículo– la tasa de cambio oficial es de 15,77 bs/dólar, lo que implica una devaluación o depreciación acumulada de la moneda nacional de 277,27% en 13,5 meses, que representa una devaluación monetaria promedio mensual de 20,54%, lo que conducirá a un colapso económico en el corto plazo, de continuar con esas malas prácticas.

Como lo expliqué en un artículo llamado La devaluación es una estafa desde tiempos del imperio romano el objetivo de devaluar una moneda es repudiar los pasivos adquiridos y estafar a los usuarios del dinero, sin que ellos se percaten que están siendo timados, pues por su ingenuidad se pretende que no se den cuenta que no es lo mismo una cifra nominal que una real, de tal manera que en el caso de la antigua Roma, trabajadores, soldados, ingenieros y proveedores del imperio, al recibir las mismas o quizás mayores cantidades de denarios con más cobre pero menos contenido de plata, se arruinaban mientras que emperadores y cortesanos protegían su riqueza de la inflación que genera la devaluación y la expansión de liquidez, reservando solo para ellos una moneda de oro llamada el áureo, pero finalmente esas malas artes derrumbaron al imperio romano.

En Venezuela actualmente el salario mínimo mensual es de 130 bolívares y con una tasa de cambio de 15,77 bs/dólar, ese salario representa 8,24 dólares mensuales y con tendencia a llegar a cero, pero adicionalmente, las prestaciones sociales acumuladas de los trabajadores también se aproximan a cero, con lo cual se confirma que uno de los objetivos de devaluar la moneda es repudiar el pasivo laboral de los empleadores con sus trabajadores, si antes no se mueren de hambre por sus salarios precarios.

Para poder entender “cuáles fueron los polvos que trajeron estos lodos” metáfora– es necesario saber que el 24 de junio de 1918 el general Juan Vicente Gómez promulgó una ley que establecía como unidad monetaria de Venezuela el Bolívar de oro, equivalente a 0,290323 gramos de oro fino por bolívar emitido, legitimando así el patrón oro que existía desde 1857, por medio del cual los bancos nacionales podían emitir billetes respaldados y redimibles con oro –metal que debían mantener en sus bóvedas– y los ciudadanos podían exigir a los bancos el canje de sus billetes por oro físico, lo que imponía disciplina monetaria y fiscal, pues se mantenía la racionalidad en el gasto público, la credibilidad y la estabilidad del valor de la moneda nacional.

El 13 de julio de 1939 se crea el Banco Central de Venezuela –BCV– de modo que la emisión de billetes respaldados por oro y la acuñación de monedas metálicas quedaron bajo su exclusiva responsabilidad, siendo algunos de sus objetivos: centralizar la emisión de billetes, regular la circulación monetaria, centralizar las reservas monetarias del país y vigilar y regular el comercio de oro y de divisas y además vigilar el valor de la unidad monetaria tanto en su poder adquisitivo interior como en su relación con las monedas extranjeras.

El 30 de diciembre de 1974 se publicó la gaceta oficial número 1.711, que contiene el decreto número 507 del 30 de octubre de 1974, donde se eliminó el Bolívar oro, siendo presidente Carlos Andrés Pérez, el ministro de hacienda Héctor Hurtado y el ministro de la oficina de coordinación y planificación Gumersindo Rodríguez y a partir de esa fecha nefasta se jodió Venezuela, porque de ahí en adelante el BCV –como ente creador de la base monetaria– y los bancos comerciales –al otorgar algunos créditos– podían emitir dinero de la nada infinitamente, siguiendo las recomendaciones de una teoría fracasada llamada keynesianismo.

Durante la vigencia de 56 años del Bolívar oro se mantuvo una inflación promedio anual de 1,3%, un PIB relativamente creciente y una moneda que conservaba su valor interno y externo, con un tipo de cambio fijo menor a 5 bs/dólar, pues no se podía emitir dinero sin el respaldo adecuado con oro físico, ni otorgar créditos con dinero ficticio producido por el uso de la regla llamada reserva fraccionaria.

A partir del 30 de diciembre de 1974 algunos supuestos expertos en economía, profesores, intelectuales, políticos, exdirectivos de bancos quebrados, delincuentes financieros, especuladores y vendedores de encuestas amañadas, empezaron a recitar mantras tales como: el bolívar está sobrevaluado, sufrimos la enfermedad holandesa, para producir y exportar hay que hacer devaluaciones competitivas, las expansiones de liquidez no generan inflación, etc., que aún hoy algunos sinvergüenzas siguen repitiendo como loros a pesar de las evidencias.

El Dr. Luis Herrera empezó a devaluar la moneda el 18 de febrero de 1983 –llamado el viernes negro– y a partir de ese momento los gobiernos sucesivos no han cesado de generar dinero en cantidades astronómicas, devaluar la moneda, implantar controles de cambio y colocar obstáculos a la libre circulación de divisas y en mi opinión, esas prácticas monetarias y cambiarias son las causas de las crisis: económica, social, política y humanitaria, que algunos irracionales de los diversos bandos y latitudes, piensan que se puede resolver causando el genocidio de la población venezolana, mientras se apropian de los fondos, activos, inversiones y recursos del país, aunque se destruya a sus ciudadanos y para más inri, creen que colocando a cualquier pelmazo en el poder se podrían solucionar los problemas de la nación.

Después de 1975  empezaron a quebrar algunos bancos, que financiaron o en ciertos casos incorporaron a caudillos y a políticos como accionistas o asesores, para facilitar la creación de leyes y reglas que favorecieran al sector financiero, tales como fueron los casos del Banco Latino de Pedro Tinoco, político, exministro de hacienda y expresidente del Banco Central de Venezuela, quien financió campañas electorales y posteriormente el grupo Latinoamericana progreso de Orlando Castro que fue a la quiebra en 1994 y la nación tuvo que asumir sus pasivos, siendo que también los decretos de controles de cambios facilitaron la apertura de agencias bancarias en paraísos fiscales, donde delincuentes financieros estafaron a sus depositantes, quienes ingenuamente confiaron sus capitales a esos estafadores, que disfrutan sus dineros mal habidos compartiendo con alguna de la realeza europea.

Venezuela es un país exportador de hidrocarburos y por lo tanto, la justificación de devaluar para producir y exportar no es válida, pues las cuotas de producción y el precio del petróleo dependen de un cártel llamado OPEP –o en el peor de los casos, depende de los mercados de futuros, donde los especuladores transan cantidades ficticias de materias primas para obtener ganancias sin intercambiar nada real–, hay cierta insensibilidad de la demanda y además, la devaluación es una praxis negativa porque genera inflación, encarece los insumos importados, hace más onerosa la deuda externa del país y termina arruinando a los ciudadanos, porque disminuye su poder adquisitivo, destruye el ahorro, incentiva la especulación, contrae la demanda agregada, haciendo que se contraiga la oferta agregada y por ende que caiga el PIB y el nivel de empleo, pero además aleja a las inversiones internacionales, pues al haber inestabilidad cambiaria, ningún inversor sensato va a traer o cambiar su capital en divisas relativamente estables, para convertirlo a un dinero volátil y sin valor, cuando vaya a repatriar sus ganancias o su capital.

Adicionalmente, las prácticas devaluatorias son una estafa contra: pensionados, trabajadores, ahorradores, productores e inversores de la economía real y solo favorece a los especuladores, que tienen en la banca a una vaca lechera –mediante la disminución del encaje legal– porque: piden créditos fáciles y blandos en moneda nacional, compran activos y divisas baratas que las pueden vender a mayor precio en el mercado paralelo –figura llamada arbitraje cambiario– y luego diluyen sus deudas con devaluación e inflación subyacente, sin producir nada útil para el país, mientras la economía colapsa.

Es importante considerar que algunas empresas pertenecientes al estado que no sean autosustentables deben ser privatizadas total o parcialmente, para que produzcan bienes y servicios de calidad, sean rentables, paguen regalías e impuestos y se encarguen de cancelar nóminas y pasivos laborales, para que el gobierno no tenga que fondearse con la emisión de dinero inorgánico.

Como el secreto del éxito de una economía sana, honesta y estable, es resolver primero el problema monetario, donde no se pueda emitir dinero que es un pasivo, sin que haya un activo real en la contrapartida, si consideramos que con el 13% de las reservas internacionales existentes al 09 de diciembre de 2022  se puede absorber toda la liquidez monetaria y reemplazarla por divisas para reiniciar la nación, mi deseo para Venezuela es que se logre activar en el corto plazo alguna de las 3 alternativas válidas y factibles que he propuesto en oportunidades anteriores y que son:

I.- Dolarizar, eurizar o yuanizar, plenamente la economía nacional

II.- Crear una caja de conversión cambiaria

III.- Regresar al patrón oro


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 21
 de diciembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 20 de diciembre del 2022 y está en el enlace: De aquellos polvos vienen estos lodos

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Notas económicas sobre Venezuela

Revisando las estadísticas de frecuencia semanal del BCV al 2 de diciembre de 2022, podemos observar que la base monetaria –que es el dinero que genera el banco central de Venezuela– era de 14.437.683.463 bolívares, mientras la liquidez –que es la oferta monetaria total– era de 18.396.358.376 bolívares, lo cual implica que hay un diferencial entre liquidez y base monetaria de 3.958.674.913 bolívares, que es un dinero adicional creado por la banca comercial al otorgar créditos, siendo que en términos porcentuales el 78% de la liquidez corresponde a la base monetaria, mientras que el 22% corresponde al diferencial adicional, que no es un pasivo monetario del BCV, pero además, se observa que en las dos semanas anteriores a la fecha indicada hubo un incremento de liquidez del 26%, lo cual genera presiones inflacionarias y alta demanda de divisas.

Para la fecha 2 de diciembre de 2022 el tipo de cambio BCV era de 11,69 bs/dólar y si dividimos la liquidez en bolívares por el tipo de cambio oficial, obtenemos la liquidez monetaria expresada en dólares que era de 1.573.683.351 dólares, mientras que las reservas internacionales eran de 10.000.000.000 dólares, lo que implica que toda la liquidez monetaria en dólares corresponde al 16% de las reservas internacionales y esto conduce a afirmar que todos los bolívares existentes en el mercado se pueden absorber y reemplazar por divisas, con el 16% de las reservas internacionales quedando disponible el 84% restante.

Si dividimos la liquidez monetaria en bolívares por las reservas internacionales en dólares obtenemos una relación llamada tipo de cambio implícito que es 1,84 bs/dólar y si ahora dividimos la tasa de cambio oficial por el tipo de cambio implícito podemos ver que el tipo de cambio oficial es 6,35 veces la tasa de cambio implícita, de donde podríamos concluir que la tasa de cambio oficial del BCV está sobrevalorada con respecto al tipo de cambio implícito de referencia.

Para la fecha 9 de diciembre de 2022 la tasa de cambio oficial era de 14,13 bs/dólar lo que representa una devaluación porcentual de 21% en una semana, que indica una devaluación promedio diaria durante la última semana del 3%, mediante un método conocido como crawling peg.

Si consideramos que el salario mínimo actual es de 130 bs/mes, a tasa de cambio oficial ese salario es de 9,20 dólares/mes o sea 0,31 centavos de dólar/día y con una tasa promedio de devaluación diaria del 3%, dentro de pocos días el salario nominal mensual estará cerca de cero dólares, lo que hace que dicho salario real sea negativo, pues no alcanza ni para cubrir los gastos de transporte del trabajador.

Por otra parte, al colocar obstáculos para transar, comprar y vender divisas de manera libre, desde hace varios años ha existido un mercado paralelo, donde la tasa de cambio del mercado negro para el 9 de diciembre de 2022 era de 18,20 bs/dólar, que es un 29% superior al tipo de cambio oficial y aquí es donde los especuladores usan una estrategia llamada arbitraje financiero, que consiste en comprar divisas en el mercado oficial y venderlas en el mercado negro, usando bolívares tomados a crédito –por eso promueven la disminución del encaje legal, para apropiarse indebidamente de ahorros y depósitos de los ingenuos– y obteniendo ganancias diarias cercanas al 29% por cada operación efectuada –una pelusa–, estafando así a los ciudadanos y jodiendo a la economía del país, con la anuencia y apología de profesores de economía y supuestos expertos económicos sinvergüenzas, que además son vendedores de encuestas amañadas y que recomiendan devaluar permanentemente la moneda, según ellos para poder aumentar la producción nacional y la exportación, lo cual es una falacia, si se tiene en cuenta que desde el año 2008 se han eliminado 14 ceros a la moneda nacional, de tal suerte que el tipo de cambio con referencia al año 2008 es de 1.413.000.000.000.000 bs/dólar o sea 1.413 billones latinos de bolívares/dólar, que es una cifra propia de la economía de Zimbabue, sin que se haya disparado ninguna producción y la exportación ha sido únicamente de capital financiero y humano, porque los promotores de la devaluación recomiendan también que no se incrementen los salarios de los trabajadores, quienes deben abandonar al país o morir de hambre, causando problemas migratorios.

En economía existe un supuesto de insaciabilidad que en palabras simples es la avaricia– que hace creer a los ingenuos que “siempre más es mejor” sin entender los conceptos de cantidades nominales vs reales, con lo cual se distorsiona la ley de oferta y demanda, convirtiendo en una utopía la creencia de auto regulación de precios de bienes y servicios, mediante las fuerzas del mercado, lo que desencadena perversiones tales como: la especulación, el acaparamiento, el consumismo y la neoesclavitud, entre otras distorsiones, siendo por ello necesario la participación activa de los gobiernos, en materia de regulación de precios y salarios para evitar situaciones, tales como las que ocurren con los oferentes de alimentos, quienes prefieren botar a la basura un alto porcentaje de estos bienes al llegar a la fecha de vencimiento, en vez de manejar precios racionales mediante las ofertas, para que los ciudadanos los puedan adquirir y los comerciantes obtengan mayores beneficios por volumen de ventas. Por esa razón considero que se deben crear topes a los precios en dólares para los bienes y servicios, pero además en vez de mantener especuladores y productores ineficientes, de ser necesario habrá que abrir las importaciones, para evitar monopolios de oferta.

En Venezuela hay falta absoluta de equidad y racionalidad económica, pues como se indicó anteriormente, los salarios reales son tan precarios –menores a un dólar diario– lo que genera pobreza extrema, con un salario mínimo real mensual que representa solo 1 kilogramo de carne de res o menos, con lo cual los trabajadores no logran recuperar su energía vital y así no pueden ser productivos, pues un salario mínimo mensual real debería alcanzar para comprar al menos 60 kilos de carne de res y esta situación de irracionalidad económica, es conocida como neo esclavitud.

Si el banco central de una nación, que tiene como objetivo mantener el valor tanto interno como externo de la moneda nacional y la estabilidad de los precios, no logra cumplir con sus objetivos fundamentales, debería ser eliminado y proceder a dolarizar plenamente la economía como una alternativa válida y factible, pues como lo he mencionado en otras oportunidades, las otras dos opciones serían: crear una caja de conversión cambiaria o mejor aún regresar al patrón oro, siendo que estas dos últimas opciones obligan a conservar la figura del banco central, que debería ser un ente autónomo, eficiente y eficaz en el cumplimiento de sus objetivos.

Con acciones monetarias y financieras irracionales, las personas, las empresas y los países terminan: quebrados, arruinados y endeudados, mientras se le colocan cantidades astronómicas de ceros a las cifras que se manejan en la economía, creyendo ingenuamente que esto es riqueza, lo cual ahuyenta tanto a los recursos humanos como a los financieros que quieran invertir en la economía real del país.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 14
 de diciembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 13 de diciembre del 2022 y está en el enlace: Notas económicas sobre Venezuela

jueves, 8 de diciembre de 2022

El reinicio de Venezuela

Venezuela es una tierra bendecida por la naturaleza y desde el comienzo de la república en 1830, ha promovido y recibido con los brazos abiertos a la inmigración, sin hacer distinción de raza, religión u origen geográfico, siendo una nación donde no ha existido xenofobia ni discriminación alguna y actualmente, los nuevos inmigrantes serán bienvenidos y el país estará encantado de recibirlos, siempre que vengan en paz a: trabajar, invertir, producir o simplemente como turistas, que quieran evitar morirse del frio que afectará al hemisferio norte en el próximo invierno.


La nación venezolana está rodeada por países pacíficos y amistosos, pero además es poseedora de características especiales, tales como son: temperaturas cálidas, climas moderados, abundante luz solar, vientos de buena velocidad, acceso al océano Atlántico,  rica plataforma submarina, costas en el mar caribe, ríos, lagos, lagunas, tierras fértiles, montañas, llanuras, selvas, oro, petróleo, gas, hierro, níquel, coltán y aluminio, entre otros recursos naturales abundantes y por otra parte, también posee recursos humanos valiosos, producto de una mezcla de culturas y razas caribeñas con inmigrantes provenientes de diversas latitudes en siglos pasados, lo que produjo gente: inteligente, laboriosa y creativa.

En vista de la existencia abundante de recursos naturales y humanos, esta nación debería tener como denominador común para sus habitantes: paz, bienestar, progreso y prosperidad; pero debido a que ha sufrido crisis multi dimensionales, por malas praxis económicas y políticas, que vienen ocurriendo desde hace varias décadas, después del aprendizaje en carne propia, producto del sufrimiento y las malas experiencias vividas por sus ciudadanos, este es un momento excelente y oportuno para explorar y valorar nuestras fortalezas, corregir algunas de las debilidades más prominentes y redireccionar rumbos errados del pasado, para lograr que Venezuela vuelva a renacer y a ser otra vez una nación grande, tanto para los ciudadanos nacionales como también para los extranjeros.

Las negociaciones recientes hechas en México y el entendimiento entre gobierno y oposición, que permitan buscar soluciones inteligentes y honestas a los problemas de índole económico, social y político de Venezuela, son bien recibidas, pues ya basta de enfrentamientos estériles e inútiles, donde los afectados son los venezolanos sin excepción, quienes no deben seguir sufriendo por falta de conciliación, diálogo y uso de una buena diplomacia, que ponga punto final a las divisiones y confrontaciones de tipo político y aspiro que en este aspecto, las futuras elecciones que deberían ser honestas, cuenten con los mejores candidatos posibles que posean: heurísticas, virtudes, aptitudes, actitudes, sabiduría y la capacidad de crear equipos de gobierno eficientes y eficaces, para producir los cambios y soluciones que requiere la nación.

Por causa de la crisis geopolítica entre Ucrania y Rusia que aún no se ha resuelto por las vías conciliatorias, por haber tomado malas decisiones para las poblaciones de Europa y donde la única salida debe ser un alto al fuego inmediato y una negociación sincera entre las partes involucradas, con la llegada del crudo invierno a partir del 21 de diciembre, Europa se podría congelar, por existir una crisis de tipo energético, que causará sufrimiento y muerte para muchos de sus ciudadanos, razón por la cual, Venezuela y otros países latinoamericanos podrían convertirse en aliados comerciales de Europa –recibiendo migración temporal en calidad de turismo– de tal suerte que sin más demora, para evitar: improvisación, caos y aglomeraciones de última hora, se deben planificar las acciones logísticas relacionadas con: asesoría, transporte, alojamiento y alimentación, de manera racional y ordenada, de una importante cantidad de ciudadanos europeos que huirán de las inclemencias del frio, quienes vendrían a pasar los meses del invierno en nuestras tierras, para lo cual es importante inventariar y preparar en el cortísimo plazo, toda la oferta de infraestructura hotelera y de transporte, siendo esta recomendación también válida para aquellos países de Latinoamérica, que estén dispuestos a recibir gran cantidad de turistas que son los migrantes “damnificados energéticos” provenientes de Europa.

Por otra parte, debido a la necesidad de energía fósil que tiene Europa en estos momentos y mientras se logra hacer una transición hacia energías limpias, Venezuela debe prepararse para negociar el aumento de la exploración, producción y exportación de hidrocarburos, con el aporte financiero y técnico de las compañías petroleras europeas, norteamericanas o de otro origen, que quieran invertir en el país.

Adicionalmente, teniendo en cuenta la existencia en Venezuela de zonas aptas para instalar granjas solares, parques eólicos y represas para hidroeléctricas, que permitan producir hidrógeno verde, junto con la llegada de las empresas petroleras, vendrán otros inversores que aporten el capital y la tecnología necesaria para instalar la infraestructura de generación y exportación del vector energético limpio del futuro como es el hidrógeno verde, lo que permitirá preparase para la descarbonización del mundo en el mediano y largo plazo.

Como un requisito básico para poder repatriar a nuestros emigrantes connacionales, atraer vacacionistas, inmigrantes e inversores productivos de diversas nacionalidades y que el país renazca basado en industrias tales como son: turismo, agricultura, hidrocarburos e hidrógeno verde, es necesaria la implantación de una moneda fuerte y estable, que permita conservar el valor del dinero, para lo cual Venezuela tiene tres alternativas posibles: 1. Dolarizar, eurizar o yuanizar plenamente la economía, 2. Crear una caja de conversión cambiaria y 3. Implantar una nueva moneda respaldada y redimible con oro –que en mi opinión, es la mejor solución– donde en los tres casos el secreto del éxito es que no se pueda emitir dinero –que es un pasivo para los emisores que son el BCV y los bancos comerciales en forma de créditos– si no se cuenta con activos de respaldo en la contrapartida, que deben ser divisas o mejor aún el oro.

Después de la última negociación en México, se informa al país que inicialmente van a liberar 3.000 millones de dólares que estaban bloqueados y hay diversas opiniones de cómo usar esos fondos –reparación de escuelas, arreglo de infraestructura eléctrica, ayudas a los emigrantes nacionales, ayudas a los damnificados por las lluvias, entregar bonos navideños, aumentar el salario, arreglos de hospitales, etc.– que a pesar de ser objetivos válidos y que al parecer la cifra liberada es un monto importante, si como referencia consideramos una población de 30 millones de habitantes, esto significa un monto promedio de 100 dólares per cápita, que si se diluye al no darle un buen uso, no sería un logro estable para la nación.

Por esa razón, quizás el mejor y más eficaz uso que se podría dar a parte de ese monto inicial en divisas o algún desembolso siguiente, seria usarlo para: dolarizar plenamente la economía o implantar una caja de conversión cambiaria o mejor aún regresar al patrón oro, si consideramos que la liquidez al 25 de noviembre de 2022 era de 16.164 millones de bolívares y el tipo de cambio era 10,73 bs/dólar, lo cual implica que con solo 1.507 millones de dólares –la mitad del monto liberado– se podrían reemplazar todos los bolívares existentes por dólares o su equivalente en oro y así habría una solución a la crisis de la economía, para abatir la inflación, la devaluación, la expansión de liquidez, la incertidumbre cambiaria y además sincerar y ajustar en dólares los precios y los salarios reales, teniendo en cuenta que algunas de las empresas públicas que no sean autosustentables ni productivas, deberían ser privatizadas total o parcialmente, para que se encarguen de pagar los salarios reales adecuados a sus trabajadores, produzcan dividendos, regalías e impuestos y le quiten el gasto salarial al gobierno, que actualmente debe generar bolívares de la nada, para pagar burocracias improductivas.

El 26 de enero de 2012, como producto de una investigación sobre las crisis venezolanas, usando series de datos históricas de la inflación en los 94 años anteriores, publiqué en mi blog de Economía y política del mundo, un ensayo llamado Cómo salvar un país de su crisis económica donde la conclusión fundamental fue que la causa de los problemas de Venezuela eran de origen monetario y por eso concluía dicha publicación con el siguiente párrafo: “El anclaje del bolívar al oro, fue y será la mejor forma de controlar los niveles de inflación de Venezuela y con ello estabilizar la economía. A pesar de lo obvio de esta verdad, los economistas de pensamiento keynesiano, siguen tratando inútilmente de resolver los fenómenos inflacionarios, aplicando devaluación, endeudamiento y emisión de dinero inorgánico, debido a que sería un cisma para ellos aceptar que John Keynes se equivocó en sus teorías macroeconómicas, que solo funcionan en el corto plazo y se volvió a equivocar cuando recomendó a los países del mundo, abandonar el patrón oro”.

Si en el año 2012 –cuando había cerca de 370 toneladas de oro de reservas internacionales en el BCV– se hubiera estabilizado y fortalecido la moneda nacional, se habría evitado el caos económico de los últimos 10 años, pero actualmente esta acción todavía se puede realizar y hay tres alternativas posibles para reiniciar la economía venezolana, con una moneda fuerte y estable, que conduzca al renacimiento de Venezuela: dolarizar plenamente la economía o implantar una caja de conversión cambiaria o regresar al patrón oro, siendo que en mi opinión, esta última solución es la que implantarán los bancos centrales del mundo en el corto plazo, para salir sin belicismo de la crisis producida por las expansiones keynesianas astronómicas de liquidez sin respaldo, que han hecho colapsar la economía mundial.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 08
 de diciembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 06 de diciembre del 2022 y está en el enlace: El reinicio de Venezuela

martes, 29 de noviembre de 2022

La devaluación es una estafa

En el libro VII de la República de Platón, hay un interesante tema llamado “La alegoría de la caverna” donde este filósofo griego, mediante el uso de metáforas –tal como la existencia de los habitantes de una cueva amarrados con cadenas de por vida por las piernas y el cuello, sin poder ver la luz del sol– pone de manifiesto el estado de la mayoría de la población, con relación al conocimiento de la verdad y donde la humanidad inconscientemente es prisionera y esclava de la ignorancia, tomando cómodamente por verdad, solo los ecos y las sombras fantasmales proyectadas de la realidad e infortunadamente, esta alegoría de hace 2500 años sigue vigente actualmente, por falta de una buena educación para los ciudadanos que somos víctimas de restricciones y manipulaciones informativas.

Sobre asuntos monetarios, financieros y cambiarios, que en mi opinión son de vital importancia porque afectan la calidad de vida de todos los ciudadanos, he investigado y publicado desde el año 2011 algunos artículos y ensayos, hasta el punto de parecer reiterativo y quizás fastidioso, porque observo que aún pululan los apologistas de las aberraciones devaluatorias, quienes siguen habitando en la caverna mencionada por Platón –metáfora– donde esos evangelistas y predicadores de las malas artes, irresponsablemente ponen en riesgo la economía, pues utilizan prácticas perversas para crear caos en los mercados y estafar a la gente inocente o ignorante, con diversos modus operandi, tales como son algunos de los más conocidos:

1.- Pedir créditos en moneda nacional, comprar divisas, promover la devaluación y luego vender parte de las divisas adquiridas para pagar las deudas devaluadas contraídas en moneda local, quedándose con una parte importante de las divisas compradas.

2.- Promover controles cambiarios o trabas y dificultades para transar o comprar y vender divisas, creando tipos de cambio y mercados paralelos al oficial, para utilizar un concepto llamado arbitraje, donde se compran divisas a precios bajos en el mercado oficial y luego se venden más caras en el mercado paralelo, siendo financiados por créditos bancarios.

3.- En los países con mercados libres de divisas, crear productos derivados con contratos a futuro, basados en tasas de cambio de diversas monedas extranjeras, hacer fluctuar los tipos de cambio para ofrecer en venta cantidades que no se tienen cuando el precio está alto y solicitar compras ficticias cuando el precio está bajo y así obtener ganancias mediante la diferencia entre el precio total de la venta menos el precio total de la compra, siendo que el dinero utilizado para especular, es tomado a crédito con apalancamiento de entidades financieras.

La devaluación es un fraude usado desde épocas del imperio romano, para reducir no solo los pasivos y las deudas contraídas, sino también el salario real de trabajadores, soldados e ingenieros de aquellos tiempos, sin que ellos se percataran, pues recibían nominalmente el mismo monto o quizás un monto mayor, pero realmente obtenían menos poder de compra por su trabajo, donde la trampa se hacía con las monedas de plata llamadas denarios, mediante métodos tales como la disminución del tamaño o del peso de la moneda o el aumento del porcentaje de aleación con metales más baratos, siendo que el objetivo de los emperadores quienes reservaban para ellos y sus cortesanos las monedas de oro– era siempre tener más dinero sin valor para gastar –expansión de liquidez– pero entregando menos metal de plata por denario a los usuarios de la moneda –devaluación– y esa fue una de las razones del colapso y el fin del imperio romano, pues esas malas praxis producen siempre: pobreza, ruina, delincuencia, repudio del dinero e inflación, en cualquier tiempo y lugar donde se utilicen.

Obsérvese que la devaluación, así como toda forma de especulación, son juegos de suma cero, donde lo que ganan los estafadores y especuladores –quienes no trabajan ni producen nada lo pierden quienes: trabajan, ahorran, invierten y producen, pues al devaluar la moneda se produce un traspaso de riqueza de la economía real hacia la economía especulativa o parasitaria, que en el mediano y el largo plazo conduce a crisis, recesiones, depresiones económicas y peor aún, hacia guerras civiles, locales o mundiales.

Debido a que en algunos países hay relajamiento en el manejo del crédito para especular en vez de producir, donde el encaje legal está cerca del 0%, lo cual implica que los bancos comerciales pueden prestar casi la totalidad de los depósitos y ahorros de sus clientes a tasas reales negativas, si muchos de esos clientes fueran a retirar su dinero simultáneamente, habría un problema de falta de liquidez o peor aún de insolvencia y esto podría conducir a implantar los corralitos financieros, a situaciones de inestabilidad y quiebra del sistema financiero o a expandir exponencialmente la liquidez monetaria por parte de los bancos centrales, para reflotar a los bancos comerciales quebrados e insolventes, situación que ha ocurrido en muchas otras ocasiones en diversas partes del mundo.

La ignorancia de la gente es utilizada por una especie de aprendices de brujo de la economía, quienes a cuenta de una supuesta experticia engañan a los ciudadanos, haciéndoles creer que es un gran negocio para habitantes y países ingenuos, estar devaluando permanentemente sus monedas, repitiendo como loros mantras tales como: la moneda está sobrevaluada, para producir y exportar se deben hacer devaluaciones competitivas, el país sufre la enfermedad holandesa, etc., frases que son familiares para muchos lectores.

A principios de los años 90 del siglo pasado, cuando cursaba un postgrado en una prestigiosa universidad, estando en una clase de microeconomía, el profesor de la materia, quien además era gerente de tesorería de un banco, quizás por tener en clase la visita de un par de personas extrañas, dedicó las 2 horas académicas para tratar de explicarnos las bondades de la devaluación para Venezuela, siendo que en vista de su insistencia, tuve que replicarle que esa práctica me parecía errada y además un fraude, más aún cuando se trataba de un país que solo exportaba hidrocarburos, que tienen una demanda altamente inelástica, con precios cartelizados y por esa razón, los países exportadores de crudo del medio oriente mantenían sus monedas fuertes y estables como correspondía a un país petrolero exitoso.

En Venezuela se le hace caso a las recomendaciones devaluatorias, mediante los cantos de sirena de: intelectuales, políticos, vendedores de encuestas amañadas y supuestos expertos, de manera que en el gobierno del Dr. Luis Herrera en 1983, empezaron las devaluaciones y hasta el presente no han parado de devaluar la moneda nacional y por tal razón, desde el año 2008 hasta la fecha se ha tenido que ir eliminando en promedio un cero por año a su signo monetario, para poder continuar con esas prácticas nefastas, siendo que para el 18 de noviembre de 2022, la tasa de cambio oficial estaba en 9,98 Bs/dólar, mientras el tipo de cambio implícito que es la relación Liquidez/Reservas internacionales es de 1,45 Bs/dólar lo cual implica que el tipo de cambio oficial es 6,88 veces la tasa de cambio implícita.

Con un salario mínimo mensual de 130 bolívares y una tasa de cambio de 9,98 bs/dólar, el ingreso de los pensionados y muchos trabajadores es de 13 dólares al mes o sea 43 centavos de dólar diario, lo cual es un salario real precario que esclaviza y hace pasar penurias a muchos ciudadanos, algunos de los cuales deben escoger entre morirse de hambre o emigrar del país en busca de ingresos que les permitan sobrevivir, pero por otra parte, al contraer la demanda agregada por el bajo poder de compra de la población, también se contrae la oferta agregada generando una caída del PIB, pues nadie querrá producir bienes o servicios que no tengan demanda en el mercado interno y finalmente, cuando el tipo de cambio se mantiene inestable, ningún inversionista real querrá traer sus divisas para ganar y repatriar un dinero devaluado, pero además, con el pretexto de la incertidumbre en la tasa de cambio futura, los comerciantes sin ningún tipo de escrúpulos ajustan sus precios de manera irracional, convirtiéndose en especuladores comerciales, de tal forma que se presentan inflaciones acumuladas irracionales de precios en dólares.

Para contrarrestar estas distorsiones hay diversas estrategias ortodoxas y honestas que se pueden usar solas o de manera combinada, para recuperar el salario real, fortalecer la moneda y estabilizar la economía, tales como pueden ser: la dolarización plena, la implantación de una caja de conversión o el regreso al patrón oro, donde se obligue al banco central y a la banca comercial a no emitir dinero sin respaldo adecuado o inorgánico, que es lo que ha venido ocurriendo desde comienzos de 1975 hasta el presente, para favorecer a los especuladores, en detrimento del trabajo, el ahorro y la inversión real en la economía.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 29
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 29 de noviembre del 2022 y está en el enlace: La devaluación es una estafa

martes, 22 de noviembre de 2022

Que América vuelva a ser grande

Make America Great Again –MAGA– fue el slogan utilizado en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, con el que convenció a los electores de llevarlo a la presidencia de Estados Unidos, ocupando ese cargo durante 4 años –entre 2017 y 2021– el cual quería continuar ejerciendo y por eso participó en la elección para el siguiente período sin tener éxito, pues no pudo cumplir en su mandato lo prometido durante la campaña del 2016, pero aun así, se ha vuelto a postular como precandidato para las próximas elecciones presidenciales de 2024.

Según mi opinión, en ese país existen al menos media docena de problemas que no han podido ser resueltos por sus gobernantes –incluidos los últimos presidentes Mr. Trump y Mr. Biden– dentro de los cuales está la siguiente lista de pasivos electorales:

1.- El consumo de sustancias narcóticas: dolorosamente, parte de sus habitantes han caído en ese vicio e infortunadamente en muchas ciudades, esa aberración está destruyendo al sector más vulnerable de la población y al futuro de la nación, que es su juventud, como es el caso de los zombis de Filadelfia, por citar solo una ciudad. 

2.- La violencia: debido a las facilidades existentes para adquirir y portar armas, cada cierto tiempo ocurren masacres en: centros comerciales, iglesias, escuelas y supermercados, donde algún desquiciado dispara, hiere y mata a gente inocente, pero adicionalmente, se generan sentimientos de: inseguridad, zozobra e impotencia, en sus habitantes.

3.- La pobreza: por la inequidad existente, para septiembre de 2022, la tasa oficial de pobreza era del 11,6% lo cual representa una cifra de casi 39 millones de habitantes y muchos de ellos son indigentes y sin hogar, algunos de los cuales viven en carpas en las calles, donde hacen sus necesidades fisiológicas o dentro de sus vehículos, pues están desempleados o sus ingresos son insuficientes para adquirir una vivienda o pagar un alquiler.

4.- La desindustrialización: las plantas de muchas empresas exitosas en el pasado cerraron o emigraron del país, en busca de mano de obra barata y esto genera desempleo, quiebra y fracaso de ciudades como Detroit, que era el asiento de grandes empresas ensambladoras de vehículos, convirtiéndose en cinturones de óxido y miseria, y peor aún, generando gran dependencia de la producción en el exterior, perdiendo así su autonomía.

5.- La inflación: debido a las llamadas flexibilizaciones cuantitativas, la FED que es su banco central, desde el año 2000 ha estado generando altas cantidades de dinero fiduciario con respaldo por deuda y los bancos comerciales generan dinero adicional en forma de crédito, sin que esa liquidez monetaria tenga una contrapartida con el PIB real –lo cual es insostenible en cualquier tiempo y lugar del mundo– y el resultado esperado, es que se produzca la pérdida del valor del dinero en forma de inflación, donde cada día los productos y los servicios suben de precio, haciendo a los ciudadanos más pobres y destruyendo los salarios reales, las inversiones y los ahorros de sus habitantes, llevando a los países a quiebras, recesiones y depresiones.

6. La especulación financiera: creo que esta es la peor deficiencia en esa nación, debido a que esta práctica es promovida por élites económicas parasitarias, en detrimento de los productores, inversores reales y consumidores y por esa razón, cada cierto tiempo ocurren crisis económicas como fueron la crisis de las puntocom en el año 2000, la crisis de las hipotecas basura en el año 2008 y actualmente, la crisis de los mercados cripto con actores como FTX, donde el dinero que los clientes entregaban en custodia, era dilapidado alegremente para comprar mansiones, yates o aviones privados o para prestarlo a los especuladores que apuestan en los mercados de derivados, haciendo trading de activos y productos fantasmas y pareciera que se han olvidado que las causas de la gran depresión iniciada en 1929 fue justamente de origen especulativo, donde las bancas comerciales y de inversión se depravaron, para apalancar la compra de acciones de empresas zombis, que terminaron quebradas.

Sobre la perversión económica especulativa publiqué un artículo llamado Es la especulación estúpido y considero que este slogan sería muy apropiado en la próxima campaña electoral para acceder a la presidencia de Estados Unidos, emulando a la frase ganadora utilizada en la campaña presidencial de Bill Clinton en 1992.

Cuando se habla de América en el mantra MAGA, se hace referencia solo a Estados Unidos, pero sería de gran utilidad que esa frase incluyera también a Latinoamérica –considerada el patio trasero– debido a que por las malas praxis: políticas, sociales y económicas de los gobiernos locales, que tienen arruinados a sus pobladores –principalmente por estar devaluando las monedas nacionales– para pagar salarios reales miserables y propios de una sub esclavitud, en favor de: especuladores, delincuentes financieros y corruptos, muchos ciudadanos latinos ingenuos deciden emigrar por los caminos verdes para Estados Unidos, generando una crisis migratoria y humanitaria adicional, sin saber que por los problemas citados anteriormente, el sueño americano se ha convertido en una pesadilla.

Para hacer que toda América vuelva a ser grande –incluyendo a Latinoamérica– se requiere postular y elegir candidatos a representantes y presidentes, que tengan capacidades de estadistas, que se ocupen de las necesidades y problemas de sus electores por encima de los requerimientos de sus financiadores –tales como son entre otros: BlackRock, Blackstone, George Soros o estafadores como Sam Bankman Fried– para que puedan resolver al menos algunos de los problemas mencionados arriba y que adicionalmente fortalezcan sus monedas nacionales, para lo cual en EE.UU se cuenta con 8.133,46 toneladas de oro en su banco central, según las estadísticas del World Gold Council, al final de septiembre de 2022, lo que permitirá corregir el error monetario cometido en esa nación en 1971 por Richard Nixon, cuando se abrió la caja de Pandora, al repudiar “temporalmente” los acuerdos de Bretton Woods, eliminando el patrón oro que mantenía: baja inflación, PIB creciente, estabilidad económica, progreso y prosperidad.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 22
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 22 de noviembre del 2022 y está en el enlace: Que América vuelva a ser grande

sábado, 19 de noviembre de 2022

Regresando al patrón oro

Al mediodía del 11 de noviembre de 2022, cuando inicié la escritura de este artículo, el precio de venta a futuro para diciembre de este año por onza troy, para los dos metales preciosos por excelencia, que son el oro y la plata eran 1.766,80 y 21,61 dólares de Estados Unidos respectivamente y esos precios mostraban una tendencia creciente en ese instante; pero teniendo en cuenta el dinamismo del mercado, el precio en cualquier momento puede cambiar y para efectos históricos, se tiene en cuenta el precio de cierre al final de cada día de negocios.

La relación de precios actual oro/plata es 82, lo cual implica que para adquirir una onza de oro se requieren 82 onzas de plata que pesan 2,55 kilogramos y justamente, su peso hace que la plata no sea tan apetecible para atesorarla como es el oro, a pesar de ser la plata el mejor metal conductor de electricidad y calor, razón por la cual tiene muchas aplicaciones en la industria y su demanda real aumentará exponencialmente con la transición hacia las energías limpias, como son las basadas en el hidrógeno verde, lo que hará que la relación indicada tienda a disminuir y por ende, que su precio tienda a subir.

Al presentarse alta inflación, devaluaciones permanentes e inestabilidad económica a nivel mundial, históricamente el oro y la plata han servido como activos de refugio para conservar el valor y la riqueza, puesto que ninguna divisa basada en dinero fiat o cripto está en capacidad de mantener el valor del dinero y cualquier moneda fiat o cripto podría ser repudiada por usuarios y/o emisores, debido a los efectos que ocasionan principalmente las expansiones astronómicas de liquidez que son deudas y de otros eventos mundiales como son las guerras, que conducen entre otras cosas al repudio de las deudas existentes.

Los precios del mercado de derivados a futuro son precios ficticios y manipulados, pues en esos mercados de derivados, los especuladores pueden ofrecer para la venta, cantidades que no existen ni existirán jamás de: oro, plata, petróleo, gas, trigo, maíz y otros productos y el efecto de estas acciones es que, al haber una oferta sobredimensionada de algo inexistente, los precios se mantienen bajos, porque no se corresponden con una oferta real.

Mantener los precios artificialmente deprimidos, implica que los productores reales pueden dejar de producir, si notan que los precios de sus productos son inferiores a los costos de producción y, por otra parte, si hay una demanda ficticia excesiva para algún derivado, los precios pueden subir de manera exagerada, lo cual afecta a los productores, pues los consumidores pueden dejar de comprar bienes con altos precios irreales.

Infortunadamente, los precios ficticios de los derivados en los mercados de futuros se usan para establecer los precios de los bienes y activos subyacentes en el mercado real, al contado o spot, pues según los investigadores acuciosos, más del 98% de las operaciones en los mercados de futuros corresponden a operaciones de los especuladores, quienes no producen nada en la economía real.

Los mercados de futuros son usados por los especuladores como plataformas para vender caro y comprar barato los derivados –que no son productos reales– de: materias primas, divisas y activos financieros ficticios, etc., logrando obtener altas ganancias por la manipulación de los precios en un juego de suma cero, donde lo que ganan los especuladores lo pierden los productores reales y los consumidores.

Si observamos lo que pasa por ejemplo con la plata, que es un elemento necesario para producir las celdas usadas en la generación de energía solar fotovoltaica y teniendo en cuenta su escasez y existencia limitada de este metal, no se entiende como es que 31,1 gramos de ese elemento –que constituyen una onza troy– se pueden comprar por solo 21 dólares, a menos que haya sobreoferta ficticia de plata que no existe ni existirá nunca.

En el mundo cripto, se van a volver ancianos los que esperan que el precio del BTC llegue a 1 millón de dólares, puesto que, aunque el Bitcoin tiene un límite de emisión de 21 millones de unidades y cada día es más difícil su minado, como se cotiza en los mercados de derivados y ahí se hacen ofertas de cantidades ficticias, su precio ahora fluctúa en una pequeña banda, pues el negocio es ganar con altos volúmenes de compras y ventas de futuros, pero con variaciones pequeñas en los precios.

Para mayor inri, en ese ambiente cripto se han creado exchanges que son los equivalentes a los bancos comerciales del sistema fiat, donde actualmente una de esas entidades llamada FTX que ofrecía la custodia para activos cripto, que a su vez eran prestados a grupos de especuladores para que apostaran en los mercados de futuros, llegó a la quiebra, afectando la credibilidad de las plataformas cripto, en algo parecido a lo ocurrido con Lehman Brothers en el 2008, que afectó al sistema financiero mundial, donde hubo que implantar las expansiones cuantitativas de liquidez para evitar quiebras bancarias, aunque Ben Bernanke recibió un premio Nobel de economía, por haber utilizado lo que se llamó el dinero lanzado desde un helicóptero, para salvar los bancos insolventes y de esos polvos vienen estos lodos actuales en la economía.

Debido a que actualmente los bancos centrales del mundo conocen y entienden las debilidades de tener reservas internacionales basadas en dinero fiat, bonos de deuda o peor aún, en productos financieros derivados, cada vez que esas entidades financieras pueden, proceden a adquirir a precios de ganga todo el oro físico que consigan, en previsión de un reinicio económico, ocasionado por las malas praxis monetarias y financieras.

En el siguiente cuadro, se muestran algunos países, cuyos bancos centrales tenían más de 1.000 toneladas del noble metal en sus bóvedas, para el 30 de septiembre de 2022.

Los datos estadísticos de las 7 mayores reservas de oro monetario por país a finales del tercer trimestre de 2022, fueron tomados de la página web del Consejo Mundial del Oro Reservas de oro por país y tomo también el dato de Venezuela en este cuadro, debido a que a continuación haré un ejercicio teórico para ese país, donde se indicará, cómo se podría regresar a una moneda nacional honesta, respaldada y redimible con oro y además, cuál es el tipo de cambio implícito de referencia para una fecha específica.

 

País

Toneladas de oro

Estados Unidos

8.133,46

Alemania

3.355,14

Italia

2.451,84

Francia

2.436,63

Rusia

2.298,53

China

1.948,31

Suiza

1.040,00

Venezuela

161,22

           

Nótese que en la estadística del WGC aparece Venezuela con 161,22 toneladas, pero de acuerdo a la nota 6 del balance general del BCV, del 30 de junio del 2022, se pueden calcular las reservas de oro monetario de Venezuela que eran de 72,9 toneladas y, por tanto, al no tener otra fuente actualizada más confiable, en el ejercicio monetario teórico, utilizaré de manera muy conservadora la cifra menor, que por supuesto no es la más actualizada.

NOTA 6.- ORO MONETARIO: Al 30 de junio de 2022, la existencia de oro monetario se encuentra contabilizada a un precio promedio de USD 1.847,58 por onza troy y totaliza Bs. 23.903.918.948, equivalentes a USD 4.329.821.219 y su composición y valoración se corresponde con los criterios descritos en la nota 2.3.–

Basado en las cifras de los agregados monetarios disponibles en las estadísticas del BCV al 04 de noviembre de 2022, haré un ejercicio teórico, que indica la factibilidad de respaldar y redimir al bolívar con el oro, como lo hicieron nuestros ancestros en el pasado, cuando estuvo vigente el Bolívar oro, entre 1918 y 1974, lo que mantuvo la inflación promedio anual en 1,3%, la tasa de cambio estable e inferior a 5 Bs/Dólar, el PIB creciente y además había: trabajo, paz, progreso, bienestar y prosperidad en el país, antes de que se abriera la caja de Pandora el 30 de diciembre de 1974, cuando erradamente se eliminó el Bolívar oro.

La fortaleza de la moneda venezolana durante 56 años, hacía al país atractivo para los inmigrantes que venían desde otras latitudes a establecerse en la nación, pues estaban enfermos y arruinados por las guerras civiles o mundiales y las malas praxis monetarias en sus naciones de origen, siendo que Venezuela era una sociedad próspera, por la existencia del Bolívar oro, que era una moneda honesta y con capacidad de conservar su valor, con el paso del tiempo.

 

Ejercicio para regresar a una moneda nacional respaldada con oro en Venezuela

Rubro

Monto

Unidad

Liquidez monetaria (M2)

15.049.987.465

Bs

Tasa de cambio

8,7752

Bs/Dólar

Liquidez monetaria en Dólares

1.715.059.197

Dólares

Precio Ozt oro en Dólares

1.676,60

Dólares/Ozt

Precio Ton de oro en Dólares

53.909.968

Dólares/Ton

Precio gr de oro en Dólares

53,91

Dólares/Gramo

M2 expresada en Ton de oro

32

Ton

M2 expresada en gr de oro

31.813.397

Gramos

Gramos de oro/Bolívar

0,0021

Gramos/Bolívar

Reservas internac. Dólares

9.965.000.000

Dólares

Tipo de cambio implícito

1,51

Bs/dólar

Fuente de datos: Estadísticas BCV al 04 noviembre de 2022. Precio del oro tomado al cierre del 04nov2022 en https://es.investing.com

 

Del ejercicio teórico anterior, para la fecha 04 de noviembre de 2022 se puede concluir lo siguiente:

1.- Toda la liquidez monetaria de Venezuela para la fecha indicada se podría recoger con 1.715 millones de dólares, que es el 17% de las reservas internacionales y quedaría un 83% disponible de esas reservas lo cual indica que sería factible ir hacia una dolarización plena de la economía.

2.- El tipo de cambio implícito era de 1,51 Bs/Dólar, lo cual implica que la tasa de cambio del BCV era 5,8 veces la tasa de cambio implícita de referencia.

3.- Con 32 toneladas de oro de las reservas internacionales se puede respaldar y redimir al Bolívar con oro, a razón de 2,1 miligramos de oro por cada Bolívar emitido y si estimamos conservadoramente unas reservas de oro monetario de 72,9 toneladas –la existencia según el BCV al 30 de junio de 2022 y no la indicada por el WGC solo se requiere usar el 44% del oro monetario, quedando disponible el 56% de dicho oro monetario.

4.- De los puntos anteriores podemos concluir que en Venezuela es posible dolarizar plenamente la economía o también regresar al patrón oro, que en mi opinión, es la mejor solución para el país, pues esta estrategia funcionó muy bien para recuperar la economía francesa después de su revolución, recuperó la economía global después de la segunda guerra mundial con los acuerdos de Bretton Woods y actualmente también servirá para recuperar la economía global que ha fracasado y está colapsada por culpa del keynesianismo y su recomendación de emitir dinero ex nihilo sin medida ni respaldo, para favorecer la especulación.

5.- Si Venezuela con tan pocas toneladas de oro puede regresar al patrón oro, también podrían hacerlo otros países como son los mostrados en el cuadro del WGC, que tienen reservas de oro físico importantes, para reiniciar su economía, en vez de buscar guerras y sanciones para justificar el repudio se sus pasivos y la apropiación indebida de activos y recursos ajenos.

Algunos enemigos del dinero honesto dirán que Venezuela debe seguir arruinada de por vida, porque parte de las reservas internacionales indicadas por el BCV son derechos especiales de giro y están bloqueados por el FMI; porque hay 31 toneladas de oro bloqueadas por el Banco de Inglaterra o porque hay que continuar con las sanciones para que no se pueda producir y exportar crudo o gas, pero aunque lo ideal sería poder superar esas aberraciones y vagabunderías de carácter fraudulento –recuperando: activos, inversiones y empresas, mediante negociaciones inteligentes aún sin esos activos tan importantes para el país, la metodología expuesta sigue siendo válida, no solo para Venezuela, sino también para cualquier otra nación sensata y para ponerla en práctica, solo se requiere de voluntad política, para ganarle a los: especuladores, delincuentes financieros y estafadores, que para el caso nacional han usado la moneda para joder la economía desde 1975 hasta la fecha y no les conviene que el país se recupere nunca, para poder seguir parasitando mediante sus malas artes basadas en: inflación, devaluación, expansión exponencial de liquidez, créditos blandos y otras malas praxis, con las que estafan a los ciudadanos y mantienen la nación en zozobra.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 19
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 15 de noviembre del 2022 y está en el enlace: Regresando al patrón oro