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domingo, 22 de agosto de 2021

Banca Ética

En otros artículos publicados en mi columna semanal de El Nacional, me he referido en varias ocasiones a la figura de la “banca ética” y, por lo tanto, en este artículo trataré de explicar de la manera más didáctica, simple, concisa y precisa, este importante concepto, según mi visión y opinión sobre el tema.

Si un ciudadano quien es propietario de un automóvil –activo tangible, valioso y útil, para facilitar su movilidad mediante un objeto, que fue adquirido con el fruto de su esfuerzo, trabajo y ahorro– no posee un estacionamiento en su vivienda, para resguardarlo mientras no lo está usando y para no tener que dejarlo en la calle, donde puede ser dañado, desvalijado o en el peor de los casos, hurtado o destruido, tiene que recurrir a un tercero, que le preste el servicio de guarda y custodia del bien en cuestión, mediante el pago de una tarifa, en lo que se conoce como un estacionamiento público, donde en algunos casos se deben dejar la llaves, teniendo en cuenta que esta custodia con la entrega de sus llaves no implica el traspaso de la propiedad del carro, de tal forma que el legítimo dueño puede buscar y retirar su automóvil en el momento en que lo necesite y espera encontrarlo en las mismas condiciones en que lo entregó, lo cual sería como una especie de contrato de depósito de un bien no fungible –que no es intercambiable por algo equivalente de la misma naturaleza–.

Si el propietario del estacionamiento, no conforme con lo cobrado por el servicio de custodia que presta, cree que puede disponer de la propiedad del carro custodiado –apropiación indebida– y lo alquila a otras personas para que lo usen como taxi sin conocimiento de su dueño, ese activo sufrirá graves riesgos y deterioros importantes, pero en el peor de los casos, es posible que cuando su propietario lo solicite, el vehículo no se encuentre disponible o funcional, para entregarlo al solicitante y también podría suceder que ese objeto sufriera robo, daños o destrucción parcial o total, por algún tipo de accidente y lo peor, es que desde el punto de vista legal, el propietario puede ser involucrado y penalizado u obligado a pagar por daños o perjuicios a terceros, causados por un abusador, sin el conocimiento ni consentimiento del propietario legítimo del automóvil.

Basados en el ejemplo anterior y con el uso de una heurística llamada analogía, podemos pensar que en vez del vehículo –que es un bien no fungible– estamos tratando con nuestro dinero –que es un bien fungible, también obtenido con el fruto del esfuerzo, trabajo y ahorro– y que si lo depositamos a la vista –donde el titular puede retirar su dinero sin previo aviso al custodio– en una entidad financiera, mediante instrumentos de captación tales como son cuentas de ahorros o cuentas corrientes, si ese ente bancario decide disponer de lo depositado para prestarlo a otros clientes, con cualquier propósito, podemos ver que esta situación no es muy diferente a lo que ocurre en el caso del estacionamiento mencionado, pero lo peor es que el dinero es un activo monetario que se deprecia y se devalúa por si solo y cuando el cliente quiera disponer de él, es posible que aunque el monto nominal recibido sea igual o aún mayor al depositado, el monto real percibido sea menor, si no se ha pactado un interés real suficiente para cubrir los efectos tanto de la devaluación como de la depreciación de la moneda –producto de la inflación inherente a la expansión de liquidez monetaria– o en el peor de los casos, se corre el riesgo de que no haya disponibilidad de dinero –por la práctica de usar la regla llamada reserva fraccionaria– y por tal razón, el dinero en depósitos a la vista debería tener un encaje del 100 %, de tal manera que esté siempre disponible, para cuando el cliente lo solicite y por otra parte, es fundamental por parte del banco central, cumplir los objetivos para lo que fue creado, que no son otros que mantener tanto el valor interno como externo de la moneda nacional, promover la estabilidad de los precios y publicar ciertas estadísticas, para que los ciudadanos no pierdan el valor de sus activos monetarios con el paso del tiempo, obteniendo intereses reales cero o negativos –algunos economistas muy reconocidos y respetables, consideran que si los bancos centrales no pueden cumplir con sus funciones básicas, deberían ser eliminados–.

Ahora viene una gran pregunta ¿cómo otorgar créditos, si se mantiene un encaje de los depósitos a la vista del 100 %? Y la respuesta es muy simple, pues existe una figura financiera llamada depósitos a plazo fijo, donde el cliente es consciente que su dinero va a ser utilizado para otorgar créditos y por ello deberá pactar y esperar un lapso para obtener intereses reales positivos, al hacer la entidad bancaria la intermediación financiera –recaudando depósitos de unos clientes y prestándolos a otros–, donde esos fondos prestados deberían ser utilizados exclusivamente para usarse en la economía real, es decir, producir: bienes, servicios y conocimientos, pero nunca deberían ser usados para apalancar a especuladores monetarios y financieros –con sus negocios volátiles, estériles y ficticios– debido a que como he comentado en otros artículos, esta actividad espuria no produce ningún beneficio a las naciones, ni tampoco a quienes trabajan, ahorran, invierten y producen, lo que conduce a burbujas especulativas y financieras, quiebras de ciudadanos, empresas, bancos y gobiernos, con crisis económicas globales profundas, como la ocurrida en 1929, al final de los locos años veinte de hace un siglo, producto de la expansión crediticia para especular con las acciones en la bolsa.

En un entorno económico ético, es necesario que la banca no produzca dinero de la nada con base solo en asientos contables para otorgar créditos, de forma que solo sea el banco central quien posea el monopolio de crear y ajustar la base monetaria manejando montos racionales, que deben estar respaldados al 100 % por activos reales confiables, como ha sido históricamente el oro y que esos bancos centrales no se constituyan en prestamistas de última instancia para reflotar bancos quebrados por malas praxis crediticias.

La banca comercial también debería poder manejar con absoluta libertad, pero con supervisión adecuada, instrumentos activos y pasivos en diversas monedas extranjeras, manteniendo un encaje del 100 % para los depósitos a la vista y para hacer la intermediación financiera con las divisas, sería aplicable el uso de los depósitos a plazo fijo en divisas, que deberán pagar intereses competitivos, de modo que la banca pueda obtener sus ingresos con base en intereses y comisiones razonables, cobradas por el uso de sus productos y servicios, tanto en moneda nacional como extranjera, que pueden coexistir simultáneamente.

Adicionalmente, una mala práctica que debe erradicarse del entorno financiero, es que la banca capte y retenga los depósitos en divisas, que, en vez de servir para incentivar la producción y el consumo nacional, sean enviados hacia paraísos fiscales o hacia la banca internacional, cuya voracidad no tiene escrúpulos, para buscar excusas y apropiarse indebidamente de los fondos enviados por ciudadanos, entes privados o gobiernos ingenuos.

Con lo expuesto en este artículo, espero haber ilustrado el concepto de banca ética, que es el conjunto de los entes financieros no condicionados solo a la obtención de máximos beneficios, sino que se orientan hacia la obtención de beneficios razonables con honestidad y voluntad de servicio a ciudadanos y naciones donde operan, haciendo énfasis en el progreso de sus clientes y se espera que este sea el tipo de banca que sobreviva y exista en la economía pospandemia, donde haya: honestidad, sostenibilidad, transparencia, credibilidad, mantenimiento del valor del dinero, buen uso del crédito y relaciones de largo plazo con los clientes, en un entorno monetario y financiero que sea el ambiente por excelencia, apto para apalancar: inversión, producción, productividad, consumo racional y el intercambio comercial honesto, lo cual es fundamental para reconstruir la nueva economía, golpeada y colapsada a nivel global, por las malas praxis del pasado y recientemente terminada de quebrar por la pandemia Covid-19.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 22 de agosto de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 17 de agosto del 2021 y está en el enlace: Banca ética

sábado, 19 de junio de 2021

Migraciones Forzosas

Cuando un ciudadano común de cualquier nación, toma la terrible decisión de arriesgarse a emigrar a otro país, sin que existan las condiciones legales, económicas o sanitarias adecuadas para hacerlo, dejando atrás sus raíces como son: hogar, familiares, amigos, conocidos y rematando su menguado patrimonio, para irse a sufrir: riesgos, maltratos, vejaciones, humillaciones y estar dispuesto a hacer cualquier tipo de oficio, para sobrevivir en un país extraño, es posible que lo haga por causas de origen bélico o climático – casos de África y medio oriente --, por su seguridad personal, por las crisis económicas o por todas estas razones juntas, para tratar de preservar su existencia, libertad o forma de vida.

En mi opinión, para el caso de Latinoamérica quizás la mayor causa de migración forzosa es de origen económico, debido a que los políticos corruptos han coludido con los especuladores financieros y en algunos casos con grupos delincuenciales, para tomar y mantenerse en el poder y para lograrlo, se han encargado de destruir la democracia mediante la anulación de los poderes legislativo y judicial o las monedas de sus naciones con expansiones de liquidez y devaluaciones, a tal punto que los ingresos reales de los ciudadanos se han envilecido y no les permiten sobrevivir, ni mucho menos ahorrar e invertir para procurarse un futuro medianamente decente, por medio de la educación y el trabajo honesto, que eran las virtudes que en el pasado garantizaban una mediana calidad de vida a los ciudadanos y quizás, estas sean las causas de las protestas en algunos países tales como Chile, Ecuador o Colombia entre otros, donde sus ciudadanos aún se resisten a huir hacia otras naciones, aunque sus protestas justas les cuesten la libertad o la vida, pues la respuesta de los gobiernos de “derecha o izquierda” – vaya horrible dicotomía --, es siempre la represión, usando los mismos métodos violentos.

Hacia Europa se dirigen los emigrantes de África, mientras que hacia los Estados Unidos de América se dirige la mayoría de los migrantes de origen latinoamericano, creyendo que solo por haber una “moneda de reserva” – aunque no sea estable por sus emisiones de liquidez que les genera inflación -- podrán obtener trabajo e ingresos que les permitan sobrevivir y enviar remesas a sus familiares, sin considerar que infortunadamente a causa de las praxis financieras especulativas, en esa nación también existe: desempleo, indigencia, violencia, más de 40 millones de pobres y lo peor, es que existe un alto consumo de sustancias prohibidas, siendo que la recepción de migrantes podría ayudar a incrementar esa crisis de la que se habla poco -- para mantener las apariencias de prosperidad -- y por esa razón, afortunadamente con el último cambio de gobierno, también existe un cambio de paradigmas respecto al problema migratorio de parte de Mr. Biden y Mrs. Harris, quienes de manera racional y sensata no creen que la construcción de muros, las invasiones, los bloqueos o la imposición de líderes improvisados en las democracias latinas sea la solución adecuada y ahora se orientan a ayudar a resolver las causas migratorias en el origen, pues los problemas de los migrantes son ocasionados por: corrupción, incapacidad, especulación, delincuencia e inequidad en sus países y “la culebra hay que matarla por la cabeza”.

Por la razón anterior, la eficiente, elegante e inteligente Vicepresidente de USA Mrs. Kamala Harris, entre el 7 y el 8 de junio de 2021 visitó a Guatemala y a México, para buscar con los presidentes de esos países soluciones racionales al respecto, donde se destaca su frase sincera “no vengan, no vengan” e hizo una oferta para crear una fuerza anticorrupción en Centroamérica y ayudas e inversiones de gobierno y empresas norteamericanas en esos países, que permitan ofrecer trabajo digno con salarios honestos para sus ciudadanos, siendo que una de las grandes preocupaciones es que las ayudas vayan a parar a grupos de corruptos, por falta de supervisión y control, como ha ocurrido con las ayudas humanitarias anteriores, que han sido robadas por supuestas fundaciones y organizaciones no gubernamentales, sin que les lleguen a los realmente necesitados.

Quiero destacar que las donaciones son herramientas útiles temporalmente, pero son insostenibles y con alcance limitado, siendo por tanto necesario fortalecer la educación para el trabajo y la inversión local productiva, pues “si das a un hombre un pescado lo alimentarás por un día, pero si lo enseñas a pescar, se alimentará toda la vida”.

Considero que una buena forma de drenar el exceso de liquidez generadora de inflación, producida por la FED a raíz de las flexibilizaciones cuantitativas pre y post pandémicas, es invertir racionalmente en la economía productiva parte del dinero en exceso en los países latinos, de manera que estos países se puedan reactivar y la inflación inherente a la expansión monetaria no tenga un mayor impacto en la economía de USA.

Creo que la gestión encomendada a Mrs. Harris por Mr. Biden, como buenos estadistas que son, está bien orientada, es acertada, oportuna y será muy exitosa, siendo que, en el futuro próximo, Estados Unidos podría tener por primera vez como presidente a una talentosa y bella dama de color, de padres inmigrantes, con madre originaria de la India y padre jamaicano.

A raíz de las palabras de Mrs. Harris en Guatemala y México, Mrs. Alexandria Ocasio-Cortez, miembro de la cámara de representantes de los Estados Unidos expresó: “EE.UU. pasó décadas contribuyendo al cambio de régimen y la desestabilización en América Latina. No podemos incendiar la casa de alguien y luego culparlos por huir”, pero a esto habría que agregarle que “errar es de humanos y corregir es de sabios y que nunca es tarde para dar el primer paso en el sentido correcto”.

En el caso de Venezuela, muchos emigrantes se dirigen hacia países del sur, pero debido a la inestabilidad política de las naciones sureñas, que terminarán en crisis económicas, alguien afirmaba con toda razón, que esta acción era como “cambiarse en el Titanic de un camarote para otro” y estimo que para salir de la crisis venezolana es necesario hacer también cambios de paradigmas tanto en la política como en la economía, donde hay que mejorar la democracia mediante la participación y la selección de los mejores ciudadanos con que cuenta el país, en unas elecciones libres y honestas, para lo cual me parece bien que los candidatos a futuras elecciones sean seleccionados mediante elecciones primarias, donde se puedan obtener líderes honestos, eficientes, eficaces, con libertad de criterio y mejor aún, si no son “aprendices de político saltadores de talanqueras” que sepan asesorarse por verdaderos expertos, que no sean “caballos de Troya de utilería” y por otra parte, que todas las negociaciones entre el gobierno y la oposición sean públicas y con la difusión en línea y en tiempo real por los medios informativos y con la asesoría de los diversos sectores nacionales productivos, pues el cambio no es solo de unos actores por otros “para hacer entre gallos y medianoche un reparto de cargos burocráticos”, para seguir con las mismas malas prácticas fracasadas del pasado.

El cambio en la dimensión económica no es mediante la obtención de donaciones o de créditos internacionales como sugieren algunos expertos, para que sean robados por corruptos y especuladores, como ya ocurrió en el pasado en Venezuela o Argentina, sino que se debe incentivar la inversión productiva de empresas de diversas nacionalidades, que aporten: capital, know how, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial, pues Venezuela cuenta con recursos naturales abundantes y trabajadores capacitados, que pueden producir riqueza en beneficio de la población y solo se requiere un ambiente de: honestidad, confianza, estabilidad, respeto por la propiedad e inversión privada, moneda fuerte, libre circulación de divisas y además, es muy importante que exista una banca ética, que no esté pensando cómo apropiarse del patrimonio o de las divisas de quienes trabajan, ahorran, invierten y producen, para enviarlas a bancos del exterior, donde sean robadas por delincuentes financieros, como ya ha ocurrido en casos como Antigua, Panamá, Curazao, Bélgica, Suiza y Andorra o con los ahorros e inversiones de la nación, a cuenta del bloqueo para algunos de los corruptos nacionales, que fueron alcahueteados por politiqueros y grupos financieros, cuya costumbre convertida en ley se remonta a varias décadas desde 1958, dejando a ciudadanos y a bancos quebrados, pero a políticos y a banqueros muy ricos, viviendo como reyes en el exterior, sin que los alcance el brazo de la justicia, que se comporta en ciertos casos como una dama ciega, sorda y muda.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: sábado, 19 de junio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 15 de junio del 2021 y está en el enlace: Migraciones forzosas