Cuando un ciudadano
común de cualquier nación, toma la terrible decisión de arriesgarse a emigrar a
otro país, sin que existan las condiciones legales, económicas o sanitarias
adecuadas para hacerlo, dejando atrás sus raíces como son: hogar, familiares,
amigos, conocidos y rematando su menguado patrimonio, para irse a sufrir:
riesgos, maltratos, vejaciones, humillaciones y estar dispuesto a hacer
cualquier tipo de oficio, para sobrevivir en un país extraño, es posible que lo
haga por causas de origen bélico o climático – casos de África y medio oriente
--, por su seguridad personal, por las crisis económicas o por todas estas razones
juntas, para tratar de preservar su existencia, libertad o forma de vida.
Hacia Europa se
dirigen los emigrantes de África, mientras que hacia los Estados Unidos de
América se dirige la mayoría de los migrantes de origen latinoamericano,
creyendo que solo por haber una “moneda de reserva” – aunque no sea estable por
sus emisiones de liquidez que les genera inflación -- podrán obtener trabajo e
ingresos que les permitan sobrevivir y enviar remesas a sus familiares, sin
considerar que infortunadamente a causa de las praxis financieras
especulativas, en esa nación también existe: desempleo, indigencia, violencia, más
de 40 millones de pobres y lo peor, es que existe un alto consumo de sustancias
prohibidas, siendo que la recepción de migrantes podría ayudar a incrementar
esa crisis de la que se habla poco -- para mantener las apariencias de
prosperidad -- y por esa razón, afortunadamente con el último cambio de
gobierno, también existe un cambio de paradigmas respecto al problema
migratorio de parte de Mr. Biden y Mrs. Harris, quienes de manera racional y sensata
no creen que la construcción de muros, las invasiones, los bloqueos o la
imposición de líderes improvisados en las democracias latinas sea la solución
adecuada y ahora se orientan a ayudar a resolver las causas migratorias en el
origen, pues los problemas de los migrantes son ocasionados por: corrupción,
incapacidad, especulación, delincuencia e inequidad en sus países y “la culebra hay que matarla por la cabeza”.
Por la razón anterior,
la eficiente, elegante e inteligente Vicepresidente de USA Mrs. Kamala Harris,
entre el 7 y el 8 de junio de 2021 visitó a Guatemala y a México, para buscar
con los presidentes de esos países soluciones racionales al respecto, donde se
destaca su frase sincera “no vengan, no
vengan” e hizo una oferta para crear una fuerza anticorrupción en
Centroamérica y ayudas e inversiones de gobierno y empresas norteamericanas en
esos países, que permitan ofrecer trabajo digno con salarios honestos para sus
ciudadanos, siendo que una de las grandes preocupaciones es que las ayudas
vayan a parar a grupos de corruptos, por falta de supervisión y control, como
ha ocurrido con las ayudas humanitarias anteriores, que han sido robadas por
supuestas fundaciones y organizaciones no gubernamentales, sin que les lleguen
a los realmente necesitados.
Quiero destacar que
las donaciones son herramientas útiles temporalmente, pero son insostenibles y
con alcance limitado, siendo por tanto necesario fortalecer la educación para
el trabajo y la inversión local productiva, pues “si das a un hombre un pescado lo alimentarás por un día, pero si lo
enseñas a pescar, se alimentará toda la vida”.
Considero que una
buena forma de drenar el exceso de liquidez generadora de inflación, producida
por la FED a raíz de las flexibilizaciones cuantitativas pre y post pandémicas,
es invertir racionalmente en la economía productiva parte del dinero en exceso
en los países latinos, de manera que estos países se puedan reactivar y la
inflación inherente a la expansión monetaria no tenga un mayor impacto en la
economía de USA.
Creo que la gestión encomendada
a Mrs. Harris por Mr. Biden, como buenos estadistas que son, está bien
orientada, es acertada, oportuna y será muy exitosa, siendo que, en el futuro
próximo, Estados Unidos podría tener por primera vez como presidente a una talentosa
y bella dama de color, de padres inmigrantes, con madre originaria de la India
y padre jamaicano.
A raíz de las palabras
de Mrs. Harris en Guatemala y México, Mrs. Alexandria Ocasio-Cortez, miembro de
la cámara de representantes de los Estados Unidos expresó: “EE.UU. pasó décadas contribuyendo al cambio
de régimen y la desestabilización en América Latina. No podemos incendiar la
casa de alguien y luego culparlos por huir”, pero a esto habría que agregarle
que “errar es de humanos y corregir es de
sabios y que nunca es tarde para dar el primer paso en el sentido correcto”.
En el caso de
Venezuela, muchos emigrantes se dirigen hacia países del sur, pero debido a la
inestabilidad política de las naciones sureñas, que terminarán en crisis
económicas, alguien afirmaba con toda razón, que esta acción era como “cambiarse en el Titanic de un camarote para
otro” y estimo que para salir de la crisis venezolana es necesario hacer
también cambios de paradigmas tanto en la política como en la economía, donde
hay que mejorar la democracia mediante la participación y la selección de los
mejores ciudadanos con que cuenta el país, en unas elecciones libres y
honestas, para lo cual me parece bien que los candidatos a futuras elecciones
sean seleccionados mediante elecciones primarias, donde se puedan obtener
líderes honestos, eficientes, eficaces, con libertad de criterio y mejor aún,
si no son “aprendices de político saltadores
de talanqueras” que sepan asesorarse por verdaderos expertos, que no sean “caballos de Troya de utilería” y por
otra parte, que todas las negociaciones entre el gobierno y la oposición sean
públicas y con la difusión en línea y en tiempo real por los medios
informativos y con la asesoría de los diversos sectores nacionales productivos,
pues el cambio no es solo de unos actores por otros “para hacer entre gallos y medianoche un reparto de cargos burocráticos”,
para seguir con las mismas malas prácticas fracasadas del pasado.
El cambio en la
dimensión económica no es mediante la obtención de donaciones o de créditos
internacionales como sugieren algunos expertos, para que sean robados por
corruptos y especuladores, como ya ocurrió en el pasado en Venezuela o
Argentina, sino que se debe incentivar la inversión productiva de empresas de
diversas nacionalidades, que aporten: capital, know how, tecnología, capacidad
administrativa y capacidad empresarial, pues Venezuela cuenta con recursos
naturales abundantes y trabajadores capacitados, que pueden producir riqueza en
beneficio de la población y solo se requiere un ambiente de: honestidad,
confianza, estabilidad, respeto por la propiedad e inversión privada, moneda
fuerte, libre circulación de divisas y además, es muy importante que exista una
banca ética, que no esté pensando
cómo apropiarse del patrimonio o de las divisas de quienes trabajan, ahorran,
invierten y producen, para enviarlas a bancos del exterior, donde sean robadas
por delincuentes financieros, como ya ha ocurrido en casos como Antigua, Panamá,
Curazao, Bélgica, Suiza y Andorra o con los ahorros e inversiones de la nación,
a cuenta del bloqueo para algunos de los corruptos nacionales, que fueron
alcahueteados por politiqueros y grupos financieros, cuya costumbre convertida
en ley se remonta a varias décadas desde 1958, dejando a ciudadanos y a bancos
quebrados, pero a políticos y a banqueros muy ricos, viviendo como reyes en el
exterior, sin que los alcance el brazo de la justicia, que se comporta en
ciertos casos como una dama ciega, sorda y muda.
Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: sábado, 19 de junio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 15 de junio del 2021 y está en el enlace: Migraciones forzosas