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domingo, 18 de julio de 2021

Crisis Políticas

La mitología de la antigua cultura griega es muy rica en mitos y leyendas, cuyo estudio y análisis proporcionan ilustración y enseñanzas y su aplicabilidad aún está vigente, como es por ejemplo El mito de Sísifo quien fue castigado por Zeus a empujar una roca por una colina empinada, pero antes de llegar a la cima, dicha roca rodaba hacia abajo y el pobre de Sísifo tenía que volver a subirla, repitiendo este proceso por toda la eternidad y esta tragedia es similar a lo que les ocurre a los ciudadanos de las diversas naciones con la política, cuyas crisis se repiten eternamente durante todas las generaciones, como castigo por elegir a líderes no adecuados.

Para entender y analizar sobre filosofía política, es recomendable leer los 10 libros que conforman la República, que se escribió hace 2.400 años, sobre temas tales como: justicia, naturaleza humana, educación, virtud, gobierno y política, por Platón – filósofo griego 427-347 a.C. discípulo de Sócrates, quien a su vez es el padre intelectual de los filósofos de occidente –, pues debido a que su maestro Sócrates no dejó nada escrito, Platón se encargó de escribir las ideas de su maestro en diversos libros y en la República, narra un diálogo de Sócrates con algunos discípulos, a través del cual expone los pensamientos políticos socráticos según su visión.

Los pensadores griegos eran muy modestos y no les gustaba que los llamaran sabios sino amigos de la sabiduría  – de ahí deriva la palabra filósofo – y como muestra de la humildad de tales filósofos griegos, Sócrates – reconocido como el padre de la ética occidental o la filosofía moral – repetía la frase “solo sé que no sé nada” y el método socrático se basaba en no imponer sus ideas a los demás, sino en hacer que los discípulos mediante el diálogo y a través de preguntas que el filósofo les hacía, obtuvieran ellos mismos las respuestas y esa técnica se llama la mayéutica, donde el alumno descubre sus conocimientos y sus habilidades con la ayuda del maestro.

De acuerdo a lo mencionado en La República de Platón – obra que propone un tipo de estado utópico – se indica que deben existir tres clases sociales que en orden de importancia son: los gobernantes, los guardianes y los productores – artesanos, campesinos y comerciantes – y que las diversas formas de gobierno existentes sufren metamorfosis o mutaciones que las van empeorando con el paso del tiempo por efectos de la avaricia y la corrupción de los gobernantes, donde en orden de bondad eran: Aristocracia – la ideal –, Timocracia, Oligarquía, Democracia y Tiranía – la peor –.

Para entender esta obra, hay que colocarse en el contexto de la situación real de hace más de 25 siglos, pues las naciones más poderosas del mundo, vivían de hacer la guerra, invadir, saquear y expoliar a los demás estados y por esa razón, para asegurar la existencia de las naciones, para Sócrates y Platón eran tan importantes los guerreros, de tal modo que para ellos, las clases sociales de mayor nivel eran los gobernantes y los guardianes, quienes provenían del grupo de los guerreros, de manera que los productores eran considerados la plebe, que debía sostener a todos los demás, pero en contraprestación, eran los únicos que tenían derecho de poseer propiedades y también familia.

La Aristocracia era definida en esta obra de teoría política, como el gobierno de los mejores ciudadanos, donde los gobernantes ideales debían ser filósofos, quienes habían tenido la mejor educación posible desde niños – pues para Platón, la ignorancia era la semilla de todo mal – y provenían de la casta de los guerreros exitosos, quienes realmente eran: viejos sabios, honestos, justos y prudentes, que solo buscaban el bien de sus estados y sus ciudadanos, sin que pudieran tener ninguna propiedad ni lazos familiares, para evitar ser tentados por la codicia y la corrupción.

La Timocracia era una forma de gobierno basada según la utopía platónica, en la idea del honor de los guerreros, quienes al igual que los filósofos gobernantes no debían tener propiedades, pero como producto de la degradación de la Aristocracia que se corrompía con el paso del tiempo, esta se convertía en el gobierno de unos pocos ciudadanos que poseían un determinado capital o cierto tipo de propiedades.

La Oligarquía era el segundo nivel de degradación de la Aristocracia y era una forma de gobierno donde el poder político residía en unos pocos ciudadanos que buscaban solo su propio beneficio y eran generalmente de una misma: familia, clase social, grupo económico o partido político, donde el poder se heredaba generalmente por lazos sanguíneos o míticos, pero sin que existieran cualidades éticas o meritocráticas.

La Democracia es el gobierno del pueblo, que surge cuando las oligarquías son derrocadas por su alto grado de corrupción e inestabilidad social, con ciudadanos comunes arruinados y era el tercer nivel de degradación de la forma de gobierno ideal, pero para Platón era una de las peores, pues este sabio se preguntaba que: ¿si se estaba en medio del océano, habría que hacer una elección para buscar quien condujera el barco o era mejor encontrar a algún experto en navegación a bordo para hacerlo? y esto es aún más importante para conducir los destinos de una nación, donde no se debe dejar esa responsabilidad a los aprendices o líderes incapaces e improvisados, porque las votaciones podrían ser influenciadas por irrelevancias tales como es la apariencia o la elocuencia de los elegidos – o peor aún, lo que pasa actualmente, con la manipulación en las campañas de marketing y los maletines llenos de divisas – aunque no tuvieran las calificaciones apropiadas para ser estadistas y al hacerlo, terminarían por conducir a las naciones a la peor forma de gobierno que eran las tiranías, pues la confianza en el gobierno democrático se deteriora generando malestar y aparecen los demagogos que ofrecen a las masas promesas populistas, como una supuesta protección a los más humildes, que no pueden cumplir y ahí es donde esos demagogos empiezan a buscar culpables, a neutralizar a los demás poderes públicos existentes, hasta llegar a imponer las dictaduras, donde el poder es asumido por una sola persona que no cumple las leyes y las naciones comienzan a buscar, cómo lograr un cambio de gobierno, repitiendo tal como en la tragedia de Sísifo, el ciclo de volver a escalar la colina empujando la pesada roca – metáfora –, postulando y eligiendo siempre a los menos aptos para ejercer las funciones de gobierno (Ejemplos: Haití, Nicaragua, El Salvador o Perú – notable por tener a muchos expresidentes corruptos – entre otros países).

Antes de escribir este artículo sobre las crisis políticas, escuché un audio-libro en YouTube de 17 horas de duración sobre La República de Platón y me pareció un gran aporte a la teoría política, que ha sido inspiración para muchos filósofos post socráticos, de tal forma que algunos autores piensan que todo lo escrito sobre filosofía política, no son más que anotaciones al margen de esta obra, debido a su extensión de temas de interés y a su profundidad, pero antes de conocer estos pensamientos socráticos y platónicos, ya había publicado en mi columna semanal de opinión en El Nacional, el 11 de mayo de 2021 un artículo llamado Democracias con pies de barro donde casualmente, estuve en desacuerdo con algunos planteamientos de Platón en La República, pues considero a la Democracia como la mejor forma de gobierno para las naciones, de acuerdo con los tiempos actuales, pero coincidía con el gran filósofo griego, en que era fundamental poder elegir a los ciudadanos más capacitados, experimentados, justos y honestos, con que cuentan las naciones, independientemente de las castas de donde provengan, dando la bienvenida a toda clase de productores que generan riqueza, pero excluyendo a los especuladores que solo generan caos en los mercados, lo que implicaría una especie de híbrido entre Democracia y Aristocrática, en el sentido platónico ampliado, que debe mantenerse bien lejos de timocracias, oligarquías y tiranías, para evitar las crisis políticas y por lo tanto, a continuación reitero parte de mis opiniones en el artículo mencionado: 

La democracia es considerada como la mejor forma de gobierno para las naciones, pues con este sistema político, el derecho de colocar o quitar a los representantes gubernamentales, debería ser potestad exclusiva de los ciudadanos, a través de mecanismos de decisión basados en los procesos electorales, siendo que, en condiciones ideales, sería conveniente que los electores pudieran seleccionar, postular y elegir libremente, a los mejores ciudadanos con que cuentan los países.

Infortunadamente, en la práctica no ocurre la situación democrática ideal, debido a que los candidatos provienen de los partidos políticos y esos partidos necesitan financiamiento para subsistir, de manera que existe un problema subyacente, pues quienes financian a los políticos, no lo hacen por simple amor a la democracia, sino que quieren cobrar con creces las facturas de lo invertido en las campañas electorales que patrocinan, a través de la obtención de favores, una vez que los postulados lleguen al poder y por lo tanto, los financistas prefieren promover a ciudadanos ignorantes e incapaces que puedan ser sometidos, extorsionados y manipulados fácilmente, por lo cual ignoran, desprecian y repudian a los mejores líderes, que tengan experiencia, capacidad, honestidad y libertad de criterio, virtudes que son fundamentales para lograr gobiernos honestos, eficaces, eficientes y exitosos”.

Finalmente, un gran problema inherente a las crisis políticas recurrentes, producidas por: corrupción, ignorancia e incompetencia, es que generan paralelamente crisis económicas, producto de la especulación y de las malas praxis monetarias-financieras, que someten a los ciudadanos a otro tipo de castigo como es la tragedia griega de Tántalo hijo de Zeus, donde ese personaje mitológico fue castigado a sufrir de sed y de hambre, permaneciendo eternamente hundido en un pozo de agua hasta la barbilla, con un árbol lleno de frutas sobre su cabeza, pero con una roca encima que amenazaba con matarlo, si intentaba tomar agua o comer de las frutas que solo podía ver pero no tocar.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 18 de julio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 13 de julio del 2021 y está en el enlace: Crisis políticas