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miércoles, 22 de febrero de 2023

Vulnerabilidades de la democracia

He publicado algunos artículos sobre el tema de la democracia y al efectuar una revisión profunda sobre mis publicaciones relacionadas con ese sistema político, consideré necesario crear y publicar una antología de ideas, que me parecen importantes de enfatizar, teniendo en cuenta que la democracia es una buena forma de gobierno que presenta actualmente cierto grado de deterioro, pues está sujeta a diversas vulnerabilidades y que es necesario salir de la caverna de la manipulación y la ignorancia mencionadas por Platón, mediante el uso del intelecto, para no ser sometidos y esclavizados por los peores sistemas de gobierno como son las oligarquías y las tiranías.

El libro VI de la Republica de Platón afirma que Sócrates planteaba, cómo las diversas formas de gobierno de las naciones sufrían una especie de metamorfosis degradante con el transcurrir del tiempo, que pasaba por cuatro fases las cuales eran: aristocracia gobierno de los ciudadanos más preparados–, oligarquía –gobierno de un pequeño grupo de: ricos, avaros, corruptos, insensibles y genocidas–, democracia –gobierno del pueblo– y finalmente tiranía –gobierno de una persona con poderes absolutos–.

El deterioro de la democracia conduce hacia la tiranía, porque ese sistema se distorsiona por aberraciones tales como son: el populismo, la demagogia, la ignorancia, la avaricia y la corrupción, donde algunos demagogos y estafadores se aprovechan de las carencias de los ciudadanos para infundirles miedo y dependencia, limitando sus libertades y vendiéndose como falsos salvadores y protectores, que para más inri tratan de atornillarse en el poder, debido a otra vulnerabilidad de la democracia que es permitir las reelecciones.

Además de las cuatro formas de gobierno mencionadas por Platón, actualmente existe un super poder mundial, llamado el estado profundo, que, sin ser elegido por nadie, se ha impuesto como el super gobierno de todos los países y que se puede considerar como una oligarquía global insaciable, que es conocida como el globalismo y está formada por élites: económicas, políticas y geopolíticas, que se encargan de decidir sobre el destino del mundo, los seres vivos y se han hecho dueñas de casi todo el poder político y los: activos, recursos y riquezas de la humanidad, a través de: la especulación financiera, el terror, el belicismo y la manipulación de las democracias y las tiranías.

Sócrates tenía sus reservas respecto a la democracia, como se evidencia cuando preguntó a su hermano Adimanto, que si estuvieran en un barco en medio del océano sería conveniente convocar a una elección para buscar dentro de los pasajeros a alguien que condujera la nave o sería mejor averiguar si existía algún capitán naval muy experimentado a bordo del barco, para que tomara el control de dicha embarcación.

Adicionalmente dicho filósofo consideraba, que hacer votar a las personas sin brindarles la información adecuada y una educación suficiente, era totalmente irresponsable, que carecía de cualquier justificación y que votar por cualquier líder demagogo o populista era arriesgado, pues los votantes podían ser influenciados por aspectos irrelevantes tales como la apariencia física o la retórica de los candidatos, sin considerar que así como para navegar se requieren calificaciones, para conducir a un país de manera exitosa o para ocupar cargos en asambleas y congresos nacionales, es aún más importante contar con: cualidades, habilidades y destrezas comprobadas, dentro de las cuales están las siguientes:

1.- Honestidad e integridad que son esenciales para ganarse la confianza, el respeto y el apoyo de los ciudadanos.

2.- Empatía y habilidad de escuchar para ponerse en el lugar de los demás y oírlos, pues debe comprender, abordar y solucionar los problemas y las necesidades de la población que lo eligió.

3.- Liderazgo y habilidades en la toma de decisiones, pues debe asumir el rol de líder real y tomar decisiones acertadas y oportunas para guiar al país hacia el éxito.

4.- Experiencia y conocimiento en cuestiones políticas, geopolíticas, económicas y sociales, para poder decidir con propiedad y de manera: sensata, racional, acertada y adecuada.

5.- Comunicación efectiva pues debe intercambiar información de forma: clara, precisa, concisa, eficiente y eficaz, con los ciudadanos y con el resto de la comunidad política y económica a niveles nacional e internacional.

6.- Visión y planificación a largo plazo que le permita ser un estadista real y tener un plan de gobierno factible para la nación, que debe poderlo implantar de manera eficiente y eficaz en su período como gobernante, sin perder el tiempo en confrontaciones estériles o en asuntos irrelevantes.

7.- Responsabilidad y transparencia pues debe rendir cuentas ante la población y el Congreso nacional, el cual debe ser un ente independiente, honorable y honesto, para poder equilibrar los poderes y evitar los abusos del poder ejecutivo y, además, debe ser capaz de defenestrar al presidente y a otros funcionarios, si hay causas válidas para hacerlo, en vez de estar compuesto por individuos que solo buscan cómo apropiarse de los bienes de la nación o recibir dineros provenientes de orígenes oscuros.

8.- Apertura al diálogo y la cooperación con otros líderes y países, para abordar los problemas locales y globales, promoviendo: los intercambios comerciales, la paz, el progreso, el bienestar, la prosperidad y la estabilidad: económica, social y política.

9.- Inteligencia para obtener una comprensión profunda de los problemas que enfrenta el país y cómo solucionarlos adecuadamente.

10.- Trabajo en equipo donde debe poder escoger y rodearse de los mejores asesores, administradores de recursos y expertos en las diversas áreas, para establecer relaciones productivas con los demás líderes y los elementos que forman su gobierno.

11.- Responsabilidad social y sensibilidad humana para comprometerse con la justicia social y trabajar en la mejora de las condiciones de vida de todos los ciudadanos sin exclusiones.

12.- Respeto de los derechos y la dignidad de todos los miembros de su comunidad, para tratar a todos los gobernados con equidad, que es una mezcla de justicia con igualdad y libertad.

13.- Supervisión y exigencia para hacerle seguimiento a los proyectos que se manejen durante su gobierno y tener cero tolerancias con colaboradores que sean ineficientes, incapaces o corruptos, quienes deben ser expulsados de sus funciones sin contemplación.

14.- Fortaleza e independencia para no ser: influenciado, manipulado, corrompido, sometido, engañado o extorsionado, en la toma de las decisiones, que siempre deben orientarse hacia la salvaguarda de los intereses supremos de la nación y sus habitantes.

La selección y elección de los candidatos apropiados para ejercer los gobiernos, es uno de los grandes problemas de la democracia en todos los tiempos, pues según Aristóteles esta se degenera o se corrompe, convirtiéndose en demagogia, donde para obtener el poder político se utiliza una estrategia basada en: la ignorancia de los ciudadanos, la retórica –habladera de paja–, la desinformación, la satanización de los contrincantes, la manipulación de los sentimientos de la gente y la propaganda política, en la que se invierten gran cantidad de recursos financieros en marketing político y encuestas amañadas hechas por alcahuetas, sin que interesen las calificaciones, la honestidad, ni las capacidades de los candidatos postulados para ocupar los cargos públicos y desafortunadamente, no es posible para los ciudadanos comunes: seleccionar, postular y elegir, libremente a los mejores ciudadanos con que cuentan los países, porque son los grupos elitescos financistas quienes imponen a sus elegidos.

Qué nos diría Sócrates de la democracia actual, que parece un circo romano sin que haya pan, donde a pesar de los cataclismos naturales, junto a las crisis globales que tienen al mundo sumido en el caos, la miseria y al borde de una guerra mundial, cuando se requiere el aporte de verdaderos estadistas, se proponen e imponen como candidatos a gobernantes a algunos individuos tales como son: comediantes, cómicos, payasos, humoristas, titiriteros, magos, brujos, encantadores de serpientes, populistas, influenciadores, mamadores de gallo y seudo dirigentes, cuyas obras más conocidas son enseñar sus posaderas en público o ser contadores de chistes obscenos.

Infortunadamente, existen ciertos candidatos que provienen de algunos partidos políticos y esos partidos necesitan financiamiento que pueden recibir del estado profundo o de élites económicas, compuestas en determinados casos por especuladores, delincuentes financieros, corruptos, falsos empresarios y traficantes de cualquier índole, siendo que esos financistas prefieren promover a ciudadanos con algún tipo de debilidad, rabo de paja, ignorantes e incapaces, que puedan ser sometidos, guiados, manipulados y extorsionados, para expoliar fácilmente los recursos y las riquezas de las naciones, por lo cual ignoran, desprecian y repudian a los mejores líderes, que tengan experiencia, capacidad, honestidad y libertad de criterio, virtudes que son fundamentales para lograr gobiernos: honestos, eficaces, eficientes y exitosos.

Esta anomalía de la democracia basada en el dinero y en los intereses solo de las élites, en vez de las necesidades de los ciudadanos y la solución de sus problemas, conduce a postular, financiar y llevar al poder a personas: desquiciadas, genocidas, ignorantes, sin escrúpulos y sin capacidades de negociación, que son capaces de dejar que sus países sean destruidos, para que grupos especulativos pertenecientes al estado profundo o a otros estafadores, sean los beneficiarios del remate de sus activos y recursos o de la reconstrucción de sus infraestructuras; que las naciones vecinas se involucren en aventuras bélicas que los dejarán arruinados y que puedan generar una tercera guerra mundial, como excusa para repudiar los pasivos monetarios y financieros astronómicos que han sido producto de malas praxis económicas a nivel global.

Por estas razones muchos electores pierden la fe, la confianza y la esperanza en los políticos, en los procesos electorales y en la democracia, lo que conduce a altos porcentajes de abstención en las votaciones, debido a que en las ofertas de candidatos electorales no se da la oportunidad de escoger a los mejores representantes, que puedan resolver los problemas existentes, porque los elegidos están más orientados a trabajar en función de los intereses propios y los de sus promotores, en vez de atender las necesidades de los ciudadanos, que se convierten en crisis humanitarias eternas con falsas expectativas de solución.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 22
 de febrero de 2023

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 21 de febrero del 2023 y está en el enlace: Vulnerabilidades de la democracia

miércoles, 11 de enero de 2023

La pata coja de la democracia

La democracia es una forma de gobierno muy apreciada en nuestra cultura occidental, que se heredó de los antiguos griegos y este sistema de gobernanza es promocionado desde hace al menos 2.500 años –a pesar de la opinión adversa de Sócrates– que, en condiciones normales debería ofrecer a las sociedades que la utilizan, algunas fortalezas y virtudes fundamentales tales como son:

1.- Participación ciudadana: Donde los electores tengan la oportunidad de participar activamente en los procesos políticos a través de elecciones, para postularse y escoger a sus representantes, pero esas elecciones deberían ser: libres, transparentes, honestas, confiables y verificables, que se complementen con la participación por otros medios tales como son las asambleas públicas y los grupos de interés.

2.- Responsabilidad política: Teóricamente los líderes políticos que son elegidos por el pueblo están sujetos a la rendición de cuentas y esto debería asegurar que esos líderes estén atentos a resolver las necesidades y las preocupaciones de la sociedad a la cual representan.

3.- Derechos y libertades: Los derechos y libertades de los ciudadanos deberían estar protegidos por leyes y normas constitucionales en una democracia verdadera y aquí se incluyen derechos tales como son: la libertad de expresión, el debido proceso y todos los demás derechos humanos.

4.- Estabilidad política, económica y social: Las democracias tienden a ser más estables que otras formas de gobierno, ya que el cambio de liderazgo se debería producir de manera pacífica a través de elecciones.

5.- Desarrollo económico: La democracia como forma de gobierno es beneficiosa para el desarrollo económico de las naciones, pues fomenta la confianza de los inversores y el comercio internacional.

Como toda creación del hombre no es totalmente perfecta, la democracia tiene ciertas debilidades tales como son entre otras:

1.- Desigualdad: Aunque esta forma de gobierno se basa en la igualdad de oportunidades, en la práctica puede haber desigualdades en el acceso a la participación política, por factores como son: la riqueza o la pobreza, la educación o la ignorancia y la ubicación geográfica.

2.- Toma de decisiones lenta: El proceso democrático es lento, ya que requiere que se tomen decisiones por consenso y que se tengan en cuenta las opiniones de una amplia variedad de grupos de interés, lo que hace difícil tomar decisiones rápidas, eficientes y eficaces en un corto plazo.

3.- Influencia de ciertos intereses particulares: Los grupos de interés con recursos financieros o políticos, pueden tener una influencia desproporcionada en el proceso democrático y en las decisiones políticas, lo que afecta la representatividad y la justicia del sistema democrático.

4.- Desconfianza de los ciudadanos: La gente puede perder la confianza en el sistema democrático y en sus líderes políticos por: la corrupción, la incapacidad, la compra de votos, el uso del marketing y las encuestas amañadas para engañar a los ingenuos, la desconexión de los políticos con los problemas de los ciudadanos y lo que es peor, por la manipulación de las cifras en los sistemas electorales, lo que debilita la legitimidad del sistema y disminuye la participación ciudadana.

5.- Existencia de populismo y demagogia: Algunos líderes populistas o demagogos, pueden aprovecharse de la desconfianza del público en el sistema democrático y obtener el poder mediante promesas de soluciones simples a problemas complejos, lo que afecta la estabilidad y la justicia del sistema democrático.

En mi opinión, la mayor debilidad de la democracia –que representa su pata más corta– es el financiamiento de los políticos por parte de una élite económica non sancta, que está compuesta principalmente por: especuladores, delincuentes financieros, corruptos, estafadores y traficantes, lo que tiene un efecto perverso sobre el sistema democrático y lo deteriora de varias maneras:

1.- Da lugar a una influencia desproporcionada en las políticas y decisiones gubernamentales por parte de esos grupos económicos, para crear políticas públicas sesgadas, que solo favorezcan a los intereses de las élites financistas, en lugar de beneficiar a la sociedad en general.

2.- El financiamiento de los políticos por parte de las élites económicas mencionadas, también puede crear conflictos de interés y gran corrupción, pues los políticos que ejercen el poder pueden sentirse inclinados a favorecer solo a sus patrocinadores económicos a expensas de la sociedad en general y esto puede erosionar la confianza de la gente en la democracia y dañar la integridad del sistema político.

3.- Aparición e imposición mediante manipulación de seudo líderes políticos defectuosos, prefabricados a conveniencia de manera improvisada –al estilo de Forrest Gump, quien según la película homónima, fue un joven de intelecto deteriorado, que tuvo muchos seguidores en su corredera sin rumbo de una maratón que duró 3 años de costa a costa en EE.UU, quienes no sabían que querían ni para donde iban– y los líderes de utilería muestran: deficiencias, debilidades, incapacidades, rabo de paja metafórico y gran insensibilidad humana, tales como son por citar algunos señores: Pedro Castillo en Perú, Gabriel Boric en Chile, la figura de un presidente interino en Venezuela o Volodímir  Zelenski en Ucrania, que fueron impuestos extrañamente de manera “democrática”, en países muy ricos en recursos mineros, quizás con el objetivo de crear caos, para justificar intervenciones y acciones oscuras sobre esas y otras naciones, donde la población termina pagando por toda la eternidad los platos rotos de políticos ineficientes e incapaces, con inestabilidad: económica, política, social o en el peor de los casos con guerras.

4.- Este financiamiento interesado de políticos también puede socavar la igualdad de oportunidades en la democracia, pues los políticos con mayor acceso al financiamiento pueden tener una ventaja significativa sobre sus rivales en las elecciones y pueden ser más propensos a ser elegidos y reelegidos, lo que perpetúa la desigualdad y la exclusión en el sistema político, conduciendo finalmente a tiranías y dictaduras eternas, como la existente en Nicaragua.

Finalmente, algunas de las características que debería poseer un presidente de una nación elegido democráticamente, para que su gobierno sea exitoso son:

1.- Honestidad e integridad: pues estas cualidades son esenciales para ganar la confianza y el respeto de los ciudadanos.

2.- Empatía y habilidades para escuchar: Debe ser capaz de ponerse en el lugar de los demás y escucharlos, para comprender y abordar los problemas y las necesidades de la población.

3.- Liderazgo y habilidades en la toma de decisiones: Tiene que asumir el rol de líder real y tomar decisiones acertadas para guiar al país hacia el éxito.

4.- Experiencia y conocimiento: La experiencia y el conocimiento en cuestiones políticas y económicas es necesaria para tomar decisiones sensatas, racionales y adecuadas.

5.- Comunicación efectiva: Requiere comunicarse de manera clara y efectiva tanto con los ciudadanos como con el resto de la comunidad política y económica a nivel nacional e internacional.

6.- Visión y planificación a largo plazo: Necesita tener una visión clara y un plan de gobierno a largo plazo para la nación y debe poder llevarlo a cabo de manera eficiente y eficaz.

7.- Responsabilidad y transparencia: Debe ser responsable y transparente en su gobierno y tiene que rendir cuentas ante la población y el Congreso nacional, el cual debe ser un ente independiente, honorable y honesto, para poder equilibrar los poderes y evitar los abusos del poder ejecutivo y debe ser capaz de defenestrar al presidente si hay causas válidas para hacerlo, en vez de estar compuesto por individuos que solo buscan cómo apropiarse de los bienes de la nación o recibir dineros provenientes de orígenes oscuros.

8.- Apertura al diálogo y la cooperación: Debe ser abierto al diálogo y a la cooperación con otros líderes y países, para abordar los problemas locales y globales y promover la paz, el progreso, el bienestar, la prosperidad y la estabilidad.

9.- Inteligencia: Debe ser muy inteligente y tener una comprensión profunda de los problemas que enfrenta el país y cómo solucionarlos adecuadamente.

10.- Trabajo en equipo: Un buen presidente debe ser capaz de trabajar en equipo y rodearse de los mejores asesores y expertos en las diversas áreas, para establecer relaciones positivas con otros líderes y elementos de su gobierno.

11.- Responsabilidad social y sensibilidad humana: Es necesario tener un compromiso con la justicia social y trabajar para mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos sin exclusiones.

12.- Respeto: Debe ser respetuoso de los derechos y la dignidad de todos los miembros de su comunidad y tratar a todos con equidad, que es una mezcla de justicia con igualdad.

13.- Supervisión y exigencia: Es necesario que tenga la capacidad de hacerle seguimiento a los proyectos que se manejen durante su gobierno y tener cero tolerancias con sus colaboradores que sean ineficientes, incapaces o corruptos, quienes deben ser expulsados de sus funciones sin contemplación.

14.- Fortaleza e independencia: Debe tener la capacidad de ser fuerte e independiente para no ser: influenciado, manipulado, corrompido, sometido o engañado, en la toma de las decisiones, que siempre deben orientarse hacia la salvaguarda de los intereses supremos de la nación.

El ciudadano que tenga la mayoría de estas cualidades deseables –independientemente de su ubicación política– será el candidato ideal para dirigir democráticamente los destinos de una nación de manera exitosa –en conjunto con el poder legislativo y judicial– teniendo en cuenta que tendrá disponibles todos los recursos del país y también el apoyo de la mayoría de la población, por un tiempo limitado y que en una democracia sana no debería volver a postularse para un nuevo periodo presidencial, porque esta práctica conduce a las tiranías: corruptas, ineficientes y eternas.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 11
 de enero de 2023

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 10 de enero del 2023 y está en el enlace: La pata coja de la democracia

domingo, 18 de julio de 2021

Crisis Políticas

La mitología de la antigua cultura griega es muy rica en mitos y leyendas, cuyo estudio y análisis proporcionan ilustración y enseñanzas y su aplicabilidad aún está vigente, como es por ejemplo El mito de Sísifo quien fue castigado por Zeus a empujar una roca por una colina empinada, pero antes de llegar a la cima, dicha roca rodaba hacia abajo y el pobre de Sísifo tenía que volver a subirla, repitiendo este proceso por toda la eternidad y esta tragedia es similar a lo que les ocurre a los ciudadanos de las diversas naciones con la política, cuyas crisis se repiten eternamente durante todas las generaciones, como castigo por elegir a líderes no adecuados.

Para entender y analizar sobre filosofía política, es recomendable leer los 10 libros que conforman la República, que se escribió hace 2.400 años, sobre temas tales como: justicia, naturaleza humana, educación, virtud, gobierno y política, por Platón – filósofo griego 427-347 a.C. discípulo de Sócrates, quien a su vez es el padre intelectual de los filósofos de occidente –, pues debido a que su maestro Sócrates no dejó nada escrito, Platón se encargó de escribir las ideas de su maestro en diversos libros y en la República, narra un diálogo de Sócrates con algunos discípulos, a través del cual expone los pensamientos políticos socráticos según su visión.

Los pensadores griegos eran muy modestos y no les gustaba que los llamaran sabios sino amigos de la sabiduría  – de ahí deriva la palabra filósofo – y como muestra de la humildad de tales filósofos griegos, Sócrates – reconocido como el padre de la ética occidental o la filosofía moral – repetía la frase “solo sé que no sé nada” y el método socrático se basaba en no imponer sus ideas a los demás, sino en hacer que los discípulos mediante el diálogo y a través de preguntas que el filósofo les hacía, obtuvieran ellos mismos las respuestas y esa técnica se llama la mayéutica, donde el alumno descubre sus conocimientos y sus habilidades con la ayuda del maestro.

De acuerdo a lo mencionado en La República de Platón – obra que propone un tipo de estado utópico – se indica que deben existir tres clases sociales que en orden de importancia son: los gobernantes, los guardianes y los productores – artesanos, campesinos y comerciantes – y que las diversas formas de gobierno existentes sufren metamorfosis o mutaciones que las van empeorando con el paso del tiempo por efectos de la avaricia y la corrupción de los gobernantes, donde en orden de bondad eran: Aristocracia – la ideal –, Timocracia, Oligarquía, Democracia y Tiranía – la peor –.

Para entender esta obra, hay que colocarse en el contexto de la situación real de hace más de 25 siglos, pues las naciones más poderosas del mundo, vivían de hacer la guerra, invadir, saquear y expoliar a los demás estados y por esa razón, para asegurar la existencia de las naciones, para Sócrates y Platón eran tan importantes los guerreros, de tal modo que para ellos, las clases sociales de mayor nivel eran los gobernantes y los guardianes, quienes provenían del grupo de los guerreros, de manera que los productores eran considerados la plebe, que debía sostener a todos los demás, pero en contraprestación, eran los únicos que tenían derecho de poseer propiedades y también familia.

La Aristocracia era definida en esta obra de teoría política, como el gobierno de los mejores ciudadanos, donde los gobernantes ideales debían ser filósofos, quienes habían tenido la mejor educación posible desde niños – pues para Platón, la ignorancia era la semilla de todo mal – y provenían de la casta de los guerreros exitosos, quienes realmente eran: viejos sabios, honestos, justos y prudentes, que solo buscaban el bien de sus estados y sus ciudadanos, sin que pudieran tener ninguna propiedad ni lazos familiares, para evitar ser tentados por la codicia y la corrupción.

La Timocracia era una forma de gobierno basada según la utopía platónica, en la idea del honor de los guerreros, quienes al igual que los filósofos gobernantes no debían tener propiedades, pero como producto de la degradación de la Aristocracia que se corrompía con el paso del tiempo, esta se convertía en el gobierno de unos pocos ciudadanos que poseían un determinado capital o cierto tipo de propiedades.

La Oligarquía era el segundo nivel de degradación de la Aristocracia y era una forma de gobierno donde el poder político residía en unos pocos ciudadanos que buscaban solo su propio beneficio y eran generalmente de una misma: familia, clase social, grupo económico o partido político, donde el poder se heredaba generalmente por lazos sanguíneos o míticos, pero sin que existieran cualidades éticas o meritocráticas.

La Democracia es el gobierno del pueblo, que surge cuando las oligarquías son derrocadas por su alto grado de corrupción e inestabilidad social, con ciudadanos comunes arruinados y era el tercer nivel de degradación de la forma de gobierno ideal, pero para Platón era una de las peores, pues este sabio se preguntaba que: ¿si se estaba en medio del océano, habría que hacer una elección para buscar quien condujera el barco o era mejor encontrar a algún experto en navegación a bordo para hacerlo? y esto es aún más importante para conducir los destinos de una nación, donde no se debe dejar esa responsabilidad a los aprendices o líderes incapaces e improvisados, porque las votaciones podrían ser influenciadas por irrelevancias tales como es la apariencia o la elocuencia de los elegidos – o peor aún, lo que pasa actualmente, con la manipulación en las campañas de marketing y los maletines llenos de divisas – aunque no tuvieran las calificaciones apropiadas para ser estadistas y al hacerlo, terminarían por conducir a las naciones a la peor forma de gobierno que eran las tiranías, pues la confianza en el gobierno democrático se deteriora generando malestar y aparecen los demagogos que ofrecen a las masas promesas populistas, como una supuesta protección a los más humildes, que no pueden cumplir y ahí es donde esos demagogos empiezan a buscar culpables, a neutralizar a los demás poderes públicos existentes, hasta llegar a imponer las dictaduras, donde el poder es asumido por una sola persona que no cumple las leyes y las naciones comienzan a buscar, cómo lograr un cambio de gobierno, repitiendo tal como en la tragedia de Sísifo, el ciclo de volver a escalar la colina empujando la pesada roca – metáfora –, postulando y eligiendo siempre a los menos aptos para ejercer las funciones de gobierno (Ejemplos: Haití, Nicaragua, El Salvador o Perú – notable por tener a muchos expresidentes corruptos – entre otros países).

Antes de escribir este artículo sobre las crisis políticas, escuché un audio-libro en YouTube de 17 horas de duración sobre La República de Platón y me pareció un gran aporte a la teoría política, que ha sido inspiración para muchos filósofos post socráticos, de tal forma que algunos autores piensan que todo lo escrito sobre filosofía política, no son más que anotaciones al margen de esta obra, debido a su extensión de temas de interés y a su profundidad, pero antes de conocer estos pensamientos socráticos y platónicos, ya había publicado en mi columna semanal de opinión en El Nacional, el 11 de mayo de 2021 un artículo llamado Democracias con pies de barro donde casualmente, estuve en desacuerdo con algunos planteamientos de Platón en La República, pues considero a la Democracia como la mejor forma de gobierno para las naciones, de acuerdo con los tiempos actuales, pero coincidía con el gran filósofo griego, en que era fundamental poder elegir a los ciudadanos más capacitados, experimentados, justos y honestos, con que cuentan las naciones, independientemente de las castas de donde provengan, dando la bienvenida a toda clase de productores que generan riqueza, pero excluyendo a los especuladores que solo generan caos en los mercados, lo que implicaría una especie de híbrido entre Democracia y Aristocrática, en el sentido platónico ampliado, que debe mantenerse bien lejos de timocracias, oligarquías y tiranías, para evitar las crisis políticas y por lo tanto, a continuación reitero parte de mis opiniones en el artículo mencionado: 

La democracia es considerada como la mejor forma de gobierno para las naciones, pues con este sistema político, el derecho de colocar o quitar a los representantes gubernamentales, debería ser potestad exclusiva de los ciudadanos, a través de mecanismos de decisión basados en los procesos electorales, siendo que, en condiciones ideales, sería conveniente que los electores pudieran seleccionar, postular y elegir libremente, a los mejores ciudadanos con que cuentan los países.

Infortunadamente, en la práctica no ocurre la situación democrática ideal, debido a que los candidatos provienen de los partidos políticos y esos partidos necesitan financiamiento para subsistir, de manera que existe un problema subyacente, pues quienes financian a los políticos, no lo hacen por simple amor a la democracia, sino que quieren cobrar con creces las facturas de lo invertido en las campañas electorales que patrocinan, a través de la obtención de favores, una vez que los postulados lleguen al poder y por lo tanto, los financistas prefieren promover a ciudadanos ignorantes e incapaces que puedan ser sometidos, extorsionados y manipulados fácilmente, por lo cual ignoran, desprecian y repudian a los mejores líderes, que tengan experiencia, capacidad, honestidad y libertad de criterio, virtudes que son fundamentales para lograr gobiernos honestos, eficaces, eficientes y exitosos”.

Finalmente, un gran problema inherente a las crisis políticas recurrentes, producidas por: corrupción, ignorancia e incompetencia, es que generan paralelamente crisis económicas, producto de la especulación y de las malas praxis monetarias-financieras, que someten a los ciudadanos a otro tipo de castigo como es la tragedia griega de Tántalo hijo de Zeus, donde ese personaje mitológico fue castigado a sufrir de sed y de hambre, permaneciendo eternamente hundido en un pozo de agua hasta la barbilla, con un árbol lleno de frutas sobre su cabeza, pero con una roca encima que amenazaba con matarlo, si intentaba tomar agua o comer de las frutas que solo podía ver pero no tocar.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 18 de julio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 13 de julio del 2021 y está en el enlace: Crisis políticas