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miércoles, 18 de agosto de 2021

Reconstrucción monetaria, financiera y fiscal en Venezuela

El 26 de enero de 2012 publiqué un artículo de investigación muy objetivo, imparcial y totalmente libre de todo tipo de sesgos económicos o políticos, llamado Cómo salvar un país de su crisis económica donde elegí como ejemplo de estudio a Venezuela, en el que afirmaba lo siguiente “Venezuela es una tierra de gracia, con abundancia de recursos naturales tales como: climas moderados, costas, ríos, tierras fértiles, oro, petróleo, gas, hierro, aluminio, mezcla de razas, gente laboriosa y mujeres bellas, entre otras cosas. En pocas palabras, Venezuela es un paraíso, donde el denominador común debería ser la prosperidad de su gente y no una tragedia de Tántalo”.

Hoy sábado, 07 de agosto de 2021 –después de 9 años y medio de la publicación indicada, con dos reconversiones monetarias hechas en 2008 y 2018 y una tercera reconversión anunciada a partir del 01 de octubre 2021, cuando se eliminarán 6 ceros más a la moneda nacional, para un total 14 ceros eliminados en menos de 13 años y se le colocó o colocará en cada ocasión un calificativo distintivo al nombre del bolívar: fuerte, soberano o ahora digital– observo con preocupación, que aún las autoridades ejecutivas, monetarias y financieras del país, no han podido o quizás no han querido entender y corregir las causas de la crisis económica nacional, que es causada por malas praxis monetarias, financieras y junto con el financiamiento del gasto fiscal con alta emisión monetaria, la moneda nacional se deprecia constantemente y además es sometida a devaluaciones permanentes, que terminan por arruinar y quebrar al sistema productivo nacional y por ende a los ciudadanos, generando la crisis sistémica conocida por todos.

Teniendo en cuenta que todos los venezolanos honestos, solo deseamos que le ocurra lo mejor al país y a nuestros conciudadanos, sin ningún tipo de exclusiones o taxonomías mezquinas y estériles, en fecha reciente –3 de agosto de 2021– publiqué en mi columna del este prestigioso medio informativo, promotor de la libertad de expresión e información, que conducen a la ilustración de nuestros lectores, un artículo llamado Ley de peel y reconversion monetaria donde decía lo siguiente:

Para evitar que esta nueva reconversión sea solo un maquillaje temporal que siga ocurriendo en el futuro con mayor frecuencia –como ha sido desde el 31 de diciembre de 1974, con dinero sin capacidad de conservar su valor– sugiero como mínimo, las siguientes tres acciones complementarias a la reconversión:

Crear, respaldar y redimir una nueva moneda nacional con oro, como la que existió entre 1918 y 1974.

Eliminar el uso de la reserva fraccionaria, exigiendo un encaje legal del 100%, de modo que solo el BCV sea el ente que emita dinero y donde se cumpla la ecuación: Base monetaria = Liquidez monetaria.

Permitir la libre circulación nacional de todas las divisas, incluyendo una total flexibilización en el manejo de las mismas por el sector financiero, con instrumentos activos y pasivos, en un entorno financiero ético”.

Para este momento, tenemos la certeza por parte del BCV, que a partir del 01 de octubre del presente año, se eliminarán de nuevo seis ceros a la moneda nacional, que pasará a llamarse bolívar digital y se liberará un nuevo cono monetario, siendo por tanto que, para que no se siga repitiendo este proceso de manera cíclica por toda la eternidad y cada vez con períodos de duración más cortos –como en el castigo mitológico griego de Sísifo, quien subía una roca por la colina empinada y al llegar a la cima, la piedra volvía a caer considero pertinente explicar y complementar las tres sugerencias que mencioné en los párrafos anteriores, para que no se diga que ningún ciudadano aportó nada respecto a aplicar una solución más permanente a la crisis económica del país.

Bolívar respaldado con oro:

El 24 de junio de 1918 –hace más de un siglo– el general Juan Vicente Gómez promulgó una ley que establecía como nueva unidad monetaria de Venezuela el bolívar de oro, equivalente a 0,290323 gramos de oro fino por bolívar emitido, legitimando así el patrón oro que existía desde 1857, por medio del cual los bancos nacionales podían emitir billetes respaldados y redimibles con oro y los ciudadanos podían exigir a los bancos el canje de los billetes por oro físico, lo que imponía una disciplina monetaria y mantenía la credibilidad y la estabilidad del valor del dinero.

El 13 de julio de 1939 se crea el Banco Central de Venezuela (BCV), de modo que la emisión de billetes respaldados por oro y la acuñación de monedas metálicas quedaron bajo su exclusiva responsabilidad.

El 30 de diciembre de 1974 se publicó la gaceta oficial número 1711, que contiene el decreto número 507 del 30 de octubre de 1974, donde se modificó la ley del BCV y con el artículo 107 se derogó la Ley de Monedas de fecha 22 de julio de 1941 reformada parcialmente por la Ley del 17 de febrero de 1954, lo que significó la eliminación del bolívar oro, siendo presidente de la nación el Sr. Carlos Andrés Pérez, ministro de hacienda el Sr. Héctor Hurtado y ministro de la oficina de coordinación y planificación el Sr. Gumersindo Rodríguez –ahora sabemos: cómo, quién y cuándo empezó a deteriorarse la economía del país, sin que haya habido algún gobierno sucesor con voluntad y visión que quiera revertir ese error monetario y ahora junto a la nueva reconversión, es la oportunidad ideal para hacerlo–.

Durante los 54 años de vigencia del bolívar de oro, la inflación promedio anual de la nación fue de 1,3 %, el PIB era creciente, había bajos niveles de desempleo y el boom económico producto de tener una moneda fuerte, estable y creíble, que podía conservar el valor del dinero –su capacidad de compra– hizo atractivo al país para recibir inversión extranjera y además inmigración selecta de diversos países que estaban arruinados y destruidos por: guerras civiles –España–; guerras mundiales –resto de Europa–; problemas climatológicos –medio oriente–; dictaduras, guerrillas y malas prácticas económicas –países de latino América– y esa era la razón por la cual el venezolano era feliz pero no sabía la causa de su felicidad, de tal modo que en mi caso particular, después de graduarme en ingeniería de sistemas, empecé a trabajar con una importante compañía transnacional tecnológica en 1981, cuando el tipo de cambio era aún por inercia económica de 4,30 Bs/Dólar y como mi sueldo inicial era de Bs. 5.000 más Bs. 1.200 adicionales que recibía como profesor de programación en una prestigiosa universidad privada, mis primeros ingresos mensuales equivalían a 1.442 dólares, que al cambio de hoy serían de 5,8 miles de millones de bolívares soberanos depreciables y devaluables.

Como la moneda es un pasivo para el ente emisor, la razón de respaldar y redimirla con un activo tangible como el oro, es obligar al emisor de dinero a tener límites y racionalidad, para que no cree dinero de la nada y en cantidades exponenciales, porque esta acción conduce hacia la inflación e hiper inflación y a la caída del PIB, por la inestabilidad económica ampliamente comprobada, inherente a esta mala práctica.

Eliminar la reserva fraccionaria y mantener un encaje legal del 100 %:

El dinero utilizado en los países proviene de dos fuentes: el banco central que emite billetes, monedas de curso legal y dinero contable –digital–, que conforma un agregado llamado la base monetaria o dinero de alta potencia y es el pasivo monetario del banco central, que debería en principio respaldarse con oro; la otra fuente son los bancos comerciales, que generan un dinero con base en asientos contables, cuando otorgan créditos que no se corresponden con los ahorros reales de sus clientes y que no han sido producto del trabajo, la inversión, la producción y el ahorro, de tal suerte que los créditos serían para esos entes sus activos y los depósitos en las cuentas de sus clientes serían sus pasivos, pero esos activos y pasivos son solo figuras contables.

Al poder generar este tipo de dinero secundario, que tiene los mismos efectos sobre la economía que el dinero de la base monetaria, los ahorros reales de los clientes no son requeridos y, por otra parte, como se espera que no todos los clientes soliciten su dinero físico simultáneamente, los bancos solo mantienen disponible un porcentaje de los depósitos reales como reserva para atender los retiros.

Si se tuviera una moneda respaldada y redimible por oro, donde solo el banco central pueda generar dinero primario y no existiera el dinero secundario, con un encaje del 100 % se debería cumplir la ecuación: base monetaria = liquidez monetaria = oferta monetaria, cuyo monto debería ser totalmente regulado y ajustado por el banco central.

El dinero de los ahorros reales proveniente de los depósitos a plazo fijo tanto en moneda nacional como en divisas, serían los adecuados para hacer la intermediación financiera y así habría disciplina monetaria y crediticia, que son acciones requeridas para evitar la expansión de la oferta monetaria, la inflación, la recesión, las burbujas financieras y a futuro las quiebras de entidades bancarias, que deben ser rescatadas por los bancos centrales, mediante la generación de más dinero de la nada –recordar las quiebras bancarias en épocas del Dr. Rafael Caldera–.

Libertad en el manejo de las divisas:

Cuando se tiene una moneda creíble, fuerte y estable, como sería el bolívar oro, los ciudadanos por la ley de Gresham, pueden decidir sin coacciones de ningún tipo, que moneda usar para sus transacciones o cual atesorar y por lo tanto, puede coexistir la circulación de diversas divisas con la moneda nacional, sin que se fuerce a los usuarios a transar en monedas depreciables y devaluables como ocurría en el pasado, lo que implica un alto grado de libertad económica y la posibilidad de que los bancos ofrezcan productos financieros activos y pasivos competitivos y cobren intereses y comisiones por los servicios financieros que prestan al ciudadano y a las empresas, lo que finalmente conducirá a la generación de la confianza por parte de los inversores nacionales y extranjeros, que necesitan entornos creíbles y éticos, donde poder colocar y transar con su dinero y mejor aún, si esos inversores aportan no solo capital sino también: tecnología, know how, capacidad administrativa y empresarial, que son fundamentales para reconstruir al país.

Disciplina fiscal:

Finalmente, la mayor parte del gasto y déficit fiscal es producido por los subsidios de tipo social y las nóminas del personal burocrático público y por tal razón, es necesario que en vez de producir dinero de la nada por parte del banco central para cubrir esos gastos, es preferible optimizar la recaudación de impuestos razonables y por otra parte, entregar en concesión a inversores privados serios y reconocidos, a empresas públicas que no sean autosustentables, de tal forma que estas entidades, al ser bien administradas por gerentes de calidad, puedan generar con calidad productos y servicios e impuestos, dividendos y regalías, que sirvan para complementar la recaudación de los demás impuestos e ingresos nacionales y adicionalmente, no estaría de más velar por la transparencia en el manejo de los fondos públicos, que se ven afectados por la voracidad de la corrupción, cuando faltan controles y supervisión adecuada.    

Como se puede observar, las propuestas hechas de buena fe en este artículo económico, no solo se limitan a una simple reconversión monetaria más –quitando ceros, cambiando adjetivos y reemplazando al cono monetario– sino más bien, a considerar la realización de un cambio de mayor envergadura, lo que implica una reconstrucción económica, que involucra modificaciones y mejoras en diversas dimensiones: monetaria, financiera y fiscal.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: miércoles, 18 de agosto de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 10 de agosto del 2021 y está en el enlace: Reconstrucción monetaria financiera y fiscal en venezuela

domingo, 18 de julio de 2021

Crisis Políticas

La mitología de la antigua cultura griega es muy rica en mitos y leyendas, cuyo estudio y análisis proporcionan ilustración y enseñanzas y su aplicabilidad aún está vigente, como es por ejemplo El mito de Sísifo quien fue castigado por Zeus a empujar una roca por una colina empinada, pero antes de llegar a la cima, dicha roca rodaba hacia abajo y el pobre de Sísifo tenía que volver a subirla, repitiendo este proceso por toda la eternidad y esta tragedia es similar a lo que les ocurre a los ciudadanos de las diversas naciones con la política, cuyas crisis se repiten eternamente durante todas las generaciones, como castigo por elegir a líderes no adecuados.

Para entender y analizar sobre filosofía política, es recomendable leer los 10 libros que conforman la República, que se escribió hace 2.400 años, sobre temas tales como: justicia, naturaleza humana, educación, virtud, gobierno y política, por Platón – filósofo griego 427-347 a.C. discípulo de Sócrates, quien a su vez es el padre intelectual de los filósofos de occidente –, pues debido a que su maestro Sócrates no dejó nada escrito, Platón se encargó de escribir las ideas de su maestro en diversos libros y en la República, narra un diálogo de Sócrates con algunos discípulos, a través del cual expone los pensamientos políticos socráticos según su visión.

Los pensadores griegos eran muy modestos y no les gustaba que los llamaran sabios sino amigos de la sabiduría  – de ahí deriva la palabra filósofo – y como muestra de la humildad de tales filósofos griegos, Sócrates – reconocido como el padre de la ética occidental o la filosofía moral – repetía la frase “solo sé que no sé nada” y el método socrático se basaba en no imponer sus ideas a los demás, sino en hacer que los discípulos mediante el diálogo y a través de preguntas que el filósofo les hacía, obtuvieran ellos mismos las respuestas y esa técnica se llama la mayéutica, donde el alumno descubre sus conocimientos y sus habilidades con la ayuda del maestro.

De acuerdo a lo mencionado en La República de Platón – obra que propone un tipo de estado utópico – se indica que deben existir tres clases sociales que en orden de importancia son: los gobernantes, los guardianes y los productores – artesanos, campesinos y comerciantes – y que las diversas formas de gobierno existentes sufren metamorfosis o mutaciones que las van empeorando con el paso del tiempo por efectos de la avaricia y la corrupción de los gobernantes, donde en orden de bondad eran: Aristocracia – la ideal –, Timocracia, Oligarquía, Democracia y Tiranía – la peor –.

Para entender esta obra, hay que colocarse en el contexto de la situación real de hace más de 25 siglos, pues las naciones más poderosas del mundo, vivían de hacer la guerra, invadir, saquear y expoliar a los demás estados y por esa razón, para asegurar la existencia de las naciones, para Sócrates y Platón eran tan importantes los guerreros, de tal modo que para ellos, las clases sociales de mayor nivel eran los gobernantes y los guardianes, quienes provenían del grupo de los guerreros, de manera que los productores eran considerados la plebe, que debía sostener a todos los demás, pero en contraprestación, eran los únicos que tenían derecho de poseer propiedades y también familia.

La Aristocracia era definida en esta obra de teoría política, como el gobierno de los mejores ciudadanos, donde los gobernantes ideales debían ser filósofos, quienes habían tenido la mejor educación posible desde niños – pues para Platón, la ignorancia era la semilla de todo mal – y provenían de la casta de los guerreros exitosos, quienes realmente eran: viejos sabios, honestos, justos y prudentes, que solo buscaban el bien de sus estados y sus ciudadanos, sin que pudieran tener ninguna propiedad ni lazos familiares, para evitar ser tentados por la codicia y la corrupción.

La Timocracia era una forma de gobierno basada según la utopía platónica, en la idea del honor de los guerreros, quienes al igual que los filósofos gobernantes no debían tener propiedades, pero como producto de la degradación de la Aristocracia que se corrompía con el paso del tiempo, esta se convertía en el gobierno de unos pocos ciudadanos que poseían un determinado capital o cierto tipo de propiedades.

La Oligarquía era el segundo nivel de degradación de la Aristocracia y era una forma de gobierno donde el poder político residía en unos pocos ciudadanos que buscaban solo su propio beneficio y eran generalmente de una misma: familia, clase social, grupo económico o partido político, donde el poder se heredaba generalmente por lazos sanguíneos o míticos, pero sin que existieran cualidades éticas o meritocráticas.

La Democracia es el gobierno del pueblo, que surge cuando las oligarquías son derrocadas por su alto grado de corrupción e inestabilidad social, con ciudadanos comunes arruinados y era el tercer nivel de degradación de la forma de gobierno ideal, pero para Platón era una de las peores, pues este sabio se preguntaba que: ¿si se estaba en medio del océano, habría que hacer una elección para buscar quien condujera el barco o era mejor encontrar a algún experto en navegación a bordo para hacerlo? y esto es aún más importante para conducir los destinos de una nación, donde no se debe dejar esa responsabilidad a los aprendices o líderes incapaces e improvisados, porque las votaciones podrían ser influenciadas por irrelevancias tales como es la apariencia o la elocuencia de los elegidos – o peor aún, lo que pasa actualmente, con la manipulación en las campañas de marketing y los maletines llenos de divisas – aunque no tuvieran las calificaciones apropiadas para ser estadistas y al hacerlo, terminarían por conducir a las naciones a la peor forma de gobierno que eran las tiranías, pues la confianza en el gobierno democrático se deteriora generando malestar y aparecen los demagogos que ofrecen a las masas promesas populistas, como una supuesta protección a los más humildes, que no pueden cumplir y ahí es donde esos demagogos empiezan a buscar culpables, a neutralizar a los demás poderes públicos existentes, hasta llegar a imponer las dictaduras, donde el poder es asumido por una sola persona que no cumple las leyes y las naciones comienzan a buscar, cómo lograr un cambio de gobierno, repitiendo tal como en la tragedia de Sísifo, el ciclo de volver a escalar la colina empujando la pesada roca – metáfora –, postulando y eligiendo siempre a los menos aptos para ejercer las funciones de gobierno (Ejemplos: Haití, Nicaragua, El Salvador o Perú – notable por tener a muchos expresidentes corruptos – entre otros países).

Antes de escribir este artículo sobre las crisis políticas, escuché un audio-libro en YouTube de 17 horas de duración sobre La República de Platón y me pareció un gran aporte a la teoría política, que ha sido inspiración para muchos filósofos post socráticos, de tal forma que algunos autores piensan que todo lo escrito sobre filosofía política, no son más que anotaciones al margen de esta obra, debido a su extensión de temas de interés y a su profundidad, pero antes de conocer estos pensamientos socráticos y platónicos, ya había publicado en mi columna semanal de opinión en El Nacional, el 11 de mayo de 2021 un artículo llamado Democracias con pies de barro donde casualmente, estuve en desacuerdo con algunos planteamientos de Platón en La República, pues considero a la Democracia como la mejor forma de gobierno para las naciones, de acuerdo con los tiempos actuales, pero coincidía con el gran filósofo griego, en que era fundamental poder elegir a los ciudadanos más capacitados, experimentados, justos y honestos, con que cuentan las naciones, independientemente de las castas de donde provengan, dando la bienvenida a toda clase de productores que generan riqueza, pero excluyendo a los especuladores que solo generan caos en los mercados, lo que implicaría una especie de híbrido entre Democracia y Aristocrática, en el sentido platónico ampliado, que debe mantenerse bien lejos de timocracias, oligarquías y tiranías, para evitar las crisis políticas y por lo tanto, a continuación reitero parte de mis opiniones en el artículo mencionado: 

La democracia es considerada como la mejor forma de gobierno para las naciones, pues con este sistema político, el derecho de colocar o quitar a los representantes gubernamentales, debería ser potestad exclusiva de los ciudadanos, a través de mecanismos de decisión basados en los procesos electorales, siendo que, en condiciones ideales, sería conveniente que los electores pudieran seleccionar, postular y elegir libremente, a los mejores ciudadanos con que cuentan los países.

Infortunadamente, en la práctica no ocurre la situación democrática ideal, debido a que los candidatos provienen de los partidos políticos y esos partidos necesitan financiamiento para subsistir, de manera que existe un problema subyacente, pues quienes financian a los políticos, no lo hacen por simple amor a la democracia, sino que quieren cobrar con creces las facturas de lo invertido en las campañas electorales que patrocinan, a través de la obtención de favores, una vez que los postulados lleguen al poder y por lo tanto, los financistas prefieren promover a ciudadanos ignorantes e incapaces que puedan ser sometidos, extorsionados y manipulados fácilmente, por lo cual ignoran, desprecian y repudian a los mejores líderes, que tengan experiencia, capacidad, honestidad y libertad de criterio, virtudes que son fundamentales para lograr gobiernos honestos, eficaces, eficientes y exitosos”.

Finalmente, un gran problema inherente a las crisis políticas recurrentes, producidas por: corrupción, ignorancia e incompetencia, es que generan paralelamente crisis económicas, producto de la especulación y de las malas praxis monetarias-financieras, que someten a los ciudadanos a otro tipo de castigo como es la tragedia griega de Tántalo hijo de Zeus, donde ese personaje mitológico fue castigado a sufrir de sed y de hambre, permaneciendo eternamente hundido en un pozo de agua hasta la barbilla, con un árbol lleno de frutas sobre su cabeza, pero con una roca encima que amenazaba con matarlo, si intentaba tomar agua o comer de las frutas que solo podía ver pero no tocar.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 18 de julio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 13 de julio del 2021 y está en el enlace: Crisis políticas