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martes, 22 de noviembre de 2022

Que América vuelva a ser grande

Make America Great Again –MAGA– fue el slogan utilizado en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, con el que convenció a los electores de llevarlo a la presidencia de Estados Unidos, ocupando ese cargo durante 4 años –entre 2017 y 2021– el cual quería continuar ejerciendo y por eso participó en la elección para el siguiente período sin tener éxito, pues no pudo cumplir en su mandato lo prometido durante la campaña del 2016, pero aun así, se ha vuelto a postular como precandidato para las próximas elecciones presidenciales de 2024.

Según mi opinión, en ese país existen al menos media docena de problemas que no han podido ser resueltos por sus gobernantes –incluidos los últimos presidentes Mr. Trump y Mr. Biden– dentro de los cuales está la siguiente lista de pasivos electorales:

1.- El consumo de sustancias narcóticas: dolorosamente, parte de sus habitantes han caído en ese vicio e infortunadamente en muchas ciudades, esa aberración está destruyendo al sector más vulnerable de la población y al futuro de la nación, que es su juventud, como es el caso de los zombis de Filadelfia, por citar solo una ciudad. 

2.- La violencia: debido a las facilidades existentes para adquirir y portar armas, cada cierto tiempo ocurren masacres en: centros comerciales, iglesias, escuelas y supermercados, donde algún desquiciado dispara, hiere y mata a gente inocente, pero adicionalmente, se generan sentimientos de: inseguridad, zozobra e impotencia, en sus habitantes.

3.- La pobreza: por la inequidad existente, para septiembre de 2022, la tasa oficial de pobreza era del 11,6% lo cual representa una cifra de casi 39 millones de habitantes y muchos de ellos son indigentes y sin hogar, algunos de los cuales viven en carpas en las calles, donde hacen sus necesidades fisiológicas o dentro de sus vehículos, pues están desempleados o sus ingresos son insuficientes para adquirir una vivienda o pagar un alquiler.

4.- La desindustrialización: las plantas de muchas empresas exitosas en el pasado cerraron o emigraron del país, en busca de mano de obra barata y esto genera desempleo, quiebra y fracaso de ciudades como Detroit, que era el asiento de grandes empresas ensambladoras de vehículos, convirtiéndose en cinturones de óxido y miseria, y peor aún, generando gran dependencia de la producción en el exterior, perdiendo así su autonomía.

5.- La inflación: debido a las llamadas flexibilizaciones cuantitativas, la FED que es su banco central, desde el año 2000 ha estado generando altas cantidades de dinero fiduciario con respaldo por deuda y los bancos comerciales generan dinero adicional en forma de crédito, sin que esa liquidez monetaria tenga una contrapartida con el PIB real –lo cual es insostenible en cualquier tiempo y lugar del mundo– y el resultado esperado, es que se produzca la pérdida del valor del dinero en forma de inflación, donde cada día los productos y los servicios suben de precio, haciendo a los ciudadanos más pobres y destruyendo los salarios reales, las inversiones y los ahorros de sus habitantes, llevando a los países a quiebras, recesiones y depresiones.

6. La especulación financiera: creo que esta es la peor deficiencia en esa nación, debido a que esta práctica es promovida por élites económicas parasitarias, en detrimento de los productores, inversores reales y consumidores y por esa razón, cada cierto tiempo ocurren crisis económicas como fueron la crisis de las puntocom en el año 2000, la crisis de las hipotecas basura en el año 2008 y actualmente, la crisis de los mercados cripto con actores como FTX, donde el dinero que los clientes entregaban en custodia, era dilapidado alegremente para comprar mansiones, yates o aviones privados o para prestarlo a los especuladores que apuestan en los mercados de derivados, haciendo trading de activos y productos fantasmas y pareciera que se han olvidado que las causas de la gran depresión iniciada en 1929 fue justamente de origen especulativo, donde las bancas comerciales y de inversión se depravaron, para apalancar la compra de acciones de empresas zombis, que terminaron quebradas.

Sobre la perversión económica especulativa publiqué un artículo llamado Es la especulación estúpido y considero que este slogan sería muy apropiado en la próxima campaña electoral para acceder a la presidencia de Estados Unidos, emulando a la frase ganadora utilizada en la campaña presidencial de Bill Clinton en 1992.

Cuando se habla de América en el mantra MAGA, se hace referencia solo a Estados Unidos, pero sería de gran utilidad que esa frase incluyera también a Latinoamérica –considerada el patio trasero– debido a que por las malas praxis: políticas, sociales y económicas de los gobiernos locales, que tienen arruinados a sus pobladores –principalmente por estar devaluando las monedas nacionales– para pagar salarios reales miserables y propios de una sub esclavitud, en favor de: especuladores, delincuentes financieros y corruptos, muchos ciudadanos latinos ingenuos deciden emigrar por los caminos verdes para Estados Unidos, generando una crisis migratoria y humanitaria adicional, sin saber que por los problemas citados anteriormente, el sueño americano se ha convertido en una pesadilla.

Para hacer que toda América vuelva a ser grande –incluyendo a Latinoamérica– se requiere postular y elegir candidatos a representantes y presidentes, que tengan capacidades de estadistas, que se ocupen de las necesidades y problemas de sus electores por encima de los requerimientos de sus financiadores –tales como son entre otros: BlackRock, Blackstone, George Soros o estafadores como Sam Bankman Fried– para que puedan resolver al menos algunos de los problemas mencionados arriba y que adicionalmente fortalezcan sus monedas nacionales, para lo cual en EE.UU se cuenta con 8.133,46 toneladas de oro en su banco central, según las estadísticas del World Gold Council, al final de septiembre de 2022, lo que permitirá corregir el error monetario cometido en esa nación en 1971 por Richard Nixon, cuando se abrió la caja de Pandora, al repudiar “temporalmente” los acuerdos de Bretton Woods, eliminando el patrón oro que mantenía: baja inflación, PIB creciente, estabilidad económica, progreso y prosperidad.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 22
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 22 de noviembre del 2022 y está en el enlace: Que América vuelva a ser grande

miércoles, 16 de noviembre de 2022

El nuevo orden mundial parte III

En los últimos artículos publicados en mi columna de El Nacional, indicaba que actualmente se repite la existencia de un desorden y un caos mundial, producto de la distorsión de las dimensiones que rigen al comportamiento humano, mediante las siguientes duplas dimensión/perversión, de la siguiente manera: economía/especulación, política/corrupción, geopolítica/invasión, religión/pederastia y comunicación/manipulación de la información.


Infortunadamente, estas distorsiones multidimensionales no son de origen reciente, pues desde hace décadas han sido promovidas y potenciadas por grupos de poder en la sombra, como las fundaciones financiadas por Mr. Soros, por citar solo uno de los financistas más activos, quienes como vampiros económicos, se alimentan de los fondos deshonestos provenientes de la especulación monetaria y financiera global, que gracias al keynesianismo han arruinado y se han apoderado del mundo, mediante el uso de la manipulación de la información, a través de algunos medios de comunicación convencionales y de las redes sociales.

Los medios modernos de comunicación han convertido a muchas personas en cuerpos sin alma, con comportamientos similares a los zombis, porque están más pendientes de asuntos estériles y superficiales con su teléfono celular, en vez de ocupar su tiempo viviendo su propia existencia, para reflexionar sobre su futuro, sin convertirse en una generación insensata, con algún tipo de pereza física y mental, pues solo les interesa leer textos menores a 280 caracteres y desprecian las virtudes reconocidas del pasado, que conducían al éxito de las naciones y de sus ciudadanos, tales como eran: educación, investigación, trabajo, ahorro, inversión real y producción.

Como en artículos anteriores expuse aspectos relativos a la economía y a la política, en esta oportunidad opinaré sobre el tema de la geopolítica, que desde tiempos remotos también se ha distorsionado y se ha convertido en una de las malas artes para: invadir, destruir, asesinar, violar, saquear, expoliar, esclavizar y someter a otras naciones, mediante el uso de la guerra con sus diversas variantes, justificando dichas perversiones belicistas con ofertas de libertad, democracia, derechos humanos, defensa de minorías o asuntos relacionados con la seguridad nacional, pero en el fondo, muchas de esas ofertas son engañosas y manipuladoras de la opinión, pues lo único que les interesa a los invasores de las diversas latitudes y tendencias políticas sin excepción, es apropiarse por el engaño o la fuerza de territorios ajenos, activos, riquezas y recursos naturales estratégicos, tales como son: petróleo, gas natural, uranio, litio, tierras raras, oro, etc.

La democracia que es considerada por nuestra cultura como la mejor forma de gobierno para las naciones, está manipulada y corrompida por grupos de especuladores y estafadores en la sombra, que constituyen las llamadas oligarquías y son quienes imponen a títeres corruptos e incapaces en los gobiernos, que les permitan mantener sus formas de vivir expoliando a las naciones impunemente y como desprecian a los ciudadanos honestos, capaces y con visión de estadistas, algunos de esos gobernantes arrogantes, enceguecidos por la mezcla de poder con ignorancia, se convierten en dictadores eternos, por haber permitido las prácticas reeleccionistas, lo cual es aprovechado para justificar la imposición de sanciones a algunas naciones y apropiarse así de lo que se robaron los corruptos, que en su momento de gloria se llevaron a paraísos fiscales u otras naciones en teoría más serias, donde fueron hipócritamente recibidos con visas de inversionistas o les otorgaron la nacionalidad, sin haber revisado el origen de sus fondos mal habidos y es así como en el caso de los oligarcas rusos, por citar solo un caso de actualidad, hay gobiernos como el del Reino Unido e instituciones financieras a nivel mundial, que a cuenta de las sanciones a Rusia se están apropiando indiscriminadamente de aviones, barcos, yates, fondos e inversiones, aplicando el adagio que dice “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón” y por esa razón, aunque pueda producirse la tercera guerra mundial de carácter atómico, que acabe con la humanidad, a muchos seudo líderes mundiales no les interesa que los problemas de las naciones se resuelvan mediante diálogos, negociaciones y diplomacia, con participación de entes como es la ONU, para no tener que devolver lo que les han robado a los otros ladrones, cuyos verdaderos propietarios son los ciudadanos de los países víctimas de las satrapías, tal como ocurrió con los recursos de Libia después de la invasión del 2011, pues las ni las inversiones internacionales, ni los fondos, ni las 120 toneladas de oro que tomaron de su banco central han regresado a esa nación, para favorecer a sus ciudadanos, que siguen huyendo de su país natal, a pesar del cambio del dictador por interinatos consecutivos alcahuetas.

Los delitos cometidos por los corruptos de turno en cualquier forma de gobierno, son de carácter personal e intransferibles a las naciones afectadas, pues los ciudadanos inocentes y humildes que son la mayoría, son realmente las víctimas de las satrapías y de los sancionadores, pero no deben cargar con las culpas de sus dirigentes, que les fueron impuestos por otros, como fue el caso del Sr. Putin, quien fue colocado por los oligarcas y otros corruptos, que también promovieron al Sr. Yeltsin para dar continuidad a los negocios fraudulentos con los activos de esa nación, a cuenta de la libertad económica y la democracia implantada al derrumbarse la URSS.

Parece que se está haciendo uso y costumbre generalizada, aprovecharse de estas situaciones desafortunadas, pescando en ríos revueltos, para justificar la xenofobia, la exclusión, la satanización y la expoliación a las naciones afectadas, con la estrategia fracasada de sanciones y bloqueos indiscriminados, que deberían ser monitoreados para garantizar su eficacia y para que no ocurra lo de Cuba, Corea del Norte o Irán, donde las sanciones no han servido para nada, excepto para producir más sufrimiento a sus habitantes, creando y manteniendo atornillados a conveniencia a las figuras de un “coco” para atemorizar y someter a las demás naciones del globo de manera eterna, mientras las organizaciones responsables de solucionar los conflictos internacionales como es la ONU se mantienen al margen, sin cumplir con su misión.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 16 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 10 de mayo del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial III

domingo, 26 de septiembre de 2021

Prácticas especulativas

En el diccionario de la real academia española, existen 11 definiciones de la palabra especular, que dependen de 2 etimologías latinas bien distintas; pero a los efectos de este artículo de opinión con orientación económica, usaré como definición del término especular, la afirmación que dice: “Especular es efectuar operaciones comerciales o financieras con la esperanza de obtener beneficios aprovechando las variaciones de los precios o de los tipos de cambio” o de manera más simple: “es la práctica de obtener un beneficio económico comprando barato y vendiendo caro”.

Se ha hecho una costumbre manipulada y manipuladora, confundir la semántica relacionada con los verbos especular e invertir, siendo que el inversor real se interesa por las características fundamentales del bien o servicio donde invierte su capital financiero e intelectual y tales características son: calidad, utilidad, estabilidad, credibilidad, sostenibilidad y rentabilidad, de lo que se produce o se mercadea, mientras que el especulador solo desea obtener el máximo beneficio en el menor tiempo posible, sin ningún otro tipo de consideración y como ejemplos, con ánimos netamente didácticos, podríamos citar a un inversor real como es Mr. Bill Gates –fundador de la empresa Microsoft, quien creó el sistema operativo actual más popular, llamado Windows– que actualmente es el mayor terrateniente en EEUU y como inversor se dedica a la producción de alimentos de origen agrícola, mientras que en el campo de los especuladores podríamos mencionar a Mr. George Soros, cuyas ganancias provienen de la manipulación de los precios en la bolsa y de las tasas de cambio, tal como ocurrió cuando ganó 1.000 millones de dólares en un solo día, quebrando al Banco de Inglaterra –hecho ocurrido el 16 de septiembre de 1992 y llamado el miércoles negro– mediante la obtención de dinero con facilidades crediticias y la manipulación del tipo de cambio con la libra esterlina.

Se debe tener bien claro, que por la costumbre de comprar barato para vender caro –acción de especular– la especulación se ha camuflado con la actividad comercial honesta y en principio ha sido considerada una actividad legal –aunque no todo lo legal es necesariamente: ético, correcto, justo u honesto– pero en muchos casos, donde esta acción esté acompañada por otras acciones adicionales tales como son: acaparamiento de bienes, negación o mal funcionamiento de los servicios, competencia desleal, oferta de bienes y servicios ficticios, manipulación de los precios, apalancamiento mediante créditos en bancos de reserva fraccionaria y establecimiento de monopolios u oligopolios, entre otras desviaciones, que aunque no sean penalizadas por la ley, la especulación per se, no podría considerase 100% ética y termina distorsionando el equilibrio de los libres mercados, que en principio deberían responder a las fuerzas de oferta y demanda, sin la intervención de otras fuerzas espurias e improductivas, siendo que esas distorsiones conducen a crisis económicas cíclicas.

Podríamos considerar que en principio existen dos tipos de especulación, que son la comercial y la financiera, de modo que para ilustrar la de tipo comercial, relataré a continuación algunos casos que me ocurrieron recientemente:

Debido a que las casas requieren periódicamente mantenimiento, para reparar daños de elementos que se deterioran con el uso, el paso del tiempo o por fallas que son producto de vicios ocultos de construcción, tuve que comprar cierta cantidad de cemento y las primeras bolsas que por cierto, no son los sacos de papel tradicionales de 45 kilogramos, sino un cemento en bolsas plásticas que llaman “a granel” y que tiene menos peso que los sacos originales, de modo que compré inicialmente 2 bolsas de 38 kilogramos c/u a precio de 7 dólares por bolsa, pero al utilizarse todo el contenido, tuve que buscar más cemento para continuar con la obra y recorrí muchas ferreterías y negocios de materiales de construcción, pero me llevé una sorpresa, porque en ninguno de ellos había existencia del material solicitado y solo me ofrecían bolsas de a un kilo muy caras, pareciendo ser una situación extraña del tipo cartelización y luego de seguir buscando, pude conseguir las bolsas de 38 kilogramos, pero a 9 dólares por cada bolsa, lo cual implica que el insumo había sufrido un aumento de 26,6 % en una semana, sin que hubiera habido incremento de salarios ni de tarifas de servicios u otros aumentos y como los precios en Venezuela están en dólares, no se justifica una inflación en divisas de esa magnitud –si esa fuera la excusa–, cuando en el país emisor del dólar, existe inflación por la expansión de liquidez actual, pero no pasa del 5 % anual por ahora.

Además del cemento, el maestro de la obra me solicitó tres codos de PVC de 90° y comencé mi búsqueda, siendo que conseguí precios en dólares diferentes en cada negocio visitado, tales como: 9, 7, 6, 5, 4, 3 o 2.5 por codo y al final, compré dos codos de 2.5 dólares c/u a un vendedor informal y el otro codo restante por 3 dólares en una ferretería, pero teniendo en cuenta que esos artículos son hechos en Venezuela, con materia prima y mano de obra nacional sub pagada, no veo ninguna racionalidad económica, para que exista una diferencia tan abismal de precios entre el máximo y el mínimo de un 260 %.

También tuve que comprar una rejilla y su soporte de bronce de 4 pulgadas para el desagüe del patio y hacía una semana que en una ferretería me habían pedido 8 dólares por ella, pero el día que fui a comprarla, su precio estaba en 10 dólares, lo que implicó un aumento porcentual de 25 % en siete días.

A la práctica de aumentar constantemente los precios que están en divisas en Venezuela, sin ningún tipo de racionalidad económica, solo la puedo catalogar como una distorsión especulativa perversa, puesto que el país está en una economía dolarizada por el lado de la oferta, pero con los salarios mínimos mensuales que están cerca de los 2 dólares mensuales y con los precios internacionales en dólares, considero que mientras se siga con estas malas prácticas especulativas por parte de algunos comercios y se quiera mantener envilecido al salario de los ciudadanos –mediante la ley del embudo–, no será posible la recuperación económica nacional, puesto que para que crezca la oferta agregada o PIB, es necesario incrementar la demanda agregada –que necesita de ciudadanos con ingresos que tengan capacidad de compra y agentes económicos con ética en los negocios– y existen algunos supuestos expertos económicos histéricos, que le piden al gobierno que no aumente los salarios reales de los trabajadores, porque les parece que un salario mensual mayor de 7 bolívares digitales –después de la reconversión monetaria, que serán menos de 2 dólares– podría quebrar a los pobres especuladores, que mantienen sus precios dolarizados, pero que pagan los salarios pírricos en bolívares devaluados y devaluables.

Por otra parte, esos mismos supuestos expertos también le solicitan al gobierno que disminuya el encaje legal para permitirle a los bancos que puedan disponer más fácilmente de casi la totalidad de los depósitos de sus clientes para prestarlos a tasas reales cero o negativas, de tal forma que se transfieran los activos monetarios en divisas o en moneda nacional de los clientes hacia los prestatarios ineficientes, para que puedan enviar los fondos al exterior, donde pueden ser estafados por delincuentes financieros internacionales, tal como ya ocurrido en el pasado, siendo que con esas prácticas solo se logrará incrementar: inflación, devaluación, especulación financiera y el deterioro del patrimonio de los ahorristas, junto con el envilecimiento del ingreso de quien trabaja, ahorra, invierte y produce, puesto que “con ese tipo de supuestos asesores económicos amigos, el país no requiere de otros enemigos” (metáfora).

En mi opinión, en una economía sana que se oriente hacia la producción en vez de la especulación, el único ente que debe generar moneda nacional, independientemente de su formato, debe ser el banco central, tal como lo indican las constituciones de las diversas naciones; la moneda nacional debería estar anclada y respaldada por oro, para que sea unidad de medida honesta y de mantenimiento de valor; los depósitos a la vista ya sean en divisas o en moneda nacional, deben tener un encaje legal del 100 % –es decir, deben estar siempre disponibles para cuando el cliente los solicite y no ocurra lo de las cuentas en divisas del convenio cambiario número 20, que están en el limbo– y los créditos otorgados a los inversores reales, deben basarse solo en depósitos a plazo fijo, que deberían cobrar y pagar tasas de interés competitivas y solo ese tipo de depósitos debería tener un encaje legal cercano a cero, para favorecer el ahorro voluntario real; de tal manera que al recuperar el poder del ahorro, la credibilidad en la moneda, hacer al consumo más racional y a la inversión más productiva y eficiente, como consecuencia inherente a la caída de la inflación de consumo y también de activos, para que se produzca un incremento en los salarios reales y también de esta manera se eviten quiebras futuras de bancos y crisis financieras indeseables, como ha ocurrido en tiempos pasados con algunos casos tales como fueron Lehman Brothers en EEUU o los casos del Banco Latino y del Grupo Latinoamericana Progreso en Venezuela, por el uso de prácticas crediticias no inocuas y riesgosas, como son el uso de la reserva fraccionaria al crear dinero de la nada para otorgar créditos y la aplicación de encajes legales cercanos a cero para los depósitos a la vista, que conducen inexorablemente hacia la quiebra de la economía.

Finalmente, una dicotomía que en el pasado les hacía perder el tiempo y la energía en discusiones estériles y bizantinas a los ciudadanos, era dividir y enfrentar a la gente entre capitalistas y socialistas, pero para los amantes de las dicotomías, actualmente es preferible hacer una taxonomía entre productores y especuladores, pues mientras los primeros crean riqueza para las naciones, los segundos se apropian indebidamente de los activos ajenos, mediante la manipulación de precios, tasas de cambio y la creación de leyes y normas sobrevenidas, promovidas por politiqueros mantenidos por los especuladores, si analizamos los casos de Mr. Gates y Mr. Soros, tal como fueron expuestos en los párrafos anteriores.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 26 de septiembre de 2021
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el 
prestigioso diario El Nacional, el 14 de septiembre del 2021 y está en el enlace: Prácticas especulativas