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viernes, 18 de diciembre de 2020

Fin del Dinero Fiat

El Dinero Fiat es una figura monetaria impuesta por los gobiernos a los ciudadanos, para que sea la moneda de curso legal en una nación o zona geográfica, con el objetivo de permitir las transacciones comerciales mediante su uso.

Actualmente este dinero es creado por los bancos centrales y también por los bancos comerciales en forma de crédito, sin que existan límites teóricos de emisión, ni tampoco respaldo adecuado que garantice su credibilidad, su estabilidad, ni el mantenimiento de su valor en el tiempo y además ese dinero tampoco tiene la capacidad de redimirse con algún activo tangible, debido a que es un pasivo monetario generado sin contraprestación de activos reales.

El origen del dinero Fiat se remonta al siglo XI en China, con el invento del papel moneda por la dinastía Song, que mantuvo su hegemonía por más de 3 siglos (960-1279) y que permitió el crecimiento a las dinastías Yuan y Ming, mediante el uso de: la pólvora, la fuerza, los ejércitos, las invasiones a otros territorios y las hambrunas cíclicas que ocurrieron en esa nación.

Este tipo de dinero crea una ilusión monetaria en algunas personas, al hacerlas creer que pueden ser ricas y vivir eternamente sin tener que trabajar ni producir nada, emitiendo cantidades exponenciales de dicha moneda, para apropiarse: del tiempo, del trabajo y de lo que producen los demás ciudadanos, a cambio de un objeto virtual o físico que carece de valor intrínseco y que termina por arruinar y quebrar en el largo plazo a: ciudadanos, empresas, bancos, gobiernos, países y al mundo, pero al fracasar algunos gobiernos buscan a quien culpar por sus errores, justificando y recurriendo a actividades bélicas, invasiones o expolios en contra de sus propios ciudadanos u otras naciones, para tratar de solucionar sus crísis económicas.

Al ser una ilusión de riqueza de tipo piramidal y un juego de suma cero, donde al final lo que pierden muchos lo ganan algunos pocos, la economía manejada con esa forma de dinero funciona en ciclos, porque a medida que pasa el tiempo y con el aumento de la liquidez monetaria, el valor y la capacidad de compra de la moneda disminuyen, creando inflación que puede ser de consumo o de activos y cuando esto ocurre, también cae el PIB y aumenta el índice de desempleo y pobreza, generando recesiones o peor aún depresiones, como la ocurrida después del crack bursátil de 1929 y entonces se requiere hacer un reinicio monetario-financiero, recurriendo al belicismo en el peor y más perverso de los casos y en otros casos a la práctica trivial de cambiarle el nombre a la moneda y eliminar grupos de ceros, para evitar el colapso de las plataformas informáticas, debido a que los campos digitales de tipo: money, decimal y numeric usados actualmente en las aplicaciones y las bases de datos  tienen límites y no pueden crecer infinitamente, porque se perderían los dígitos más significativos; pero estas soluciones son: temporales, ineficaces, inútiles y de corta duración por ser insostenibles.

Después de la segunda guerra mundial, donde una de sus causas fue la gran depresión producida después de los locos años 20 del siglo XX y la expansión del crédito, en Julio de 1944 al quedar destruídas las monedas y la economía global, se establecieron los acuerdos monetarios de Bretton Woods, para imponer como moneda de reserva mundial al dólar de USA, de tal forma que una onza de oro respaldaba a 35 dólares estadounidenses, pero estos acuerdos fueron repudiados por el presidente Richard Nixon el 15 de Agosto de 1971 por recomendación de Milton Friedman, economista y padre del Monetarismo, quien luego fue laureado con un premio Nobel de Economía en 1976.

En esa ocasión del incumplimiento de los acuerdos de Bretton Woods, hubo la promesa de que esta acción iba a ser una medida temporal, pero esa temporalidad no era factible, porque USA había emitido más dinero del que podía respaldar con las reservas de Oro que tenía a su disposición, porque para poder sostener grandes ejércitos y financiar largas guerras tales como la de Vietnam, se requería emitir grandes cantidades de dinero y el oro para respaldarlo era una camisa de fuerza que ponía freno a las emisiones de moneda y así se reinició de nuevo el uso del dinero Fiat en el mundo durante el siglo XX, que se ha mantenido hasta la fecha por 49 años, desde que fue implantado en USA y en los demás países y zonas económicas del mundo, incluyendo aquellos que se consideran emisores de "monedas de reserva" tales como son: Inglaterra, Japón, China y Europa.

Los promotores del uso de dinero Fiat recomiendan su existencia e implantación, debido a que los bancos centrales tienen la libertad absoluta de emitir todo el dinero que los gobiernos necesiten para: financiar guerras, pagar burocracias improductivas, practicar populismos y por otra parte, los especuladores se ven favorecidos porque los bancos comerciales pueden crear a partir de la nada un dinero adicional al emitido por los bancos centrales, para otorgar créditos blandos a tasas de interés reales negativas, mediante el uso de una regla llamada Reserva Fraccionaria y gran parte de ese dinero es utilizado para apalancar negocios bursátiles y especulativos generando inflación de activos, con la manipulación de la fluctuación de precios de divisas y activos reales o ficticios como son: futuros, opciones, derivados, criptomonedas, acciones recompradas de empresas en quiebra, etc, mientras que los gobiernos ingenuos o quizás complacientes, al no saber o no querer distinguir entre magnitudes Nominales y Reales, creen que la especulación cambiaria-monetaria o el crecimiento de los índices bursátiles son éxitos económicos, sin darse cuenta que la especulación en todas sus formas, siempre conduce a quebrar y a arruinar a los países, donde aparecen cinturones de: óxido, miseria, indigencia y delincuencia, con muchas empresas quebradas y muchos ciudadanos sin empleo o subempleados y con ingresos miserables, que los hacen delinquir o emigrar hacia otros países en forma masiva, creando en muchos casos problemas de tipo social en los países receptores, porque en esos países también existen problemas sociales y económicos de diferentes magnitudes.

Para analizar un caso histórico típico de mala praxis monetaria, comentaré que en un país llamado Venezuela, en 1918 se implantó una moneda respaldada y redimible por oro llamada el bolívar oro, que estuvo vigente hasta 1974 y que mantuvo una inflación promedio anual de 1,3 %, un PIB relativamente creciente e índices altos de bienestar durante su vigencia de 56 años.

Al igual que lo ocurrido en USA con su moneda, el presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, quizás por recomendación de sus asesores económicos como eran el abogado, político y banquero don Pedro Tinoco y el político y economista don Gumersindo Rodríguez, en 1974 eliminó el bolívar-oro y a partir de ese momento la moneda nacional pasó a ser dinero Fiat y así comenzó la crisis económica de Venezuela que ha estado vigente desde 1974 hasta la fecha actual (18Dic2020) en un ambiente de: inflación, hiperinflación, caída del PIB y recesión recurrente, donde "supuestos expertos económicos" recomendaban acciones inútiles tales como: devaluaciones supuestamente competitivas, más incremento de liquidez, control de cambios, reconversiones monetarias, impresión de billetes de altas denominaciones, etc, que han conducido a ese país hacia la destrucción del bolívar que es su moneda nacional y con ello a la destrucción también de: ahorros, salarios, prestaciones sociales, empleos, inversiones y empresas.

En relación al caso de Venezuela, mediante la aplicación de la heurística y con absoluta objetividad y sin sesgos políticos o económicos, he estado investigando motu proprio desde hace varios años, sobre el tema monetario-financiero, para sugerir acciones eficaces y efectivas, que resuelvan el problema económico existente y como prueba de ello, escribí un artículo de investigación el 26Ene2012 llamado: Cómo Salvar a un País de su Crisis Económica, cuando el BCV tenía en sus reservas casi 400 toneladas de oro físico disponibles, que hubieran servido para fortalecer el bolívar, debido a que gran parte de ese oro había sido repatriado desde Inglaterra en 2011, a donde el Sr. Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno lo había enviado en 1989, para respaldar créditos en divisas con el FMI y la banca internacional y así continuar una mala praxis usada por políticos y supuestos empresarios e inversores, llamada orwellianamente "rentismo", que consistía en pedir créditos en moneda nacional, comprar divisas y licuar sus deudas con la devaluación y la inflación producida por las expansiones de liquidez monetaria, para obtener beneficios sin necesidad de trabajar ni producir nada útil, siendo que todavía esa práctica está vigente en el país.

Parte del oro existente o repatriado a Venezuela entre 2011 y 2012, fue utilizado para hacer negocios con bancos de inversión, respaldando créditos en divisas, con la intermediación de agentes de esa banca que hacen lobby en el país y que aún hoy tratan de ponerle la mano a las 31 toneladas de oro que quedan en Inglaterra, usando diversos medios de manipulación. Dentro de los bancos que hicieron negocios con el oro venezolano están Citibank y Deutsche Bank, entre otros.

En diciembre del 2020, fui invitado a participar en interesantes seminarios virtuales en calidad de oyente, donde ciudadanos de buena voluntad preocupados por el futuro de Venezuela, presentaron ideas para la reconstrucción del país, haciendo énfasis en incrementar el PIB y en mejorar la educación entre otros temas, pero en esos seminarios no se habló ni se hizo énfasis, sobre la existencia de una moneda fiat nacional que no puede conservar el valor y mientras ese grave problema exista y no se resuelva con seriedad, los sueños de reconstruir al país continuarán siendo solo: sueños, pesadillas, ilusiones, pérdida de energía y de tiempo, mientras continúan las diásporas dolorosas de los ciudadanos, que se ven obligados a abandonar a su país de origen, sus familias y sus raíces, porque no pueden sobrevivir con ingresos miserables, que en algunos casos están por el orden de menos de un dólar mensual.

En la última conferencia virtual a la cual asistí como espectador junto a casi 400 participantes, a través del chat de la plataforma digital hice 2 preguntas de economía que nadie respondió. Fue como si los moderadores del evento hubieran despreciado esas preguntas o quizás, cómo si los economistas serios y otros profesionales invitados, tuvieran algún temor de tocar temas tan álgidos relativos a la moneda o tal vez, por haber sido antiguos seguidores del keynesianismo; pero estimo que estas interrogantes deben ser consideradas de forma: seria, responsable y honesta, si existe un verdadero interés en cambiar de rumbo y de reconstruir la nación, ya sea por parte del gobierno actual o por quienes lo sucedan en el futuro y a continuación, expongo esas dos preguntas claves:

1. En Venezuela hay un problema de origen monetario-financiero, que empezó en 1974 cuando se eliminó el bolívar-oro y a partir de ahí, la moneda comenzó a deteriorarse por ser dinero fiat y por usar la regla llamada reserva fraccionaria, con devaluaciones recurrentes y expansiones exponenciales de liquidez, que son las generadoras de la hiperinflación y la inestabilidad económica y social. Pero han pasado 46 años desde 1974 con diferentes gobiernos de: AD, Copei y Psuv y nadie ha querido darse cuenta, que esta es la causa fundamental de la crisis nacional y por lo tanto les pregunto a los expositores: ¿Ustedes han pensado que para reconstruir al país, la primera acción es devolverle al bolívar su valor, su credibilidad y los demás atributos monetarios de una moneda honesta, con políticas tales como regresar a un dinero real respaldado y redimido por oro o se continuará emitiendo dinero inútil sin: límites, respaldo, ni valor, para crear multibillonarios arruinados e indigentes, con políticas monetarias impuestas por "expertos" que no distinguen la diferencia entre nominal y real y por eso los ciudadanos no pueden: trabajar, ahorrar, estudiar, investigar, invertir ni producir, para aumentar el PIB y crear riqueza y bienestar para la nación, por estar usando dinero de utilería que es útil solo para especular?

2. ¿Si se tiene una Oferta Agregada valorada en USD ($) y una Demanda Agregada valorada en VES (Bs.), creen Ustedes que habrá crecimiento del PIB de manera sustentable?

Pues en mi opinión, esta mala praxis que se basa en "la ley del embudo", para pagar salarios en VES y fijar precios en USD, terminará por arruinar más a: trabajadores, empresarios, bancos y al país, como se ha demostrado ampliamente, a menos que esas dos variables macroeconómicas agregadas, sean establecidas y valoradas equitativamente con la misma unidad de medida que puede ser: USD, EUR o mejor aún, con un activo real como es el oro, debido a que es el incremento en la Demanda Agregada quien hace que crezca la Oferta Agregada y por tanto, que aumente la producción y el PIB.

Las expansiones de liquidez monetaria son un problema global y esto ha hecho que aparezca una forma nueva de “dinero” alternativo como son las criptomonedas y algunos ciudadanos con el interés legítimo de proteger sus activos monetarios de: inflación, devaluación y quiebra de los entes financieros, que son problemas inherentes y derivados de las expansiones monetarias de dinero fiat, han optado por resguardarse comprando criptomonedas a precios irracionales, sin darse cuenta que esta forma de dinero virtual puede darles una mala sorpresa en el futuro, aunque en estos momentos exista euforia por el incremento de los precios de algunas de ellas.

Las criptomonedas actuales tienen varias debilidades, porque carecen también de respaldo como el dinero fiat, dependen 100% de internet y lo peor es que son emitidas en su mayoría por entes anónimos, sin que haya quien responda por ellas y por lo tanto, no son un sustituto adecuado del dinero fiat, aunque sirvan para propósitos especulativos, utilizando créditos a tasas negativas, mientras dure la euforia especulativa, porque también son un juego de suma cero, donde habrá pocos ganadores y muchos perdedores, si los jugadores no logran salirse antes que explote la burbuja, que toma la forma de montaña rusa con pendientes positivas temporalmente.

Debido a que hay una burbuja de liquidez monetaria de dinero fiat y criptomonedas a nivel global que es insostenible, se prevé que al igual que ocurrió en 1944 en Bretton Woods, se cierre el ciclo de ese tipo de dinero por haber concluido su tiempo de vida.

El dinero fiat actual ya empieza a ser repudiado como si fuera moneda de lazareto y para reemplazarlo es requerido que se implante una nueva forma de dinero que conserve el valor y además que pueda usarse para los intercambios comerciales equitativos a través del uso de la tecnología digital en reemplazo del SWIFT, sin olvidar que por cuestiones de contingencia y previsión, es necesario que exista una parte de dinero en forma física, para cuando falle la electricidad o la internet o para que en el caso de guerras o cataclismos, se pueda mantener la continuidad de la economía aun en condiciones adversas.

Este nuevo tipo de dinero será mucho mejor que el anterior y tendrá más larga vida que el dinero fiat o las criptomonedas actuales, siempre que sea: honesto, respaldado y redimible por Oro físico, que históricamente ha sido el elemento noble que le proporciona la fortaleza y la estabilidad a las monedas, desde el principio de los tiempos, como lo muestra la historia universal, con casos como el renacimiento en la edad media y su correlación con la existencia del Ducado de oro y del Florín de oro, que sirvieron para impulsar un crecimiento en: artes, ciencias y oficios en Europa o también como el caso del Franco de oro que sirvió para recuperar la economía de Francia después de la revolución francesa o finalmente como el caso Bretton Woods, que recuperó la economía colapsada después de la segunda guerra mundial.

En resumen, el cambio actual hacia un dinero real y honesto, también servirá para recuperar las economías nacionales y la economía global, generando un nuevo renacimiento multidimensional en el siglo XXI, que reconozca el valor de: trabajo, estudio, ahorro, investigación, inversión y producción, que son las prácticas generadoras de la riqueza real, que debe basarse en: bienes, servicios y conocimientos, en vez de la especulación y por otra parte, se deberá eliminar el uso de la Reserva Fraccionaria y permitir la libre circulación de todas las divisas, donde sea la ley de Gresham quien le indique al ciudadano en que moneda puede ahorrar.


Saludos cordiales,

Alejandro Uribe: Economía y Política

Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: Viernes, 18 de diciembre de 2020

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