Debido a la existencia de crisis económicas periódicas que nos afectan tan profundamente y teniendo en cuenta que en el pasado no encontré explicaciones satisfactorias, diagnósticos precisos, ni soluciones racionales que satisficieran mis inquietudes como investigador proveniente de las ciencias exactas, por ser la economía una ciencia social que no es tan predecible como ocurre con las ingenierías, donde los modelos utilizados son determinísticos en su mayoría y en el peor de los casos son estocásticos, pero predecibles con cierto grado de certeza, desde el año 2011 comencé a investigar y a escribir: observaciones, artículos y ensayos relacionados con el área económica.
He realizado más de 100 publicaciones y cada cierto tiempo reviso lo que he escrito, para contrastar su validez con el trascurrir del tiempo y en esta ocasión desempolvé un ensayo que publiqué el 11 de noviembre de 2013 y a continuación lo compartiré con los lectores, pero debido a su extensión lo dividiré en varias partes:
En artículos
anteriores he utilizado la estadística, algunos modelos matemáticos y la
analogía con la física, para: analizar, sintetizar y sustentar el contenido de
lo escrito, sobre ciertos aspectos que considero muy importantes para la
economía mundial, pero en esta ocasión usaré parte de la historia monetaria de
la humanidad, que reposa perdida en bibliotecas y el ciberespacio y que
pareciera oculta u olvidada por los
países, que han sufrido crisis económicas severas tanto en el pasado como en el
presente.
En esta ocasión
pretendo demostrar que existen factores que influyen en la destrucción del
orden económico mundial y que conspiran en contra del bienestar, el progreso y
la paz de las naciones y sus ciudadanos.
Hay muchos
casos históricos dignos de estudiarse, pero para este análisis utilizaré solo
tres casos muy emblemáticos, que han ocurrido en Francia, Estados Unidos y
Venezuela y que han ocasionado fracasos en la economía de esos países, debido a
las malas praxis económicas y a la tendencia de despreciar la historia
monetaria, lo que hace que tanto personas como gobiernos, cometan
reiterativamente los mismos errores y llama poderosamente la atención, que
mientras en otras áreas del conocimiento humano se han logrado grandes avances,
tales como colocar un laboratorio robótico en Marte, en economía aún se están
haciendo pruebas, dando tumbos y cometiendo errores, que hacen que cuando todo
falla, la salida sean guerras civiles o guerras mundiales para: reiniciar la
economía, repudiar los pasivos, apropiarse de lo ajeno, empezar de nuevo desde
cero y volver a repetir los mismos errores del pasado.
1.- Caso de
Francia:
Empezaré por
ubicarnos en el espacio/tiempo en Francia y finales del siglo XVIII, entre los
años 1789 y 1799, época en que ocurrió un importante movimiento de carácter
social y político en esa nación, llamado "La Revolución francesa",
que rompió ciertos paradigmas existentes en las áreas mencionadas y que contribuyó
al cambio y a la búsqueda de la independencia, la libertad y la democracia de
otras naciones y adicionalmente al reconocimiento de los derechos humanos, con
base en: la igualdad de las personas, la libertad y la confraternidad, pero que
fue un total fracaso desde el punto de vista económico, a pesar de que la
mayoría de sus promotores tenían las mejores intenciones, que por sí solas no
son suficientes, para lograr la equidad y el bienestar de los pueblos.
Como dato
adicional, durante ese movimiento aparecieron los conceptos políticos de
izquierda y derecha, que solo han servido para dividir, confundir y enfrentar a
los pueblos del mundo, discutiendo asuntos estériles e improductivos.
Entre los años
1790 y 1797 se hizo un experimento monetario en Francia, que consistió en
reemplazar el dinero real circulante, que estaba constituido en su mayoría por
monedas metálicas de plata y de oro, por billetes de papel llamados
inicialmente Assignats y luego Mandats, que al principio eran respaldados por
las tierras que los revolucionarios le habían confiscado a la Iglesia Católica,
pero que con el paso del tiempo y con el mal uso del crédito y otras
actividades de tipo especulativo, donde algunos privilegiados necesitaban aún
más dinero para adquirir oro, tierras y otros bienes duraderos, el gobierno se
vio obligado a imprimir grandes volúmenes de esos billetes, sin tener un
respaldo adecuado, logrando con el paso del tiempo generar fenómenos tales
como: hiperinflación, escasez, miseria, delincuencia, saqueos, estafas,
desempleo, quiebra de productores, quiebra de comerciantes, relajamiento moral
y hambrunas, que eran complementadas con multas, prisión, confiscaciones y
guillotina, para quienes fueran considerados los culpables de esa catástrofe económica
nacional, sin lograr entender que el verdadero culpable era el modelo monetario
fraudulento impuesto, que estaba basado en considerar que se podía generar
bienestar, riqueza y prosperidad, solo imprimiendo billetes en grandes
cantidades y sin producir nada, ni ahorrar, ni invertir en la economía
productiva.
Desde el punto
de vista político, en esa revolución se destacó un personaje famoso llamado
Honoré Gabriel Riquetti, más conocido como el conde de Mirabeau y denominado
“El orador del pueblo”, que era un revolucionario reconocido como el orador más
brillante en el parlamento francés y que en agradecimiento a sus grandes
aportes e ideas a la revolución francesa, en el momento de su muerte en 1791,
fue honrado por el pueblo francés con el honor de enterrar su cadáver en el
panteón nacional de Francia, que había sido construido para guardar los restos
de las personas que hubieran hecho aportes reconocidos a la nación y donde
reposan hoy las cenizas de personas tan ilustres como fueron: Descartes, Rousseau,
Voltaire y Marie Curie, entre otros.
Este diputado
quien era el presidente de la asamblea, junto con algunos otros compañeros del
parlamento francés, era uno de los defensores a ultranza de la emisión de
dinero en papel y dos años después de su muerte en 1793, se descubrió que era
un asesor secreto del rey Luis XVI y que recibía pagos de la realeza, quienes
eran los beneficiarios de cambiar el oro y la plata de Francia por dinero de
papel, para llevarse esos metales preciosos a Alemania. Por tal razón sus
restos fueron retirados del panteón nacional y enterrados en el cementerio
Clamart, que estaba destinado a los ajusticiados.
Adicionalmente,
en esa época apareció una caricatura en un periódico, que muestra el esqueleto
de Mirabeau saliendo del armario donde Luis XVI guardaba la correspondencia y
los documentos de los pagos que se hacían para los dobles agentes y es posible
que de ahí venga el adagio que habla de los esqueletos en el closet que
esconden muchos políticos que viven de la corrupción.
En 1799
Napoleón Bonaparte dio un golpe de estado y en vista de la gran crisis
económica que había arruinado a Francia, generando: muerte, destrucción,
pobreza y hambruna por hiperinflación, entendió que el problema económico era
de origen monetario y creó el franco de oro, que estuvo vigente hasta comienzos
de la primera guerra mundial, que se inició en 1914.
El franco de
oro que se creó en 1803, mandó a la hoguera a toda la moneda fraudulenta en
papel, representada por los Assignats y los Mandats y estuvo vigente cerca de
111 años, lo que convirtió a Francia en una potencia próspera, pero es bueno
destacar que mucho de ese oro francés, fue producto del saqueo realizado con
las guerras napoleónicas a otras naciones del mundo, pues cuando la moneda
nacional de un país colapsa por sobre emisión, se desatan los demonios de la
guerra, que fue lo que ocurrió también con Hitler y la segunda guerra mundial,
después del fracaso monetario de la República de Weimar.
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 8 de marzo de 2023
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 7 de marzo del 2023 y está en el enlace: Los factores que destruyen la economía de las naciones parte I
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