Ha llegado el mes de junio y con él la aproximación al verano en el hemisferio norte de la Tierra, donde se concentra la mayor parte del peso económico del planeta.
Tras haber superado el curso del oro el listón de marca de los 1.300 US$ (1.176 euros) por onza, otra vez nos llegan irremediablemente las preguntas de hasta cuándo puede llegar en esta ocasión y si bien siempre en honor a nuestra verdad procuramos no hacer conjeturas del futuro del precio del oro, sí ofrecemos pautas para que el mismo inversor, ahorrador o bien especulador, pueda guiarse y así dejamos que los demás saquen sus propias conclusiones en esta delicada pregunta común que, tarde o temprano, la clientela va a atrever a cuestionarnos.
Vaya por delante que como parte interesada en el buen desarrollo del metal rey y el comercio de metales preciosos, descargo toda responsabilidad; que quede claro que la información proporcionada tanto en éste como en cualquiera de nuestros artículos no constituye asesoramiento de inversión, ni corretaje de inversiones, ni por supuesto contiene una invitación para comprar o vender productos de inversión. Somos ya mayorcitos y no obstante, si alguien desea obtener metal noble de inversión, y por “h” o por “b” le resulta complicado donde vive y deseara contactar para provisión, encantados, siempre estamos dispuestos a ayudar. Aclarado este punto importante, por si quedaba alguna duda, desarrollo hoy el tema de la conveniencia en adquirir metal de inversión, fundamentalmente oro.
Como muchos ya sospechan, atestiguo que sí efectivamente, ésta podría ser una semana importante para los metales preciosos. El precio del oro ha aumentado sus ganancias este lunes 3 de junio de 2019 por la mañana. A las 11:30 am, la onza troy de oro en el mercado spot costó US$ 1.315. Eso correspondió a 1.176 euros. En comparación con el día anterior (es decir, el viernes 31 de mayo), esto correspondió a un aumento renovado de 0,75 %. El viernes pasado, el precio del oro subió por encima de los US$ 1.300 por primera vez desde el 13 de mayo de 2019. El oro ha alcanzado su nivel más alto desde el 28 de marzo.
Quienes han seguido mis últimos artículos, pueden congratularse si es que me creyeron, porque ahora han ganado según los casos entre 50 y hasta 80 dólares por onza en muy poco tiempo.
Como siempre, en estos casos la pregunta que nos llega en estos últimos días siempre es la misma: ¿Hasta dónde puede llegar ahora? Y mi respuesta más sincera es la de siempre también: “No lo sé y depende de algunos factores importantes, no obstante, puedo contarle algunos detalles que quizás usted desconoce y usted puede sacar sus propias conclusiones; yo por desgracia no dispongo de una bola de cristal que me haga adivinar el futuro, a pesar de que tengo una idea de por dónde van a ir los tiros, pero es obvio que en público no voy a pronunciarme tan exhaustivamente.
Así, los animaría a considerar por ejemplo la situación técnica que afecta al precio del oro.
Para ello bastaría estudiar un gráfico con valores lo suficientemente amplios para razonablemente sacar y hasta tal vez predecir algunos datos muy reveladores. El gráfico del oro se ha movido hacia arriba desde una cuña alcista en US$ 1.290. A US$ 1.315 y US$ 1.320 hoy, pero presumimos que la próxima resistencia está referida a corto plazo. Por ejemplo, tengamos en cuenta que en marzo y abril de 2019 se alcanzaron los máximos intermedios marcados. Con un RSI (Índice de Fuerza Relativa) de 63, todavía hay un pequeño margen de mejora desde el punto de vista del sentimiento al mercado bullicionista (alcista). Sabemos por la experiencia también, que a partir de un valor índice RSI de 70, un activo se considera “sobrecompra”. En diOro creemos, por tanto, que el oro podría alcanzar el rango de US$ 1.325 antes de llegar a una consolidación a corto plazo.
Les dejo un interesante gráfico para que estudien: En él, se marca el precio del oro en dólares norteamericanos a 2 años, siendo el precio de cierre el 31-05-2019.
Lo que va a decidir el curso de las próximas semanas y meses, sin embargo, es el conocido y persistente “rango de resistencia” del oro y que sí reconocemos como situado entre US$ 1.350 y US$ 1.370. Si este segmento se supera a largo plazo, puede haber una revaluación fundamental del oro entre los principales inversores institucionales, lo que conllevaría probablemente a una estampida de los precios.
Estén atentos pues a este dato aquellos interesados, el especulador aventajado sabe además cómo obtener la información que precisa que le va a dar la pista para el pistoletazo de salida y que evidentemente no voy por el momento a contar aquí, pues eso ya es parte de nuestro secretismo profesional. No obstante, sigan leyendo que promete ser interesante lo que voy a contarles ahora…
Desde un punto de vista fundamental, el enfoque principal sigue siendo la disputa comercial entre los Estados Unidos y China. Este conflicto se deduce ya, que tan sólo acaba de empezar y que no tiene solución rápida, luego va para largo y también se descarta que va a contraer el comercio internacional. La semana que acaba de comenzar, por cierto, también está llena de fechas importantes. Sin duda, la atención se centrará en los nuevos datos del mercado laboral de Estados Unidos. El miércoles, aparecerán por primera vez las estadísticas de empleo de la agencia de empleo privada ADP. El viernes, los datos oficiales del gobierno de los Estados Unidos se publicarán para el mes de mayo de 2019 y ahí no acaba la cosa, queda por verse en Europa si el resultado de la reunión del BCE del jueves dará algún impulso al curso del metal precioso, algo de lo que se está comentando por últimos en los corros a los que acceden periodistas e informadores.
Llegado a este punto recuerdo que hay un viejo cuento de esposas que dice que, si pones una rana en una olla con agua fría y aumentas lentamente la temperatura hasta que hierva, la rana morirá en el agua antes de darse cuenta de que su entorno se ha vuelto muy peligroso.
El desafortunado paralelo para los inversores en la economía de hoy, es que somos las ranas y los bancos centrales y las políticas fiscales mal orientadas de los gobiernos occidentales son los cocineros, que aumentan lentamente la temperatura en un estofado inflacionario que, tarde o temprano, se convertirá en letal para nuestra economía y bienestar. Esta inflación ya se está viendo en los Estados Unidos, por lo que intuyo que no tardará en llegar al resto del mundo.
Volviendo al desafortunado final de la rana en el cuento, hay todavía algo más que añadir: Se le perdonaría por no darse cuenta, con toda la agitación económica que hemos experimentado en los últimos años, pero mucho antes de que comenzara la Gran Recesión de 2008, la Reserva Federal de los Estados Unidos había estado aplicando dosis cada vez mayores de dinero suelto como la Solución para cualquiera y todos los problemas. Algunos lo vimos claro, otros todavía ni lo pueden entender. Algunos sacamos conclusiones para una siguiente vez, otros ni se las plantean. Mi recomendación es recordar lo que ocurrió entonces y aplicarse el cuento cada uno según lo que le oriente su inteligencia. Mi apuesta está clara, pero entiendo que no todo el mundo pueda pensar como un servidor.
Se ha dicho que, si todo lo que tienes es un martillo, todo empieza a parecerte un clavo. Y eso es lo que ha estado haciendo la Reserva Federal durante las últimas dos décadas: tratar de arreglar una economía rota con martillos cada vez más grandes.
El problema con esta estrategia es doble. Primero, como todos somos dolorosamente conscientes, crea burbujas de activos. Desde la burbuja del Dot-Com en la década de 1990, hasta la burbuja de bienes raíces en la década del 2000, hasta la actual burbuja de capital en Wall Street, este período extendido de dinero fácil ha provocado que un sector de inversión tras otro se inflara y luego, eventualmente, explotara. En Europa la explosión es en esencia similar. El segundo problema, al que ya hemos aludido, es la inflación. Y es este problema diría yo, en el que nuestro dilema se parece mucho a la desgraciada rana de nuestra anécdota.
La Reserva Federal y otros bancos centrales han estado inyectando dinero en sus economías con un abandono de control imprudente. En el proceso, los gobiernos de los Estados Unidos y Europa han asumido enormes cargas de deuda. Los rescates bancarios, los rescates automáticos, los enormes nuevos programas de derechos ... se han puesto sus balances como en las tarjetas de crédito, lo que pone en tela de juicio la plena fe y el crédito de esos gobiernos.
Los productos baratos procedentes de China nos han impedido en gran medida sentir mucho del dolor inflacionario de estas decisiones de política fiscal y monetaria imprudentes. Los aumentos ocasionales en los precios del gas y la energía nos han proporcionado signos siniestros de calamidad inminente, pero en su mayor parte, la inflación de los precios al por menor no ha estado en la pantalla del radar del público en general. Pero seguro que ha estado en la mente del dinero inteligente (elegante) que ve las tendencias y hace intercambios para maximizar su rendimiento. Y el dinero inteligente ya lo hemos aprendido con la historia misma del dinero, va por un lado buscando un activo siempre goloso: el oro. ¿Por qué? Muy fácil, porque es la moneda de último recurso, lo es ahora y lo fue siempre.
En efecto, sabemos que a medida que los gobiernos occidentales y los bancos centrales han usado dinero barato y cargas de deuda para apuntalar una economía global enferma, sus monedas fiduciarias se han debilitado cuando se compararon con el oro. El oro cuenta con un historial de cuatro milenios como la única protección contra la inevitable corrupción de las monedas. Y así, se ha desarrollado una relación inversa entre las monedas fiduciarias y el precio del oro. En pocas palabras, algo que hoy también podemos traducir e interpretar que, cuanto más: dólares, euros, yenes y otras monedas se creen, mayor será el valor relativo del oro. Para probar este hecho, solo hay que atender a la experiencia reciente para aquellos que no quieran desplazarse demasiado en la historia del dinero. En el año 2000 por ejemplo, el oro se cotizaba alrededor de 250 US$ la onza. Pero después de esa baja cíclica, el metal amarillo disfrutó de una explosiva carrera alcista, llevándola a un máximo de más de 1.900 US$ la onza (un aumento de más de siete veces) en 2011. En ese camino de más de dos lustros, el oro ensayado y recientemente acuñado forjó la tendencia de que algunos se hicieron enormemente ricos, sobre todo si supieron comprar y vender en los momentos propicios. Otros llegaron tarde -la gran masa- y fueron muchísimos también los que se pasaron una década observando el precio del oro y sólo se atrevieron después de una corrección del mercado bajista que duró desde 2011 hasta diciembre de 2015, donde el oro puede afirmarse que tocó fondo. Aparentemente los mercados del oro se han reactivado a partir de noviembre del año pasado y ha comenzado un nuevo mercado alcista cíclico a largo plazo, por tanto, creo que no sería mala idea pensarse si el oro y el metal noble no debería formar parte de un portfolio de inversión dinámico bajo estas circunstancias actuales.
El futuro para el oro (y la plata) a partir de este punto parece prometedor porque todas esas políticas de "cocción de ranas" están muy en su lugar (y es probable que se aceleren). ¿Alguien realmente cree que el liderazgo político en Washington tomará los pasos necesarios para abordar el problema de la deuda del país? ¿Alguien realmente cree que la Reserva Federal puede realmente elevar las tasas de interés a niveles "normales"? En realidad, al ciudadano inteligente le bastaría tan sólo con observar lo que hacen estos entes para no cometer errores, con gran probabilidad incluso para plantearse estrategias muy sólidas para mejorar muy positivamente el patrimonio familiar. El ciudadano medio tan sólo tiene que pensar así, que la política monetaria se cuece en una cocina y que el ciudadano no debe ser la rana que está en la olla, lo que se traduciría en que mientras estas políticas expansivas del crédito y el dinero al tutiplén estén en juego, seguirán aumentando la temperatura de la inflación, devaluando el dólar y haciendo del oro el único bastión de seguridad para los inversores.
Otro factor importante a tener en cuenta, por cierto: hay un océano de liquidez que los bancos estadounidenses y europeos han estado manteniendo en forma de reservas en exceso. A medida que la economía mejore lentamente, los grifos se activarán en ese dinero. Y cuando comienza a fluir, el efecto multiplicador asegura que la inflación se volverá rampante. En ese entorno, incluso las impresionantes ganancias que vimos que hizo el oro en el último mercado alcista podrían parecer moderadas en comparación con lo que ha de venir. La conclusión es que, a largo plazo, los precios del oro mucho más altos parecen no solo probables, sino inevitables.
Por tanto y ya respondiendo a la pregunta ¿Caerá el rayo dos veces? No voy a decir cuándo, repito una vez más que no me atrevería a dejar aquí impreso lo que preveo, pues no soy adivino por otra parte, pero sí aseguro que estoy bastante seguro que lo hará, tan sólo que tal vez no todavía. Permítanme explicarme…
Muchos de nosotros recordamos el boom de los metales de las tierras raras hace una década con mucho cariño. Varias de las compañías de exploración de tierras raras que yo recomendaba en una revista especializada se multiplicaron en valor, creando fortunas para nuestros lectores. Un buen ejemplo fue “Rare Element Resources” cuando el precio de la acción no llegaba al medio dólar. Durante varias veces se disparó por encima de 50 veces ese precio. Hoy veo lo mismo con el oro que en aquel entonces veía con las tierras raras. Ahora por cierto hay evidencia de que podríamos ver otro movimiento en tierras raras, tal vez no un rally de varios años, sino al menos un pico a corto plazo. Ahí tienen otra oportunidad de inversión interesante, pues están en buen dominio de China y las acciones van a subir inminentemente. Pero pueden ir más allá y apostar por todo lo que de eso se desprende, tan sólo tienen que informarse un poco, dejar accionar su inteligencia y ser un poco valientes. Me explico: los EE. UU. todavía obtienen la gran mayoría de los metales de tierras raras que necesitan para las innumerables aplicaciones de alta tecnología de China.
Como habrán escuchado por los medios de comunicación, por último, la cosa es que no se llevan precisamente muy bien con China. Teniendo en cuenta que China ha suministrado aproximadamente el 90% de las tierras raras del mundo desde la década de 1990 y considerando lo importantes que son estos elementos para todo, desde teléfonos móviles hasta la industria de defensa, parece que este sector es una pieza importante de ajedrez en el que China podría jugar su conflicto comercial con los Estados Unidos. Para colmo de colmos, el presidente Trump, por alguna razón, ya ha amenazado con imponer aranceles a las importaciones de tierras raras de China a los EE. UU., algo que de ninguna forma se comprende, pues las necesitan.
Pero esperen, ahí no acaba la cosa, puesto que los chinos ya están haciendo algunos movimientos desestabilizadores. La semana pasada, las autoridades aduaneras chinas en una provincia fronteriza con Myanmar cerraron las importaciones de minerales de tierras raras vitales de esa nación, aparentemente en un esfuerzo por reducir el contrabando. Como resultado, el precio del Disprosio, para usar un ejemplo, se disparó a un máximo de cuatro años. Luego, hace unos días, el presidente chino, Xi Jinping, hizo una demostración pública de una visita a una compañía de minería de tierras raras doméstica. Los inversionistas especularon que esto no era solo una coincidencia y estaba destinado a enviar un mensaje a los EE. UU. Los precios de las tierras raras y los precios de las acciones de los exploradores y mineros de tierras raras, comenzaron a despegar en respuesta. Y esto es tan sólo un simple ejemplo de cómo éste y cada uno de los sectores de inversión están siendo impulsados por los titulares, en particular los titulares de la actual guerra comercial con China.
En resumen: El metal precioso de mejor desempeño de esta semana pasada en los mercados internacionales fue el oro. El mercado en estos momentos es claramente bullicionista (alcista) con la ventaja heredada la semana pasada de una encuesta de comerciantes y analistas de Bloomberg, en la que los grandes inversores institucionales sopesan las tensiones comerciales de Estados Unidos y China y las perspectivas de crecimiento mundial. Bloomberg informa además que “el interés abierto”, un recuento de contratos de futuros pendientes en lingotes, fue el que más creció desde mediados de 2016 el lunes de la semana pasada hasta el más alto en siete semanas. Les dejo más datos para que se formen más y saquen más conclusiones y respondan ustedes mismos la pregunta con que iniciaba el artículo.
Las reservas de oro de Turquía aumentaron 246 millones de dólares en comparación con la semana anterior y ahora valen 20,7 mil millones de dólares más, según cifras del banco central de la nación en Ankara. Los planes de la bolsa para imponer una demora en la negociación de 3 milisegundos en los contratos de oro y plata van a ser una realidad, con lo que va a subir el volumen de la negociación de futuros. Hago la advertencia en este caso que el tema de especulación en derivados y futuros de oro no es recomendable sino para el inversor muy experimentado, no para el ciudadano medio. Sin embargo, tengo que nombrar esta formidable arma de accionamiento de demanda y oferta de metal precioso, porque es un detonante de primera magnitud en el precio internacional del metal. Al inversor familiar, ciudadano medio, no recomendamos en diOro este tipo de inversión, aparte de que se necesita un elevado capital para afrontarla, tiene riesgos evidentes y el pequeño inversor no está capacitado para gestionar contratos de esa envergadura.
Tan sólo para que se hagan una idea, el mínimo contrato que se negocia en el COMEX es el equivalente a 100 onzas de oro, es decir, 1 contrato mínimo = 100 onzas de oro, ¡algo más de 3 kilos de oro! ¡¡¡Y nadie va desde luego a por un solo contrato al COMEX!!!
Bloomberg informó, por cierto, que las tenencias de valores del Tesoro estadounidense en China disminuyeron en marzo por primera vez en cuatro meses en medio de la disputa comercial. ¡Según la información del Departamento del Tesoro, las tenencias de bonos de todo tipo de China disminuyeron en 10,4 mil millones de US$ en comparación con el mes anterior a un total de 1,12 billones (con “b”) de dólares!
Un recorte de tasas ya se está valorando como una certeza cercana, propiciada por el mercado de inflación. Los operadores de fondos de la Reserva Federal se están posicionando para un recorte de tasas de poco más de 25 puntos básicos este año. Añádanle a eso que la inversión se aceleró hace una semana cuando el presidente Trump anunció un aumento de los aranceles sobre los productos chinos. El oro recuperó parte de su atractivo en la demanda de refugio después de tres bajas mensuales consecutivas. Sigan metiendo más en la olla: China está presentando problemas de deuda, esto sólo puede conllevar en el mercado asiático a que se genere un incremento en la demanda de oro.
Podríamos seguir resaltando hechos y datos importantes en el nuevo posicionamiento del metal precioso oro como detonantes del fortalecimiento del metal noble oro, la prensa y el noticiario diario ofrecen la suficiente información como para hacerse una idea de que tanto ahora como el futuro, como ha sido y será siempre, el oro es fundamental para que cualquier economía, desde la nacional a la familiar o privada, se declinen por concederle una primordial e insalvable acción en el fortalecimiento del patrimonio familiar. El oro es siempre, concluimos, una sabia y docta respuesta a la inflación, al endeudamiento y a la pérdida del valor adquisitivo, así como al valor mismo del dinero. Entre apostar por el valor del oro en contraposición al del dinero fiat imaginario no hay mucha discusión que quepa, el Oro pervive, el dinero fiat imaginario es sólo fantasía. Todo se inflaciona con respecto al oro, por lo que éste es la mayor protección de inversión a lo largo de la vida.
Autor: José Puyol
Ingeniero Industrial y de Minas
Especialista en el estudio de los productos nobles minerales, comerciante y agente internacional de metales preciosos y máximo responsable del Holding diOro
Publicación Inicial: lunes, 03 de junio de 2019