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miércoles, 21 de diciembre de 2022

De aquellos polvos vienen estos lodos

Debido a las expansiones exponenciales de liquidez monetaria ocurridas en Venezuela desde 1975 y hasta la fecha, se le fueron agregando ceros a la moneda nacional, lo que produjo la pérdida de su valor por inflación y desde el año 2008, se comenzó a eliminar ceros cada cierto tiempo al bolívar a medida que iban creciendo los montos, cambiando los nombres por bolívar fuerte o bolívar soberano; pero a partir del 1 de octubre de 2021 y después de haber eliminado un total de 14 ceros al bolívar original, se implantó el bolívar actual llamado bolívar digital y el tipo de cambio inicial para la fecha de su implantación era de 4,18 bs/dólar, siendo que para el 16 de diciembre de 2022 –cuando escribo este artículo– la tasa de cambio oficial es de 15,77 bs/dólar, lo que implica una devaluación o depreciación acumulada de la moneda nacional de 277,27% en 13,5 meses, que representa una devaluación monetaria promedio mensual de 20,54%, lo que conducirá a un colapso económico en el corto plazo, de continuar con esas malas prácticas.

Como lo expliqué en un artículo llamado La devaluación es una estafa desde tiempos del imperio romano el objetivo de devaluar una moneda es repudiar los pasivos adquiridos y estafar a los usuarios del dinero, sin que ellos se percaten que están siendo timados, pues por su ingenuidad se pretende que no se den cuenta que no es lo mismo una cifra nominal que una real, de tal manera que en el caso de la antigua Roma, trabajadores, soldados, ingenieros y proveedores del imperio, al recibir las mismas o quizás mayores cantidades de denarios con más cobre pero menos contenido de plata, se arruinaban mientras que emperadores y cortesanos protegían su riqueza de la inflación que genera la devaluación y la expansión de liquidez, reservando solo para ellos una moneda de oro llamada el áureo, pero finalmente esas malas artes derrumbaron al imperio romano.

En Venezuela actualmente el salario mínimo mensual es de 130 bolívares y con una tasa de cambio de 15,77 bs/dólar, ese salario representa 8,24 dólares mensuales y con tendencia a llegar a cero, pero adicionalmente, las prestaciones sociales acumuladas de los trabajadores también se aproximan a cero, con lo cual se confirma que uno de los objetivos de devaluar la moneda es repudiar el pasivo laboral de los empleadores con sus trabajadores, si antes no se mueren de hambre por sus salarios precarios.

Para poder entender “cuáles fueron los polvos que trajeron estos lodos” metáfora– es necesario saber que el 24 de junio de 1918 el general Juan Vicente Gómez promulgó una ley que establecía como unidad monetaria de Venezuela el Bolívar de oro, equivalente a 0,290323 gramos de oro fino por bolívar emitido, legitimando así el patrón oro que existía desde 1857, por medio del cual los bancos nacionales podían emitir billetes respaldados y redimibles con oro –metal que debían mantener en sus bóvedas– y los ciudadanos podían exigir a los bancos el canje de sus billetes por oro físico, lo que imponía disciplina monetaria y fiscal, pues se mantenía la racionalidad en el gasto público, la credibilidad y la estabilidad del valor de la moneda nacional.

El 13 de julio de 1939 se crea el Banco Central de Venezuela –BCV– de modo que la emisión de billetes respaldados por oro y la acuñación de monedas metálicas quedaron bajo su exclusiva responsabilidad, siendo algunos de sus objetivos: centralizar la emisión de billetes, regular la circulación monetaria, centralizar las reservas monetarias del país y vigilar y regular el comercio de oro y de divisas y además vigilar el valor de la unidad monetaria tanto en su poder adquisitivo interior como en su relación con las monedas extranjeras.

El 30 de diciembre de 1974 se publicó la gaceta oficial número 1.711, que contiene el decreto número 507 del 30 de octubre de 1974, donde se eliminó el Bolívar oro, siendo presidente Carlos Andrés Pérez, el ministro de hacienda Héctor Hurtado y el ministro de la oficina de coordinación y planificación Gumersindo Rodríguez y a partir de esa fecha nefasta se jodió Venezuela, porque de ahí en adelante el BCV –como ente creador de la base monetaria– y los bancos comerciales –al otorgar algunos créditos– podían emitir dinero de la nada infinitamente, siguiendo las recomendaciones de una teoría fracasada llamada keynesianismo.

Durante la vigencia de 56 años del Bolívar oro se mantuvo una inflación promedio anual de 1,3%, un PIB relativamente creciente y una moneda que conservaba su valor interno y externo, con un tipo de cambio fijo menor a 5 bs/dólar, pues no se podía emitir dinero sin el respaldo adecuado con oro físico, ni otorgar créditos con dinero ficticio producido por el uso de la regla llamada reserva fraccionaria.

A partir del 30 de diciembre de 1974 algunos supuestos expertos en economía, profesores, intelectuales, políticos, exdirectivos de bancos quebrados, delincuentes financieros, especuladores y vendedores de encuestas amañadas, empezaron a recitar mantras tales como: el bolívar está sobrevaluado, sufrimos la enfermedad holandesa, para producir y exportar hay que hacer devaluaciones competitivas, las expansiones de liquidez no generan inflación, etc., que aún hoy algunos sinvergüenzas siguen repitiendo como loros a pesar de las evidencias.

El Dr. Luis Herrera empezó a devaluar la moneda el 18 de febrero de 1983 –llamado el viernes negro– y a partir de ese momento los gobiernos sucesivos no han cesado de generar dinero en cantidades astronómicas, devaluar la moneda, implantar controles de cambio y colocar obstáculos a la libre circulación de divisas y en mi opinión, esas prácticas monetarias y cambiarias son las causas de las crisis: económica, social, política y humanitaria, que algunos irracionales de los diversos bandos y latitudes, piensan que se puede resolver causando el genocidio de la población venezolana, mientras se apropian de los fondos, activos, inversiones y recursos del país, aunque se destruya a sus ciudadanos y para más inri, creen que colocando a cualquier pelmazo en el poder se podrían solucionar los problemas de la nación.

Después de 1975  empezaron a quebrar algunos bancos, que financiaron o en ciertos casos incorporaron a caudillos y a políticos como accionistas o asesores, para facilitar la creación de leyes y reglas que favorecieran al sector financiero, tales como fueron los casos del Banco Latino de Pedro Tinoco, político, exministro de hacienda y expresidente del Banco Central de Venezuela, quien financió campañas electorales y posteriormente el grupo Latinoamericana progreso de Orlando Castro que fue a la quiebra en 1994 y la nación tuvo que asumir sus pasivos, siendo que también los decretos de controles de cambios facilitaron la apertura de agencias bancarias en paraísos fiscales, donde delincuentes financieros estafaron a sus depositantes, quienes ingenuamente confiaron sus capitales a esos estafadores, que disfrutan sus dineros mal habidos compartiendo con alguna de la realeza europea.

Venezuela es un país exportador de hidrocarburos y por lo tanto, la justificación de devaluar para producir y exportar no es válida, pues las cuotas de producción y el precio del petróleo dependen de un cártel llamado OPEP –o en el peor de los casos, depende de los mercados de futuros, donde los especuladores transan cantidades ficticias de materias primas para obtener ganancias sin intercambiar nada real–, hay cierta insensibilidad de la demanda y además, la devaluación es una praxis negativa porque genera inflación, encarece los insumos importados, hace más onerosa la deuda externa del país y termina arruinando a los ciudadanos, porque disminuye su poder adquisitivo, destruye el ahorro, incentiva la especulación, contrae la demanda agregada, haciendo que se contraiga la oferta agregada y por ende que caiga el PIB y el nivel de empleo, pero además aleja a las inversiones internacionales, pues al haber inestabilidad cambiaria, ningún inversor sensato va a traer o cambiar su capital en divisas relativamente estables, para convertirlo a un dinero volátil y sin valor, cuando vaya a repatriar sus ganancias o su capital.

Adicionalmente, las prácticas devaluatorias son una estafa contra: pensionados, trabajadores, ahorradores, productores e inversores de la economía real y solo favorece a los especuladores, que tienen en la banca a una vaca lechera –mediante la disminución del encaje legal– porque: piden créditos fáciles y blandos en moneda nacional, compran activos y divisas baratas que las pueden vender a mayor precio en el mercado paralelo –figura llamada arbitraje cambiario– y luego diluyen sus deudas con devaluación e inflación subyacente, sin producir nada útil para el país, mientras la economía colapsa.

Es importante considerar que algunas empresas pertenecientes al estado que no sean autosustentables deben ser privatizadas total o parcialmente, para que produzcan bienes y servicios de calidad, sean rentables, paguen regalías e impuestos y se encarguen de cancelar nóminas y pasivos laborales, para que el gobierno no tenga que fondearse con la emisión de dinero inorgánico.

Como el secreto del éxito de una economía sana, honesta y estable, es resolver primero el problema monetario, donde no se pueda emitir dinero que es un pasivo, sin que haya un activo real en la contrapartida, si consideramos que con el 13% de las reservas internacionales existentes al 09 de diciembre de 2022  se puede absorber toda la liquidez monetaria y reemplazarla por divisas para reiniciar la nación, mi deseo para Venezuela es que se logre activar en el corto plazo alguna de las 3 alternativas válidas y factibles que he propuesto en oportunidades anteriores y que son:

I.- Dolarizar, eurizar o yuanizar, plenamente la economía nacional

II.- Crear una caja de conversión cambiaria

III.- Regresar al patrón oro


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 21
 de diciembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 20 de diciembre del 2022 y está en el enlace: De aquellos polvos vienen estos lodos

viernes, 23 de abril de 2021

Cambio de paradigmas económicos errados

La revolución francesa fue un movimiento de tipo político, social y económico, ocurrido en Francia, entre el 05 de mayo de 1789 y el 09 de noviembre de 1799, generado por la desigualdad de derechos entre los ciudadanos. Esta revolución eliminó el sistema de gobierno monárquico existente, donde el último rey de esa nación fue Luis XVI y se considera como una revolución exitosa desde el punto de vista político y social, pero en el aspecto económico fue un desastre, pues se cometió el error de retirar de circulación las monedas de curso legal que eran en su mayoría de oro y de plata, para reemplazarlas por billetes que se respaldaban con las propiedades que le habían confiscado a la iglesia Católica los revolucionarios. Dichos billetes se llamaron Assignats y luego Mandats y como el gobierno cayó en la trampa de la sobre emisión monetaria creciente, con esa acción se generó hiperinflación, escasez, hambruna, ruina y entonces se culpó de la crisis nacional a: campesinos, bodegueros, productores y potencias extranjeras, por el caos económico que azotaba al país.


Tratando de solucionar la crisis mediante la búsqueda y la eliminación de posibles culpables, sin entender la verdadera raíz del problema, los revolucionarios franceses produjeron cientos de muertos, presos y desterrados y así fue como Napoleón Bonaparte se tomó el poder el 11 de noviembre de 1799, convirtiéndose luego en el emperador de Francia, para solucionar la crisis económica existente, logrando convertir a esa nación en una potencia mundial, al implantar en el año 1803 el franco de oro, en reemplazo del dinero existente que no conservaba el valor. El franco de oro estuvo vigente hasta antes de la primera guerra mundial y hay una frase célebre atribuida a Napoleón, quien afirmaba "mientras viva no emitiré dinero inorgánico".

En esa revolución participó un político llamado Honoré Gabriel Riquetti, más conocido como el conde de Mirabeau, quien fue un gran exponente de la revolución francesa, que por su capacidad oratoria recibió el título de orador del pueblo y por su gran elocuencia fue designado como diputado y luego presidente de la asamblea nacional constituyente francesa, siendo un defensor de la emisión de billetes y no escuchaba las voces de los intelectuales de su época, quienes le alertaban sobre los riesgos de esa práctica monetaria.

Mirabeau murió a los 42 años, el 02 de abril de 1791 en pleno apogeo de la revolución y como era muy querido y respetado por los franceses, fue sepultado con honores en el panteón nacional, hasta que se descubrió en el armario de hierro de Luis XVI que era un agente encubierto de la realeza -- un caballo de Troya -- y que recibía pagos de Luis XVI, quien junto a los demás nobles se llevaba la plata y el oro francés a Alemania y por esa razón, sus restos fueron sacados del panteón nacional donde reposan las cenizas de los ciudadanos más ilustres de Francia, como fueron entre otros: Voltaire, Rousseau, Descartes, Víctor Hugo, Pierre Curie y su esposa Marie Curie, siendo que los restos de Mirabeau fueron llevados en 1793 al cementerio de Clamart, que estaba destinado a los ajusticiados.

Es posible que, por efectos de manipulaciones, dogmatismo y desconocimiento de la historia económica, los fracasos de las naciones se repitan en los diversos países y en diferentes épocas, teniendo como causas la aplicación de paradigmas errados, cuyos efectos son similares en todos los casos y por lo tanto las soluciones deberían incorporar los correctivos de comprobada eficacia, que fueron aplicados exitosamente en el pasado.

Para el caso de Venezuela, como lo he indicado en artículos anteriores, después que se eliminó en 1974 el bolívar oro por el Sr. presidente Carlos Andrés Pérez, en el gobierno del Sr. Luis Herrera Campins, específicamente el día 18 de febrero de 1983 -- fecha conocida como el viernes negro -- el país se embarcó en el tren equivocado de la devaluación de su signo monetario nacional, promovida por especuladores monetarios y financieros y desde esa fecha no ha habido algún gobierno que haya tenido la sabiduría, la sensatez y la voluntad política, para cambiar las praxis monetarias, financieras y cambiarias erradas, que consisten en generar dinero fiat en cantidades exponenciales -- productoras de inflación y recesión --, envileciendo la moneda nacional con devaluaciones continuas y aplicando controles de cambios, para que los ciudadanos no puedan proteger sus ingresos ni sus patrimonios y en mi opinión, esa es la causa de la crisis económica, que a su vez genera las crisis: social, política y humanitaria nacional.

En febrero de 2003 se estableció el último control de cambios que ha existido en el país y que estuvo vigente durante 15 años y medio, hasta el 07 de septiembre de 2018, cuando se publicó el convenio cambiario número 1 en la gaceta oficial número 6.405.

En el año 2008 se hizo una reconversión monetaria, donde se le eliminaron 3 ceros a la moneda, se le cambió el nombre al bolívar, que pasó a llamarse bolívar fuerte, se implantó un nuevo cono monetario y con esas medidas, que junto con una mayor disciplina fiscal y monetaria -- que no se aplicó -- se esperaba que la moneda se fortaleciera, pero al seguir emitiendo dinero a manos llenas con fines de mantener el gasto fiscal, ese intento de estabilizar y fortalecer la moneda no funcionó.

En el año 2018 se hizo otra reconversión monetaria, donde se le eliminaron 5 ceros a la moneda, se implantó un nuevo cono monetario, se le cambió el nombre al bolívar, que pasó a llamarse bolívar soberano y con esas medidas, que junto con una mayor disciplina fiscal y monetaria -- que tampoco se aplicó -- se esperaba que la moneda se fortaleciera, pero al seguir nuevamente emitiendo dinero a manos llenas con fines de mantener el gasto fiscal, ese intento tampoco funcionó.

Para la fecha 17 de abril de 2021, cuando estoy escribiendo este artículo, la tasa de cambio oficial es de 2.363.585,21 Bs/Dólar, lo que representa la astronómica cifra de 236.358.521.000.000 Bs de antes de 2008 por dólar, es decir 236 billones latinos y la liquidez monetaria es de tal magnitud, que ya es necesario hacer una nueva reconversión monetaria eliminando de 5 a 6 ceros a la moneda, pero esta vez se requiere tomar las medidas adicionales que no se tomaron con las reconversiones anteriores, como son entre las más básicas:

1) Respaldar la moneda nacional con oro.

2) Eliminar el uso de la reserva fraccionaria para otorgar créditos.

3) Permitir la circulación y uso completo de las divisas como complemento a los medios de pago físico o digital en la banca local.

4) Ofrecer instrumentos financieros activos y pasivos en moneda extranjera en la banca nacional, que le permitan al cliente elegir el tipo de divisa para depositar, retirar o transferir.

5) Privatizar algunas empresas públicas que solo generan gastos.

6) Racionalizar el gasto fiscal.

7) Generar la confianza necesaria para promover la inversión extranjera productiva que aporte: capital, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial.

La circulación de las divisas en el país, producto del convenio cambiario número 1, hace que Venezuela luzca más atractiva para la inversión y con esa flexibilización aunque parcial por ahora, ya se observa una mejoría en el comercio, pues muchos negocios quebrados que fueron adquiridos y pagados con divisas, cambiaron de dueño y de rubro y actualmente existe una oferta en el área alimentaria muy variada y abundante y hay mucha competencia de precios entre los supermercados y los pequeños comerciantes; pero adicionalmente, esos negocios contratan a personal venezolano y en muchos casos remuneran a sus trabajadores en moneda extranjera, con lo cual se mejora el nivel de vida para esos ciudadanos y así se dinamiza la economía.

Por otra parte, un caso digno de mención es el de una empresa nacional exportadora de sus productos de alta calidad, que emitió bonos en dólares y captó 300 millones de dólares, aunque infortunadamente, a falta de que la banca maneje las operaciones en divisas completamente, debido a que reciben depósitos en divisas, pero pagan en moneda nacional, los inversores tuvieron que cargar en maletas su dinero en divisas en efectivo para pagar los bonos adquiridos.

Existe también la posibilidad de invertir en el área minera y agrícola, donde el país cuenta con gran potencial para la inversión productiva y por otra parte también existe gran cantidad de capital en el mundo que no produce ninguna ganancia, pues las tasas de interés son cero o negativas y es prácticamente un capital ocioso, que podría ser atraído, siempre que haya confianza en el país y un ambiente donde se pueda hacer uso de la inversión productiva, teniendo presente que el capital por sí solo no es suficiente y que se requiere un conjunto de factores de producción que generen la riqueza.

Si se desea recuperar a Venezuela, hay ciertos paradigmas errados de algunas personas tanto del sector público como del privado que deberían ser cambiados, pues las medidas de estabilizar, fortalecer la moneda nacional y además permitir una dolarización ordenada y completa, no cuenta con el apoyo de algunos: deudores, especuladores, banqueros, economistas, políticos y pseudo empresarios, que no son partidarios de la economía real y es necesario que haya cambios para que la economía se sincere, se fortalezca y pase de ser una economía especulativa y rentista a una economía 100 % productiva.

Algunas de las ventajas de tener una dolarización ordenada y completa, coexistiendo con una moneda nacional respaldada y redimible con oro son:

1) Eliminación del mercado paralelo del dólar

2) Disminución de la inflación

3) Disminución de la tasas de interés

4) Retorno de capitales fugados

5) Incentivo al ahorro

6) Incentivo a la inversión

7) Incentivo a la producción nacional

8) Regreso de la confianza en el país

9) Democratización de la tenencia de moneda extranjera

10) Disminución del gasto por pago de deudas externas

11) Disminución de la conflictividad social y laboral

12) Eliminación de la burocracia relacionada con el control de cambios

13) Detención de la pérdida de capital humano por emigración

14) Incentivo para que retornen al país los ciudadanos que emigraron y no lograron ubicarse en el exterior

15) Sinceración del salario real del venezolano

Existe una ley llamada la ley de Gresham, que indica la preferencia de la gente por atesorar el dinero de mayor valor y si el bolívar se respalda y redime por oro, con toda seguridad muchos ciudadanos preferirán la moneda nacional en vez de otras divisas, que deberán coexistir con el bolívar oro.

Como en Venezuela se dispone de tierra y trabajo, se debe preferir a los inversores que aporten los demás factores de producción que deben ser un conjunto formado por: capital, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial.

Por último, hay que tener mucho cuidado con los capitales golondrinas de los especuladores, puesto que ese es un dinero estéril que no produce nada y solo busca ganancias de corto plazo y en cuanto sea posible, no se debe hacer uso de créditos otorgados por organismos financieros internacionales, debido a que el solo capital recibido del exterior sin el complemento de los demás factores de producción, podría ser malversado como ha ocurrido en el pasado o usado solo para pagar deudas como ya ocurrió en los años 2018-2019 en Argentina, sin que se aporte algo útil al país.


Saludos cordiales,

Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: viernes, 23 de abril de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional el 20 de abril del 2021 y está en el enlace: Cambio de Paradigmas Económicos Errados