Para las
personas en general es fácil creer ingenuamente en ilusiones monetarias, porque
no saben la distinción existente entre magnitudes reales y magnitudes nominales,
con variables económicas tales como son: precios, salarios, tasas de interés,
tasas de cambio y el PIB, entre otras variables relacionadas con la economía,
debido a que en la naturaleza humana existe un falso axioma distorsionante, que
hace creer a la gente que "siempre más es mejor" sin tener en cuenta
otras consideraciones.
Esta confusión de conceptos entre magnitudes, podría aceptarse en las personas comunes, pero no en supuestos expertos pertenecientes a las ciencias económicas, quienes recomiendan como panacea entre otras acciones: aumentos permanentes de tasas de cambio –devaluaciones o depreciaciones–, incrementos irracionales de precios y expansiones ilimitadas de liquidez monetaria, con lo cual generan crisis económicas periódicas y permanentes –inflación y burbujas económicas– y esta situación de ignorancia conceptual sería similar a si los ingenieros no supiéramos distinguir entre magnitudes escalares como son la masa o la energía y magnitudes vectoriales, que son portadoras de información adicional –módulo, dirección y sentido– que poseen algunas magnitudes físicas del tipo vectorial, tales como son: desplazamiento, velocidad, momentum, aceleración, fuerza, torque, etc.
La creencia de
que “más es mejor” se conoce en economía con el nombre de "supuesto de
insaciabilidad" –que es la avaricia o el no sentirse nunca satisfecho,
aunque se esté saturado de todo lo deseado– el cual distorsiona las leyes de
oferta y demanda, convirtiendo en una utopía la supuesta auto regulación de
precios de bienes y servicios mediante las fuerzas naturales del mercado, lo
que desencadena entre otras perversiones: la especulación, el acaparamiento, el
consumismo, la alteración de las fechas de vencimiento de productos y la neo
esclavitud –donde los salarios son tan precarios que no alcanzan para
subsistir– siendo por ello necesario la participación activa de los gobiernos,
en materia de regulación de precios y salarios para evitar situaciones, tales
como las que ocurren con salarios envilecidos pagados en moneda local y los
oferentes de alimentos con precios especulativos en divisas, quienes prefieren
botar a la basura un alto porcentaje de estos bienes al llegar a la fecha de
vencimiento, en vez de adecuar sus precios para que los ciudadanos los puedan
adquirir, considerando que también se puede obtener beneficio cuando se aumenta
el volumen de ventas usando precios de oferta adecuados.
Existen situaciones
de insensibilidad humana y falta absoluta de equidad y racionalidad económica,
en países donde los salarios reales son tan precarios, como es el caso de
Venezuela, con un salario mínimo mensual de 7,43 dólares/mes o sea 25 centavos
de dólar por día, lo que genera pobreza extrema, pues el salario mínimo real
mensual representa menos de 1 kilogramo de carne de res y donde el gobierno
permite y aplaude que los productores exporten los productos que la gente no
puede adquirir, porque su salario no les alcanza ni para comprar una cesta alimentaria
con bienes sustitutos inferiores, con lo cual esos trabajadores no logran
recuperar su energía vital, por alimentarse parcialmente de carbohidratos, sin
incluir proteínas en su alimentación y de esta manera esos ciudadanos
subalimentados, no pueden ser productivos y terminan enfermando y muriendo por
desnutrición o deben migrar a otras latitudes a soportar todo tipo de penurias
y humillaciones. Esta situación de irracionalidad económica, es la neo
esclavitud, cuyo objetivo es obligar a que los trabajadores se retiren
voluntariamente de las empresas, pues con su ingreso real no pueden pagar ni
siquiera el transporte y de esta forma los empleadores quedan liberados de
pagar las prestaciones sociales acumuladas por muchos años, que se convirtieron
en montos miserables, como producto de la inflación y la devaluación.
Un ejemplo
típico de la manipulación de las funciones de oferta y demanda, que no siguen
las fuerzas reales del mercado, se puede observar con las materias primas,
donde los especuladores –quienes no trabajan ni producen nada– para obtener
grandes ganancias con la fluctuación de los precios –donde su forma de
sinusoide les permite ganar con bajadas y subidas– ofrecen bienes que no
existen, que se adquieren utilizando un dinero que no existe, lo que ocasiona
una supuesta abundancia o escasez nominal, que arruina a los productores
reales, quienes terminan dejando de producir, lo cual genera escasez real por
contracción de la oferta real (ejemplos: plata, petróleo y oro, con precios en
dólares manipulados, que fluctúan alrededor de 20, 60 y 1.700 respectivamente).
Para mantener
los mercados zombis con oferta, demanda y precios nominales manipulados y para
apalancar a los especuladores, los bancos centrales cada vez generan mayor base
monetaria y los bancos comerciales producen más dinero de la nada al otorgar
créditos blandos sin regulaciones ni límites, generando contracción del PIB,
recesión e inflación y con estas acciones irracionales, las personas, las
empresas y los países terminan: quebrados, arruinados, endeudados, caotizados, sancionados,
sometidos e invadidos –en el peor de los casos– mientras se le colocan
cantidades astronómicas de ceros a las cifras nominales que se manejan en la
economía, creyendo ingenuamente que el crecimiento de montos nominales es
riqueza.
Por tales
razones, en vez de usar precios y salarios nominales que solo indican
cantidades monetarias sin significado, es necesario entender y usar precios
reales y salarios reales, los cuales se miden en relación al precio de otros
bienes de referencia y son los verdaderos portadores de la información relativa
a la escasez, para evitar que los incrementos de los salarios nominales, se
conviertan en decrementos de los salarios reales y que los consumidores se
endeuden cada día más, para poder compensar la caída permanente de sus salarios
reales.
Como
ilustración de lo dicho anteriormente, en vez de considerar un salario mensual
nominal mínimo adecuado, como la cantidad de dinero que resulta de aplicar el
índice de inflación a un salario mensual nominal anterior, sería más sensato
establecer que el salario mensual real mínimo, se midiera como la cantidad de
kilogramos de carne de res que se puede adquirir con ese salario mensual
nominal, que para el caso de Venezuela estimo que debería estar inicialmente en
un mínimo de 60 kilogramos mensuales.
A su vez los
precios reales de los demás productos y servicios también deberían indexarse al
precio del kilogramo de carne vacuna y todos los ajustes a precios y salarios
se podrían hacer de forma periódica, cuya frecuencia disminuiría si se implanta
una moneda fuerte y estable que conserve el valor del dinero.
Esta sugerencia
aplicada de manera consensuada entre: productores, trabajadores y gobiernos,
mantendría un equilibrio estable y permanente entre los precios y los salarios,
teniendo en cuenta que la auto regulación de precios por oferta y demanda es
una quimera que no se cumple y se requiere equidad tanto para productores como
para consumidores, que deben aprender a distinguir la diferencia entre magnitud
real y magnitud nominal, lo que a su vez genera: equilibrio, paz, bienestar,
prosperidad y progreso para todos los actores de la economía de un país o zona
geográfica.
En conclusión:
el ingreso nominal es la cantidad de dinero que se recibe, mientras que el
ingreso real es la cantidad de bienes y servicios que se puede adquirir con el
dinero recibido. Por tanto, un incremento del ingreso nominal, no representa
siempre un aumento del ingreso real y por esa razón, los incrementos nominales de
precios y salarios sin una concertación honesta entre todas las partes
involucradas, para mejorar o al menos mantener el poder adquisitivo que
representa el ingreso real, solo generan ilusiones monetarias de corto plazo
para engañar a los ingenuos y más entropía económica.
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 04 de enero de 2023
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 03 de enero del 2023 y está en el enlace: Ilusiones monetarias para engañar a los ingenuos