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lunes, 14 de junio de 2021

Un País Petrolero Exitoso

En el sureste de la península arábiga se encuentra un territorio desértico, donde existe un país llamado Emiratos Árabes Unidos (EAU), que tiene costas marítimas en el golfo de Omán y en el golfo Pérsico y que es vecino de Arabia Saudita y Omán, cuya extensión total es de 83.600 kilómetros cuadrados, con una población para el año 2019 de 9.890.400 habitantes, de los cuales el 80 % son inmigrantes, que tuvo un Producto Interno Bruto (PIB) nominal per cápita estimado, para el 2019 según el FMI de 37.749 dólares, que lo ubica en el puesto 24 a nivel mundial y está dividido en siete emiratos o estados, donde los más conocidos son Abu Dabi y Dubái, por ser los más extensos y cada uno de ellos es gobernado por una antigua familia, que es dirigida por un jeque – viejo sabio – cuyo título nobiliario es emir y de ahí se deriva el término emirato.

Comparando a esa nación con Venezuela -- por ser dos países productores y exportadores de petróleo --, Venezuela tiene una superficie de 916.445 kilómetros cuadrados, una población para 2019 de 28.435.943 habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) nominal per cápita, estimado para el 2019 según el FMI de 2.547 dólares, que lo ubica en el puesto 134 a nivel mundial, de modo que los EAU representan en extensión un 9 % del área de Venezuela, una población que es cerca de la tercera parte de la venezolana, pero un PIB nominal estimado per cápita en el año 2019, que es 15 veces mayor al de Venezuela.

Cabe destacar que en los EAU, por su condición climática desértica, la mayoría de los alimentos es importada y el agua potable es producida mediante plantas desalinizadoras de agua del mar, con tecnología de ósmosis inversa, lo que junto a la necesidad de usar aire acondicionado por haber en algunas épocas del año temperaturas de hasta 50 °C, ocasiona un alto consumo de electricidad, que es generado por plantas termoeléctricas que consumen gas, pero que están siendo sustituidas por energías limpias, con grandes inversiones en la generación de energía solar y eólica.

La forma de gobierno de esa nación es una monarquía federal, compuesta por un presidente que es el emir de Abu Dabi y un primer ministro que es el emir de Dubái, pero además existe un consejo supremo formado por los 7 emires, un consejo de ministros, un parlamento que es un consejo federal nacional similar a un congreso, con funciones solo consultivas y un tribunal supremo federal, que representa al poder judicial basado en la ley islámica, pero en este país no existen partidos políticos ni un sistema de gobierno basado en la democracia.

Desde tiempos remotos, los habitantes de esa región eran tribus nómadas muy pobres, por ser un territorio desértico, que se dedicaban a la pesca, a la búsqueda de perlas, al comercio y en algunos casos, al saqueo de barcos mercantes que navegaran por sus costas, pero a lo largo de la historia, esa región sufrió diversas invasiones, siendo la última realizada por el imperio británico a principios del siglo XIX que terminó en 1971, cuando nace como país los Emiratos Árabes Unidos, donde se había descubierto en 1958 yacimientos petrolíferos y de gas, que han sido explotados en su mayoría por inversores de compañías petroleras de los Estados Unidos de América, nación que ha sido una aliada de negocios para ese país.

Actualmente los EAU son un país próspero, debido a que sus sabios dirigentes entendieron que el petróleo era un recurso natural que se iba a agotar en algún momento o iba a ser sustituido por otras fuentes de energía más limpia, provenientes del hidrógeno, del sol o del aire y así empezaron a invertir desde 1973 los ingresos provenientes del crudo y el gas en infraestructura y educación, de tal manera que lograron crear: vías de acceso, servicios públicos, universidades, hoteles, urbanizaciones y ciudades modernas, líneas de transporte terrestre y aéreo, sistemas de energía renovable, servicios financieros y centros de industrias y negocios, donde se atrae e incentiva tanto a los inversores nacionales como a los internacionales, pero por otra parte, han eliminado algunas de las malas prácticas propias de las democracias occidentales, tales como son la corrupción administrativa y la especulación: comercial, monetaria y financiera, de tal suerte que su moneda llamada el Dirham se ha mantenido estable en el tiempo, conservando su estabilidad y por ende su valor, de manera que para el día 04 de Junio de 2021 -- cuando estoy escribiendo este artículo -- el tipo de cambio es de 3,67 Dirham/Dólar y sus fluctuaciones son mínimas.

En los últimos años, la mayor parte de los ingresos de ese país han dependido del turismo y de los negocios en vez del petróleo y han sido tan exitosos, que han instalado hoteles como el Burj Al Arab que es el único de 7 estrellas a nivel mundial, junto con grandes centros comerciales, donde han colocado cajeros automáticos que dispensan divisas y también oro en monedas y lingotes, pero uno de sus últimos logros fue enviar una nave espacial a orbitar el planeta Marte, emulando a grandes potencias como son Estados Unidos de América o China; aunque lo más importante es que mantienen un alto nivel de vida y prosperidad para todos sus habitantes, quienes han visto cómo un desierto se ha convertido en un paraíso, donde por ejemplo, el salario medio en Dubái está por el orden de los 2.500 dólares mensuales, con valores que oscilan desde los 300 dólares mensuales para un camarero -- sin considerar las propinas -- hasta los 50.000 dólares para un directivo de una empresa transnacional.

Sería muy interesante que los políticos y los gobernantes de un paraíso como era Venezuela en el pasado, pudieran analizar y replicar el éxito obtenido por los Emiratos Árabes Unidos y les preguntaran a sus viejos sabios – jeques emiratíes – cuáles han sido las razones de su éxito administrativo. También pudieran consultar a los emisarios del reino de Noruega que están de visita en Venezuela, facilitando el diálogo nacional, debido a que ese es otro de los países petroleros exitosos, de quien se pueden obtener buenas recomendaciones, por su extensa experiencia en la gerencia de los recursos económicos provenientes del petróleo.

En mi opinión, estimo que parte del gobierno exitoso y sustentable de los EAU, se debe a los siguientes aspectos entre otros: uso de reglas de conducta honestas, existencia de una moneda fuerte y estable, eliminación de vicios como son corrupción y especulación, no existencia de partidos políticos, inversión de sus ingresos en el país en vez de mandarlos a bancos de paraísos fiscales y finalmente, aplicación de la visión y la sabiduría ancestral de sus 7 gobernantes que pueden considerase unos verdaderos estadistas, por pensar en el futuro de sus ciudadanos en vez del próximo triunfo electoral, según la definición de Sir Winston Churchill.

Como un valor agregado, aprovecho esta ocasión para informar a los amables lectores, que la Universidad Católica Andrés Bello – UCAB – a quien debo felicitar por su valiosa iniciativa, ha puesto a disposición de todos los interesados, un conjunto de 15 cursos virtuales gratuitos sobre diversas materias – solo se pagaría un arancel, en caso que se desee obtener certificación oficial de parte de la institución --, que son muy apropiados en tiempos de receso por la pandemia y que están en el enlace: Cursos abiertos UCAB donde ya me he inscrito en el curso de “Historia de Venezuela”, mediante el siguiente enlace: Curso de historia de Venezuela y de ahí copio la siguiente descripción:

La historia es la aventura de la humanidad a través del tiempo. Sus grandes hechos, pero sobre todo el conjunto de fenómenos sociales, económicos y culturales, que explican esos hechos. Todo cuanto le ha sucedido a la humanidad forma parte de su historia.  Unas cosas más importantes que otras, pero todo entra en la historia. No solo, como se pensaba antes, los grandes personajes o las guerras.

Tradicionalmente, la historia de Venezuela es dividida en tres grandes períodos: el prehispánico o aborigen, el colonial y el republicano.  Aunque cada etapa responde a criterios distintos y todos tienen aspectos más o menos discutibles, pero al ser aceptados en términos generales, representa una visión consensuada, una especie de lenguaje común desde el que podemos iniciar un diálogo”.


Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: lunes, 14 de junio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 08 de junio del 2021 y está en el enlace: Un país petrolero exitoso

lunes, 10 de mayo de 2021

Universidad Virtual

Con relación a los conocimientos manejados por las personas, hay algunas afirmaciones muy importantes que son: “la falta de conocimientos esclaviza”, “la información es poder” y “la educación es progreso”, de modo que aquellos seres quienes dogmáticamente piensan, que es una buena idea mantener a los ciudadanos en la ignorancia para someterlos, podrían ser considerados como esclavistas, dictadores y en general, como enemigos del progreso de las naciones.

Como se debe ser realista, responsable y equilibrado en las opiniones emitidas, también de parte de los individuos se requiere el deseo, la motivación, la responsabilidad y la dedicación adecuada, para lograr superase mediante la educación, la obtención y el buen uso de los conocimientos adquiridos, pues no todo depende de terceras partes o de los estados exclusivamente.

A lo largo de la historia universal, los padres de familia responsables y los verdaderos estadistas, se han preocupado y ocupado por la educación de sus relacionados, desde el nivel maternal, pasando por preescolar, primaria, secundaria, postgrado y doctorado, pues es bien conocido que la riqueza de ciudadanos y países, no es la cantidad de “dinero sin valor” que puedan tener, crear o disponer, ni tampoco la cantidad de recursos naturales que existan en una nación, sino que es la capacidad de la gente para usar su inteligencia y sus conocimientos, de modo que mediante la creatividad, la inversión y el trabajo productivo, en un ambiente de absoluta ética y libertad, con reglas claras y precisas, se pueda transformar el capital y los recursos naturales en bienes, servicios y conocimientos, que junto a la salud, son la única riqueza real, verdadera y sostenible de la humanidad.

En la búsqueda de la superación personal mediante el estudio, existe un ejemplo interesante y digno de mencionar, que es una escuela privada a nivel internacional, cuya existencia data desde 1920, con sede en los Estados Unidos de América, llamada Hemphill School, que empezó hace un siglo impartiendo educación a distancia por correo postal, facilitando cursos técnicos a todos aquellos que quisieran aprender algún oficio útil y ofrecían a precios accesibles entrenamiento en áreas tales como: electrónica, mecánica, electricidad automotriz, refrigeración y mecánica dental y así fue como en diversas regiones del mundo, aún en los pueblos más humildes y remotos, se formaron a distancia técnicos y maestros, que reparaban aparatos de radio, televisores, neveras, vehículos, equipos de aire acondicionado o hacían prótesis dentales, siendo que esa oferta de servicios tenía el doble propósito de facilitarle la vida a la gente y a la vez ser una fuente de ingresos honestos y sustentables para esos técnicos pioneros, que eran autodidactas y cuyo deseo era aprender y superase, sin esperar que algún gobierno populista los mantuviera, por no ser productivos ni útiles a la sociedad.

Cito como ejemplo de lo expuesto en el párrafo anterior al Sr. padre de mi esposa, quien vivía en La Guaira, en la década de los años 60 del siglo pasado, en pleno auge de los grupos guerrilleros, grupos de rock y también del movimiento cultural de los hippies. Este humilde ciudadano, con solo estudios de primaria, en vez de dedicarse a la vagancia, a la violencia o al uso de las sustancias prohibidas, que eran promovidas por las modas de la llamada “nueva ola”, tomó por correspondencia en la escuela Hemphill School, primero un curso de mecánica dental y luego el curso de mecánica automotriz y al terminarlo montó su taller y con los ingresos obtenidos pudo levantar y sostener a una familia de 4 hijos.

En mi caso particular, a finales del siglo pasado, en una ocasión llevé un televisor a un técnico de TV, pero como no quedé satisfecho con el trabajo, aunque yo trabajaba a tiempo completo como gerente de sistemas en una prestigiosa institución y me quedaba muy poco tiempo disponible para buscar un entrenamiento formal, como pasatiempo me inscribí por correo en un curso de electrónica en la escuela mencionada y empecé a recibir vía Ipostel, con frecuencia semanal sobres con los materiales impresos, que luego de ser estudiados me permitían resolver un cuestionario, que junto con el comprobante de pago era remitido para su evaluación, de tal forma que después del almuerzo en restaurantes de españoles de la Candelaria en Caracas, visitaba las tiendas especializadas de la zona, donde podía comprar repuestos, suministros, herramientas, instrumentos y planos electrónicos, siendo que terminé con una colección de documentación impresa, repuestos, herramientas e instrumentos digitales de medida, que luego pasaron a mis hijos, excepto un osciloscopio que no adquirí por su precio elevado, pero que era de gran utilidad para detectar fallas, revisando y comparando la forma de las ondas en los puntos de chequeo y los fines de semana, en los ratos libres, me dedicaba a reparar equipos de familiares, amigos y los propios, siendo esta una actividad complementaria, divertida, satisfactoria y generadora de heurísticas, que me liberaba del estrés propio de quienes trabajan en el área de informática.

En Venezuela, desde hace más de 40 años existe una universidad a distancia, llamada la Universidad Nacional Abierta, que ofrece carreras a nivel técnico y también de pregrado, postgrado y educación continua, en áreas donde las prácticas de laboratorio no son requeridas y este es un experimento interesante, que junto a la experiencia exitosa de un siglo de la escuela Hemphill School que aún subsiste, podrían ser utilizadas para que debido al confinamiento por efectos de la pandemia Covid-19 actual y teniendo en cuenta que la vida debe continuar a pesar de las crisis y las condiciones adversas, usando ahora todas las facilidades de la tecnología de comunicación e información disponible con Internet, no hay excusas para que algunas universidades nacionales de gran prestigio, tanto públicas como privadas que deseen sobrevivir, evolucionar, progresar y ser autosustentables, sin tener una dependencia absoluta del estado o de subsidios y donaciones, tales como podrían ser entre otras: UCV, USB, UCAB y UNIMET, ofrezcan formalmente carreras virtuales de pregrado y postgrado de altísima calidad, en áreas tales como son: idiomas, filosofía, contaduría, administración, economía, matemáticas e informática y algunas ingenierías u otras carreras, donde habría que revisar, cómo realizar las prácticas de laboratorio, mediante técnicas como son el uso de los simuladores digitales o la inteligencia artificial, dependiendo del área.


Para garantizar la calidad de la oferta educativa universitaria virtual, cuyo alcance podría ser internacional y mantener a equipos docentes debidamente remunerados y por ende motivados, el financiamiento de las carreras virtuales ofrecidas por las universidades públicas, en parte podría ser pagado por aquellos participantes quienes dispongan de mayor poder adquisitivo, de manera que pudieran ser más económicas o aún gratuitas en los casos que así lo ameriten, pues aunque parezca una herejía, hay que empezar a cambiar el paradigma de que todo en la vida debe ser regalado, pues la experiencia ha demostrado que lo gratuito no necesariamente implica calidad, no se aprecia debidamente, ni es sostenible en el tiempo, tal como ocurre con el servicio de agua potable en Venezuela, donde hay que recurrir a pagar con divisas a camiones cisterna, si se quiere obtener el servicio, que en mi opinión, debería ser manejado por diversas empresas privadas en condición de concesión, donde los ciudadanos reciban y paguen un buen servicio por tubería y el estado pueda obtener regalías e impuestos, para financiar otras actividades administrativas básicas, en vez de estar generando cantidades exponenciales de dinero sin valor, que conduce a la ruina del país y de los ciudadanos, donde se pretende que sobrevivan con salarios menores a un dólar mensual, mientras especuladores monetarios y financieros se hacen ricos pidiendo mayores incrementos de liquidez y devaluaciones, inventando reglas leoninas y sobrevenidas, que son avaladas por políticos corruptos y por supuestos expertos en malas artes, sin importarles un carrizo lo que le ocurra al país.

Por supuesto que, una de las restricciones que se pueden encontrar para la implantación de esta forma de educación virtual, es la calidad de la internet en el país, por el colapso de la infraestructura de telecomunicaciones, pero hay que considerar que siempre se pueden crear medios alternos, para que los participantes logren obtener los materiales didácticos requeridos junto con las evaluaciones necesarias, tal como lo hicieron las entidades educativas que mencioné anteriormente y que también como en el caso de los servicios hidrológicos, hay que dejar de lado dogmas y paradigmas políticos errados del pasado, no esperar ingenuamente que algún caudillo iluminado resuelva por si solo los problemas nacionales y buscar a socios estratégicos con experiencia, que mediante licitaciones públicas, puedan ser convocados para que aporten todo su “know how” y los factores de producción necesarios para manejar en concesión estos servicios públicos, ofreciendo calidad para los clientes y además regalías e impuestos para el estado.
 
Uno de los problemas al que nos enfrentamos hoy los padres con hijos que aún estudian, es qué hacer con el inicio o la continuidad de las carreras profesionales de esos jóvenes y vendría muy bien que hubiera una sana competencia de ofertas de educación universitaria virtual formal, que algunos estaríamos dispuestos a pagar a precios razonables, lo que incluso tendría muchos beneficios, como es por citar solo uno, el evitar la movilización de estudiantes y personal docente, administrativo y obrero, lo que implica: riesgos y gastos de tiempo, salud y dinero, inherentes a los medios de transporte.


Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: lunes, 10 de mayo de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 04 de mayo del 2021 y está en el enlace: Universidad virtual