El 12 de enero de 2021 publiqué un
artículo llamado Cómo fortalecer las democracias y debido a que creo oportuno y pertinente, promover
la forma de gobierno que considero la mejor para nuestro tiempo y cultura, reforzaré
y escribiré, sobre algunas de las opiniones expuestas en dicho artículo,
respecto a las causas y las posibles correcciones deseables, para revaluar a
las instituciones de carácter democrático y devolverles su credibilidad,
prestigio y utilidad, pero para ser imparcial también debo admitir, que no todo
está perdido y siempre será bienvenido un cambio de rumbo no acertado de los
dirigentes en funciones de gobierno, pues aunque errar es inherente a la
naturaleza humana, corregir a tiempo es propio de seres racionales y sensatos,
que sepan rodearse de los mejores asesores y colaboradores en aquellas áreas
que desconozcan.
La mayor debilidad de la
democracia actual es el origen del financiamiento de líderes y partidos
políticos, debido a que los fondos monetarios en algunos casos podrían provenir
de grupos de poder en la opacidad, compuesta por corruptos, especuladores,
delincuentes financieros, traficantes o fundaciones manipuladoras, para
mantener el statu quo, haciendo que los líderes postulados no puedan ser libres
e independientes y sean manejados, coartados y dirigidos, por quienes les
financiaron sus carreras políticas o sus campañas electorales.
La anterior debilidad restringe
la posibilidad de escoger, postular y elegir a los mejores ciudadanos con que
cuentan las naciones, que sean estadistas reconocidos y tengan: perfiles,
experiencias, heurísticas y aptitudes: sicológicas, intelectuales y morales
apropiadas, para ejercer los cargos de libre elección con: honestidad, eficacia
y eficiencia –por esta razón no solo Iberoamérica sino también el resto del
mundo están en crisis, pues sin los líderes apropiados, no hay evolución o
revolución que sirva para mejorar–.
Los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, no tienen el equilibrio deseable y la mayor parte del
poder político descansa en el poder ejecutivo, siendo necesario que en el poder
legislativo se regrese y se refuerce el sistema bicameral, compuesto por una
asamblea de representantes o cámara baja y además un congreso nacional con
autonomía, donde participen los ciudadanos de la mayor credibilidad, honestidad
y experiencia, que sirvan de contrapeso al poder ejecutivo, que puedan filtrar
y mejorar las leyes antes de ser aprobadas y de ser necesario, que revoquen a los
funcionarios que abusen del mandato otorgado por sus electores.
Se debe evitar que quienes
ejercen la política, se postulen con el objetivo de hacer negocios personales o
para favorecer a sus allegados una vez que sean elegidos, porque esa mala
práctica conduce a que los partidos políticos se conviertan en asociaciones
para delinquir, que coluden para: engañar, manipular, estafar a sus electores y
facilitar la apropiación indebida de los activos de las naciones y de sus
ciudadanos.
Hay que eliminar la mala praxis
de promover, postular e imponer a líderes considerados no aptos para asumir los
cargos de libre elección, pues esta práctica es otra forma de corrupción,
teniendo en cuenta que, para obtener una licencia de conducir vehículos
públicos, además de las pruebas: médicas, teóricas y prácticas de conducción,
también se exige un examen de tipo siquiátrico periódico, pero a los
representantes del gobierno no se les exige ningún tipo de prueba de sus
aptitudes necesarias para ejercer responsabilidades tan importantes, como es
conducir los destinos de una nación.
Es necesario implantar
mecanismos: válidos, confiables y honestos para ejercer el derecho al voto
físico real, que sean: transparentes, confiables, auditables, supervisables y
de preferencia manuales, para evitar que los resultados de las elecciones sean
manipulados o prefabricados desde el punto de vista informático, lo que hace
que a quienes aspiran al poder, no les interese trabajar en beneficio de los
electores, porque sus votos virtuales pueden ser obtenidos solo ajustando
cifras y como los ciudadanos reales no hacen falta, no les importa trabajar en
la solución de los problemas de sus electores.
Deben seleccionarse árbitros
electorales: confiables, honestos, imparciales e independientes.
Los candidatos deben presentar
planes de gobierno: claros, factibles y reales, que incluyan: tiempos, costos,
recursos y fuentes de financiamiento de los proyectos presentados.
El límite de duración de los
mandatos debe ser de máximo de 4 años de ejercicio, para que los gobernantes no
pierdan su tiempo y además se debe eliminar la reelección para los cargos de
libre elección, a objeto de evitar la debilidad humana de querer hacerse eterno
en el poder, convirtiendo a los gobernantes en déspotas, tiranos o peor aún, en
monarcas.
Debe haber un revocamiento
automático del mandato de los funcionarios elegidos a los dos años de su
gestión, si no se obtienen los resultados que ofrecieron en las propuestas de
gobierno.
Los cargos burocráticos públicos
no susceptibles de elección por votaciones, no deben ser asignados por
clientelismo político, sino basados en: perfiles laborales pre-establecidos,
capacidades, honestidad y méritos, para ocupar dichos puestos, donde los ciudadanos
puedan conocer las capacidades, destrezas y experiencia de los funcionarios
designados.
Mucho cuidado se debe tener con
la manipulación mediática a través de campañas de marketing con supuestos
expertos en malas artes, repetición de mantras o encuestas amañadas, que
promocionen a líderes: corruptos, ignorantes, incapaces o que sus credenciales
sean solo poseer algún tipo de deficiencia o debilidad.
Por último, se debería eliminar de las discusiones y las campañas políticas, el uso de anacronismos y maniqueísmos, tales como son las taxonomías: izquierda o derecha, socialismo o capitalismo, liberalismo o conservadurismo, feminismo o machismo, heterosexualismo u homosexualismo, etc, porque esas dicotomías que no aportan valor, solo sirven para enfrentar y dividir a los ciudadanos, haciendo que se confundan y desperdicien inútilmente su tiempo de vida en tonterías estériles.
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 16 de noviembre de 2022
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 28 de junio del 2022 y está en el enlace: Aberraciones de la democracia