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jueves, 17 de noviembre de 2022

Distorsiones cambiarias en Venezuela

Según las estadísticas de frecuencia semanal, correspondientes al 02 de septiembre de 2022, publicadas por el Banco Central de Venezuela —BCV— la Liquidez monetaria —LM—existente para esa fecha era de 9.982 millones de bolívares —es decir 9,98 millardos de Bs— mientras que las Reservas internacionales —RI— eran de 10.132 millones de dólares y si hacemos la división LM/RI obtenemos una relación que se denomina tipo de cambio implícito, con un valor de 0,99 Bs/dólar.

Revisando los datos publicados por el BCV correspondientes a semanas anteriores, podemos darnos cuenta que el tipo de cambio implícito, se ha mantenido cercano a 1 Bs/dólar, lo cual es una gran ventaja si en el corto plazo se decide establecer una caja de conversión, donde cada bolívar se respalde por una cantidad fija de dólares y/o por su equivalente en oro físico o en forma mixta, para evitar la inestabilidad e inflación inherentes a las monedas de reserva actual, a efectos de: estabilizar el tipo de cambio, dar credibilidad al signo monetario, fortalecer la moneda nacional, evitar que el BCV se convierta en prestamista de última instancia para reflotar bancos insolventes, promover las disciplinas monetaria y fiscal y adicionalmente, controlar la inflación de origen no especulativo-comercial, para fortalecer la inversión, la producción, la productividad y el salario real, teniendo en cuenta el sabio postulado que afirma: “Si quieres reconstruir a un país, comienza por fortalecer su moneda”.

El tipo de cambio oficial para la fecha indicada era de 7,96 Bs/dólar, es decir que representa 8 veces el tipo de cambio implícito y por supuesto que, los diversos tipos de cambio paralelos, como siempre son mayores que el tipo oficial y las páginas de esos tipos ficticios ya no publican el tipo de cambio implícito, como lo hacían en el pasado, pues no les conviene mostrar esa información.

Lo anterior implica que el Bolívar está actualmente subvaluado o, en otras palabras, todos los tipos de cambio están sobrevaluados con relación al tipo de cambio implícito y esta situación que conviene mucho a los especuladores: comerciales, financieros, monetarios y cambiarios, genera otras distorsiones en la economía nacional, creando un ambiente de inestabilidad en las dimensiones: económica, social y política.

Considero que para Venezuela sería una medida apropiada crear una caja de conversión, para lo cual se deben tomar ciertas medidas adicionales como son en primer lugar, lograr que la Base Monetaria —BM— que es el dinero creado por el BCV, sea igual a la Liquidez monetaria —LM—, para que el multiplicador bancario que es la relación LM/BM se mantenga en 1, pues no se podrá emitir más dinero sin respaldo con divisas u oro y así la tasa de cambio se mantendrá fija en el monto que decida la caja de conversión.

Para la fecha indicada 02-09-2022, la Base monetaria era de 6.639 millones de bolívares que es el pasivo monetario atribuible al BCV y la Liquidez monetaria era de 9.982 millones de bolívares, lo cual implica que existe una diferencia de 3.343 millones de bolívares, que es un dinero adicional creado por la banca al otorgar créditos, lo que implica un multiplicador bancario de 1,5 que es la relación LM/BM.

Finalmente, para que se pueda lograr una caja de conversión cambiaria ortodoxa, duradera y sustentable en el tiempo, es conveniente que el encaje legal para los depósitos a la vista sea del 100% y los créditos se otorguen solo con dinero real proveniente de captaciones a plazo fijo, que deben ofrecer intereses reales competitivos, de tal forma que quien quiera invertir en la economía real, aporte una parte de capital propio y así esté obligado a ser eficiente y eficaz o se retire del mercado, si no logra obtener ingresos que le permita reponer sus inventarios sin depender del crédito y además, tener ganancias razonables, sin dejar que sus productos se deterioren por mantener precios altamente especulativos, en un entorno donde los salarios son terriblemente mínimos, lo que mantiene tanto a la demanda agregada como a la oferta agregada deprimidas, que conducen siempre a la recesión y a las crisis permanentes.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 17
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 13 de septiembre del 2022 y está en el enlace: Distorsiones cambiarias en Venezuela

lunes, 17 de mayo de 2021

Democracias con Pies de Barro

La democracia es considerada como la mejor forma de gobierno para las naciones, pues con este sistema político, el derecho de colocar o quitar a los representantes gubernamentales, debería ser potestad exclusiva de los ciudadanos, a través de mecanismos de decisión basados en los procesos electorales, siendo que, en condiciones ideales, sería conveniente que los electores pudieran seleccionar, postular y elegir libremente, a los mejores ciudadanos con que cuentan los países.

Infortunadamente, en la práctica no ocurre la situación democrática ideal, debido a que los candidatos provienen de los partidos políticos y esos partidos necesitan financiamiento para subsistir, de manera que existe un problema subyacente, pues quienes financian a los políticos, no lo hacen por simple amor a la democracia, sino que quieren cobrar con creces las facturas de lo invertido en las campañas electorales que patrocinan, a través de la obtención de favores, una vez que los postulados lleguen al poder y por lo tanto, los financistas prefieren promover a ciudadanos ignorantes e incapaces que puedan ser sometidos, extorsionados y manipulados fácilmente, por lo cual ignoran, desprecian y repudian a los mejores líderes, que tengan experiencia, capacidad, honestidad y libertad de criterio, virtudes que son fundamentales para lograr gobiernos honestos, eficaces, eficientes y exitosos.

Por otra parte, existen empresas de supuestos consultores políticos, que cobran grandes sumas de dinero para preparar de manera express e improvisada a los posibles candidatos, aunque estos no tengan las mínimas condiciones para asumir funciones de liderazgo y de gobierno, que son requeridas en un estadista y manejan estas situaciones, como si se tratara de un simple reinado de belleza, tal como ha ocurrido desde las épocas de Mr. Joseph Napolitan (1929 - 2013) y sus asistentes, algunos de los cuales actualmente se dedican por su cuenta al negocio de intervenir como asesores en los países con democracias bananeras, como algunas en Latinoamérica, donde las elecciones se ganan mediante el uso de maletines cargados de dinero de orígenes dudosos, la repetición de algunos mantras, la desinformación, las ofertas populistas y el pago de encuestas amañadas, para manipular a los ingenuos o peor aún, mediante la manipulación de los sistemas informáticos electorales y por esa razón, como los candidatos que obtienen el poder por estos métodos no tienen la experiencia ni la capacidad de resolver los problemas, por no ser aptos para ocupar los cargos asignados, las democracias van de mal a peor y los supuestos líderes improvisados, buscan la forma de convertirse en dictadores para perpetuarse en el poder, mediante el uso de cualquier medio, incluyendo los golpes de estado a los demás poderes públicos.

Estas son algunas de las razones por las cuales los electores pierden la fe, la confianza y la esperanza en los políticos y en los procesos electorales, lo que conduce a que haya altos porcentajes de abstención en las votaciones, debido a que en las ofertas de candidatos electorales no se da la oportunidad de escoger a los mejores representantes, que puedan resolver los problemas existentes, porque los elegidos están más orientados a trabajar en función de los intereses propios y los de sus promotores, en vez de atender las necesidades de los ciudadanos.

En países como Chile, Ecuador o Colombia por mencionar solo a tres, los ciudadanos han protestado quizás con justa razón, pero infortunadamente esas protestas son infiltradas por grupos de vándalos violentos para generar caos y el gobierno responde con represión, tratando de buscar culpables en otros lados o reduciendo las protestas a una trivial politización, mediante la anacrónica dicotomía izquierda-derecha, que reemplaza a la anterior dicotomía dios-demonio, sin analizar las causas profunda del descontento de la gente, ni aceptar que han existido malas praxis económicas y políticas heredadas del pasado, que tienen sus efectos perversos sobre los ciudadanos, puesto que conducen a déficits fiscales eternos, que luego quieren financiar con más restricciones o más incrementos de impuestos, haciéndose de la vista gorda con la corrupción existente, como fueron los casos en Colombia de: Pacific Rubiales, cuando un grupo de especuladores -- donde estaban algunos venezolanos como fue un exministro, expresidente del BCV y excandidato presidencial en 1998 --, quienes estafaron a los inversores y a la nación, siendo que sus pasivos financieros, laborales y ambientales se le traspasaron a Ecopetrol; o el caso de Odebrecht, que financió campañas de políticos corruptos, para obtener contratos de infraestructura; o el caso de Reficar, donde se pagaron sobreprecios por la construcción de una refinería de crudo en Cartagena y por último, el proyecto eléctrico de Hidroituango cuyo costo era de 3,8 miles de millones de dólares, pero que tiene problemas de construcción y aún está inconcluso, por malas praxis de ingeniería y posible corrupción.

En el caso de Venezuela, desde 1958 ha habido algunos gobernantes que han sido impuestos por los grupos de poder y manejados a través de secretarias asignadas, que se convirtieron en primeras damas de facto, a quienes recurrían los grupos económicos y financieros que patrocinaron sus campañas políticas, para lograr obtener los beneficios que otorga la cercanía al poder, mediante acciones negativas para el país como fueron entre otras: la eliminación del bolívar-oro; el pago de activos a las concesionarias petroleras, que iban a ser traspasados en corto plazo a la nación al vencer las concesiones; el envío de las reservas de oro a Inglaterra; el sobre-endeudamiento en moneda extranjera; el refinanciamiento de la deuda privada a cargo de la nación y más recientemente: la quiebra de PDVSA, la corrupción de los bolichicos alcahueteados por algunos banqueros y políticos, las estafas a través del control cambiario y los contratos mil millonarios de infraestructura con Odebrecht, donde cobraron completo pero nunca terminaron las obras ofrecidas, sin que haya habido investigaciones serias al respecto.

Según lo requerido por la constitución nacional de Venezuela, para finales del año 2021 se deben realizar elecciones regionales, con el objeto de designar nuevos: gobernadores, alcaldes, consejos legislativos estadales y concejos municipales y se espera que los partidos de oposición cambien sus paradigmas errados y esta vez participen, escojan y promuevan a candidatos que se destaquen por su experiencia, capacidad, honestidad y voluntad de servicio hacia los electores, puesto que de no hacerlo así, no tendrían oportunidad de ser elegidos como nuevos actores de la democracia, que permita reconstruir al país en el mediano plazo, como ya se demostró con el fracaso en las elecciones presidenciales de 1998, cuando la oposición participó dividida, postulando a 10 candidatos de diversos grupos y lo peor, donde los partidos mayoritarios para esa época impusieron a sus electores como candidatos a una ex reina de belleza y a un supuesto caudillo, quien necesitaba de intérpretes, debido a que nadie le entendía lo que quería decir y por esa razón se obtuvieron los resultados y los efectos conocidos desde hace dos décadas.

Durante los últimos años, algunos de los grupos políticos de oposición han optado por no participar en las elecciones, por no contar con las debidas garantías para que esos procesos sean creíbles, pero quizás también, por no tener a los candidatos adecuados que puedan garantizar la participación masiva de los electores que los lleve al triunfo y en mi opinión, teniendo en cuenta que se ha designado a un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) estimo que es necesario que los partidos de oposición se unan y propongan a candidatos creíbles únicos por consenso, que sean capaces de brillar con luz propia, pero además que tengan la capacidad de negociar una forma de garantizar que esas elecciones sean realmente libres, confiables, auditables y no manipulables, pues la solución a la crisis multidimensional que existe en el país debe ser racional, pacífica y democrática, si no se quiere correr con la suerte de Libia, donde después de 11 años de una “supuesta intervención humanitaria para proteger a los civiles” por parte de la ONU y la OTAN, quienes ofrecían libertad y democracia, aún hoy ese país está destruido, dividido, en guerra, sufriendo de violencia, hambrunas y emigraciones, siendo manejado por gobiernos interinos, sin que se vislumbre una solución a corto plazo para esa sufrida nación, cuyo pecado al igual que el de Venezuela, era poseer: reservas de oro, activos e inversiones en el exterior y además grandes yacimientos de gas, petróleo y agua, lo que atrae a muchos estafadores de diversas nacionalidades.

Es necesario destacar que no es suficiente con ganar las elecciones, sino que además se requiere poder realizar un gobierno exitoso, con la participación de los ciudadanos más capaces y experimentados y aunque no se crea, es posible que existan personas y entidades que no desean ningún tipo de solución para Venezuela, puesto que están muy cómodos recibiendo donaciones en divisas para hacer supuestas ayudas humanitarias, que no llegan a los necesitados ni se auditan y por otra parte, algunos políticos también se han apropiado de los ingresos provenientes de activos e inversiones nacionales en el exterior como Citgo y Monómeros colombo venezolanos entre otros y hay entidades financieras internacionales que quieren y creen poderse quedar con los depósitos de Venezuela que tienen bloqueados y por esa razón, juegan al caos permanente del país, sin que les importe la suerte que corran los venezolanos dentro o fuera de la nación.

Desde el punto de vista de la economía y en cualquier parte del mundo, una vez que los nuevos gobernantes elegidos asumen el poder, se encuentran con un problema administrativo que es, cómo financiar el gasto público sin caer en déficits fiscales, donde excluyendo el pago de la deuda pública que representa el mayor gasto fiscal para las naciones, el peso se concentra en los subsidios y en el pago de salarios de nóminas burocráticas, que serán más abultadas si existen muchas empresas de ese sector que no son autosustentables, por lo cual para financiar el déficit se puede recurrir a acciones triviales tales como son: préstamos internos o externos, aumento de impuestos, devaluación de la moneda, generación de dinero de la nada y exportación de los recursos naturales, en caso que los hubiera.

Debido a que la mayoría de las naciones están sobre endeudadas por las prácticas de administraciones anteriores y los impuestos no son bien aceptados por los ciudadanos, si no hay nada que exportar, quedan dos opciones disponibles que son: solicitar a los bancos centrales la generación de dinero de la nada y devaluar constantemente la moneda nacional, lo que conduce a la caída del PIB, hiperinflación, envilecimiento del salario y por ende a las migraciones hacia otros países, muchos de los cuales también tienen sus propios problemas, que se reflejan en las protestas de sus habitantes y por lo tanto, si los países receptores de inmigrantes no deseados quieren detener los flujos migratorios, deben tener claro que se requiere hacer cambios eficaces en la economía de los países de origen de las emigraciones, tal como parece que lo entienden Mrs. Harris y Mr. Biden.

En el caso de Venezuela, las prácticas de expandir la liquidez y devaluar la moneda han sido aplicadas desde 1974 hasta la fecha y en mi opinión, son las generadoras de la crisis nacional y por lo tanto reitero que:

Toda empresa pública que no sea autosustentable debería ser puesta en licitación, para que, mediante la figura de concesión a inversores del sector privado, con la experiencia y la capacidad comprobadas de hacerla producir eficientemente, esta pueda generar regalías e impuestos y también pagar un salario real honesto a sus trabajadores.

Se debe hacer una reconversión monetaria eliminado de 5 a 6 ceros a la moneda nacional, que debería fortalecerse mediante el respaldo y la redención con oro físico, de modo que el BCV sea el único ente autorizado para emitir dinero en forma física o digital, tal como lo manda la ley que regula al ente emisor.

Es necesario eliminar la creación de dinero crediticio o secundario que hace la banca mediante la aplicación de una regla llamada reserva fraccionaria.

Se debe permitir un ambiente económico multimoneda, donde los ciudadanos sin excepción puedan manejar y transar a través de la banca nacional sus divisas, sin las restricciones que existen actualmente, pues una parte del sector bancario recibe divisas de sus clientes, pero entrega bolívares devaluables y por eso le exigen al BCV más incrementos de liquidez y menos porcentaje de encaje legal.

La práctica de aumentar la liquidez y devaluar la moneda de manera permanente no es sostenible en el tiempo y por otra parte “es un palo colocado a la rueda de la inversión privada nacional e internacional”, que está dispuesta a invertir en la economía productiva, siempre que haya estabilidad, honestidad y credibilidad en el país, lo cual se logra mediante la existencia de una moneda nacional fuerte y estable, libertad de circulación de divisas, democracia plena, reglas claras y una banca ética, que abandone el uso de prácticas del pasado, tales como eran recibir las monedas de oro y de plata circulantes para enviarlas al exterior, a cambio de billetes sin respaldo, praxis que era usada por los primeros bancos que existieron en el país, tales como fueron Banco Colonial Británico y Banco Nacional de Venezuela, que quebraron a los 11 años de establecidos, pues los ciudadanos repudiaron sus billetes de monopolio, con los que pretendían expoliar a los clientes a mediados del siglo XIX “al igual que lo hicieron los conquistadores con los indígenas, quienes cambiaban pepitas de oro por espejitos”.

Por lo expuesto anteriormente, considero que las prácticas de los partidos políticos inherentes a su financiamiento y a la postulación de candidatos, las praxis de algunos grupos económicos y financieros que los patrocinan, la corrupción administrativa y la forma de financiar el gasto fiscal por los gobiernos, constituyen los pies de barro de las democracias, que se convierten en caquistocracias con el transcurrir del tiempo y por tal razón, cíclicamente se repiten: protestas, crisis, rebeliones, revoluciones, tiranías y guerras, en muchas partes del mundo.


Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: lunes, 17 de mayo de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 11 de mayo del 2021 y está en el enlace: Democracias con pies de barro

domingo, 18 de abril de 2021

Breve Historia Monetaria de Venezuela

Después de las guerras de la independencia ocurridas entre 1810 y 1823, la República de Venezuela nació en el año 1830, al separarse de la Gran Colombia y el poco dinero circulante para esa época era en su mayoría monedas de oro y de plata, muchas de ellas que eran divisas de otras naciones, pero al igual que las macuquinas que eran piezas monetarias rústicas, tenían amplia aceptación a nivel general, por el valor intrínseco que representaban los metales de las cuales estaban hechas.

Para facilitar los intercambios de bienes sin recurrir al trueque, las casas comerciales producían vales y las haciendas usaban sus propias monedas de cobre o latón, para pagar a sus peones, quienes podían usar esas fichas para comprar productos en las proveedurías de los hacendados.

Debido a la escasez de circulante, se crearon bancos que imprimían billetes y otorgaban créditos, dentro de los cuales estaban el primer banco instalado en el país, que fue una sucursal del Banco Colonial Británico, creada el 29 de julio de 1839 y cerrada el 30 de junio de 1850, cuyo capital era extranjero; además se creó con capital criollo el Banco Nacional de Venezuela, el 17 de mayo de 1841 y se cerró el 30 de junio de 1852, cuyos accionistas pertenecían tanto al sector público como al privado.

Como se puede observar, esos dos bancos fueron de corta duración, pues recibían depósitos en monedas de metales nobles que atesoraban o enviaban al exterior y entregaban billetes y por esa razón, los ciudadanos empezaron a repudiar sus billetes, al no poder cambiarlos por oro o plata en las oficinas de los entes financieros y por otra parte, se otorgaron créditos a: políticos, caudillos, hacendados y comerciantes, algunos de los cuales no se pudieron recuperar, a pesar de haber creado la ley de espera y quita, para rematar haciendas y comercios cuando los deudores no podían pagar sus deudas.

Con el transcurrir del tiempo fueron apareciendo y quebrando otros bancos, que financiaron o en algunos casos incorporaron a caudillos y a políticos como accionistas o asesores, para facilitar la creación de leyes y reglas que favorecieran al sector financiero, siendo que esa praxis junto con el rentismo se convirtieron en una costumbre que continuó con el paso de los años, lo cual hizo fracasar a bancos tales como el Banco Latino de don Pedro Tinoco, político, ex ministro de hacienda y expresidente del Banco Central de Venezuela, quien financió campañas electorales y el grupo Latinoamericana progreso de don Orlando Castro entre otros, que al quebrar en 1994, la nación tuvo que asumir sus pasivos.

La ley del 23 de marzo de 1857 establece por primera vez el patrón oro en el país, que consistía en la emisión de billetes respaldados y redimibles por oro, para poner orden en las emisiones de dinero y conservar su valor.

Además, los diferentes gobiernos hicieron intentos de crear casas para acuñar monedas en el país o solicitar acuñación de monedas en el exterior y así se produjeron algunas piezas monetarias como fueron el venezolano de oro y el venezolano de plata, que eran monedas de curso legal entre 1871 y 1879.

La unidad monetaria de Venezuela llamada el Bolívar, nace el 31 de marzo de 1879, cuando el presidente Antonio Guzmán Blanco, conocido como el ilustre americano, quien fue en tres lapsos no consecutivos presidente de Venezuela por casi 14 años, firmó un decreto por el cual se establecía el Bolívar de plata como la moneda nacional.

La Primera acuñación en el exterior fue autorizada el 16 de abril de 1879 y alcanzó la suma de Bs. 5.000.000 que se distribuyeron así: Bs. 2.500.000 en oro de ley 900, con piezas de Bs. 20 y el resto que eran Bs. 2.500.000 en plata de ley 835, con la mitad en piezas de Bs. 5 y la otra mitad en piezas de: 2, 1, 0,50 y 0,20 Bs.

Debido a que las monedas eran acuñadas en el exterior, el 16 de octubre de 1886 el general Antonio Guzmán Blanco inauguró una casa de la moneda en la esquina del cuño en Caracas, con el objeto de producir Bs. 4.000.000 en piezas de oro y de plata; pero en sus tres años de funcionamiento se acuñaron Bs. 11.151.620 en oro y Bs 10.662.997 en plata, es decir se produjo 5,45 veces más del monto convenido y como en esa época ya se tenía conciencia de los efectos inflacionarios por la sobre emisión de dinero, dicha casa fue cerrada en 1890 y las acuñaciones siguientes volvieron a realizarse en el extranjero.

La primera moneda de oro acuñada en la casa de la moneda de Caracas, indicada en el párrafo anterior se hizo en 1886; era de Bs. 100, pesaba 32,258 gramos de oro ley 900 y se conoció como el Pachano, que era el apellido del inspector de la casa de la moneda, don Jacinto Pachano; esta moneda es diferente a la morocota que era una moneda de oro de 20 dólares de Estados Unidos de América, que también circulaba para esa época en el país como divisa.

El Pachano

Debido a que la plata se depreciaba constantemente con relación al oro y ocasionaba problemas con el sistema bimetálico, el 24 de junio de 1918 el general Juan Vicente Gómez promulga una ley que establecía como nueva unidad monetaria el Bolívar de oro, equivalente a 0,290323 gramos de oro fino por bolívar emitido, legitimando así el patrón oro que existía desde 1857, por medio del cual los bancos nacionales podían emitir billetes respaldados y redimibles con oro y los ciudadanos podían exigir a los bancos el canje de los billetes por oro físico, lo que imponía una disciplina monetaria y mantenía la credibilidad y la estabilidad del valor del dinero.

El 13 de julio de 1939 se crea el Banco Central de Venezuela (BCV), de modo que la emisión de billetes respaldados por oro y la acuñación de monedas metálicas quedaron bajo su exclusiva responsabilidad.

Algunos objetivos del BCV original eran:

1. Centralizar la emisión de billetes, estableciendo un sistema uniforme de circulación en el país

2. Regular la circulación monetaria, procurando ajustarla en todo momento a las legítimas necesidades del mercado nacional

3. Centralizar las reservas monetarias del país y vigilar y regular el comercio de oro y de divisas

4. Vigilar el valor de la unidad monetaria tanto en su poder adquisitivo interior como en su relación con las monedas extranjeras

El 22 de julio de 1941 se emitió una nueva ley de la moneda que fortalecía el sistema monetario nacional con reglas restrictivas sobre la acuñación de piezas monetarias en plata y níquel; se confirmó el patrón oro existente y se estableció como dinero de curso legal las mismas monedas de oro y de plata de la ley monetaria promulgada en el año 1918.

El 30 de diciembre de 1974 se publicó la gaceta oficial número 1711, que contiene el decreto número 507 del 30 de octubre de 1974, donde se modificó la ley del banco central de Venezuela y con el artículo 107 se derogó la Ley de Monedas de fecha 22 de julio de 1941 reformada parcialmente por la Ley del 17 de febrero de 1954, lo que significó la eliminación del Bolívar oro, siendo presidente de la nación el Sr. Carlos Andrés Pérez, ministro de hacienda el Sr. Héctor Hurtado y ministro de la oficina de coordinación y planificación el Sr. Gumersindo Rodríguez.

Durante la vigencia de 56 años del Bolívar oro se mantuvo una inflación promedio anual de 1,3 %, un PIB relativamente creciente y una moneda que conservaba su valor interno y externo, con un tipo de cambio fijo de 4,30 Bs/Dólar, pues no se podía emitir dinero sin el respaldo adecuado ni otorgar créditos con dinero ficticio producido por el uso de la regla llamada reserva fraccionaria.

A partir del grave error monetario al eliminar el Bolívar oro, algunos supuestos expertos en economía, intelectuales y políticos, empezaron a recitar mantras tales como: el bolívar está sobrevaluado, sufrimos la enfermedad holandesa, hay que hacer devaluaciones competitivas, las expansiones de liquidez no generan inflación, etc, que aún hoy algunos siguen repitiendo como loros, con lo cual la primera devaluación ocurrió bajo el gobierno de Luis Herrera Campins, el viernes negro con fecha 18 febrero de 1983 y a partir de ese momento los gobiernos sucesivos no han cesado de generar dinero en cantidades astronómicas, devaluar la moneda e implantar controles de cambio y en mi opinión, esa práctica monetaria es la causa de las crisis: económica, social, política y humanitaria, que algunos seres irracionales de los diversos bandos, piensan que se puede resolver causando el genocidio de la población venezolana, mientras se apropian de los fondos, activos, inversiones y recursos de la nación, aunque se destruya al país y la vida de sus ciudadanos.

Como una anécdota personal comentaré un hecho que ocurrió en los primeros años de la década del 90 del siglo XX, cuando entendí la importancia de fortalecer los conocimientos adquiridos en las escuelas de las ciencias exactas, complementándolos con las enseñanzas provenientes de las ciencias sociales y por lo tanto me inscribí en un postgrado de una prestigiosa universidad, por lo cual debía asistir a clases diarias de 6 pm a 10 pm y dentro del pensum de estudios había una materia llamada microeconomía y sucedió que un buen día, se presentaron al salón de clases dos caballeros desconocidos, elegantemente vestidos de traje azul oscuro, camisa celeste y corbata de color vino tinto y extrañamente, en ese día el profesor dedicó toda su clase de 2 horas académicas a hablar sobre las bondades para los países de devaluar sus monedas, con el objetivo de incrementar el PIB y hacer más competitivas las exportaciones, pero debido a la irreverencia y a la sinceridad que me han caracterizado, con el debido respeto pedí el uso de la palabra y expliqué que Venezuela era un país exportador de crudo y que por lo tanto no me parecía adecuado que la moneda nacional se devaluara, pues las cuotas de producción y el precio del petróleo dependían de un cártel llamado OPEP y había cierta insensibilidad a ese tipo de manejos monetarios locales y que además la devaluación era una praxis negativa porque generaba inflación, encarecía los insumos importados, hacía más onerosa la deuda externa del país y terminaba arruinando a los ciudadanos, porque disminuía su poder adquisitivo y contraía la demanda agregada, haciendo que se contrajera la oferta agregada y por ende que cayera el PIB y que también alejaba las inversiones internacionales, pues ningún inversor sensato iba a traer su capital en divisas relativamente estables, para convertirlo a un dinero sin valor, cuando fuera a repatriar sus ganancias o su capital y que adicionalmente, en mi modesta opinión, esa mala práctica era una estafa contra: pensionados, trabajadores, ahorradores e inversores de la economía real, pues solo favorecía a los especuladores que pedían créditos, compraban activos y divisas y licuaban sus deudas con la devaluación y la inflación subyacente, sin producir nada útil para el país, mientras la economía colapsaba.

Al terminar dicha clase, mientras esperaba que llegara el profesor de macroeconomía, puesto que inscribí simultáneamente micro y macro en ese trimestre, los visitantes se me acercaron y me dijeron que con esa actitud no iba a lograr que el profesor me calificara con una buena nota a lo cual repliqué, que yo asistía al postgrado con el deseo de aprender y que lo menos que me interesaba era una nota regalada y hasta el día de hoy he tenido la incógnita de si esos hombres de azul pertenecían a: FMI, BM, BID, ONG de especuladores como Mr. Soros, eran cazatalentos de las bancas de inversión o hacían parte de alguna organización promotora de las praxis devaluatorias, que son tan apreciadas, promovidas y recomendadas por algunos supuestos expertos, políticos, intelectuales y pseudo-empresarios criollos.

Con el paso del tiempo se confirmó mi pronóstico y después de haber experimentado en carne propia los efectos de malas prácticas económicas promovidas por “expertos desorientados”, estoy convencido que mientras no se eliminen las malas praxis monetaria, financiera y cambiaria, que consisten en inflar la oferta monetaria en cantidades exponenciales, emitiendo base monetaria, otorgando créditos blandos mediante el uso de la reserva fraccionaria, devaluando la moneda ad infinitum y complementando esos trucos con controles de cambios, no habrá una solución a la crisis de países como Argentina o Venezuela por citar solo dos, que no cesan de seguir oyendo los cantos de sirena de los especuladores, quienes además recomiendan pedir créditos a entes internacionales, que son fondos que se quedan fuera del país, como fue el caso de los 55 millardos de dólares prestados por el FMI a Argentina en el penúltimo año de gobierno del Sr. Macri, creando compromisos con pasivos impagables en tiempos razonables, destruyendo así el valor de sus monedas y con ello su economía, haciendo que sus ciudadanos se vean obligados a trabajar en condiciones de infra esclavitud con salarios miserables o a deambular como zombis sin rumbo por otros países, donde son víctimas de sentimientos xenofóbicos, que les hacen pasar las de Caín en tierras extrañas a sus naciones de origen, que son muy ricas en recursos naturales y humanos, pero que han sido mal administradas desde hace muchos años.

Reflexiones finales: no les queda nada bonito a aquellos oportunistas que se aprovechan de la pandemia o de las crisis de los países para especular con las divisas, los insumos sanitarios, los bienes de consumo o colocan pretextos y reglas sobrevenidas para apropiarse de las divisas de los ciudadanos, como son las restricciones al sistema de pagos y la movilización nacional de cuentas en moneda extranjera, lo que demuestra que no ha habido grandes cambios hacia las buenas praxis éticas, desde los comienzos de la república en materia monetaria o financiera.

Tampoco luce sensato ni humano la acción de quienes politizan las desgracias nacionales para extorsionar o buscar beneficios personales y considero que en Venezuela es necesario solicitar los buenos oficios de entes internacionales pertinentes tales como son la ONU, la Iglesia Católica o el Reino de Noruega, para que obliguen a los bancos extranjeros a desbloquear los fondos nacionales de divisas fiat que se han apropiado fraudulentamente con el cuento del bloqueo, que sirvan para adquirir suficientes vacunas anti covid-19 reconocidas y eficaces e insumos, que permitan preservar la salud y la vida de los venezolanos, para que no se cometa algo similar al genocidio de los judíos en Alemania, mientras algunos miraban para otros lados o se alegraban, pues no solo se es cómplice por acción sino también por omisión.

Otra alternativa válida para vacunar a la población, es solicitar el canje de crudo por vacunas e insumos de salud, en vez de querer ponerle la mano a las 31 toneladas de oro que aún están en el banco de Inglaterra y que servirán para fortalecer la moneda, cuando se decida regresar a un signo monetario nacional estable que conserve su valor, lo cual debe ser hecho como una condición básica para la reconstrucción de la economía nacional.

Nota: algunos de los datos históricos tienen como referencia a Pérez Dupuy, H. (1942). El sistema monetario de Venezuela. Revista de Economía y Estadística, Primera Época, Vol. 4, No. 1 - 2 (1942): 1º y 2ºTrimestre, pp. 111-126.


Saludos cordiales,

Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: domingo, 18 de abril de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional el 13 de abril del 2021 y está en el enlace: Breve historia monetaria de Venezuela

jueves, 28 de septiembre de 2017

Cómo Puede un País Regresar al Patrón Oro y no Fracasar el Intento

En un artículo anterior propuse un postulado monetario que afirmaba lo siguiente:

“Cuando exista un país que emita dinero que sea verdadera reserva de valor, respaldado con activos tangibles y sea un dinero redimible: el capital, el trabajo, el talento, los conocimientos, los bienes y los servicios fluirán y se establecerán en esa nación y por la ley de Gresham los ciudadanos atesorarán su moneda, repudiando las otras monedas sin valor”.

El sistema monetario-financiero mundial actual ha fracasado, debido al crecimiento ilimitado y exponencial de Liquidez Monetaria, en un mundo real que tiene límites y considerando que en micro-economía existe una ley llamada la Ley de los Rendimientos Marginales Decrecientes (LRMD), que establece que cuando una sola variable crece, mientras las demás variables se mantienen constantes o decrecen, llega un momento donde en vez de obtener un crecimiento de la producción, se produce un decrecimiento o en otras palabras, en vez de utilidad se produce pérdida.

Esta ley se comprueba de manera empírica cuando tenemos hambre y comemos manzanas, que disfrutamos mucho al comer las primeras frutas, pero si seguimos comiendo más manzanas, cada una de ellas nos producirá cada vez menor satisfacción y si comemos el contenido completo de una caja, tendremos al final graves problemas de tipo digestivo.

Este evento es lo que ocurre con el crecimiento exponencial e irracional de la Liquidez Monetaria, sin que haya un crecimiento del PIB, que se genera al producir un dinero en forma ilimitada por parte de los bancos centrales y en mayor proporción por los bancos comerciales, quienes relajan el otorgamiento del crédito, con un dinero ficticio que se crea solo de manera virtual y que no proviene del trabajo ni del ahorro y por lo tanto no tiene respaldo y mucho menos suficientes billetes para entregarlos a los clientes, cuando estos van a buscar su dinero a las taquillas, razón por la cual, se pretende eliminar a nivel mundial el uso del efectivo, para que no se ponga en evidencia esta clase de mala praxis monetaria, al manejar un dinero inexistente, irredimible y sin el debido respaldo.

Muchos políticos del mundo de todas las tendencias ideológicas, quienes deberían tomar las acciones que eviten malas prácticas tanto políticas como monetarias y financieras de los bancos: centrales, comerciales y de inversión u otras malas praxis de tipo político-económico-geopolítico, se han convertido en una suerte de “caballos de Troya” de los intereses económicos-financieros o de otras naciones, quienes son los que realmente manejan el poder (shadow government) y quienes son los que deciden a quienes: apoyar, financiar, mercadear, promover y llevar al gobierno, para que creen: normas, decretos y leyes, que solo beneficien a las castas más privilegiadas y así poder mantener sus privilegios de por vida, protegidos por políticos también eternos, para: expoliar, arruinar, someter y esclavizar a los ciudadanos y si para ello es necesario desencadenar una guerra: civil, regional o mundial, no les temblará el pulso, porque las víctimas las pone el pueblo y quienes las promueven quedan ricos y muertos de risa, como ocurrió entre 1936 y 1939 con la guerra civil española, donde ciudadanos irresponsables, divididos por los colores azul o rojo, llenos de odio llevaron al país al caos y a la ruina y donde: Rusia (Stalin), Alemania (Hitler) e Italia (Mussolini) ametrallaron y bombardearon a poblaciones civiles inocentes y dejaron cerca de 1.000.000 de muertos, pero al final: Rusia se llevó más de 500 toneladas de Oro, Francia se llevó casi 200 toneladas de Oro y Alemania e Italia probaron sus aviones, armas y equipos en España, para empezar la segunda guerra mundial en 1939, que destruyó a Europa.



Como ejemplos de lo expresado anteriormente, en USA Mr. Richard Nixon en el año 1971 aconsejado por Mr. Milton Friedman (padre del monetarismo), eliminó el respaldo con oro para el Dólar, que se había implantado después de la segunda guerra mundial, con los acuerdos de Bretton Woods y en Venezuela, el Sr. Carlos Andrés Pérez, fue promovido a la presidencia de la república en 1974 por élites económicas-financieras, para que eliminara el Bolívar-Oro, que había estado vigente desde 1918 hasta 1973 y que había logrado mantener un país próspero y exitoso durante más de medio siglo.

Posteriormente el Sr. Carlos Andrés Pérez fue elegido en Venezuela nuevamente para un segundo mandato presidencial en 1988 y en esa ocasión, en 1989 envió las reservas de oro monetario hacia Inglaterra, para respaldar créditos en moneda extranjera, que en su mayoría terminaron en manos de quienes lo promovieron, usando la estrategia de pedir créditos en moneda nacional, comprar divisas y licuar sus deudas con la inflación y la devaluación de la moneda nacional.

Esas malas decisiones permitieron implantar un modelo monetario-financiero fracasado, basado solo en la deudas, donde la FED y el BCV respectivamente y los bancos comerciales, crean dinero de la nada en cantidades astronómicas, que ha servido en gran parte para financiar actividades estériles tales como son: populismos, burocracias improductivas, corrupción y especulación monetaria y financiera, destruyendo el valor de la moneda nacional con: altas expansiones de liquidez, devaluaciones y controles de cambios en el caso de Venezuela, lo que no permite a la gente: ahorrar, invertir ni producir y este modelo fracasado es la causa verdadera de los problemas en todos los países, pero muchos de los intelectuales y expertos si lo saben o lo entienden no lo dicen, debido a que pertenecen a las nóminas de los grupos económicos-financieros, quienes también manejan el poder político.

En algunos de los países del tercer mundo, existen profesores y ¿expertos? quienes son asesores de grupos políticos y económicos y han estado toda su vida promoviendo las perversiones devaluatorias y el crecimiento de la Liquidez, con lo cual la inflación se exporta desde los países del hemisferio norte hacia los países del hemisferio sur, diciendo que esas malas praxis no producen inflación y ahora están pidiendo impresión de billetes de mayor denominación en algunos países o la eliminación del efectivo en otros, tendencia que pronto llevará a esas naciones ingenuas a una economía como la Zimbabuense, donde se imprimieron billetes de: millones, billones y trillones de dólares Zimbabuenses, por recomendación de sus ¿expertos económicos? y en el segundo caso, que se facilite la posibilidad de confiscar los haberes de los ciudadanos o de afectar la libertad de las personas, al no permitirle movilizar ni disponer de su dinero en custodia de los bancos, por ser una moneda exclusivamente virtual.

Parte de la inflación de los países más avanzados se transfiere hacia los países productores y exportadores de materias primas y la otra parte de la inflación de esas naciones, es una inflación de activos financieros, donde el dinero en exceso es utilizado para especular en los mercados bursátiles, con lo cual los países tienen la falsa sensación de tener economías exitosas a pesar de ser estériles, porque por el principio de Pareto, es probable que menos del 20% del dinero existente, se dirija hacia la economía productiva y más del 80% se oriente solo hacia el apalancamiento de los especuladores, para financiar la inflación de activos financieros, que no producen ningún bien de valor, aunque los índices bursátiles crezcan constantemente, por incremento tanto de precios como de volúmenes de cifras nominales.

Así que para regresar a una economía honesta, exitosa y próspera como la existente entre 1918 y 1973 en Venezuela o entre 1944 y 1971 en USA, preferiblemente el oro será el activo que ponga orden y límites en la economía, para que no sea necesario reiniciar la misma mediante el uso del belicismo, como ha ocurrido en el pasado.

En general deberíamos pensar en: eliminar la reserva fraccionaria para otorgar créditos, hacer tapering de Liquidez excedentaria, regresar al dinero honesto respaldado y redimible por oro u otros activos tangibles y promover la producción nacional, para que se pueda recuperar la economía, aunque más adelante veremos estas acciones con mayor detalle.

Actualmente el paradigma mundial errado respecto al dinero está cambiando y por eso países como Rusia, India o China, están acumulando grandes reservas de oro y China se propone redimir al Yuan con Oro, pero para no quedarse atrás, la FED en USA empezó a cambiar su política monetaria expansiva errada, que aplicó después de la crisis del 2007 ocasionada por mala praxis crediticia, lo que produjo la quiebra de bancos, empresas, personas y gobiernos a nivel mundial y ahora ha comenzado un proceso ordenado de reducción de su oferta monetaria (tapering) y es muy posible que Mr. Trump utilice las más de 8.000 toneladas existentes en Fort Knox, para regresar a la vida al patrón oro en USA, que por error estuvo temporalmente en receso desde 1971 y que ha convertido a ese gran país en una zona llena de cinturones de óxido y miseria, aun siendo la primera potencia mundial.

Es muy importante considerar y entender la ecuación propuesta por Mr. Irving Fisher a comienzos del siglo pasado, que ha sido: desconocida, ignorada, criticada, menospreciada o mal interpretada y que relaciona dos variables macro-económicas, para obtener una tercera variable dependiente, que cambiando paradigmas y con otra visión, este investigador ha redenominado el valor del dinero (V) y que se muestra a continuación:

V = PIB/Liquidez

La variable V depende de la economía real (PIB) o producción nacional, que es la generadora de la riqueza verdadera, que se crea con bienes, servicios y conocimientos, provenientes de: la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, la industria, la educación, la investigación, la invención, etc y por otra parte depende de la economía virtual, que es la creación de oferta de dinero (Liquidez monetaria), por parte de los bancos centrales y comerciales.

Por tal razón, algunos consideramos que es necesario que la educación de los niños y de los jóvenes incluya visitas didácticas y/o pasantías por los sitios productivos (fábricas, plantaciones, minas, refinerías, laboratorios, etc), que los hagan tomar conciencia de donde se genera la verdadera riqueza, que es la que proporciona: paz, bienestar, progreso, prosperidad y libertad a los ciudadanos y además es necesario también reeducar a los adultos, para que aprendan que la riqueza proviene: del trabajo, del ahorro, de la inversión en la economía real y de la producción y no de la creación de dinero sin valor.

Entonces el valor del dinero que los ciudadanos de un país poseen y atesoran, se debe basar en que exista un equilibrio entre Producción (PIB) y Liquidez, pero lo ideal es que ese valor sea constante (como lo es la frecuencia cardíaca: sin taquicardias ni bradicardias), porque si tiende a cero se cae en una crisis, donde todos quieren comprar, pero nadie puede producir y si tiende hacia el infinito, también se cae en otra crisis, porque todos quieren producir, pero nadie puede comprar, como lo he explicado en el artículo llamado Efectos de la Liquidez Monetaria sobre la Demanda y Oferta Agregadas

La economía se vuelve estéril e improductiva, cuando los gobiernos de los países, creen que produciendo solo dinero de la nada para repartir y para especular, sin trabajar ni producir nada de valor, se logrará hacer ricos y prósperos a los ciudadanos y esa es la situación que llamo “economía sodomizada”, porque siendo estéril, solo produce ilusiones monetarias temporales de corto plazo en las criaturas ingenuas. 

Es muy importante que países como Venezuela, que están en crisis económicas sistémicas profundas y casi al borde de una guerra civil, para salir de su crisis no sigan: mal-vendiendo, comprometiendo, transfiriendo o regalando su producción de oro y mucho menos entregando sus reservas de oro monetario, que alcanzaron entre 2007 y 2017 un pico de 369,84 toneladas para el segundo semestre de 2013 y que para el primer semestre de 2017 solo quedaban 188,93 toneladas en las reservas de oro monetario en el BCV, lo que implica una salida del 49% de las reservas de oro monetario.

A continuación se muestra el gráfico de las reservas de oro monetario en el BCV para Venezuela en toneladas por semestre, desde el año 2007 hasta el año 2017, según los datos tomados de las Notas a los Estados Financieros semestrales del Banco Central de Venezuela:




Ahora sugeriré una estrategia para que Venezuela pueda regresar al patrón oro, que sería bueno hacerlo en Enero de 2018, cuando se cumple un siglo de la implantación del Bolívar-oro en esa nación, por Don Juan Vicente Gómez en 1918.

Esta estrategia también es válida, para otras naciones del mundo, que quieran regresar a un sistema monetario más honesto que el actual, que ha estado basado en el dinero fiat, que es un dinero irredimible y sin respaldo que siempre conduce a la ruina:

1. Detener temporalmente  la emisión de Base Monetaria.

2. Eliminar permanentemente el uso de la regla llamada Reserva Fraccionaria, para que solo el banco central genere el dinero y pueda controlar la oferta monetaria.

3. Recoger la Liquidez excedentaria mediante la compra-venta de divisas u otras medidas eficaces y honestas.

4. Facilitar el uso cuentas en moneda extranjera en la banca nacional y permitir todas las operaciones en divisas.

5. Recapitalizar los bancos.

6. Racionalizar el gasto fiscal.

7. Reestructurar la deuda externa.

8. Promover la producción y la productividad nacional.

9. Devolver a los legítimos dueños toda empresa expropiada que esté improductiva.

10. Privatizar toda empresa pública ineficiente, improductiva o no autosustentable.

11. Unificar el tipo de cambio y eliminar el control cambiario.

12. Respaldar con oro, la base monetaria que quede después de ajustar la oferta monetaria a un nivel óptimo, con una relación en [gr/bs] = ReservasOroBCV/BaseMonetaria.

13. Todo el oro extraído de sus minas o adquirido con la venta de petróleo y otras materias primas, deberá servir para mejorar la relación de respaldo con oro de la moneda nacional en [gr/bs] y las divisas en moneda extranjera se deberán usar para importar lo que no se produzca en el país y para cumplir los compromisos internacionales, de tal forma que los ciudadanos puedan escoger libremente si ahorran en Bolívares-oro o en otras divisas. 

Para regresar al patrón oro en Venezuela, al 15-sep-2017 con la base monetaria existente de 21 billones de Bs. Latinos, la proporción de respaldo en oro solo para esa base monetaria, sería de nueve millonésimas de gramo por cada Bolívar (0,000009 [gr/bs]), cifra que contrasta con los 0,29 [gr/bs] de respaldo que había durante la vigencia del bolívar-oro (1918 - 1973), pero aún así, lo importante es que esta regla monetaria coloca límites a la generación astronómica de liquidez que es el cáncer de la economía.

Si existiera algún país que quisiera ir al patrón oro y su banco central no tuviera suficientes reservas de ese noble metal, debería producir y exportar bienes y servicios de alta calidad, lo que le permitirá atesorar el oro necesario y suficiente para respaldar su moneda y tener un modelo monetario honesto, cuyos frutos no tardarán en hacerse notar, de acuerdo al postulado monetario que coloqué al principio de este artículo.  


Alejandro Uribe: Economía y Política

Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador



Publicación Inicial:     Jueves,  28 de Septiembre de 2017
Última actualización:  Martes, 17 de Octubre de 2017