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lunes, 11 de noviembre de 2013

Los Factores Tóxicos que Destruyen la Economía de las Naciones

En varios artículos anteriores he utilizado la estadística, algunos modelos econométricos y la analogía con la física, para: analizar, sintetizar y sustentar el contenido de lo escrito, sobre ciertos aspectos que considero muy importantes para la economía mundial, pero en esta ocasión usaré parte de la historia monetaria de la humanidad, que reposa perdida en el ciberespacio y que pareciera oculta u olvidada  por los países, que han sufrido crisis económicas severas tanto en el pasado como en el presente.

En este artículo pretendo demostrar que existen varios factores tóxicos, que influyen en la destrucción del orden económico mundial y que conspiran en contra del bienestar, el progreso y la paz de las naciones y sus ciudadanos.

Hay muchos casos dignos de estudiarse, pero para este análisis utilizaré solo tres casos muy emblemáticos, que han ocurrido en Francia, USA y Venezuela y que han ocasionado fracasos en la economía de esos países, debido a la mala praxis económica y a la tendencia de despreciar la historia monetaria, lo que hace que tanto personas como gobiernos, cometan reiterativamente los mismos errores y llama poderosamente la atención, que mientras en otras áreas del conocimiento humano se han logrado grandes avances, tales como colocar un laboratorio robótico en Marte, en economía aún se están haciendo pruebas, dando tumbos y cometiendo errores, que hacen que cuando todo falla, la salida sean guerras civiles o guerras mundiales para: reiniciar la economía, empezar de nuevo desde cero y volver a repetir los mismos errores del pasado.

1. Caso de Francia:

Empezaré por ubicarnos en el espacio-tiempo: en Francia a finales del siglo XVIII, entre los años 1789 y 1799, época en que ocurrió un importante movimiento de carácter social y político en esa nación, llamado "La Revolución Francesa", que rompió ciertos paradigmas existentes en las áreas mencionadas y que contribuyó al cambio y a la búsqueda de la independencia y la libertad de otras naciones y adicionalmente al reconocimiento de los derechos humanos, con base en: la igualdad de las personas, la libertad y la confraternidad, pero que fue un total fracaso desde el punto de vista económico, a pesar de que la mayoría de sus promotores tenían las mejores intenciones, que por sí solas no son suficientes, para lograr la equidad y el bienestar de los pueblos. Como dato adicional, durante ese movimiento aparecieron los conceptos políticos de izquierda y derecha, que solo han servido para dividir, confundir y enfrentar a los pueblos del mundo.

Entre los años 1790 y 1797 se hizo un experimento monetario en Francia, que consistió en reemplazar el dinero real circulante, que estaba constituido en su mayoría por monedas metálicas de plata y de oro, por billetes de papel llamados inicialmente Assignats y luego Mandats, que al principio eran respaldados por las tierras que los revolucionarios le habían confiscado a la religión católica, pero que con el paso del tiempo y con el mal uso del crédito y otras actividades de tipo especulativo, donde algunos privilegiados necesitaban aún más dinero para adquirir oro, tierras y otros bienes duraderos, el gobierno se vio obligado a imprimir grandes volúmenes de esos billetes, sin tener un respaldo adecuado, logrando con el paso del tiempo generar fenómenos tales como: hiperinflación, escasez, miseria, delincuencia, saqueos, estafas, desempleo, quiebra de productores, quiebra de comerciantes, relajamiento moral y hambrunas, que eran complementadas con multas, prisión, confiscaciones y guillotina, para quienes fueran considerados los culpables de esa catástrofe económica nacional, sin lograr entender que el verdadero culpable era el modelo monetario fraudulento impuesto, que estaba basado en considerar que se podía generar bienestar, riqueza y prosperidad, solo imprimiendo billetes y sin producir nada, ni ahorrar, ni invertir en la economía productiva.

Desde el punto de vista político, en esa revolución se destacó un personaje famoso llamado Honoré Gabriel Riquetti, más conocido como el conde de Mirabeau y denominado “El orador del pueblo”, que era un revolucionario reconocido como el orador más brillante en el parlamento francés y que en agradecimiento a sus grandes aportes e ideas a la revolución francesa, en el momento de su muerte en 1791, fue honrado por el pueblo francés con el honor de enterrar su cadáver en el panteón nacional de Francia, que había sido construido para guardar los restos de las personas que hubieran hecho aportes reconocidos a la nación y donde reposan hoy las cenizas de personas tan ilustres como fueron: Descartes, Rousseau, Voltaire y Marie Curie, entre otros. Este diputado junto con algunos otros compañeros del parlamento francés, era uno de los defensores a ultranza de la emisión de dinero en papel y dos años después de su muerte en 1793, se descubrió que era un asesor secreto del rey Luis XVI y que recibía pagos de la realeza, quienes eran los beneficiarios de cambiar el oro y la plata de Francia por dinero de papel, para llevarse esos metales preciosos a Alemania. Por tal razón sus restos fueron retirados del panteón nacional y enterrados en el cementerio Clamart, que estaba destinado a los ajusticiados.

En 1799 Napoleón Bonaparte dio un golpe de estado y en vista de la gran crisis económica que había arruinado a Francia, generando: muerte, destrucción, pobreza y hambruna por hiperinflación, entendió que el problema económico era de origen monetario y creó el franco de oro, que estuvo vigente hasta comienzos de la primera guerra mundial, que se inició en 1914.

El franco de oro que se creó en 1803, mandó a la hoguera a toda la moneda fraudulenta en papel, representada por Assignats y Mandats y estuvo vigente cerca de 111 años, lo que convirtió a Francia en una potencia próspera, pero es bueno destacar que mucho de ese oro francés, fue expoliado por las guerras napoleónicas a otras naciones del mundo.

2. Caso de USA:

La segunda guerra mundial ocurrió entre 1939 – 1945 y fue iniciada por Alemania, a raíz de su crisis económica y la hiperinflación generada por la impresión exponencial de billetes sin valor, que hacía necesario usar sacos de billetes para comprar una hogaza de pan y donde Adolfo Hitler emulando a Napoleón Bonaparte, declaró la guerra a algunos países, para apoderase de las riquezas de esas naciones de Europa y así salvar a la economía de su país que estaba colapsada.

Al finalizar esa guerra mundial, algunas naciones de Europa y Japón quedaron destruidas y arruinadas, de tal forma que en 1944 se realizaron los acuerdos de Bretton Woods, para establecer las reglas de un nuevo orden comercial y financiero mundial, entre las naciones más industrializadas del mundo y se crearon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, estableciendo el uso del dólar como moneda internacional y comprometiéndose USA a respaldar cada 35 dólares con una onza de oro.

En 1971 el presidente Richard Nixon, aconsejado por Milton Friedman (padre del Monetarismo), debido a la sobre-impresión de dólares existente en ese momento, para financiar la guerra del Vietnam, decidió desconocer los acuerdos de Bretton Woods y le quitó el respaldo de oro al dólar. Esta acción le ha permitido a la reserva federal (FED) imprimir todo el dinero que desee, por no haber necesidad de contar con un activo tangible de respaldo de la moneda como era el oro.

Muchos ingenuos consideran que la sobre expasión de liquidez no genera inflación, debido  a que USA logra mantener este índice cercano al 2%, sin darse cuenta que al ser el dólar una moneda de reserva desde 1944, les permite adquirir todos los bienes y servicios generados por la oferta agregada mundial; esto significa que pueden disponer del PIB mundial, a costo de imprimir dinero sin respaldo, aunque esta práctica les genera desempleo, relajamiento moral y otras distorsiones en su economía, que es netamente importadora.

A partir de 1980 un grupo de expertos económicos académicos de las universidades más reconocidas de USA, que también eran asesores de las empresas financieras, de donde obtenían honorarios muy superiores a sus sueldos como catedráticos, iniciaron una campaña para convencer a los gobiernos sucesivos y a la opinión pública, de las supuestas bondades de la eliminación de las regulaciones al crédito, para que las entidades financieras pudieran relajar los controles, que minimizan el riesgo de hacer préstamos y otorgar créditos a entes y personas que no pueden pagarlos.

A raíz de la desregularización del crédito lograda por esos expertos académicos que volvieron a fortalecer la idea keynesiana de incrementar el gasto público y la liquidez para supuestamente aumentar el PIB y con la idea de Milton Friedman de eliminar al máximo los controles por parte del estado, desde el año 2001 se inició una expansión crediticia y una sinergia especulativa entre bancos comerciales, bancos de inversión, calificadoras de riesgo y compañías de seguros y se crearon unos productos financieros llamado CDOs (Collateralized Debt Obligations) que consistían en colocar en un paquete, deuda hipotecaria y deuda al consumo, donde los bancos comerciales daban préstamos y créditos sin control, que les vendían a los bancos de inversión, quienes a su vez pagaban grandes comisiones a las calificadoras de riesgo, para que calificaran a esos instrumentos como AAA, que eran comprados por los fondos de pensiones y otros inversores ingenuos y eran asegurados por compañías de seguros, de tal forma que entre más volúmenes de venta existieran, había más comisiones y bonificaciones para quienes participaban como ejecutivos financieros y consultores en este tipo de pirámide fraudulenta, que produjo la burbuja crediticia de USA y que les dejó a unos cuantos especuladores y a sus asesores grandes fortunas sin ningún tipo de castigo posterior.

Cuando muchos prestatarios no pudieron pagar los créditos en el año 2008, como era de esperarse,  comenzó un efecto dominó, que llevó a la quiebra a bancos y a empresas, haciendo que el sueño americano se convirtiera en una pesadilla, al perder millones de personas en USA y en otras partes del mundo: ahorros, vivienda, trabajo, bienestar, paz y en algunos casos hasta la vida, por suicidios al quedar en la ruina.

La solución dada por la Reserva Federal y el gobierno de USA, consistió en continuar con las expansiones de base monetaria y deuda, incrementando de este modo exponencialmente la liquidez monetaria, para auxiliar financieramente a bancos y empresas quebradas, lo cual ha llevado al gobierno actual en el año 2013 a un "shut down", por exceso del déficit fiscal y el endeudamiento, lo que hizo enviar de vacaciones sin remuneración a 800.000 trabajadores del gobierno, estando a esta fecha pendiente para comienzos del año próximo, una solución eficaz a los problemas de: déficit, endeudamiento y expansión exorbitante de la liquidez en USA.

Por el bien supremo de la humanidad, esperemos que se imponga la lógica, la inteligencia y la racionalidad, para que este país no trate de resolver su crisis de expansión de liquidez, utilizando los métodos belicistas de Napoleón Bonaparte o de Adolfo Hitler.

3. Caso de Venezuela:

En 1918 Juan Vicente Gómez emulando a Napoleón Bonaparte respecto a la moneda, creó el bolívar-oro, que era una moneda respaldada por oro y que se mantuvo vigente hasta 1973, manteniendo una inflación promedio anual de 1,3 % durante 56 años y generando bienestar y progreso para la nación, sus habitantes y muchos inmigrantes que llegaron al país arruinados por la segunda guerra mundial.

En 1974 los asesores económicos de Carlos Andrés Pérez, le vendieron la idea de eliminar el bolívar-oro, con la justificación de diversificar la economía petrolera del país, que según ellos no era posible con una moneda fuerte y aduciendo que si USA había quitado el respaldo del dólar en 1971 convirtiéndolo en moneda fiduciaria, no había razón para que el país siguiera respaldando su moneda con oro.

A raíz de la eliminación del bolívar oro, se inició una expansión de liquidez desenfrenada, que generó una falsa prosperidad y comenzó también un boom de gasto y de endeudamiento tanto interno como externo, en los sectores público y privado, que condujo a una devaluación de la moneda en 1983 por Luis Herrera Campins.

A partir de esa fecha, muchos expertos economistas académicos tanto del país, como de las bancas de inversión internacionales, no han dejado de promover la devaluación de la moneda, utilizando los medios impresos, audio visuales o digitales y las cátedras universitarias, para adoctrinar a sus estudiantes y a muchos empresarios, debido a que descubrieron que el mejor negocio en vez de producir bienes y servicios, consistía en dedicarse a actividades especulativas, que consisten en: pedir créditos y préstamos, comprar dólares u otros activos y luego promover la devaluación de la moneda, para licuar sus deudas, expoliando a los ahorristas, trabajadores e inversores de la economía productiva, con la gravedad de que quienes deberían tomar las medidas económicas que permitan cumplir con el objetivo fundamental del banco central de mantener la estabilidad de la moneda y de los precios, no toman las medidas orientadas a corregir el problema de expansión de liquidez, ni de regulación del crédito, que crecen de manera vertiginosa diariamente, para beneplácito de los especuladores, que llaman a esa falsa virtud pragmatismo.

Cabe destacar que desde 1983 hasta la fecha, la devaluación explícita promedio diaria ha sido de 13,6 %, la inflación anual ha sido de más de dos cifras y sin embargo no ha habido ningún tipo de incremento significativo en la producción no petrolera.

Aunado a lo anterior y a la existencia del control de cambios implantado desde el año 2003, tal como era de esperarse, aparecen los efectos de una expansión irracional de la masa monetaria sobre la economía nacional, que son: inflación, escasez, miseria, delincuencia, especulación, corrupción y actualmente algunos saqueos.

Al existir un control cambiario, los especuladores crearon una figura perversa, llamada el dólar negro o paralelo, que genera una inflación adicional espuria, debido a que es utilizado por comerciantes y algunos productores inescrupulosos, para indexar el precio de bienes y servicios a ese tipo de cambio ficticio, incluso por quienes reciben dólares a precios preferenciales, para importar insumos o bienes terminados.

El precio de ese dólar negro se calcula, promediando la tasa de cambio diaria de pesos colombianos por bolívares en Cúcuta, que es una ciudad ubicada en la frontera con Colombia, convertida a Bs/US$ y una relación llamada el dólar implícito, que es el resultado de dividir la liquidez monetaria entre las reservas internacionales, figura que no se usa en ningún otro país del mundo.

Si tenemos en cuenta que la liquidez se incrementa cada vez que se imprimen billetes, se otorgan préstamos o se usan los créditos concedidos, al mantener las reservas constantes o decrecientes, cada vez que se liquida un nuevo crédito o se hace un consumo con tarjeta de crédito, el supuesto dólar implícito también aumenta, al aumentar la liquidez, lo que es aprovechado por los comerciantes deshonestos para subir los precios y estafar a la gente, cuyos sueldos y salarios no están indexados.

Al 01 de Noviembre de 2013, la Base Monetaria (BM = dinero emitido por el BCV) era de Bs 293 millardos (MMM) y la Liquidez Monetaria (LM = Base Monetaria más dinero nuevo generado por los créditos) era de Bs 1039 millardos (un billón treinta y nueve millardos de bolívares).

Las cifras anteriores implican que Bs 746 millardos, es dinero adicional creado por el otorgamiento de créditos bancarios y en términos porcentuales el dinero emitido por el BCV es del 28%, mientras que el dinero de origen crediticio es del 72%.

La relación entre las variables LM/BM es el multiplicador bancario de 3,548 lo que indica que por cada bolívar emitido por el BCV, se han generado 2,548 bolívares adicionales, al otorgar préstamos o usar los créditos.

La cifra de liquidez de más de un billón de bolívares, es inédita y excesivamente alta respecto al PIB y el multiplicador bancario también es muy alto, para una economía deprimida.

Para restablecer el orden monetario perdido, unas buenas prácticas económicas adicionales a las operaciones de mercado abierto usadas actualmente, cuyos efectos son temporales, serían: incrementar el encaje legal de manera ordenada, regular los créditos no productivos que podrían estar orientados hacia compras del dólar paralelo, disminuir los límites crediticios, esterilizar parte de la base monetaria con la venta de divisas provenientes de las exportaciones petroleras y por último, fortalecer las reservas internacionales, consolidando los excedentes de divisas en el banco central, debido a que el uso y manejo de fondos discrecionales, podría ser mal utilizado, no necesariamente con mala intención o dolo, sino realizando malas inversiones financieras, que produzcan riesgos innecesarios, para obtener rendimientos pírricos en el exterior.

Con la aplicación de las medidas monetarias anteriores, se lograría estabilizar y fortalecer la moneda y generar la confianza para poder ahorrar e invertir en la economía productiva y por tanto reducir los niveles de inflación, pero en el futuro sería conveniente restablecer el bolívar-oro.

Conclusiones:

La revisión de las historias anteriores en esos tres países, nos permiten concluir de manera objetiva, que además de la existencia de un modelo monetario, que elimina la función del dinero de ser una reserva de valor, por causa de permitir la generación de expansiones irracionales de liquidez, existen también algunas debilidades humanas, que en conjunto con ese modelo monetario fraudulento, constituyen los factores tóxicos que destruyen la economía de las naciones. Estas debilidades humanas son: la avaricia de algunos, la corrupción de otros y la ignorancia de los pueblos y de los políticos, que permiten imponer modelos monetarios fracasados, independientemente de sus tendencias políticas (izquierda, centro o derecha) y que solo sirven para favorecer a los corruptos, debido a que se valen de la especulación monetaria, para obtener grandes beneficios en detrimento de la gente común.

Por otra parte, el modelo keynesiano-monetarista de financiar el déficit fiscal de las naciones con: expansión de liquidez, endeudamiento y devaluación, aunado con el relajamiento del crédito, son bombas de tiempo que conducen a las economías inexorablemente hacia su fracaso, con el sufrimiento para las personas y el riesgo de querer resolver estos problemas por medios no pacíficos.

Adicionalmente se observa un comportamiento típico de los gobiernos y los candidatos a gobernantes de todas las naciones en crisis, de mantener en sus cargos o promover a las mismas personas que los asesoran erradamente y que han llevado a sus economías hacia el abismo, porque aplican una y otra vez las mismas herramientas ineficaces, creyendo que alguna vez obtendrán resultados diferentes.

Por último quiero sugerir dos posibles soluciones al problema monetario mundial existente, para que la moneda cumpla con su función básica de ser reserva de valor, que al no cumplirse, es la causa fundamental que desencadena la avaricia y la corrupción de algunos agentes económicos y distorsiona la economía de todos los países sin excepción. Estas soluciones son:

1. Regreso a una moneda respaldada 100% por oro u otro activo tangible.

2. Indexación de la liquidez al PIB.


Un comentario final:

A raiz de una interesante pregunta hecha por un lector del artículo anterior, llamado Cómo Controlar el Cáncer de la Economía donde solicitaba una explicación para justificar mi interpretación de V = PIB/M como el Valor del dinero (siendo PIB el Producto Interno Bruto nominal y M la Liquidez monetaria) me parece interesante incluir aquí la respuesta a continuación:

En principio podríamos considerar las siguientes fórmulas del PIB nominal; la clásica, junto a la proveniente de la teoría cuantitativa del dinero: PIB = P*Y = M*V, donde P = Nivel de precios, Y = Producción real, M = Liquidez monetaria y V = Valor del dinero (Velocidad del dinero en otro enfoque).


Para entender porqué considero a V como el valor del dinero y no como una simple velocidad de circulación del dinero, voy a colocar el ejemplo más simple posible y con mucho nivel de abstracción:

Si unos náufragos llegan a una isla desierta, donde los únicos productos son coco y pescado, pero el coco es un bien libre (no se cobra, para simplificar el ejemplo). Se decide de común acuerdo crear 2000 unidades monetarias (um), que se reparten a todos por igual, se establece un precio de 2 um/pez (independientemente de su tamaño) y durante el primer día se capturan 500 peces. El producto de ese día, cuesta 2 * 500 = 1000 um y así el Valor del dinero V, sería (2 * 500 / 2000) = 0,5. Al siguiente día solo se pescan 250 peces y por lo tanto se decide que para incrementar la producción hay que aumentar la masa monetaria al doble, quedando en 4000 um y que el precio por pez debe subir también al doble que es 4 um/pez.

Esta decisión de política monetaria y de la oferta y demanda, hacen que el valor del dinero V sea ahora (4 * 250 / 4000) = 0,25 y esta es una pérdida de valor real del dinero, que ahora compra menos, porque se requieren más billetes para comprar menos peces, debido a que la inflación aumentó en 100% al subir los precios de 2 a 4 y al aumentar la liquidez de 2000 um a 4000 um.

Por tanto una decisión de política monetaria más acertada y equitativa, debía haber sido disminuir la masa monetaria a 1000 um, para mantener el valor del dinero constante, de tal forma que ahora V fuera (2 * 250 / 1000) = 0,5. De esa forma quienes pescaron el primer día y vendieron sus peces, no hubieran perdido el valor de sus ahorros y por tanto el deseo de seguir pescando, para alimentar al monstruo de la inflación, debido a que la moneda era fraudulenta por no permitir conservar el valor original (esto no lo entienden muchos economistas).

Lo anterior implica que con una moneda que no conserva su valor, los únicos beneficiarios son los especuladores, que sin producir nada se hacen ricos: pidiendo créditos, comprando activos duraderos y luego promoviendo la expansión de la liquidez y la devaluación, para licuar sus deudas, lo cual genera un daño moral a los verdaderos productores, quienes deciden que es mejor especular que producir y este es el karma de la economía mundial, que hay que corregir. 

Algunos enlaces recomendados para complementar este artículo:





Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador


Publicación inicial:     Lunes,  11 de Noviembre de 2013
Última actualización:  Lunes, 18 de Noviembre de 2013

http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

jueves, 26 de enero de 2012

Cómo Salvar a un País de su Crisis Económica

Antes de comenzar con el tema de este artículo, debo dejar claro que considero a la democracia, como la mejor forma de gobierno para un país y que no estoy de acuerdo con la alineación a ninguno de los tipos de pensamiento político, ya sea capitalismo, socialismo o totalitarismo, porque cada una de esas tendencias ideológicas, podría tener algunas características buenas y otras perversas, donde las buenas inciden para bien, en el gobierno de las naciones y en el nivel de bienestar de sus pueblos y satanizarlas de forma dogmática, sería una insensatez.

Por otra parte he tomado como ejemplo a un país y parte de su historia monetaria, para evitar que este artículo sea solo una fábula, en vez de un caso real de análisis, que indicará como evitar y superar los errores de los gobernantes de otras naciones del mundo, quienes caen en crisis económicas, sin perder de vista que cada país tiene sus propias fortalezas y debilidades y que en la economía, por ser una ciencia inexacta basada en observaciones empíricas, no hay recetas universales rígidas para resolver los problemas.

El país elegido para este artículo es Venezuela, que es una tierra de gracia, con abundancia de recursos naturales tales como: climas moderados, costas, ríos, tierras fértiles, oro, petróleo, gas, hierro, aluminio, mezcla de razas, gente laboriosa y mujeres bellas, entre otras cosas. En pocas palabras, Venezuela es un paraíso, donde el denominador común debería ser la prosperidad de su gente y no una tragedia de Tántalo.  Adicionalmente solo relataré los hechos monetarios más relevantes al artículo, desde comienzos del siglo XX hasta el día de hoy, para no cansar al lector con demasiados detalles.

En 1918 el general Juan Vicente Gómez, quien era presidente de la nación, estableció una ley de la moneda, para emitir el Bolívar-Oro, anclando la moneda nacional al oro, al establecer una equivalencia de 0,29 gramos de oro por cada bolívar emitido y donde el ciudadano podía cambiar en el banco sus billetes por oro físico, debido a que los bancos estaban autorizados para imprimir billetes, siempre que mantuvieran en sus bóvedas las reservas de oro necesario para respaldar el papel moneda. Además de este acierto, Juan Vicente Gómez pagó las deudas externa e interna, algunas de las cuales venían desde tiempos de la independencia y evitó endeudarse, con lo cual se logró una primera independencia económica, que sentó las bases de la futura democracia y el progreso en el país, apalancado por el principal recurso natural que representa el petróleo y asesorado por lo mejor de la intelectualidad de su época.

Con la creación del Banco Central de Venezuela (BCV) en 1939, la emisión del papel moneda y la acuñación de monedas de metal, pasaron a ser responsabilidad del BCV, quien también estaba obligado a mantener las reservas en oro en sus bóvedas, que eran requeridas para respaldar las emisiones de papel moneda, de manera estricta.

En 1974 el presidente Carlos Andrés Pérez, reformó la ley del BCV y quizás de buena fe, pero mal asesorado en materia monetaria, tomó la decisión de cambiar el anclaje del bolívar que había sido el oro desde 1918, por el anclaje del bolívar al dólar, que para ese momento era ya dinero fiduciario, después del desconocimiento de los acuerdos de Bretton Woods en 1971,  por parte de presidente norteamericano Richard Nixon y a partir de ese momento, a pesar del incremento del precio del barril de petróleo, después de la crísis petrolera de 1973 y aunque  se nacionalizó el petróleo en 1976, se comenzó a relajar la relación existente entre las reservas en divisas en el BCV y la cantidad de moneda nacional emitida y así empezaron a aparecer los primeros síntomas de la alta inflación, que ha arruinado al país y su gente hasta el día de hoy, producto de las devaluaciones, los endeudamientos y las emisiones de dinero inorgánico, que los economistas keynesianos recomendaron a todos los gobiernos sin excepción y que estos aceptaron independientemente de su pensamiento político.

Cabe destacar que la inflación junto con las medidas económicas erradas que la generan, se convierten en un Leviatán perverso, que produce la gran cantidad de males que aquejan al país y a su gente, dentro de los cuales están la pobreza crítica, el desempleo, la escasez de productos, el hambre, la delincuencia, la inseguridad, la especulación y la corrupción.

Las políticas económicas erradas, son aplicadas hasta la fecha sin que haya protestas y bajo la justificación engañosa de que con esto se logrará aumentar y diversificar las exportaciones no tradicionales o que estas medidas son tomadas para obtener fondos para  gastos sociales, que mejoren el nivel de vida de la gente, pero la realidad es que con ellas, quienes más se benefician son:  los peculadores del erario público, los especuladores financieros, los bancos y los deudores, sin importar que se destruyan los ahorros, la inversión, el empleo y las empresas de la economía real, con una inflación creciente y una incertidumbre, que crea el clima perfecto para potenciar la especulación financiera y con el agravante del daño moral que se causa a la empresa privada, a quien le resulta mejor negocio hacer manejos monetarios con las divisas, que dedicarse a la producción de bienes y servicios.

Los políticos y los gobiernos a su vez creen erróneamente que esas medidas los benefician, pero no se dan cuenta que también pierden su capital político representado por su popularidad y terminan despreciados y olvidados por su pueblo, quien solo busca una nueva elección, para cambiar de gobierno, con la mala suerte de que en algunos casos el nuevo gobierno resulta peor que el anterior.

En Febrero de 1983, el presidente Luis Herrera hizo la primera devaluación de la moneda, después del anclaje del bolívar al dólar y de ahí en adelante han ocurrido devaluaciones, controles de cambio, reconversión monetaria, emisiones de moneda sin respaldo, emisiones de deuda y creaciones de leyes de ilícitos cambiarios entre otros, que han sido un paraíso para la especulación financiera y que además se han convertido en más combustible para alimentar al monstruo de la inflación y la corrupción, llevando a la ruina económica del país.

Una preocupación existente del ciudadano común en este momento, es que ningún precandidato de la oposición para la elección el 12/02/2012, quien competirá para la presidencia de la república en Octubre del mismo año, ni la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que agrupa a la oposición, ni el candidato del Gobierno, hablen sobre el tema de fortalecer la moneda, que junto con el aumento de la producción petrolera y en el futuro, con el rescate de la agricultura y la industria, serán las únicas medidas que permitirán generar la prosperidad y la confianza en el país, que todos desean.

También preocupa el hecho de que los precandidatos y candidatos actuales de todas las tendencias políticas, que aspiran a convertirse en gobernantes en el año 2013, sean asesorados por economistas sesgados, que quieran seguir aplicando las mismas recetas económicas fracasadas del pasado, las cuales solo han favorecido a los especuladores financieros.

Adicionalmente los periódicos del país, que pregonan tanto la libertad de expresión, no tocan estos temas, ni permiten que las personas que hacen comentarios relacionados a los mismos, hagan referencias a enlaces de este tipo de blogs, que ayudan a los lectores a visualizar todas las aristas del problema económico del país.  

Sería muy beneficioso que los actores de la economía real, los políticos, los economistas y el gobierno, trataran con rigurosidad el tema económico del fortalecimiento de la moneda, regresando al anclaje del bolívar al oro y devolviendo la autonomía al BCV, para que cumpla su función de conservar el valor del signo monetario, en vez de ofrecer dádivas graciosas para paliar la pobreza y el desempleo, debido a que esas dádivas son acciones populistas de corto plazo, que deben ser temporales puesto que serán ineficaces e insostenibles en el tiempo.

Quiero hacer hincapié que solo con el fortalecimiento de la moneda, la disciplina monetaria y fiscal y el incremento de la producción petrolera, se iniciará una nueva etapa para que la gente reciba el beneficio de las resultas petroleras, en una forma diferente a las dádivas gubernamentales, debido a que habrá inversión, ahorro y trabajo de calidad de manera sustentable.

Si el anclaje del bolívar al oro implantado por Juan Vicente Gómez se hubiera mantenido en el país, teniendo en cuenta que hoy una onza troy de oro se cotiza en US$ 1.721,10 en fecha 26/01/2012 a las 13:00, hora en la que estoy escribiendo este artículo, los 0,29 gramos equivalentes a un bolívar-oro usado en Venezuela desde 1918 hasta 1974, valdrían US$ 16,04 lo que a la tasa de cambio oficial actual de 4,30 Bs/US$  significa Bs. 68,97. Para ser más claro, con un bolívar-oro de principios del siglo XX se podrían comprar hoy 16,04 dólares americanos. Hoy para comprar un dólar, se requieren 4,30 bolívares, que es el tipo de cambio oficial.

Venezuela cuenta con minas de oro y reservas de oro en el BCV, de aproximadamente 400 toneladas, que representan un legado y el ahorro de generaciones anteriores, quienes tomaron esas previsiones sensatas, para salvaguardar el patrimonio de los venezolanos, de futuras crísis económicas y que ahora servirían para el anclaje del nuevo bolívar al oro. Adicionalmente el país posee reservas de petróleo y gas, que permitirían financiar su presupuesto por 300 años.

Se espera que en un futuro no muy lejano, el gobierno que salga elegido en las elecciones del 07 de Octubre de 2012,  tenga la visión y la voluntad política para tomar las medidas monetarias y fiscales apropiadas, basadas en el petróleo y en el regreso al patrón oro,  lo que creará las bases sólidas para obtener la verdadera independencia económica y el fin de la inflación, la pobreza y la especulación financiera, que han sido las plagas que han azotado al país desde hace 4 décadas.

A continuación se muestra un gráfico histórico con la relación existente, entre la inflación en Venezuela y los patrones oro y dólar entre 1918 y 2011.




Como se puede observar en el gráfico anterior, mientras el bolívar estuvo anclado al oro, la inflación estuvo la mayor parte del tiempo por debajo del 11%, tendiendo a cero y en algunos casos fue negativa, presentándose el fenómeno conocido como deflación, que es lo opuesto a la inflación; es decir que los costos y los precios de los productos bajan, lo que representa un aumento del salario real para los trabajadores.

Nótese que una vez ocurrido el anclaje del bolívar al oro en el año 1918, la inflación fué de 3,3%, pero debido a los efectos de la postguerra relacionada con la primera guerra mundial, en el año 1919 la inflación fué de 16,60% y en 1920 fué de 15,50%, sin embargo el gráfico muestra una pendiente negativa, que  en 1921 llevó a la inflación a tener un valor de 24,80% negativo. El pico observado en la década de 1940, se explica por el impacto de la Segunda Guerra Mundial que ocurrió entre 1939 y 1945 y además por los efectos de la postguerra, lo cual generó escasez de productos e inflación a nivel mundial. La variación mostrada entre 1949 y 1950, se explica por el método de calcular la inflación, al cambiar la fuente de datos de Asdrúbal Baptista al BCV.

Desde 1950 y hasta 1972, la pendiente de la curva es casi plana y el valor de la tasa de inflación  fluctúa alrededor de cero. En Octubre de 1973 ocurre la llamada crísis del petróleo, que produce inflación a nivel mundial y que explica el pico observado en 1974 de 11,84%, cuando se abandonó el patrón oro. A partir de 1974 y hasta hoy, el comportamiento de la inflación ha sido errático y en la mayoría de los casos de más de dos dígitos, mostrando su pico más alto de 103,24% positivo en 1996.

El anclaje del bolívar al oro se mantuvo vigente desde 1918 hasta 1974 por 56 años y durante ese período la inflación promedio fué de 1,30%, lo que significa que la mitad del ahorro se destruía cada 77 años, ceteris paribus; mientras que el patrón dólar ha estado vigente desde 1974 hasta hoy, pero como los datos disponibles llegan hasta el 2011, son 38 años para efectos del cálculo, así tenemos que bajo este patrón, se ha generado una inflación promedio de 27,30%, lo que implica que la mitad del ahorro se destruye cada tres años y medio, ceteris paribus. Hay que tener presente que sin ahorros no hay inversión y que un cambio de gobierno sin cambió de políticas económicas, representa más de lo mismo.

Debido a que con una inflación anual promedio del 27,30%, la mitad de los ahorros se destruye cada tres años y medio, convirtiéndose en cero con el paso del tiempo, a continuación vamos a analizar los impactos de la inflación para el país:

1. La gente no puede ahorrar para dar una cuota inicial que le permita comprar activos duraderos, como por ejemplo una vivienda digna y termina construyendo ranchos.

2. Una forma de proteger los ingresos es endeudarse y consumir, no pudiendo ahorrar para cubrirse en caso de una enfermedad, cuando se queden desempleados o en la edad de retiro.

3. Las empresas tienen problemas laborales por la exigencia de los sindicatos para obtener mejores sueldos y salarios, haciendo que algunas cierren, generando desempleo.

4. Los costos de producción aumentan y con ello los precios, generando acaparamiento y especulación con los productos.

5. Las empresas para proteger sus patrimonios se endeudan para comprar moneda extranjera y aplauden las devaluaciones que sirven para licuar sus deudas, convirtiéndose en especuladores monetarios, dejando de generar empleos y producir bienes y servicios, generando escasez.

6. Los bancos relajan sus políticas crediticias, para colocar el exceso de liquidez monetaria y algunos quiebran; de tal forma que deben ser auxilados por el estado, quien emite más dinero inorgánico para pagar a los depositantes y debido al factor multiplicador bancario, por cada nuevo bolívar de la base monetaria que se deposite, se generan otros 9 bolívares adicionales, con cada crédito otorgado, incrementando nuevamente la liquidez en el mercado financiero y generando más inflación.

7. Los gobiernos crean leyes de control de cambios, control de precios y de ilícitos cambiarios que son ineficaces y producen burocracia, corrupción, cierre de empresas y fuga de capitales.

8. La gente que está desempleada o gana muy poco, tiene pocas opciones para sobrevivir que son entre otras: la economía informal, la delincuencia, la corrupción o los subsidios por parte del estado.

9. Al estado para financiar los gastos burocráticos y sociales no le alcanzan los impuestos ni los demás ingresos y termina repitiendo el ciclo de: Devaluar, Emitir dinero inorgánico y Endeudarse, generando más inflación.

El análisis anterior con datos históricos de 94 años (casi un siglo), nos conduce a establecer la afirmación, de que el anclaje del bolívar al oro, fué y será la mejor forma de controlar los niveles de inflación de Venezuela y con ello estabilizar la economía. A pesar de lo obvio  de esta verdad, los economistas de pensamiento keynesiano, siguen tratando inútilmente de resolver los fenómenos inflacionarios, aplicando devaluación, endeudamiento y emisión de dinero inorgánico, debido a que sería un cisma para ellos aceptar que John Keynes se equivocó en sus teorías macroeconómicas, que solo funcionan en el corto plazo y se volvió a equivocar cuando recomendó a los paises del mundo, abandonar el patrón oro.


Alejandro Uribe: Economía y Política

Ingeniero, Consultor de Empresas 


Jueves, 26 de Enero de 2012
 
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