La economía es una ciencia social, donde grandes pensadores, filósofos, matemáticos, estadísticos y expertos en investigación de operaciones, entre otros intelectuales, han invertido tiempo y energía, investigando, analizando, generando conocimientos, proponiendo teorías y publicando literatura sobre esta materia [ ver: Efectos de la Liquidez Monetaria Sobre la Demanda y Oferta Agregadas ] y por tal razón, no estoy de acuerdo con la opinión de algunas personas, quienes afirman que "las ciencias sociales son una farsa".
Como ejemplo de un
modelo matemático determinístico usado en las ciencias exactas, que se aplica
en los circuitos eléctricos, tenemos la ley de Ohm, cuya fórmula es:
Resistencia = Voltaje/Intensidad o más sencillo aún: R = V/I.
Parte de la
complejidad de las ciencias sociales, consiste en que además de las variables
determinísticas y probabilísticas (aleatorias o estocásticas), existe otro tipo
de variables que podríamos denominar caóticas, que a pesar de tener gran
influencia sobre los resultados que se obtienen de los modelos matemáticos
utilizados, no se consideran dentro de los mismos y que hacen que ciencias como
la economía, en algunos casos se parezca más a una protociencia como es la
astrología, lo que conduce a que muchas veces, quienes pronostican el
comportamiento futuro de indicadores macroeconómicos tales como son tasas de:
crecimiento del PIB, inflación y desempleo entre otros, fallen en sus
pronósticos, representando esta anomalía, uno de los factores que les hace
perder credibilidad a los profesionales de esa ciencia social.
Por otra parte, la
aplicación de técnicas como es la regresión lineal que es tan útil en la
búsqueda de modelos matemáticos que describen las leyes físicas, no es tan
aplicable y adecuada a los datos históricos de las ciencias sociales, para
obtener conclusiones basadas en comportamientos anteriores.
Dentro de las
variables caóticas que afectan a los modelos de las ciencias sociales, podemos
mencionar las expectativas y los rumores por citar solo dos, que, en algunos
casos al generar pánico y producir incertidumbre, logran que la gente asuma
comportamientos no tan racionales, que no aparecerían en condiciones normales y
cuyos efectos finales son impredecibles.
Como un ejemplo del
efecto de las variables caóticas sobre la economía, se puede mencionar el caso
de la propagación del rumor de una devaluación monetaria, lo cual incita a que
las personas, traten de proteger sus patrimonios e ingresos y decidan:
endeudarse, gastar sus ahorros o incluso delinquir, para acaparar: divisas,
productos de primera necesidad, activos tangibles o intangibles, criptomonedas,
etc, siendo que este comportamiento podría producir: corridas bancarias,
quiebra de entidades financieras, fugas de divisas, temor a invertir en la
economía real, desempleo, escasez de productos, acaparamiento, especulación,
generación de mercados paralelos, saqueos, aumento de las tasas de interés,
aumento del tipo de cambio, crecimiento de la inflación, delincuencia y al
final, desestabilización económica, social y política, que podría conducir a
protestas violentas o en el peor de los casos a una guerra civil.
Dentro de las
percepciones podemos citar por ejemplo los efectos de las opiniones de
personajes como Elon Musk, quien a través de mensajes en las redes sociales
hace comportarse a las criptomonedas como si fueran una montaña rusa o, por
otra parte, la caída de las acciones de Coca-Cola, debido a un gesto de
Cristiano Ronaldo – ¡vaya tonterías de las manipulaciones en el mercado
bursátil! –.
De acuerdo con los
ejemplos anteriores, variables que parecieran inocuas y que a primera vista no
deberían tener mayor influencia en los modelos predictivos usados en la
economía, terminan distorsionando todos los pronósticos de los especialistas
más reconocidos y generando un caos en los mercados.
Los pronósticos y las
políticas económicas – monetaria y fiscal – que de ellos se derivan, son
algunos de los productos de primera línea de esta ciencia social, que están
sujetos a la influencia de las variables caóticas mencionadas, que se ignoran
por los pronosticadores, a diferencia de lo que ocurre con los productos de la
ingeniería, tales como son: edificios, puentes, vías, barcos, aeronaves,
cohetes, computadores, sistemas de información, etc, donde en el análisis se
tratan de considerar y calcular todas las variables y parámetros que pudieran
afectar el diseño y por ende, el buen funcionamiento de esos bienes.
Por otra parte, los
padres de la macroeconomía – John Keynes y Milton Friedman – provenían de las
escuelas de matemáticas y estadística, áreas que, a pesar de ser ciencias
respetables, en algunos casos desprecian el aporte de otras disciplinas
académicas, que deben ser tenidas en cuenta para lograr un pensamiento
ecléctico y objetivo del comportamiento humano y de la realidad física, siendo
que dentro de las grandes disciplinas olvidadas por la economía quizás están
algunas como son: filosofía, historia, sociología, sicología, ética, física e
ingeniería, entre otras ciencias.
En el siglo pasado, cuando
hacía estudios de pregrado en las escuelas de las ciencias exactas, también
cometí por ignorancia el grave error de menospreciar a las ciencias sociales,
de las cuales debía cursar algunas materias incluidas en el pensum de la
carrera, a las que considerábamos como "costuras o pajísticas” – haciendo un
mayor énfasis en: matemáticas, física, lenguajes de programación, bases de
datos, sistemas operativos y teorías de sistemas – y solo me percaté y quedé
convencido de la importancia de las ciencias sociales en la formación de los profesionales
integrales, después de haber interactuado con el mundo real, razón por la cual
tuve que desempolvar apuntes y libros de pregrado relativos a: contabilidad ,
economía y administración, para poder interactuar con propiedad, con mis
compañeros de trabajo de las diferentes áreas y niveles y reforzar así las
capacidades administrativas y gerenciales, que debía asumir.
Considero que la
economía como ciencia, aún se encuentra en la adolescencia de su vida y le
falta mucho camino por recorrer para llegar a la madurez, tal como ha venido
ocurriendo con la física, que ha sufrido grandes revisiones, descubrimientos y
ajustes desde Arquímedes, Pitágoras o Aristóteles, pasando por los tiempos de
científicos como fueron: Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Isaac Newton,
Albert Einstein, Max Planck y aún hoy, se están estudiando nuevas teorías, como
la teoría de cuerdas, que trata de explicar más profundamente, de qué está
hecho el mundo y la dualidad existente entre materia y energía, que al final
convergen solo en energía, que vibra de diversas formas y en diferentes
frecuencias, de tal manera que, si se comprueba esta teoría, todo el universo
estaría compuesto por cuerdas, que son hilos de energía vibrante, en un
hiperespacio con 11 dimensiones.
Ahora podríamos hacer
la siguiente reflexión ¿qué pasaría si con el paso del tiempo y sin razón
aparente, los edificios colapsaran, los puentes se derrumbaran, los aviones se
cayeran y los barcos se hundieran? Esta clase de fenómenos, obligaría a los
ingenieros diseñadores a revisar si existe alguna anomalía con los materiales
usados, errores en análisis y/o diseño de las estructuras o problemas con las
leyes de la física, para buscar soluciones apropiadas, donde se debería
comenzar por la revisión de la calidad y resistencia de los materiales, los
principios que rigen el equilibrio y la ley de la gravedad, que pudieran
haberse distorsionado.
En la economía, donde
se han presentado crisis globales recurrentes, aún en los países más
desarrollados del mundo, que son insensibles a todas las políticas económicas
aplicadas, es necesario hacer una revisión y corrección de paradigmas, dogmas,
modelos y teorías económicas, que involucre a otras disciplinas académicas,
donde quizás se puedan encontrar aportes de mentes sin prepotencia ni arrogancia
y con ideas nuevas, claras, críticas y no contaminadas por antiguas teorías
fracasadas, que podrían nublar y condicionar el libre pensamiento, para generar
los cambios requeridos.
Se podría empezar por
revisar las leyes de la oferta y la demanda, que en condiciones normales,
deberían mantener en equilibrio las variables de precio y cantidad, de acuerdo
a "la existencia de una mano
invisible del libre mercado" propuesta por Adam Smith en el siglo
XVIII, debido a que en mi opinión, esa "mano invisible del mercado", ha sido sustituida por "una mano peluda de la especulación",
donde se crean ofertas y demandas ficticias, para manipular el comportamiento
de los precios, lo que hace a estas leyes, totalmente inoperantes respecto al
punto de equilibrio real y por otra parte, se crea un dinero sin respaldo, de
la nada y en cantidades astronómicas, para apalancar a los especuladores, en
detrimento de los productores, lo que hace perder el valor al dinero, generando
inflación, caída del PIB y crisis sistémicas.
A pesar de haber otorgado
muchos premios Nobel de economía durante más de medio siglo – desde 1969 hasta
el año 2020 –, la economía mundial sigue dando tumbos, mientras que en las
ciencias exactas, se envió a explorar los confines del espacio interestelar a
las sondas Voyager en 1977 y en 2021 se han colocado robots equipados con
inteligencia artificial para estudiar al planeta Marte, pero en la tierra, aún
no podemos controlar fenómenos tan triviales como es la inflación o la caída de
la producción que genera hambrunas, pues todas las soluciones que presentan los
expertos a las crisis económicas, se basan en un eufemismo llamado
flexibilización cuantitativa, que es la generación de masas monetarias
exponenciales de la nada, acción que es similar al uso del mercurio por los
alquimistas en la edad media, para curar cualquier tipo de enfermedad.
Por otra parte,
existen otros eufemismos como son llamar inversores a los especuladores como es
Mr. George Soros, quien en 1992 hizo quebrar al Banco de Inglaterra,
manipulando y atacando su moneda, siendo que el objetivo final de un
especulador es almacenar dinero en bóvedas, en paraísos fiscales o ver crecer
las cifras acumuladas en servidores informáticos, sin que ese capital preste alguna
utilidad a las naciones, mientras que los verdaderos inversores reales, son
aquellos que invierten su capital en investigación, desarrollo y producción,
como es Mr. Bill Gates, creador de Microsoft, con productos informáticos tales
como Windows, SQL Server, C# entre otros y últimamente, convirtiéndose en el
mayor terrateniente de EEUU y gran productor agrario, pues adquirió 98.000
hectáreas en 18 estados, para hacer estudios sobre las semillas y sembrar
rubros agrícolas, tales como son las papas, que son adquiridas por la cadena
McDonald’s, lo cual genera trabajo para muchos e incrementa el PIB de ese país.
Por otra parte, otra
de las características de los especuladores es crear fundaciones supuestamente
filantrópicas, para reclutar y mantener en universidades reconocidas, medios de
comunicación e incluso en gobiernos, a apologistas de prácticas tales como son:
la expansión de la liquidez, las devaluaciones de las monedas, los controles de
cambios, el uso del crédito para especular, bloqueos y guerras económicas hacia
países competidores, la promoción de creencias falsas como que la bolsa es la
economía, etc, que aunque son acciones funestas para la economía, generan ganancias
para unos pocos, arruinando a los productores y por esa razón, pudiéramos hacer
la siguiente analogía: “la corrupción es
a la política como la especulación es a la economía e infortunadamente estas
perversiones han coludido para destruir democracia y economía conjuntamente ”,
siendo que de acuerdo al artículo llamado La Economía es un Sistema Dinámico Armónico que publiqué en fecha 18 de mayo de 2021 en este prestigioso
medio, si comparamos a la economía con un sistema físico masa-resorte, “en términos físicos, la especulación es
similar a la fricción que no realiza ningún trabajo útil pues desperdicia
energía produciendo calor y haciendo que las vibraciones del sistema sean
amortiguadas, logrando que el mismo se detenga con el paso del tiempo, tal como
ocurre con las crisis económicas que tienden hacia las recesiones o peor aún
hacia las depresiones globales”.
Finalmente, debido a la pandemia Covid-19, la respuesta económica a la crisis sanitaria fue la expansión de la liquidez monetaria a niveles nunca vistos por parte de los gobiernos, lo que tendrá efectos inflacionarios que habrá que resolver durante y en la pospandemia y una buena medida sería dirigir parte de esa masa monetaria hacia: la educación, la investigación, el incentivo a la producción real y la reconstrucción de la infraestructura tanto local como globalmente, considerando que también se requiere devolver a las monedas su valor, quizás mediante el regreso al patrón oro, como se hizo al final de la segunda guerra mundial.
Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: miércoles, 07 de julio de 2021
http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el
prestigioso diario El Nacional, el 29 de junio del 2021 y está en el enlace: Crisis económicas (I)
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