En mi artículo
anterior comentaba sobre la existencia de una élite económica global non sancta
e insaciable, denominada el estado profundo, que se ha apoderado de casi todos
los activos, el dinero y las riquezas del planeta y que también dominan el
poder político y geopolítico mundial, gracias a que corrompieron y colonizaron
el pensamiento de unos grupos de alcahuetas formados por: académicos,
intelectuales, periodistas, influenciadores y políticos –ignorantes, incapaces
y corruptos– que son los caballos de Troya, quienes son promovidos y financiados
con dineros provenientes de la especulación, la delincuencia financiera y la
corrupción, para invadir, someter y expoliar a las naciones del mundo.
Algunos de los pensadores que asesoran al estado profundo están vinculados a universidades prestigiosas a nivel mundial y manipulan a los ingenuos a través de los medios de comunicación, con inventos perversos y teorías económicas fracasadas, que cuando hacen colapsar y quebrar la economía de los países donde aplicaron sus recomendaciones, los conducen a solicitar a los políticos que detentan el poder y que fueron previamente impuestos por ellos, que pongan en práctica acciones delincuenciales basadas en: bloqueos, sanciones, invasiones, saqueos, robos, confiscaciones, desestabilizaciones, guerras e imposición de líderes manipulables y reconfigurables, que les permitan a los sicópatas del estado profundo –amantes y apologistas del belicismo, aberraciones y otras vagabunderías– apropiarse de los activos, las inversiones y de los recursos ajenos, sin que les interese lo que ocurra con los habitantes de las naciones afectadas, que en ciertos casos se pueden calificar de genocidios.
Como un ejemplo
de lo anterior podemos analizar lo ocurrido con Libia en 2011, donde se
promovió la llamada primavera árabe, que era una táctica para derrocar a un
tirano, que había estado en el poder por 42 años y donde ONU y OTAN llevaron
una guerra, con la justificación de ofrecer: libertad, democracia y garantía de
los derechos humanos para los habitantes, pero en la práctica ocurrió que Libia
fue despojada de 120 toneladas de oro de sus reservas y además las inversiones
y los depósitos que tenían en la banca internacional fueron confiscados y el
país quedó dividido en dos gobiernos y dos regiones, con una guerra civil y
donde las compañías petroleras internacionales se llevan el crudo y el gas sin
pagar a Libia y sin que los habitantes obtengan ningún beneficio, por lo cual
huyen a Europa y después de 11 años de caos y violencia, aún no se han podido
realizar elecciones libres para unificar y pacificar al país, siendo que esto
favorece únicamente a quienes se apropiaron fraudulentamente de: yacimientos de
crudo, gas y agua, reservas internacionales, activos, ahorros e inversiones
internacionales de esa nación y por tanto, a los promotores de la guerra y el
caos no les conviene que haya: diálogo, conciliación, paz, unidad y democracia
real, para no tener que devolver lo que expoliaron a ese país.
Libia es un
espejo donde deben mirarse naciones de Sur América propietarias de recursos
minerales y energéticos como: Perú, Chile, Bolivia o Venezuela, que posee la
mayor reserva de crudo del mundo y por esa razón es tan importante utilizar la:
sabiduría, inteligencia y racionalidad, para
dejar de lado las confrontaciones improductivas entre: oposiciones, gobiernos y
sociedad civil, que deben buscar con los diálogos eficaces y oportunos: unión,
conciliación, cooperación, paz y democracia verdadera, sin perder tiempo en
discusiones bizantinas y estériles, porque los estafadores globales no aguantan
dos pedidas para expoliar a las naciones bajo cualquier pretexto.
Después de este
denso preámbulo y como lo ofrecí en mi artículo anterior para efectos
didácticos, voy a continuar con la exposición de la segunda parte del ensayo
llamado “El Equitativismo una teoría alternativa al keynesianismo y al monetarismo”.
El
Keynesianismo:
Esta teoría
sugiere la fuerte intervención del Estado para aplicar políticas fiscales y
monetarias, en el control de indicadores macroeconómicos tales como son: la
tasa de inflación, la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento del PIB,
manejando las variables que componen la Demanda Agregada (DA), función que se
puede expresar mediante la fórmula siguiente:
DA = C + I + G
+ X
Dónde:
C = Consumo de
los hogares
I = Inversión
de las empresas
G = Gasto del
gobierno
X =
Exportaciones netas
De acuerdo a
esta teoría, si se desea aumentar el PIB y por ende expandir la Oferta
Agregada, se debe incrementar la Demanda Agregada, mediante la aplicación de
políticas fiscales como son: disminución de los impuestos para que las familias
dispongan de más dinero y crezca el Consumo y por otra parte aumentando el
Gasto del gobierno.
Desde el punto
de vista monetario, hay que disminuir la tasa de interés para que haya más
Inversión del sector privado y aumentar la Liquidez monetaria, para que el
gobierno pueda financiar el Gasto público.
Por otra parte,
desde el punto de vista cambiario, sugiere devaluar la moneda para favorecer
las exportaciones.
Según la teoría
keynesiana, la aplicación de estas medidas en el sentido indicado
anteriormente, también genera incremento de la tasa de inflación y disminución
de la tasa de desempleo (curva de Phillips o relación inversa entre inflación y
desempleo).
Por tanto, para
disminuir la tasa de inflación habría que cambiar el sentido de las políticas
fiscales y monetarias que hicieron crecer ese indicador, mediante la
contracción de la Demanda Agregada, es decir, se debería: aumentar los
impuestos para reducir el Consumo, aumentar las tasas de interés para contraer
la Inversión, disminuir el Gasto público y revaluar la moneda.
El problema
subyacente a la aplicación de estas reglas, es que justifican que los gobiernos
gasten sin medida ni control e incluso que promuevan populismos y burocracias
improductivas o permitan la corrupción, creyendo que con estas prácticas
llevadas al límite, se hace crecer el PIB y el empleo, con lo que fuerzan a los
bancos centrales a crear cantidades astronómicas de dinero irredimible de la
nada y sin respaldo, mediante: la impresión de billetes, la acuñación de
monedas y los depósitos creados por el otorgamiento de créditos por parte de
los bancos centrales (generando con estas acciones la Base Monetaria) o peor
aún, dándole una franquicia a las entidades crediticias comerciales, para usar
una regla llamada reserva fraccionaria.
La reserva
fraccionaria les permite a los bancos otorgar créditos con dinero virtual
adicional que no existe físicamente y que no hace parte de la Base Monetaria,
con lo cual se lleva a niveles exponenciales a la variable Liquidez, lo que
constituye una de las razones de que exista alta inflación, por el crecimiento
de la burbuja de Liquidez (no solo por los billetes impresos, sino también por
los créditos otorgados por bancos centrales y comerciales) y a la vez por la
disminución del PIB, debido a que cuando el dinero pierde su valor interno y
externo, inicialmente la Demanda Agregada crece por el Consumo para protegerse
de la inflación, pero los factores de la producción pierden su interés en
invertir y producir, por ser remunerados con una moneda sin valor, siendo que
el Valor del Dinero, re-expresando la fórmula de Irving Fischer, se puede
definir como:
V =
PIB/Liquidez
Esta fórmula
tan simple, nos muestra que, si el PIB no crece en la misma proporción que
crece la Liquidez, el valor del dinero tiende a cero, lo que genera singularidades
que hacen colapsar a la economía de un país. Ver la explicación detallada de
este postulado en Teoría de los efectos de la liquidez monetaria sobre la demanda y oferta agregadas.
Adicionalmente,
otras formas de financiar el gasto público desmedido, con la esperanza de
lograr incrementos del PIB, son: el endeudamiento que compromete el futuro de
las nuevas generaciones a quienes se les traspasa la responsabilidad de pagar
un dinero que sus antecesores gastaron o malversaron, el aumento exagerado de
los impuestos, lo que produce la contracción del Consumo, por la voracidad
fiscal para sostener burocracias improductivas o corrupción y por último la
devaluación permanente de la moneda, que lleva al envilecimiento de los
salarios reales de los ciudadanos y termina generando inflación y recesión, que
a su vez conducen a hambrunas, a escasez y a miseria, que generan protestas,
las cuales son reprimidas por la fuerza bruta y concluyen con el desprestigio
de los gobiernos y su pérdida de popularidad.
El
Monetarismo:
Es la otra
teoría económica predominante, proviene de la escuela Austríaca, fue creada por
Milton Friedman y sus postulados se basan en recomendar el reemplazo de las
políticas monetarias sugeridas por el keynesianismo, usando reglas monetarias
más sencillas, de manera que las autoridades monetarias aumenten la cantidad de
dinero en circulación de forma regular y estable de acuerdo con el crecimiento
económico, lo cual es muy deseable, pero aun así el incremento permanente de la
oferta monetaria y la existencia de la reserva fraccionaria por parte de los
bancos comerciales, conduce también a Burbujas de Liquidez.
Por otra parte,
en esta teoría adquiere relevancia la frase tomada del francés “Laissez faire
et laissez passer, le monde va de lui même = dejen hacer, dejen pasar, el mundo
va solo” que conduce al libre mercado, sin ningún tipo de regulación por parte
de los gobiernos, lo cual a pesar de ser muy deseable es una utopía que solo
funcionaría en un mundo ideal, porque en la naturaleza humana existen
debilidades, que hacen perder el sentido de la Equidad a la gente y así
aparecen perversiones tales como la especulación, que si no se controla, genera
también inflación y lo peor es que los productores reales, al ver que hacen más
negocio quienes especulan que quienes producen, opten por dejar de producir,
con lo cual se contrae el PIB, lo que también genera inflación.
Además, otra
perversión con esta teoría, es la creación de controles solo para algunos y el
libre mercado para muy pocas castas privilegiadas apoyados por políticos
corruptos, que pueden hacer lo que se les ocurra, excluyendo a las grandes
mayorías, lo cual conduce hacia la corrupción, que también produce inflación.
Tal es el caso de aberraciones como son el control de cambios y el rentismo,
que consiste en pedir créditos, comprar divisas u otros activos y licuar las
deudas con devaluaciones e inflación, estafando a: ahorristas, trabajadores y
productores, sin producir ningún beneficio útil a los países.
Nota: en el artículo de la próxima semana continuaré exponiendo este ensayo de mi propia cosecha.
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 8 de febrero de 2023
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 7 de febrero del 2023 y está en el enlace: Teorías que generan dependencia caos económico y conducen al belicismo parte II