Para aportar valor agregado a estas
opiniones, en artículos sucesivos trataré de analizar de acuerdo a mi visión,
cada una de las dimensiones distorsionadas que nos están afectando, empezando
hoy por la situación de la economía que está colapsada, en estos tiempos post
pandémicos y de pre guerra mundial.
A raíz de la destrucción de la
economía global con la segunda guerra mundial, en julio de 1944 se reunieron en
Bretton Woods los representantes más influyentes de los diferentes países del
mundo y en ese momento se crearon nuevos organismos de vigilancia, control,
conciliación y negociación, como fueron la ONU, el FMI y el Banco Mundial y
también se establecieron nuevas reglas monetarias y financieras, para tratar de
contrarrestar la crisis producida por la guerra anterior y para reiniciar la
economía, donde el dólar de EE UU se impuso como moneda para el intercambio
comercial universal y como moneda de reserva mundial, la cual estaba
originalmente respaldada y redimida por oro, a razón de 35 dólares por onza
troy y esta regla se mantuvo vigente hasta el 15 de agosto de 1971, cuando el
presidente norte americano Mr. Richard Nixon, eliminó el respaldo del dólar con
oro, repudiando así los acuerdos establecidos en 1944 y convirtiendo a esa
moneda en dinero fiat, por recomendación de supuestos expertos económicos –influenciados
por una teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo propuesta en 1936–
tales como fue por citar solo uno de dichos expertos Mr. Milton Friedman, a
quien premiaron con un nobel de economía en 1976.
El keynesianismo recomienda a los
gobiernos crear dinero de la nada sin medida y sin respaldo de activos
tangibles, para financiar el gasto público, con el propósito de aumentar la
demanda agregada, que según Lord Keynes se encargaría por sí sola de disparar
la oferta agregada, haciendo que la producción de bienes y servicios se
expandiera, logrando así producir crecimiento del PIB y, por ende: empleo,
abundancia de bienes y servicios, riqueza, bienestar y prosperidad, para aquellas
naciones que aplicaran esta teoría económica y además, Keynes afirmaba que no
se requería respaldar las monedas con oro, porque ese metal era una reliquia
bárbara, de tal manera que cuando otros pensadores económicos de su entorno le
indicaban que en el mediano y el largo plazo, esta praxis de expandir la
liquidez sin medida ni respaldo, conduciría a la inflación y a la recesión en
el futuro, gracias a la soberbia de quien cree que se las sabe todas y una más,
Keynes replicaba que: en el largo plazo todos estaríamos muertos, siendo que
por estas afirmaciones se le considera actualmente como un economista
irresponsable, de corto plazo, interesado por el consumo, el presente y la
inmediatez, repudiando virtudes tales como el ahorro, debido a que él era un
especulador que quebró en dos ocasiones y por otra parte, no tuvo descendencia
que sintiera los efectos de la implantación de su teoría.
Esa teoría económica que parecía
tan simple y bondadosa se impuso desde 1971 en todo el mundo y aún está vigente
y así fue como los bancos centrales empezaron a expandir sus ofertas de dinero
fiat creado de la nada y la banca comercial obtuvo autorización para crear dinero
inorgánico adicional en forma de créditos, mediante figuras llamadas el
multiplicador bancario y la reserva fraccionaria, donde debido a que se espera
que no todos los clientes soliciten simultáneamente sus ahorros y depósitos, se
creó otra regla llamada encaje legal, que le permite a los bancos comerciales
prestar el dinero de sus clientes a tasas reales negativas, muchas veces en
forma alegre e irresponsable, por ser un dinero ajeno, de tal suerte que si
este encaje legal se establece entre 5% y 10% como ocurre en muchos países,
esto significa que los entes financieros pueden prestar entre el 95% y el 90%
del dinero que sus clientes les entregaron para su custodia, quedando el riesgo
de que al ocurrir corridas bancarias, los bancos centrales deban expandir aún
más la liquidez monetaria para auxiliar a los bancos quebrados e insolventes.
La historia nos demuestra que la
emisión exponencial de dinero sin respaldo de activos tangibles como es el oro,
conduce en el mediano y en el largo plazo a un apocalipsis económico, que luego
termina con belicismo, para darle la patada al tablero de juego cuando no hay
otra forma de cumplir con los compromisos adquiridos, pues no es sustentable en
el tiempo manejar monedas que no conserven su valor, aplicando leyes y reglas
tales como el multiplicador bancario y la disminución del encaje legal, que
permiten a la banca no solo crear dinero inorgánico adicional de la nada, sino
también apropiarse de los depósitos de sus clientes para prestarlos en muchos
casos a estafadores que viven y son apologistas de la especulación, sabiendo
que sus deudas se diluirán en el futuro con trucos tales como: devaluación,
control de cambios, impuestos sobrevenidos, inflación subyacente y finalmente
acciones bélicas cuando todo falla, como producto de la aplicación de la mencionada
teoría económica, creada para engañar y arruinar a tontos e ignorantes.
Estas prácticas monetarias y
financieras conducen periódicamente a quiebras bancarias con banqueros y
oligarcas que quedan inmensamente ricos e impunes, algunos fugados de sus
países de origen, países que quedan quebrados y arruinados, por la aplicación
recurrente de las malas praxis, que consisten en otorgar créditos a una élite compuesta
por: corruptos, estafadores, especuladores y delincuentes financieros, que se
convierten en oligarcas y se apropian tras bastidores del poder económico y
político de las naciones y que luego son quienes imponen a través de las seudo
democracias deterioradas a políticos ignorantes e incapaces, que no son más que
muñecos de ventrílocuo, para que se encarguen de imponer reglas y leyes que
favorezcan sus negocios y también para proteger a quienes los llevan y los
mantienen en el poder de manera perpetua, tal como ocurrió al desmembrarse la
Unión Soviética, donde un presidente alcohólico y corrupto le entregó a crédito
los activos de esa nación a algunos miembros de su partido y luego colocó en la
presidencia a un sucesor que le garantizara impunidad, tanto para él como para
los oligarcas rusos, que se apropiaron de los activos de esa nación.
Si revisamos la historia de otros
países, nos encontramos con un modus operandi idéntico en lo económico y
político, independiente de si los gobiernos son de izquierda, centro o derecha,
socialistas, comunistas o capitalistas.
Para el caso específico de Venezuela,
entre 1918 y 1974 la moneda nacional era respaldada y redimida por oro y la
tasa de cambio se mantuvo siempre menor a un fuerte –Bs. 5–, lo que hizo que la
inflación promedio anual fuera de 1,3% durante 56 años, pero supuestos "expertos
económicos, intelectuales y académicos" hicieron una campaña,
repitiendo mantras para engañar a los tontos e ignorantes, tales como: el
bolívar está sobrevaluado, Venezuela sufre de la enfermedad holandesa, hay que
aplicar devaluaciones competitivas, la expansión de liquidez no genera
inflación, etc, y con esas falacias lograron que el Sr. Carlos Andrés
Pérez, terminara el 30-12-1974 con el bolívar-oro, para implantar el dinero
fiat en el país y la teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo, que
alentó a los gobiernos sucesivos, a producir en cantidades exponenciales dinero
sin respaldo y por ende sin valor, desde 1975 hasta la fecha, para beneplácito
y usufructo de los estafadores, que se llevaron las divisas provenientes de la
exportaciones de crudo a los paraísos fiscales y arruinaron a la nación y hoy
algunos de ellos viven impunemente como reyes en Europa y EEUU.
Por tanto, en la creación
de un nuevo orden mundial para salir de la crisis actual, las primeras acciones
para reconstruir la economía son: regresar a tipos de cambio fijos y estables,
con monedas respaldadas y redimidas por oro, que conserven su valor, como le corresponde
a cualquier país exitoso y más aún, si como en el caso de Venezuela, es un país
exportador de la energía que mueve al mundo, que es el petróleo y el gas
natural, teniendo en cuenta que en esta oportunidad países como Venezuela deben
tratar de incrementar su producción de hidrocarburos hasta donde sea posible, pues
Europa está llevando la peor parte y va a sentir los rigores del frío en el
próximo invierno, si no consigue reemplazar el suministro del combustible ruso
o detener de manera racional la locura belicista, donde los únicos ganadores
serán los perros de la guerra y por otra parte, es necesario que las democracias
no dependan de los grupos económicos que impongan a muñecos de trapo que les
sirvan de alcahuetas, sino que se puedan postular y elegir en el futuro a los
mejores ciudadanos con que cuentan las naciones, que tengan los méritos y las capacidades
para ocupar los cargos públicos, con honestidad, eficacia, eficiencia y visión
de estadistas, que busquen el bien para sus ciudadanos y para el resto del
mundo.
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 15 de noviembre de 2022
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 19 de abril del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial I
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