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miércoles, 16 de noviembre de 2022

El nuevo orden mundial parte IV

El término utopía se refiere literalmente a un lugar inexistente, donde la colectividad debería estar dirigida por un sistema ideal de gobierno; siendo una sociedad libre, perfecta, justa y honesta, en la que sus ciudadanos pudieran vivir en: paz, armonía, abundancia, bienestar, progreso, prosperidad y equidad –una mezcla compuesta por justicia, igualdad y libertad– sin que existiera algún tipo de conflicto; pero que en mi opinión, esta figura de convivencia no implicara alguna alineación a dicotomías políticas relacionadas con reliquias fracasadas del pasado, tales como eran las duplas izquierda-derecha, socialismo-capitalismo u otro tipo de estupideces políticas, económicas o religiosas, para engañar, dividir y enfrentar a los tontos, que tanto daño le han causado a la humanidad.


Infortunadamente, como lo he mencionado en artículos anteriores, las dimensiones que rigen al comportamiento humano –
economía, política, geopolítica, religión y comunicación– han sido distorsionadas por diversas aberraciones y actualmente el mundo se encuentra viviendo en una especie de distopía, que es el concepto opuesto a la utopía.

En esta oportunidad opinaré sobre la mayor perversión que afecta a la comunicación social, conocida como la manipulación de la información, teniendo en cuenta el axioma que afirma “la información es poder” y justamente, esa manipulación busca distorsionar la verdad y la historia, utilizando diversas técnicas, personajes y/o agrupaciones, para obtener el poder y mantenerse eternamente en él, buscando apropiarse de lo ajeno y además para favorecer los intereses particulares de grupos elitescos, en detrimento de los intereses generales de las naciones y de sus ciudadanos.

En nuestra cultura occidental y desde épocas remotas, el poder era manejado por una colusión de la nobleza con la religión, de tal forma que los abusos de los nobles y el sufrimiento, la esclavitud, la servidumbre y la expoliación de las poblaciones eran justificados por los religiosos de turno, como provenientes de la voluntad divina, de tal suerte que utilizaban la figura de la herejía –tener ideas contrarias a dogmas, reglas y principios, impuestos por las minorías hegemónicas– para silenciar, atemorizar, castigar, expatriar o asesinar, a quienes tenían ideas diferentes a las establecidas como dogmas por los nobles y los religiosos de aquellos tiempos.

Para contrarrestar el supuesto pecado de herejía, en la edad media se creó una institución llamada la “santa inquisición”, que castigaba con torturas, cárcel, destierro y la hoguera, a quienes investigaban sobre plantas medicinales, alquimia u otras ciencias naturales incipientes, como fue el caso de Galileo Galilei –padre del método científico y abuelo de la física clásica– quien basado en las afirmaciones de Nicolás Copérnico y mediante sus observaciones, reflexiones, experimentos y el uso del telescopio, publicó en 1610 la tesis que afirmaba “la tierra no es el centro del universo y los cuerpos celestes giran alrededor del sol” y por tal razón, la inquisición lo condenó como un hereje y quería llevarlo a la hoguera, pero su castigo fue conmutado, dándole  casa por cárcel para el resto de su vida, gracias a la intervención de la familia Medici y a que se retractó de sus publicaciones científicas.

Durante los siglos de existencia la inquisición, en su tarea de limitar la libertad de pensamiento e información, quemó libros, documentos, obras de arte y además torturó y condujo a la hoguera a miles de hombres y mujeres que eran falsamente acusados de practicar la brujería o tener pactos con el diablo, pero detrás de esas condenas había un interés más económico que moral, que consistía en apropiarse de los bienes que poseían los ajusticiados por esa perversa institución.

Con respecto a las situaciones de carácter distópico relacionadas con la manipulación de la información, que sirven para conservar la hegemonía de los grupos de poder, se han hecho diversas publicaciones de tipo literario, donde una de las más interesantes es la novela de ficción distópica llamada 1984, publicada en 1949 por el ciudadano de origen británico George Orwell, cuyo nombre real era Eric Arthur Blair.

La importancia de esta obra literaria, es que en sus relatos se muestra una gran similitud entre lo planteado hace 73 años por esa novela y la distopía que existe en el mundo actual, donde se aplica indiscriminadamente la manipulación de la información con diversas técnicas modernas, medios de comunicación sofisticados, geolocalización, vigilancia permanente y además con el uso de la represión política, social y económica, aplicada a ciudadanos, empresas y naciones, para apropiarse fraudulentamente de sus activos.

En la novela mencionada, el mundo estaba dividido en 3 superpotencias que eran: Oceanía, Eurasia,  Asia oriental y un área en disputa, que se mantenían en guerra permanente, con el objetivo de tener a sus ciudadanos pobres, ignorantes y atemorizados, para que drenaran contra otras personas y otros naciones todo el odio acumulado que sentían por su precariedad económica, que solo les permitía medio sobrevivir miserablemente, entretenidos con estupideces que publicaban a través de pantallas electrónicas y también para mantener la producción armamentística a toda costa, situación muy similar a lo que ocurre actualmente con la división del mundo entre EE.UU, Rusia y China, que son las potencias que imponen su hegemonía a todo el resto del planeta tierra.

Una de las técnicas usadas por el partido político único que gobernaba a Oceanía era la manipulación semántica de la información, donde se usaban eufemismos tales como la denominación de los 4 ministerios existentes con nombres opuestos a sus verdaderas funciones que eran: el ministerio del amor, que se encargaba de castigos, torturas, reeducación ideológica y la promoción del amor al gran hermano, que era la figura todo poderosa, considerada un ser supremo, quien estaba en todas partes y vigilaba a todo el mundo; el ministerio de la paz, cuya función era hacerle la guerra a las otras naciones, procurando que fuera permanente, para producir miedo en los ciudadanos y evitar protestas y rebeliones locales; el ministerio de la abundancia, que mantenía a la gente apenas subsistiendo mediante racionamientos y por último, el ministerio de la verdad, que estaba encargado de manipular, alterar, destruir y reescribir la historia en favor del partido único.

En esa sociedad distópica había una división en tres castas de ciudadanos que eran: los miembros internos del partido único o consejo dirigente, quienes gozaban de todos los privilegios del poder político y económico; los miembros externos, que eran los burócratas arruinados de clase media, que usaba el partido para manejar a la nación y por último, estaba el proletariado que era la gran mayoría, quienes eran mantenidos pobres, ignorantes y en condición de indigencia, pero entretenidos en asuntos triviales, para evitar que se revelaran contra el partido y el gobierno.

Como en toda distopía, el partido único llamado Ingsoc, había creado tres lemas que se repetían como mantras: la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza y la clase dominante compuesta por los miembros internos y externos del partido debían participar todos los días en una actividad llamada “los dos minutos de odio” y luego en evento periódico llamado “la semana dedicada al odio”, que estaban dirigidos a satanizar a un supuesto líder ficticio de la oposición o resistencia, conocido como Emmanuel Goldstein y a las otras 2 naciones existentes, a quienes culpaban de todas las desgracias e incapacidades del gobierno de Oceanía y por último, existía una policía del pensamiento, para arrestar a quien pensara diferente, puesto que el crimen del pensamiento era el más grave en esa sociedad distópica, donde se usaban tele pantallas con micrófonos incorporados para publicar, ver, escuchar y grabar las actividades de los miembros del partido, a quienes no les permitían intimidades tales como enamorase o practicar el sexo.

Por cierto, la oposición o resistencia existente, también hacía parte del gobierno, como lo comprobaron un iluso llamado Winston Smith y su novia secreta Julia, quienes por su trabajo en el ministerio de la verdad, ajustando textos mediante la neolengua y ocultando la verdad de los hechos, se dieron cuenta de la estafa que era el partido único Ingsoc y creyendo en la falsa oposición fueron apresados, torturados y obligados a reeducarse, para seguir perpetuando la situación de esclavitud en que le élite gobernante mantenía al resto de la población de Oceanía. 

Actualmente, las técnicas empleadas para manipular la información son utilizadas por algunos de los llamados “profesionales de la persuasión”, tales como son entre otros: comunicadores sociales, encuestadores, asesores políticos, promotores de publicidad y mercadeo y otra clase de supuestos expertos en malas artes, quienes gracias a sus gestiones manipuladoras de la información, han impuesto a muchas naciones del mundo: teorías económicas fracasadas y fraudulentas como es el keynesianismo; un dinero volátil que no conserva su valor –dinero fiat y criptomonedas– para estafar a los tontos; gobernantes ignorantes, incapaces y corruptos, que se comportan como pelmazos, cuyas acciones conocidas son repetir mantras como loros o en ciertos casos mostrar sus nalgas en público; sicópatas, sociópatas, degenerados y depravados, como líderes mundiales; pederastas y aberrados sexuales como ministros de la iglesia; burócratas ineficientes e ineficaces como responsables de las organizaciones mundiales encargadas de velar por la paz y el orden global.

De forma similar a lo que ocurría con las tele pantallas con micrófonos incorporados mencionadas en la novela 1984, los medios modernos de comunicación han convertido a muchas personas en cuerpos si cerebro o peor aún, sin alma, con comportamientos similares a los zombis, porque están más pendientes de asuntos estériles y superficiales con su teléfono celular, en vez de ocupar su tiempo viviendo su propia existencia, reflexionando y preparándose para afrontar el futuro, para no convertirse en una generación insensata, ignorante, improductiva, orientada al odio, con algún tipo de pereza física o mental, a quienes solo les interese leer textos menores a 280 caracteres y despreciar las virtudes reconocidas del pasado, que conducían al éxito de las naciones y de los ciudadanos, tales como eran: educación, investigación, trabajo, ahorro, inversión real y producción.

Con la implantación de un nuevo orden mundial honesto, eficiente y eficaz, toda esta clase de vagabunderías distorsionantes y perversas del pasado deberían desaparecer, para lograr al menos una aproximación al concepto de utopía, que permita a los pueblos vivir en: paz, libertad, armonía, abundancia, bienestar, progreso, prosperidad y equidad, sin que existan conflictos internos o externos, que es el denominador común en nuestros tiempos actuales; pero para que esta situación ideal ocurra exitosamente, se requiere la existencia y la promoción de líderes reales, con capacidades y visión de verdaderos estadistas, quienes desafortunadamente son ignorados, despreciados y repudiados, por quienes quieren mantener el statu quo por toda la eternidad.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 1
6 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 17 de mayo del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial IV

El nuevo orden mundial parte III

En los últimos artículos publicados en mi columna de El Nacional, indicaba que actualmente se repite la existencia de un desorden y un caos mundial, producto de la distorsión de las dimensiones que rigen al comportamiento humano, mediante las siguientes duplas dimensión/perversión, de la siguiente manera: economía/especulación, política/corrupción, geopolítica/invasión, religión/pederastia y comunicación/manipulación de la información.


Infortunadamente, estas distorsiones multidimensionales no son de origen reciente, pues desde hace décadas han sido promovidas y potenciadas por grupos de poder en la sombra, como las fundaciones financiadas por Mr. Soros, por citar solo uno de los financistas más activos, quienes como vampiros económicos, se alimentan de los fondos deshonestos provenientes de la especulación monetaria y financiera global, que gracias al keynesianismo han arruinado y se han apoderado del mundo, mediante el uso de la manipulación de la información, a través de algunos medios de comunicación convencionales y de las redes sociales.

Los medios modernos de comunicación han convertido a muchas personas en cuerpos sin alma, con comportamientos similares a los zombis, porque están más pendientes de asuntos estériles y superficiales con su teléfono celular, en vez de ocupar su tiempo viviendo su propia existencia, para reflexionar sobre su futuro, sin convertirse en una generación insensata, con algún tipo de pereza física y mental, pues solo les interesa leer textos menores a 280 caracteres y desprecian las virtudes reconocidas del pasado, que conducían al éxito de las naciones y de sus ciudadanos, tales como eran: educación, investigación, trabajo, ahorro, inversión real y producción.

Como en artículos anteriores expuse aspectos relativos a la economía y a la política, en esta oportunidad opinaré sobre el tema de la geopolítica, que desde tiempos remotos también se ha distorsionado y se ha convertido en una de las malas artes para: invadir, destruir, asesinar, violar, saquear, expoliar, esclavizar y someter a otras naciones, mediante el uso de la guerra con sus diversas variantes, justificando dichas perversiones belicistas con ofertas de libertad, democracia, derechos humanos, defensa de minorías o asuntos relacionados con la seguridad nacional, pero en el fondo, muchas de esas ofertas son engañosas y manipuladoras de la opinión, pues lo único que les interesa a los invasores de las diversas latitudes y tendencias políticas sin excepción, es apropiarse por el engaño o la fuerza de territorios ajenos, activos, riquezas y recursos naturales estratégicos, tales como son: petróleo, gas natural, uranio, litio, tierras raras, oro, etc.

La democracia que es considerada por nuestra cultura como la mejor forma de gobierno para las naciones, está manipulada y corrompida por grupos de especuladores y estafadores en la sombra, que constituyen las llamadas oligarquías y son quienes imponen a títeres corruptos e incapaces en los gobiernos, que les permitan mantener sus formas de vivir expoliando a las naciones impunemente y como desprecian a los ciudadanos honestos, capaces y con visión de estadistas, algunos de esos gobernantes arrogantes, enceguecidos por la mezcla de poder con ignorancia, se convierten en dictadores eternos, por haber permitido las prácticas reeleccionistas, lo cual es aprovechado para justificar la imposición de sanciones a algunas naciones y apropiarse así de lo que se robaron los corruptos, que en su momento de gloria se llevaron a paraísos fiscales u otras naciones en teoría más serias, donde fueron hipócritamente recibidos con visas de inversionistas o les otorgaron la nacionalidad, sin haber revisado el origen de sus fondos mal habidos y es así como en el caso de los oligarcas rusos, por citar solo un caso de actualidad, hay gobiernos como el del Reino Unido e instituciones financieras a nivel mundial, que a cuenta de las sanciones a Rusia se están apropiando indiscriminadamente de aviones, barcos, yates, fondos e inversiones, aplicando el adagio que dice “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón” y por esa razón, aunque pueda producirse la tercera guerra mundial de carácter atómico, que acabe con la humanidad, a muchos seudo líderes mundiales no les interesa que los problemas de las naciones se resuelvan mediante diálogos, negociaciones y diplomacia, con participación de entes como es la ONU, para no tener que devolver lo que les han robado a los otros ladrones, cuyos verdaderos propietarios son los ciudadanos de los países víctimas de las satrapías, tal como ocurrió con los recursos de Libia después de la invasión del 2011, pues las ni las inversiones internacionales, ni los fondos, ni las 120 toneladas de oro que tomaron de su banco central han regresado a esa nación, para favorecer a sus ciudadanos, que siguen huyendo de su país natal, a pesar del cambio del dictador por interinatos consecutivos alcahuetas.

Los delitos cometidos por los corruptos de turno en cualquier forma de gobierno, son de carácter personal e intransferibles a las naciones afectadas, pues los ciudadanos inocentes y humildes que son la mayoría, son realmente las víctimas de las satrapías y de los sancionadores, pero no deben cargar con las culpas de sus dirigentes, que les fueron impuestos por otros, como fue el caso del Sr. Putin, quien fue colocado por los oligarcas y otros corruptos, que también promovieron al Sr. Yeltsin para dar continuidad a los negocios fraudulentos con los activos de esa nación, a cuenta de la libertad económica y la democracia implantada al derrumbarse la URSS.

Parece que se está haciendo uso y costumbre generalizada, aprovecharse de estas situaciones desafortunadas, pescando en ríos revueltos, para justificar la xenofobia, la exclusión, la satanización y la expoliación a las naciones afectadas, con la estrategia fracasada de sanciones y bloqueos indiscriminados, que deberían ser monitoreados para garantizar su eficacia y para que no ocurra lo de Cuba, Corea del Norte o Irán, donde las sanciones no han servido para nada, excepto para producir más sufrimiento a sus habitantes, creando y manteniendo atornillados a conveniencia a las figuras de un “coco” para atemorizar y someter a las demás naciones del globo de manera eterna, mientras las organizaciones responsables de solucionar los conflictos internacionales como es la ONU se mantienen al margen, sin cumplir con su misión.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 16 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 10 de mayo del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial III

El nuevo orden mundial parte II

En mi artículo publicado el 19-04-2022 en El Nacional llamado El nuevo orden mundial I indicaba que la existencia y la práctica generalizada, edulcorada falsamente y aceptada, del uso frecuente de aberraciones tales como son: especulación, corrupción, invasiones, pederastia y manipulación de la información, producían distorsiones de las dimensiones que rigen tanto al pensamiento como al comportamiento humano y a dichas dimensiones del pensamiento las podemos dividir en: economía, política, geopolítica, religión y comunicación.


Las aberraciones distorsionantes son a la vez generadas por los vicios capitales mencionados en la filosofía y la religión de la cultura occidental, donde quizás los dos pecados más perversos sean la combinación de la pereza con la avaricia, que convierten a un pequeño grupo de seres humanos en una élite de manipuladores, estafadores y delincuentes, carentes de escrúpulos, que pretenden vivir como parásitos o vampiros económicos a expensas de los demás, sin trabajar ni producir nada útil en su paso por la vida y en mi opinión, esos personajes conforman la casta del poder en la oscuridad, que promueven como líderes y gobernantes a otro grupo de personas con limitaciones éticas o intelectuales, quienes representan el poder visible en las naciones y que son manipulados mediante los demás vicios capitales que son: envidia, soberbia, ira, gula y lujuria –ver el caso reciente del magnate financiero y pederasta Jeffrey Epstein, quien trató de corromper y manipular a los políticos, empresarios, intelectuales, académicos y gobernantes más influyentes del mundo, mediante la pederastia y otras aberraciones–.

Por las razones expuestas y según la historia universal, pareciera que la humanidad desde sus comienzos ha estado condenada a sufrir bajo el dominio de: sicópatas, sociópatas, genocidas, megalómanos, criminales y aberrados, como fueron en orden histórico algunos emperadores, reyes o gobernantes desquiciados del pasado, de los que podemos citar a algunos como: Alejandro Magno, Calígula, Nerón, los caballeros templarios, Napoleón Bonaparte, Adolfo Hitler, etc, y no todos ellos eran precisamente unos ignorantes, pues el maestro de Alejandro Magno fue Aristóteles y el de Nerón fue Séneca –filósofos muy influyentes y respetados– siendo Alejandro el grande un modelo negativo del liderazgo occidental, para emular sus invasiones, atropellos, abusos, violaciones, fechorías, asesinatos y saqueos, en las diferentes naciones del mundo y en nuestros días aún existen personajes que quieren replicar las acciones de los genocidas del pasado.

En la búsqueda de gobernantes honestos, sabios y con visión de estadistas, en nuestra cultura occidental recurrimos a una forma ideal de gobierno llamada democracia, pero infortunadamente esta modalidad ha sido pervertida por grupos de especuladores monetarios y financieros, uno de cuyos exponentes visibles actualmente es Mr. Soros, quienes crean y financian a organismos supranacionales, que ofrecen ayudas supuestamente humanitarias y la defensa de los derechos humanos, junto con libertad y democracia, pero intervienen en las diferentes naciones, escogiendo, financiando, promoviendo y llevando al poder a ciudadanos ignorantes, incapaces o corruptos, que les sirven de tontos útiles para sus propósitos y con ese objetivo promueven desviaciones de las virtudes para destruir la moral y la familia, creando diversas dicotomías para dividir y enfrentar a los ciudadanos y financiando protestas, migraciones, desestabilizaciones de gobiernos, revoluciones, invasiones y guerras, pues su objetivo es tratar de adueñarse de territorios, recursos naturales y activos ajenos, porque constituyen un poder oscuro que maneja los hilos de quienes detentan el poder visible y usan el dinero obtenido mediante sus prácticas delincuenciales especulativas, para financiar a intelectuales, académicos, periodistas, universidades reconocidas, diversas organizaciones y a políticos, que son sus caballos de Troya, a quienes no les interesa investigar de donde provienen los fondos que los mantienen, ni mucho menos el sufrimiento de los ciudadanos que dicen representar.

Estas organizaciones oscuras son financiadas por capitales provenientes de la especulación monetaria y financiera, que es una forma edulcorada de delincuencia y esos entes oscuros  suplantan las funciones que deberían ejercer organismos mundiales, burocráticos, ineficientes e ineficaces como la ONU –Organización de las Naciones Unidas– que fue creada el 24-10-1945 a raíz de la segunda guerra mundial, para poner orden en el mundo y que actualmente cuenta con representantes de 193 estados, 37.000 empleados y docenas de dependencias burocráticas dispersas por todo el globo terrestre y su misión era la solución de los diversos problemas que afectan a la humanidad, cuya misión no ha logrado cumplir a cabalidad, siendo sus objetivos: mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar las relaciones de amistad entre las naciones, favorecer la cooperación internacional para solucionar los problemas de los países, estimular el respeto a los derechos humanos y promover la justicia, la igualdad y el desarrollo.

Considero que una forma en que la ONU podría ayudar a la política y a la geopolítica actual, para evitar la tercera guerra mundial, debería ser más proactiva, pedir un alto al fuego inmediato y convocar en territorio neutral a los presidentes de Rusia y Ucrania, para que dialoguen, discutan, concilien y resuelvan sus diferencias y solo regresen a sus países de origen cuando lleguen a acuerdos: racionales, justos, inteligentes, honorables y pacíficos, sin que haya intervención de intereses ajenos a esos naciones, tales como son los intereses de los especuladores, los oligarcas corruptos y los perros de la guerra, que son los promotores y los beneficiarios exclusivos de las locuras bélicas, pues al final habrá que dialogar y encontrar una solución a este conflicto y es mejor hacerlo antes que sea demasiado tarde y se haya causado mayor sufrimiento, muerte y destrucción en esos territorios y también en resto del mundo, pues hemos regresado a épocas de barbarie tales como las existentes en tiempos de Alejandro, Calígula, Nerón, las cruzadas, Napoleón y Hitler.

Por cierto, existe un organismo perteneciente a la ONU llamado el FMI –Fondo Monetario Internacional– quien tampoco ha logrado cumplir con sus objetivos que eran: promover la cooperación monetaria internacional, fomentar el comercio internacional, contribuir a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes entre los países miembros, reducir el desempleo, conseguir tasas de cambio sustentables, eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial, lograr el crecimiento económico y otorgar créditos a los países miembros con dificultades económicas.

Como muestra de la ineficacia del FMI, tenemos una inflación y recesión a nivel global producida por la aplicación de una teoría fracasada llamada keynesianismo, que se pronunciará aún más por efectos de la expansión desordenada de liquidez en la pandemia, completada con la crisis entre Rusia y Ucrania, pero también países como Argentina por citar uno solo, están endeudados y en crisis económica, aunque recibieron 50 mil millones de dólares en préstamos del FMI en el año 2018, durante el gobierno del Sr. Macri.  

En el nuevo orden mundial, es necesario revisar y corregir el funcionamiento de organizaciones tan importantes como es la ONU y sus organismos dependientes como el FMI y el Banco Mundial, para que cumplan las misiones que les fueron encomendadas, después de la segunda guerra mundial.

Con relación a las sanciones aplicadas a Venezuela como país y las cartas en pro o contra de las mismas, considero que, si las dictaduras de Cuba y Corea del Norte se han mantenido en el poder por más de medio siglo, a pesar de los duros bloqueos a esas naciones, que al final solo sirven para apretarle más el pescuezo a los ciudadanos inocentes y más humildes, esa estrategia de sanciones es totalmente: ineficiente, ineficaz e incorrecta.

Pero no conviene que ocurra en el país lo que hace Rusia masacrando a ucranianos con su invasión, para apropiarse de: territorios, recursos naturales y activos de Ucrania, acción que es similar a lo ocurrido con Libia en 2011, que en nombre de ayuda humanitaria, libertad y democracia fue: bombardeada, destruida, expoliada y estafada, para cambiar a un dictador por gobiernos interinos que no han servido para nada, pues los libios siguen muriendo ahogados en el Mediterráneo, tratando de escapar a Europa, mientras que las empresas petroleras, los belicistas y los perros de la guerra, que promovieron la invasión autorizados por la ONU, siguen extrayendo crudo y gas como si nada ocurriera en ese país, para beneficio de unos pocos, pero los libios continúan sufriendo por: miseria, hambre y violencia moraleja: lo que realmente importaba eran los activos e hidrocarburos libios y no sus ciudadanos.

Creo que es necesario que en Venezuela se empiece a usar la conciliación honesta y la diplomacia con: racionalidad, inteligencia, respeto y seriedad, para negociar el regreso a una democracia real, con una des-escalada de las sanciones ineficaces para el país, donde no se impongan como líderes y negociadores a muñecos de trapo, sino que se involucre a los mejores ciudadanos en esas negociaciones, que deben ser: respetuosas, honestas, objetivas, eficaces y eficientes, "buscando solo el bien supremo de la nación", porque los ciudadanos no pueden seguir eternamente en esta situación estéril y perversa de: manipulación, división y beligerancia, que solo conviene a algunos pocos: corruptos, estafadores, especuladores, vividores, manipuladores y delincuentes, que creen representar a los 36 millones de venezolanos.

Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 16 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 26 de abril del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial II

martes, 15 de noviembre de 2022

El nuevo orden mundial parte I

Debido a las debilidades propias de naturaleza humana, que está sujeta a vicios tales como son: pereza, avaricia, envidia, soberbia, ira, lujuria y gula –los siete pecados capitales– las dimensiones del pensamiento de esta maravillosa raza de seres pensantes, racionales e inteligentes, las podríamos dividir en: economía, política, geopolítica, religión y comunicación, que al igual que ocurre con las dimensiones en la física clásica, de acuerdo a la teoría especial de la relatividad se distorsionan por efectos de la velocidad sobre los cuerpos, también las dimensiones del pensamiento humano se distorsionan por diversas aberraciones tales como son entre otras: especulación, corrupción, invasiones, pederastia y manipulación de la información.


Las aberraciones mencionadas son las culpables de que ocurran cada cierto tiempo en todas las culturas y épocas: protestas, revoluciones y guerras de tipo civil, local, regional y mundial, para tratar de corregir el desorden en el comportamiento humano y convertirlo en un nuevo orden mundial, como ha ocurrido históricamente después de las guerras efectuadas en el ámbito de la cultura occidental, tales como fueron las guerras de: Alejandro Magno, el imperio romano, las cruzadas, las napoleónicas, la primera y la segunda guerra mundial y actualmente la invasión de Rusia a Ucrania, entre otros muchos movimientos bélicos de diferentes magnitudes, cuyo origen es siempre de tipo económico y estas acciones les sirven a los promotores del belicismo para justificar la apropiación y expoliación de: territorios, recursos naturales, activos y riquezas ajenas, mediante el uso de la fuerza bruta, la violencia, la esclavitud y el genocidio, convirtiendo a algunas personas en seres irracionales, desalmados y forajidos, sin que les importe el sufrimiento de miles o millones de sus congéneres o el futuro de la humanidad.

Para aportar valor agregado a estas opiniones, en artículos sucesivos trataré de analizar de acuerdo a mi visión, cada una de las dimensiones distorsionadas que nos están afectando, empezando hoy por la situación de la economía que está colapsada, en estos tiempos post pandémicos y de pre guerra mundial.

A raíz de la destrucción de la economía global con la segunda guerra mundial, en julio de 1944 se reunieron en Bretton Woods los representantes más influyentes de los diferentes países del mundo y en ese momento se crearon nuevos organismos de vigilancia, control, conciliación y negociación, como fueron la ONU, el FMI y el Banco Mundial y también se establecieron nuevas reglas monetarias y financieras, para tratar de contrarrestar la crisis producida por la guerra anterior y para reiniciar la economía, donde el dólar de EE UU se impuso como moneda para el intercambio comercial universal y como moneda de reserva mundial, la cual estaba originalmente respaldada y redimida por oro, a razón de 35 dólares por onza troy y esta regla se mantuvo vigente hasta el 15 de agosto de 1971, cuando el presidente norte americano Mr. Richard Nixon, eliminó el respaldo del dólar con oro, repudiando así los acuerdos establecidos en 1944 y convirtiendo a esa moneda en dinero fiat, por recomendación de supuestos expertos económicos –influenciados por una teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo propuesta en 1936– tales como fue por citar solo uno de dichos expertos Mr. Milton Friedman, a quien premiaron con un nobel de economía en 1976.

El keynesianismo recomienda a los gobiernos crear dinero de la nada sin medida y sin respaldo de activos tangibles, para financiar el gasto público, con el propósito de aumentar la demanda agregada, que según Lord Keynes se encargaría por sí sola de disparar la oferta agregada, haciendo que la producción de bienes y servicios se expandiera, logrando así producir crecimiento del PIB y, por ende: empleo, abundancia de bienes y servicios, riqueza, bienestar y prosperidad, para aquellas naciones que aplicaran esta teoría económica y además, Keynes afirmaba que no se requería respaldar las monedas con oro, porque ese metal era una reliquia bárbara, de tal manera que cuando otros pensadores económicos de su entorno le indicaban que en el mediano y el largo plazo, esta praxis de expandir la liquidez sin medida ni respaldo, conduciría a la inflación y a la recesión en el futuro, gracias a la soberbia de quien cree que se las sabe todas y una más, Keynes replicaba que: en el largo plazo todos estaríamos muertos, siendo que por estas afirmaciones se le considera actualmente como un economista irresponsable, de corto plazo, interesado por el consumo, el presente y la inmediatez, repudiando virtudes tales como el ahorro, debido a que él era un especulador que quebró en dos ocasiones y por otra parte, no tuvo descendencia que sintiera los efectos de la implantación de su teoría.

Esa teoría económica que parecía tan simple y bondadosa se impuso desde 1971 en todo el mundo y aún está vigente y así fue como los bancos centrales empezaron a expandir sus ofertas de dinero fiat creado de la nada y la banca comercial obtuvo autorización para crear dinero inorgánico adicional en forma de créditos, mediante figuras llamadas el multiplicador bancario y la reserva fraccionaria, donde debido a que se espera que no todos los clientes soliciten simultáneamente sus ahorros y depósitos, se creó otra regla llamada encaje legal, que le permite a los bancos comerciales prestar el dinero de sus clientes a tasas reales negativas, muchas veces en forma alegre e irresponsable, por ser un dinero ajeno, de tal suerte que si este encaje legal se establece entre 5% y 10% como ocurre en muchos países, esto significa que los entes financieros pueden prestar entre el 95% y el 90% del dinero que sus clientes les entregaron para su custodia, quedando el riesgo de que al ocurrir corridas bancarias, los bancos centrales deban expandir aún más la liquidez monetaria para auxiliar a los bancos quebrados e insolventes.

La historia nos demuestra que la emisión exponencial de dinero sin respaldo de activos tangibles como es el oro, conduce en el mediano y en el largo plazo a un apocalipsis económico, que luego termina con belicismo, para darle la patada al tablero de juego cuando no hay otra forma de cumplir con los compromisos adquiridos, pues no es sustentable en el tiempo manejar monedas que no conserven su valor, aplicando leyes y reglas tales como el multiplicador bancario y la disminución del encaje legal, que permiten a la banca no solo crear dinero inorgánico adicional de la nada, sino también apropiarse de los depósitos de sus clientes para prestarlos en muchos casos a estafadores que viven y son apologistas de la especulación, sabiendo que sus deudas se diluirán en el futuro con trucos tales como: devaluación, control de cambios, impuestos sobrevenidos, inflación subyacente y finalmente acciones bélicas cuando todo falla, como producto de la aplicación de la mencionada teoría económica, creada para engañar y arruinar a tontos e ignorantes.

Estas prácticas monetarias y financieras conducen periódicamente a quiebras bancarias con banqueros y oligarcas que quedan inmensamente ricos e impunes, algunos fugados de sus países de origen, países que quedan quebrados y arruinados, por la aplicación recurrente de las malas praxis, que consisten en otorgar créditos a una élite compuesta por: corruptos, estafadores, especuladores y delincuentes financieros, que se convierten en oligarcas y se apropian tras bastidores del poder económico y político de las naciones y que luego son quienes imponen a través de las seudo democracias deterioradas a políticos ignorantes e incapaces, que no son más que muñecos de ventrílocuo, para que se encarguen de imponer reglas y leyes que favorezcan sus negocios y también para proteger a quienes los llevan y los mantienen en el poder de manera perpetua, tal como ocurrió al desmembrarse la Unión Soviética, donde un presidente alcohólico y corrupto le entregó a crédito los activos de esa nación a algunos miembros de su partido y luego colocó en la presidencia a un sucesor que le garantizara impunidad, tanto para él como para los oligarcas rusos, que se apropiaron de los activos de esa nación.

Si revisamos la historia de otros países, nos encontramos con un modus operandi idéntico en lo económico y político, independiente de si los gobiernos son de izquierda, centro o derecha, socialistas, comunistas o capitalistas.

Para el caso específico de Venezuela, entre 1918 y 1974 la moneda nacional era respaldada y redimida por oro y la tasa de cambio se mantuvo siempre menor a un fuerte –Bs. 5–, lo que hizo que la inflación promedio anual fuera de 1,3% durante 56 años, pero supuestos "expertos económicos, intelectuales y académicos" hicieron una campaña, repitiendo mantras para engañar a los tontos e ignorantes, tales como: el bolívar está sobrevaluado, Venezuela sufre de la enfermedad holandesa, hay que aplicar devaluaciones competitivas, la expansión de liquidez no genera inflación, etc, y con esas falacias lograron que el Sr. Carlos Andrés Pérez, terminara el 30-12-1974 con el bolívar-oro, para implantar el dinero fiat en el país y la teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo, que alentó a los gobiernos sucesivos, a producir en cantidades exponenciales dinero sin respaldo y por ende sin valor, desde 1975 hasta la fecha, para beneplácito y usufructo de los estafadores, que se llevaron las divisas provenientes de la exportaciones de crudo a los paraísos fiscales y arruinaron a la nación y hoy algunos de ellos viven impunemente como reyes en Europa y EEUU.

Por tanto, en la creación de un nuevo orden mundial para salir de la crisis actual, las primeras acciones para reconstruir la economía son: regresar a tipos de cambio fijos y estables, con monedas respaldadas y redimidas por oro, que conserven su valor, como le corresponde a cualquier país exitoso y más aún, si como en el caso de Venezuela, es un país exportador de la energía que mueve al mundo, que es el petróleo y el gas natural, teniendo en cuenta que en esta oportunidad países como Venezuela deben tratar de incrementar su producción de hidrocarburos hasta donde sea posible, pues Europa está llevando la peor parte y va a sentir los rigores del frío en el próximo invierno, si no consigue reemplazar el suministro del combustible ruso o detener de manera racional la locura belicista, donde los únicos ganadores serán los perros de la guerra y por otra parte, es necesario que las democracias no dependan de los grupos económicos que impongan a muñecos de trapo que les sirvan de alcahuetas, sino que se puedan postular y elegir en el futuro a los mejores ciudadanos con que cuentan las naciones, que tengan los méritos y las capacidades para ocupar los cargos públicos, con honestidad, eficacia, eficiencia y visión de estadistas, que busquen el bien para sus ciudadanos y para el resto del mundo.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 15 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 19 de abril del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial I