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miércoles, 16 de noviembre de 2022

Es el dinero estúpido

El dinero es una figura física o virtual, generalmente aceptada por las personas como medio de pago, para realizar transacciones comerciales relacionadas con el intercambio de bienes o servicios, en sustitución del trueque y constituye un pasivo para quien lo emite y un activo para quien lo recibe.

Según Aristóteles, las funciones del dinero son: ser unidad de cuenta, unidad de intercambio y unidad de mantenimiento de valor, pero actualmente dichas funciones no se cumplen para ninguna de las monedas existentes, puesto que, al ser pasivos emitidos sin el respaldo de activos tangibles, dichas monedas dependen de la confianza en los entes emisores, por lo que el dinero actual, no sirve como unidad de medida universal del valor de lo intercambiado, ni tampoco sirve para ahorrar, como si lo hacen los metales preciosos, cuyo valor se conserva con el paso del tiempo.


Debido al deterioro del dinero fiduciario por fenómenos tales como la devaluación, la inflación y el repudio de las monedas de curso legal, que se convierten en basura por la expansión astronómica de la liquidez monetaria, históricamente han quedado en la ruina, la destrucción y el caos económico-social, diversos imperios poderosos, muchas naciones con sus empresas y ciudadanos, cuando sus economías colapsaron por las malas praxis monetarias y financieras, y para salir de las crisis auto generadas, se ha recurrido a las invasiones y a las guerras, donde el objetivo es apropiarse de los activos ajenos que representen algún valor para los países invasores quebrados y arruinados, donde lo primero que se busca es el oro almacenado en los bancos centrales y luego los yacimientos de otros minerales que son materias primas para producir energía, tales como son gas, petróleo, carbón, litio o elementos radiactivos, sin que importe lo que ocurra con las personas.

Para ilustrar lo dicho anteriormente, sin viajar tantos años en la historia, podemos mencionar las guerras e invasiones de Napoleón Bonaparte a sus vecinos de Europa, Asia y el Norte de África, después que Francia quedó en la ruina por la hiperinflación generada con la emisión monetaria desordenada que hicieron los líderes de la revolución francesa, acción que fue replicada luego por Adolfo Hitler después de la hiperinflación en la república de Weimar –Alemania de la post guerra, entre 1918 y 1933– donde se necesitaban carretillas llenas de billetes devaluados, que en vez de contarlos había que pesarlos, para poder comprar un pan, lo que condujo a la segunda guerra mundial.

Infortunadamente, las lecciones de la historia se ocultan o se olvidan a propósito y, por tanto, cada cierto tiempo se repiten los mismos errores monetarios y financieros con las mismas consecuencias funestas, de tal forma que actualmente estamos de nuevo en una distopía y al borde de una tercera guerra mundial, cuyas causas son exactamente iguales a las que justificaron acciones de genocidas como fueron Napoleón o Hitler en su momento, para invadir y expoliar a otras naciones.

Desde 1971 se implantó a nivel mundial una teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo, propuesta en 1936 por John M. Keynes, quien irresponsablemente recomendó a los gobiernos crear dinero de la nada sin medida y sin respaldo de activos tangibles, para financiar el gasto público, de tal manera que cuando otros pensadores económicos de su época le indicaban que en el mediano y en el largo plazo, esta mala praxis de expandir la liquidez exponencialmente, conduciría a la inflación y a la recesión en el futuro, Sir. Keynes les replicaba que “en el largo plazo todos estaríamos muertos”.

Esa teoría económica aún está vigente y haciendo estragos y así fue como los bancos centrales expandieron sus ofertas de dinero fiat creado de la nada y la banca comercial obtuvo autorización para crear dinero inorgánico adicional en forma de créditos, mediante figuras llamadas el multiplicador bancario y la reserva fraccionaria, donde debido a que se espera que no todos los clientes soliciten simultáneamente sus ahorros y depósitos, se creó otra regla llamada encaje legal, que le permite a los bancos comerciales prestar el dinero de sus clientes a tasas reales negativas, en forma alegre e irresponsable, por ser un dinero ajeno, de manera que si este encaje legal se estableciera entre 5% y 10% como ocurre en muchos países, eso significaría que los bancos pueden prestar entre el 95% y el 90% del dinero que sus clientes les entregaron para su guarda y custodia, quedando el riesgo de que al ocurrir corridas bancarias, se impongan corralitos financieros y los bancos centrales deban expandir aún más la liquidez monetaria, para auxiliar a los bancos quebrados e insolventes.

La emisión exponencial e irresponsable de dinero sin respaldo de activos tangibles, conduce inexorablemente a un apocalipsis económico, con cinturones de óxido y de miseria, desempleo, salarios miserables, migraciones, violencia y drogadicción, lo que finalmente conduce al belicismo, para darle la patada al tablero de juego cuando no hay otra forma de cumplir con los compromisos adquiridos, porque no es sustentable en el tiempo manejar monedas que no conserven su valor, aplicando leyes y reglas leoninas tales como son entre otras el multiplicador bancario y la disminución del encaje legal, que permiten a la banca no solo crear dinero inorgánico adicional de la nada, sino también apropiarse de los depósitos de sus clientes para prestarlos en muchos casos a estafadores y vividores, apologistas de la especulación-devaluación-inflación, sabiendo que sus deudas se diluirán en el futuro con trucos tales como: corralitos financieros, devaluaciones, control de cambios, impuestos sobrevenidos, inflación subyacente y finalmente acciones bélicas cuando todo falla.

Estas prácticas monetarias y financieras promovidas por supuestos expertos económicos –algunos de ellos también son vendedores de encuestas– conducen a quiebras bancarias, con banqueros y políticos corruptos, quienes se hacen inmensamente ricos e impunes, que huyen de sus países de origen y ocultan sus fondos en paraísos fiscales o en naciones de gobiernos alcahuetas, mientras los países afectados quedan quebrados y arruinados, por la aplicación recurrente de malas prácticas, que consisten en otorgar créditos a una élite parasitaria que ni trabaja ni produce nada, compuesta por: corruptos, estafadores, especuladores y delincuentes financieros, que se convierten en oligarcas y se apropian tras bastidores del poder económico y político de las naciones y que luego son quienes imponen a través de las seudo democracias deterioradas a políticos ignorantes e incapaces, que son muñecos de ventrílocuo, para que se encarguen de imponer reglas y leyes que favorezcan sus negocios y también para proteger a quienes los llevan y los mantienen en el poder de manera perpetua, tal como es el caso del especulador más reconocido a nivel mundial que es Mr. Soros, cuyo dinero mal habido, producto de la especulación financiera, sirve para promover fundaciones manipuladoras, a nombre de la libertad, la democracia y los derechos humanos, imponiendo a pelmazos en los gobiernos, gracias a las deficiencias actuales de las democracias y también proponiendo irresponsablemente hacerle guerras a otros países, en vez de facilitar la paz y la cooperación entre las diversas naciones del mundo.

Finalmente, una propuesta de cambio al paradigma monetario del dinero fiat eran las criptomonedas, pero resultaron ser otra estafa piramidal de esquema Ponzi, tal como se había pronosticado en este blog el 19-07-2017, en un artículo llamado El futuro de las criptomonedas según una visión heurística donde se indicaban algunas fallas de ese tipo de seudo dinero y se concluía con el siguiente párrafo:

“Si no se corrigen estas debilidades, las criptomonedas no servirán para el comercio real y solo serán útiles para especular como en un juego de monopolio, a diferencia que aquí muchos participantes ingenuamente colocan sus activos reales, que son adquiridos con monedas ficticias y los pocos ganadores se quedarán con todo a cambio de nada, por lo cual hay montañas rusas de precios con pendientes pronunciadas y su futuro es que al ser burbujas e ilusiones monetarias, fracasarán y serán un mal recuerdo, como han fracasado todas las monedas conocidas excepto: oro, plata u otros metales nobles, que son el dinero real por tener valor intrínseco”.

Muchos bancos centrales del mundo poseen grandes reservas de oro que están ociosas en depósitos subterráneos y podrían ser de utilidad para regresar al patrón oro con la ayuda del FMI, donde pueda crearse una moneda universal que sea unidad de medida y reserva de valor, que también permita desescalar los escarceos belicistas actuales que a nadie convienen, en beneficio de la paz, la cooperación y el intercambio comercial global libre y honesto.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 16
 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 21 de junio del 2022 y está en el enlace: Es el dinero estúpido

martes, 15 de noviembre de 2022

El nuevo orden mundial parte I

Debido a las debilidades propias de naturaleza humana, que está sujeta a vicios tales como son: pereza, avaricia, envidia, soberbia, ira, lujuria y gula –los siete pecados capitales– las dimensiones del pensamiento de esta maravillosa raza de seres pensantes, racionales e inteligentes, las podríamos dividir en: economía, política, geopolítica, religión y comunicación, que al igual que ocurre con las dimensiones en la física clásica, de acuerdo a la teoría especial de la relatividad se distorsionan por efectos de la velocidad sobre los cuerpos, también las dimensiones del pensamiento humano se distorsionan por diversas aberraciones tales como son entre otras: especulación, corrupción, invasiones, pederastia y manipulación de la información.


Las aberraciones mencionadas son las culpables de que ocurran cada cierto tiempo en todas las culturas y épocas: protestas, revoluciones y guerras de tipo civil, local, regional y mundial, para tratar de corregir el desorden en el comportamiento humano y convertirlo en un nuevo orden mundial, como ha ocurrido históricamente después de las guerras efectuadas en el ámbito de la cultura occidental, tales como fueron las guerras de: Alejandro Magno, el imperio romano, las cruzadas, las napoleónicas, la primera y la segunda guerra mundial y actualmente la invasión de Rusia a Ucrania, entre otros muchos movimientos bélicos de diferentes magnitudes, cuyo origen es siempre de tipo económico y estas acciones les sirven a los promotores del belicismo para justificar la apropiación y expoliación de: territorios, recursos naturales, activos y riquezas ajenas, mediante el uso de la fuerza bruta, la violencia, la esclavitud y el genocidio, convirtiendo a algunas personas en seres irracionales, desalmados y forajidos, sin que les importe el sufrimiento de miles o millones de sus congéneres o el futuro de la humanidad.

Para aportar valor agregado a estas opiniones, en artículos sucesivos trataré de analizar de acuerdo a mi visión, cada una de las dimensiones distorsionadas que nos están afectando, empezando hoy por la situación de la economía que está colapsada, en estos tiempos post pandémicos y de pre guerra mundial.

A raíz de la destrucción de la economía global con la segunda guerra mundial, en julio de 1944 se reunieron en Bretton Woods los representantes más influyentes de los diferentes países del mundo y en ese momento se crearon nuevos organismos de vigilancia, control, conciliación y negociación, como fueron la ONU, el FMI y el Banco Mundial y también se establecieron nuevas reglas monetarias y financieras, para tratar de contrarrestar la crisis producida por la guerra anterior y para reiniciar la economía, donde el dólar de EE UU se impuso como moneda para el intercambio comercial universal y como moneda de reserva mundial, la cual estaba originalmente respaldada y redimida por oro, a razón de 35 dólares por onza troy y esta regla se mantuvo vigente hasta el 15 de agosto de 1971, cuando el presidente norte americano Mr. Richard Nixon, eliminó el respaldo del dólar con oro, repudiando así los acuerdos establecidos en 1944 y convirtiendo a esa moneda en dinero fiat, por recomendación de supuestos expertos económicos –influenciados por una teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo propuesta en 1936– tales como fue por citar solo uno de dichos expertos Mr. Milton Friedman, a quien premiaron con un nobel de economía en 1976.

El keynesianismo recomienda a los gobiernos crear dinero de la nada sin medida y sin respaldo de activos tangibles, para financiar el gasto público, con el propósito de aumentar la demanda agregada, que según Lord Keynes se encargaría por sí sola de disparar la oferta agregada, haciendo que la producción de bienes y servicios se expandiera, logrando así producir crecimiento del PIB y, por ende: empleo, abundancia de bienes y servicios, riqueza, bienestar y prosperidad, para aquellas naciones que aplicaran esta teoría económica y además, Keynes afirmaba que no se requería respaldar las monedas con oro, porque ese metal era una reliquia bárbara, de tal manera que cuando otros pensadores económicos de su entorno le indicaban que en el mediano y el largo plazo, esta praxis de expandir la liquidez sin medida ni respaldo, conduciría a la inflación y a la recesión en el futuro, gracias a la soberbia de quien cree que se las sabe todas y una más, Keynes replicaba que: en el largo plazo todos estaríamos muertos, siendo que por estas afirmaciones se le considera actualmente como un economista irresponsable, de corto plazo, interesado por el consumo, el presente y la inmediatez, repudiando virtudes tales como el ahorro, debido a que él era un especulador que quebró en dos ocasiones y por otra parte, no tuvo descendencia que sintiera los efectos de la implantación de su teoría.

Esa teoría económica que parecía tan simple y bondadosa se impuso desde 1971 en todo el mundo y aún está vigente y así fue como los bancos centrales empezaron a expandir sus ofertas de dinero fiat creado de la nada y la banca comercial obtuvo autorización para crear dinero inorgánico adicional en forma de créditos, mediante figuras llamadas el multiplicador bancario y la reserva fraccionaria, donde debido a que se espera que no todos los clientes soliciten simultáneamente sus ahorros y depósitos, se creó otra regla llamada encaje legal, que le permite a los bancos comerciales prestar el dinero de sus clientes a tasas reales negativas, muchas veces en forma alegre e irresponsable, por ser un dinero ajeno, de tal suerte que si este encaje legal se establece entre 5% y 10% como ocurre en muchos países, esto significa que los entes financieros pueden prestar entre el 95% y el 90% del dinero que sus clientes les entregaron para su custodia, quedando el riesgo de que al ocurrir corridas bancarias, los bancos centrales deban expandir aún más la liquidez monetaria para auxiliar a los bancos quebrados e insolventes.

La historia nos demuestra que la emisión exponencial de dinero sin respaldo de activos tangibles como es el oro, conduce en el mediano y en el largo plazo a un apocalipsis económico, que luego termina con belicismo, para darle la patada al tablero de juego cuando no hay otra forma de cumplir con los compromisos adquiridos, pues no es sustentable en el tiempo manejar monedas que no conserven su valor, aplicando leyes y reglas tales como el multiplicador bancario y la disminución del encaje legal, que permiten a la banca no solo crear dinero inorgánico adicional de la nada, sino también apropiarse de los depósitos de sus clientes para prestarlos en muchos casos a estafadores que viven y son apologistas de la especulación, sabiendo que sus deudas se diluirán en el futuro con trucos tales como: devaluación, control de cambios, impuestos sobrevenidos, inflación subyacente y finalmente acciones bélicas cuando todo falla, como producto de la aplicación de la mencionada teoría económica, creada para engañar y arruinar a tontos e ignorantes.

Estas prácticas monetarias y financieras conducen periódicamente a quiebras bancarias con banqueros y oligarcas que quedan inmensamente ricos e impunes, algunos fugados de sus países de origen, países que quedan quebrados y arruinados, por la aplicación recurrente de las malas praxis, que consisten en otorgar créditos a una élite compuesta por: corruptos, estafadores, especuladores y delincuentes financieros, que se convierten en oligarcas y se apropian tras bastidores del poder económico y político de las naciones y que luego son quienes imponen a través de las seudo democracias deterioradas a políticos ignorantes e incapaces, que no son más que muñecos de ventrílocuo, para que se encarguen de imponer reglas y leyes que favorezcan sus negocios y también para proteger a quienes los llevan y los mantienen en el poder de manera perpetua, tal como ocurrió al desmembrarse la Unión Soviética, donde un presidente alcohólico y corrupto le entregó a crédito los activos de esa nación a algunos miembros de su partido y luego colocó en la presidencia a un sucesor que le garantizara impunidad, tanto para él como para los oligarcas rusos, que se apropiaron de los activos de esa nación.

Si revisamos la historia de otros países, nos encontramos con un modus operandi idéntico en lo económico y político, independiente de si los gobiernos son de izquierda, centro o derecha, socialistas, comunistas o capitalistas.

Para el caso específico de Venezuela, entre 1918 y 1974 la moneda nacional era respaldada y redimida por oro y la tasa de cambio se mantuvo siempre menor a un fuerte –Bs. 5–, lo que hizo que la inflación promedio anual fuera de 1,3% durante 56 años, pero supuestos "expertos económicos, intelectuales y académicos" hicieron una campaña, repitiendo mantras para engañar a los tontos e ignorantes, tales como: el bolívar está sobrevaluado, Venezuela sufre de la enfermedad holandesa, hay que aplicar devaluaciones competitivas, la expansión de liquidez no genera inflación, etc, y con esas falacias lograron que el Sr. Carlos Andrés Pérez, terminara el 30-12-1974 con el bolívar-oro, para implantar el dinero fiat en el país y la teoría fracasada y fraudulenta llamada keynesianismo, que alentó a los gobiernos sucesivos, a producir en cantidades exponenciales dinero sin respaldo y por ende sin valor, desde 1975 hasta la fecha, para beneplácito y usufructo de los estafadores, que se llevaron las divisas provenientes de la exportaciones de crudo a los paraísos fiscales y arruinaron a la nación y hoy algunos de ellos viven impunemente como reyes en Europa y EEUU.

Por tanto, en la creación de un nuevo orden mundial para salir de la crisis actual, las primeras acciones para reconstruir la economía son: regresar a tipos de cambio fijos y estables, con monedas respaldadas y redimidas por oro, que conserven su valor, como le corresponde a cualquier país exitoso y más aún, si como en el caso de Venezuela, es un país exportador de la energía que mueve al mundo, que es el petróleo y el gas natural, teniendo en cuenta que en esta oportunidad países como Venezuela deben tratar de incrementar su producción de hidrocarburos hasta donde sea posible, pues Europa está llevando la peor parte y va a sentir los rigores del frío en el próximo invierno, si no consigue reemplazar el suministro del combustible ruso o detener de manera racional la locura belicista, donde los únicos ganadores serán los perros de la guerra y por otra parte, es necesario que las democracias no dependan de los grupos económicos que impongan a muñecos de trapo que les sirvan de alcahuetas, sino que se puedan postular y elegir en el futuro a los mejores ciudadanos con que cuentan las naciones, que tengan los méritos y las capacidades para ocupar los cargos públicos, con honestidad, eficacia, eficiencia y visión de estadistas, que busquen el bien para sus ciudadanos y para el resto del mundo.


Saludos cordiales,


Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador

Publicación Inicial: 15 de noviembre de 2022

en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/

Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 19 de abril del 2022 y está en el enlace: El nuevo orden mundial I

viernes, 11 de noviembre de 2011

La Crisis del Euro y sus Riesgos

Algunas soluciones ofrecidas actualmente a los países para salir de las crisis y depresiones económicas, ocasionadas por las burbujas financieras y otras adversidades cíclicas, están sustentadas por las interpretaciones de las teorías Keynesianas, expuestas por el matemático inglés convertido en economista, John Maynard Keynes y escritas en su libro “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, publicado en 1936, el cual sirvió como una solución a la gran depresión ocurrida en la década de 1930. Esas teorías están basadas en el aumento de la demanda agregada, con un fuerte intervencionismo en la economía por parte de los estados, a quienes se les recomienda incrementar y financiar sus gastos públicos con:

1. Más impuestos
2. Impresión de dinero inorgánico
3. Endeudamiento
4. Devaluación

Por otra parte, esa teoría económica fué la que condujo al abandono del patrón oro y a la adopción del patrón oro-divisas, con el dólar estadounidense fungiendo como divisa, para hacer el intercambio comercial de los países, según los acuerdos de Bretton Woods suscritos en 1944. Estos acuerdos establecían la libre convertibilidad de una onza de oro por 35 dólares, sin ningún tipo de restricción y garantizados por los Estados Unidos de América. Pero estos tratados fueron repudiados por el presidente norteamericano Richard Nixon en 1971, debido a la gran cantidad de papel moneda que emitió USA, para pagar los gastos de la guerra del Vietnam y por tal razón ya no poseían las reservas suficientes en oro, para honrar los compromisos adquiridos 27 años atrás.

Adicionalmente el keynesianismo era partidario de incentivar el consumo en detrimento del ahorro, a tal punto que indicaban que el estado debía dar la ayuda económica en épocas de necesidad y que no había que preocuparse por ahorrar para el futuro pues “en el largo plazo todos estaremos muertos”, según las palabras de Keynes.

Keynes fué uno de los padres de la teoría macroeconómica moderna y quizás es el economista más influyente del siglo XX, pero también fué un defensor de la especulación con las monedas y uno de los creadores del consumismo. Hay que considerar que: la devaluación de la moneda, la emisión de dinero inorgánico, el endeudamiento y el consumismo, son el paraíso de los especuladores financieros y representan las plagas modernas que atacan, esclavizan y empobrecen actualmente a millones de personas en todas las naciones del mundo.

Las fuentes de financiamiento de los estados con fines fiscales usando devaluación y emisión de dinero inorgánico, parecieran mecanismos fraudulentos, porque básicamente expolian y envilecen los ahorros que la gente guarda para: adquirir sus viviendas, protegerse en la vejez y preparase para poder afrontar cualquier otra incertidumbre del futuro, sin depender del estado. En relación al endeudamiento excesivo, existe el riesgo de que los países deudores se declaren en default y que los bancos quiebren, haciendo también que los ahorristas pierdan parte o todo su patrimonio.

Como se puede observar las soluciones que ofrecen los economistas del pensamiento keynesiano, no difieren mucho de los métodos que utilizaron los revolucionarios franceses del siglo XVIII, quienes emitieron grandes cantidades de dinero fiduciario (sin respaldo) dejando a Francia con hiperinflación y en ruinas.

Es bien conocido que estos métodos generan hiperinflaciones y que son un remedio peor que las enfermedades que pretenden combatir, como lo son las recesiones y el desempleo; el cual según la curva de Phillips, está en relación inversa con la inflación. Esta relación empírica significa, que a mayor inflación hay menor desempleo, por lo tanto algunos economistas justifican que los gobiernos generen inflación aumentando el gasto público, que luego no saben como controlar, porque en el largo plazo la curva de Phillips es completamente vertical, rígida o inelástica y aunque se aumente la inflación infinitamente, el desempleo no disminuye, como se muestra en el siguiente gráfico.


En contraposición a los keynesianos, existe otra corriente económica llamada el monetarismo o escuela de economía de Chicago, defendida por el economista norteamericano Milton Friedman (1912-2006), premio nobel de economía en 1976, que hace más énfasis en la oferta, incentivando el aumento de la producción y la productividad en vez de la demanda. Esta teoría defiende el libre mercado, recomienda la mínima intervención del estado (laissez-faire) y considera que: la demanda, el consumo, el crédito, el déficit presupuestal y el aumento del circulante, son las causas generadoras de la inflación. Esta escuela económica ha influido actualmente en el buen desempeño de las economías de China y Chile. Sin embargo a efectos de contrarrestar la parte oscura del capitalismo, es muy recomendable establecer cierto nivel de supervisión por parte de los gobiernos.

Como nadie es poseedor de la verdad absoluta y teniendo en cuenta que la economía es una ciencia inexacta, lo más sano cuando se analizan estas teorías, es estudiarlas de modo desapasionado sin ser ortodoxo y tomar lo bueno de cada una de ellas, para ofrecer soluciones que se adapten a la realidad de los tiempos, aprovechando las experiencias que nos brinda la historia. 

Un gran riesgo que existe en el futuro, es que ocurra un crack del dinero fiduciario, que arrastre al caos a la economía mundial, por la sobre-emisión de euros y/o dólares, teniendo en cuenta que la mayoría de los bancos centrales del mundo tienen gran parte de sus reservas en estas divisas. Por tal razón es sensato proteger alguna parte de las reservas monetarias con oro físico.

A diciembre de 2010, según la información tomada de internet, los cinco países mejor posicionados en oro, en toneladas son:

1. EEUU           9.300
2. Alemania      3.402
3. Italia             2.452
4. Francia         2.435
5. China           1.054

Quizás es oportuno que los economistas y políticos actuales revisen la conveniencia de volver en el futuro próximo a usar el patrón oro, tal como ocurrió después del caos económico que dejó la revolución francesa en el siglo XVIII y se empiece a pinchar la burbuja que se está produciendo por los altos volúmenes de dinero fiduciario.

Por otra parte, es necesario que se incentive el ahorro y se limite el sobre-endeudamiento tanto de personas con créditos para el consumo, como para los países en gastos no prioritarios, de modo que se pueda evitar o al menos mitigar las crisis producidas por las burbujas económicas.

Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero ,Consultor de Empresas

Viernes, 11 de Noviembre de 2011

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