En los artículos anteriores de este ensayo, indicaba parte de la historia
monetaria de Francia, Alemania y Estados Unidos, donde una práctica errada
común en esas tres naciones, era la creación de dinero fiduciario e inorgánico
en cantidades astronómicas, sin respaldo ni contrapartida con el incremento de
la producción de bienes y servicios, lo cual conducía inexorablemente a las
crisis económicas, que se reflejan en: alta inflación, caída del PIB real,
aumento del desempleo, disminución del salario real, quiebra de empresas, quiebra
de bancos y quiebra de personas, etc., y en el peor de los casos, a la
utilización de la guerra como solución perversa de última instancia, para
tratar de recuperar la economía colapsada, como fue el caso de Francia con
Napoleón Bonaparte o de Alemania con Adolfo Hitler.
En la primera quincena del mes de marzo de 2023, han ocurrido una serie de
quiebras y crisis bancarias en Estados Unidos y más recientemente en Suiza
–Credit Suisse– como producto del modelo en el sistema
monetario y financiero actual, que a todas luces debe ser revisado, adaptado y
corregido, pues existen prácticas que, aunque son legales, conducen a colapsos,
con un alto impacto negativo para los ciudadanos y sin el ánimo de enumerarlas
todas de manera exhaustiva, son entre otras:
1.- El uso del encaje legal con muy bajos porcentajes, que le permite a
la banca captar depósitos a la vista –cuentas corrientes y cuentas de ahorros–
que son a corto plazo y hacer préstamos e inversiones de largo plazo, con un
gran porcentaje del dinero captado, con lo cual se presenta un descalce de
plazos, pues cuando los clientes pretenden disponer de su dinero, solo existe
un bajo porcentaje disponible para hacer frente a los retiros, con el riesgo de
producir corridas bancarias e implantación de corralitos financieros.
2.- Permitir que haya emisión de dinero adicional a la base monetaria
cuando los bancos otorgan créditos, pues los bancos centrales pierden el
control sobre la oferta monetaria y de esta manera se expande la liquidez de
modo exponencial, la cual está formada no solo por base monetaria, sino también
por dinero crediticio adicional, dinero que en muchos casos supera a lo emitido
por los bancos centrales, que es su base monetaria.
3.- La existencia de apalancamiento por parte de las bancas de inversión,
que toman dinero de la banca comercial, para prestarle a especuladores
financieros que juegan en una especie de casino con la fluctuación de los
precios de unos productos de humo llamados contratos de derivados, donde se
manejan cantidades de dinero superiores a los de la economía real, sin que se
produzca nada real, sino cifras de ofertas y demandas ficticias, pero que
generan alto riesgo para los productores reales, los ahorristas y los fondos de
pensiones, de donde sale el dinero para apalancar la especulación. Para conocer
más sobre este tema, recomiendo leer el artículo Es la especulación estúpido.
4.- La creación de más liquidez inorgánica por parte de los bancos
centrales, para reflotar bancos quebrados, lo cual genera más inflación, pérdida
del valor del dinero existente e incremento del riesgo moral, porque los
ejecutivos financieros junto a los especuladores perciben que pueden seguir
haciendo de las suyas con el dinero ajeno, pues siempre saldrán ilesos de sus
errores y malas prácticas, porque tienen a un prestamista de última instancia
que es el banco central.
Después de este corto pero necesario preámbulo, continúo con los temas
relacionados a la historia monetaria de los países que utilicé en mi
investigación original del año 2013, cuando publiqué este ensayo, que ahora he
actualizado.
4. Caso de Venezuela:
En 1918 Juan Vicente Gómez emulando a Napoleón Bonaparte respecto a la
moneda, creó el bolívar oro, que era una moneda respaldada por oro con paridad
de 0,29 gramos/bolívar y que se mantuvo vigente
hasta 1974, manteniendo una inflación promedio anual de 1,3 % durante 56 años y
generando bienestar, progreso y prosperidad para la nación, sus habitantes y
muchos inmigrantes que llegaron al país arruinados por: las dictaduras, las
guerras civiles y la segunda guerra mundial.
En 1974 los asesores económicos de Carlos Andrés Pérez –CAP– le vendieron
la idea de eliminar el bolívar oro, con la justificación de diversificar la
economía petrolera del país, que según ellos no era posible con una moneda
fuerte y aduciendo que, si Estados unidos había quitado el respaldo del dólar
en 1971 convirtiéndolo en moneda fiduciaria, no había razón para que el país
siguiera respaldando su moneda con oro. En el segundo mandato como presidente,
CAP envió las reservas de oro hacia Inglaterra y nombró a varios ministros
llamados “tecnócratas”, algunos de los cuales actualmente reciben ingresos
provenientes de las fundaciones de George Soros.
A raíz de la eliminación del bolívar oro, se inició una expansión de
liquidez desenfrenada, que generó una falsa prosperidad y comenzó también un
boom de gasto y de endeudamiento tanto interno como externo, en los sectores
público y privado, que condujo a una primera devaluación de la moneda en 1983
por Luis Herrera Campins.
A partir de esa fecha, muchos expertos economistas académicos tanto del
país, como de las bancas de inversión internacionales, no han dejado de
promover la devaluación de la moneda, utilizando los medios impresos, audio
visuales o digitales y las cátedras universitarias, para adoctrinar a sus
estudiantes y a muchos empresarios, debido a que descubrieron que el mejor
negocio para ellos, en vez de producir bienes, servicios y conocimientos,
consistía en dedicarse a actividades especulativas, que se basan en: pedir
créditos y préstamos, comprar dólares u otros activos duraderos y luego
promover la devaluación de la moneda, para licuar sus deudas, expoliando a los
ahorristas, trabajadores e inversores de la economía productiva, con la
gravedad de que quienes deberían tomar las medidas económicas que permitan
cumplir con el objetivo fundamental del banco central, de mantener la
estabilidad de la moneda y de los precios, no toman las medidas orientadas a
corregir el problema de expansión de liquidez, ni de regulación del crédito,
que crecen de manera vertiginosa diariamente, para beneplácito de los
especuladores, que llaman a esa falsa virtud pragmatismo.
Cabe destacar que desde 1983 hasta la fecha ha habido gran devaluación de
la moneda, la inflación anual ha sido de más de dos cifras y sin embargo no ha
habido ningún tipo de incremento significativo en la producción y exportación no
petrolera.
Aunado a lo anterior y a la existencia del control de cambios implantado
desde el año 2003, tal como era de esperarse, aparecen los efectos de una
expansión irracional de la masa monetaria sobre la economía nacional, que son:
inflación, escasez, miseria, delincuencia, especulación, corrupción y en algunos
casos saqueos.
Al existir un control cambiario, los especuladores crearon una figura
perversa, llamada el dólar negro o paralelo, que genera una inflación adicional
espuria, debido a que es utilizado por comerciantes y algunos productores
inescrupulosos, para indexar el precio de bienes y servicios a ese tipo de
cambio ficticio, incluso por quienes recibían dólares a precios preferenciales,
para importar insumos o bienes terminados.
El precio de ese dólar negro se calculaba, promediando la tasa de cambio
diaria de pesos colombianos por bolívares en Cúcuta, que es una ciudad ubicada
en la frontera con Colombia, convertida a Bs/dólar y una relación llamada el
dólar implícito, que es el resultado de dividir la liquidez monetaria entre las
reservas internacionales.
Si tenemos en cuenta que la liquidez se incrementa cada vez que se
imprimen billetes, se otorgan préstamos o se usan los créditos concedidos, al
mantener las reservas internacionales constantes o decrecientes, cada vez que
se liquida un nuevo crédito o se hace un consumo con tarjeta de crédito, el
supuesto dólar implícito también aumenta, al aumentar la liquidez, lo que es
aprovechado por los comerciantes para subir los precios que están dolarizados, pero
los sueldos y salarios no están indexados ni dolarizados y actualmente los
salarios mínimos mensuales están cerca de 5 dólares y con tendencia a la baja a
medida que el bolívar se deprecia.
Al 10 de marzo del 2023, la Base Monetaria –BM = dinero emitido por el
BCV– era de Bs 15,5 millardos (MMM) y la Liquidez Monetaria –LM = Base
Monetaria más dinero nuevo generado por los créditos– era de Bs 26 millardos,
pero esas cifras aparentemente bajas son producto de la eliminación de 14 ceros
a la moneda desde 2008 hasta la fecha, lo que implicó 3 reconversiones
monetarias.
Las cifras anteriores implican que Bs 10,5 millardos –que es la
diferencia entre Liquidez y Base monetaria– es dinero adicional creado por el
otorgamiento de créditos bancarios y en términos porcentuales el dinero emitido
por el BCV es del 60 %, mientras que el dinero de origen crediticio es del 40 %.
La relación entre las variables LM/BM es el multiplicador bancario de 1,678
lo que indica que, por cada bolívar emitido por el BCV, se han generado 0,678
bolívares adicionales, al otorgar préstamos o usar los créditos.
A finales de febrero de 2023 el encaje legal que es el dinero que deben
mantener los bancos en reserva para garantizar los retiros de los clientes era
del 73 %.
Para restablecer el orden monetario perdido de Venezuela, unas buenas
prácticas económicas adicionales a las operaciones de mercado abierto usadas
actualmente, cuyos efectos son temporales, serían: incrementar el encaje legal
de manera ordenada –de forma que el encaje para depósitos a la vista sea del
100 % y de un porcentaje menor para los depósitos a plazo fijo–, regular los
créditos no productivos que se orientan hacia compras del dólar paralelo,
disminuir los límites crediticios, esterilizar parte de la base monetaria con
la venta de divisas provenientes de las exportaciones petroleras y por último,
fortalecer las reservas internacionales, consolidando los excedentes de divisas
en el banco central, debido a que el uso y manejo de fondos discrecionales,
podría ser mal utilizado, no necesariamente con mala intención o dolo, sino
realizando malas inversiones financieras, que produzcan riesgos innecesarios,
para obtener rendimientos pírricos en el exterior y riesgo de ser bloqueados o
peor aún confiscados.
Con la aplicación de las medidas monetarias anteriores, se lograría
estabilizar y fortalecer la moneda y generar la confianza para poder ahorrar e
invertir en la economía productiva y por tanto reducir los niveles de
inflación, pero en el corto plazo es conveniente restablecer el bolívar oro
como moneda fuerte y estable.
Algunas conclusiones:
La revisión de las historias monetarias anteriores en esos cuatro países,
nos permiten concluir de manera objetiva, que además de la existencia de un
modelo monetario, que elimina la función del dinero de ser una reserva de
valor, por causa de permitir la generación de expansiones irracionales de
liquidez, existen también algunas debilidades humanas, que, en conjunto con ese
modelo monetario fracasado, constituyen los factores que destruyen la economía
de las naciones.
Estas debilidades humanas son: la avaricia e insaciabilidad de algunos,
la corrupción de otros y la ignorancia de los pueblos y de los políticos, que
permiten imponer modelos monetarios y financieros fracasados,
independientemente de sus tendencias políticas –izquierda, centro o derecha– y
que solo sirven para favorecer a los corruptos y especuladores, debido a que se
valen de la especulación monetaria, para obtener grandes beneficios en
detrimento de la gente común.
Por otra parte, el modelo keynesiano-monetarista de financiar el déficit
fiscal de las naciones y el populismo con: expansión de liquidez, endeudamiento
y devaluación, aunado con el relajamiento del crédito, son bombas de tiempo que
conducen a las economías inexorablemente hacia su fracaso, con el sufrimiento
para las personas y el riesgo de querer resolver estos problemas por medios belicistas.
Adicionalmente se observa un comportamiento típico de los gobiernos y los
candidatos a gobernantes de todas las naciones en crisis, de mantener en sus
cargos o promover a las mismas personas que los asesoran erradamente y que han
llevado a sus economías hacia el abismo, porque aplican una y otra vez las
mismas herramientas ineficaces, creyendo que alguna vez obtendrán resultados
diferentes.
Por último, quiero sugerir algunas posibles acciones para solucionar el
problema monetario y financiero mundial existente, para que la moneda satisfaga
su función básica de ser reserva de valor, que, al no cumplirse, es la causa
fundamental que desencadena la avaricia y la corrupción de algunos agentes
económicos y distorsiona la economía de todos los países sin excepción. Estas
soluciones son:
1.- Regreso a una moneda respaldada 100 % por oro u otro activo tangible
escaso.
2.- Indexación de la liquidez al PIB real.
3.- Eliminación del uso de la reserva fraccionaria, para que solo los
bancos centrales emitan dinero redimible con activos tangibles.
4.- Control absoluto sobre la economía especulativa.
Lo anterior implica que con una moneda que no conserva su valor, los
únicos beneficiarios son los especuladores, que sin producir nada se hacen
ricos: pidiendo créditos, negociando productos que no existen, comprando con
sus ganancias activos duraderos y luego promoviendo la expansión de la liquidez
y la devaluación, para licuar sus deudas, lo cual genera un daño moral a los
verdaderos productores, quienes deciden que es mejor especular que producir y
este es el karma de la economía mundial, que hay que corregir.
Saludos cordiales,
Alejandro Uribe: Economía y Política
Ingeniero, Consultor de Empresas e Investigador
Publicación Inicial: 22 de marzo de 2023
en http://auribe-economia-y-politica.blogspot.com/
Nota: este artículo original de mi autoría, fue publicado en el prestigioso diario El Nacional, el 21 de marzo del 2023 y está en el enlace: Los factores que destruyen la economía de las naciones III